La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio y extrema preocupación por las amenazas pertrechadas contra Macarena Sánchez Jeanney, futbolista santafesina, quien lleva adelante junto a otras pares el justo reclamo colectivo de instituir un fútbol profesional para todas las mujeres reconociendo los mismos derechos y condiciones con el futbol profesional masculino.

Señor presidente:

Por medio del presente proyecto de declaración queremos manifestar nuestra extrema preocupación ante una situación de violencia y amenazas que sufrió una deportista argentina, ameritando la rápida intervención y alcanzando respuestas concretas por parte del Estado Nacional en todos sus niveles y funciones.

Macarena Sanchez Jeanney, tiene 27 años de edad, es oriunda de la provincia de Santa Fe, y pertenecía al club UAI Urquiza, uno de los clubes más populares de fútbol femenino. Actualmente vive en San Telmo, y el fútbol es su pasión y su trabajo. Como tantas otras personas… En el año 2012 tomó la decisión de venir a vivir a Buenos Aires y se presentó en el UAI, un club que le dio oportunidades durante 7 años. Macarena estudia Trabajo Social en la UBA, trabaja por la mañana como cualquier ciudadano/a, a la tarde entrena, y a la noche cursa. La contradicción llega pronto: juega al fútbol o estudia, juega al fútbol o trabaja. La mayoría de las mujeres futbolistas tienen que atravesar la misma situación de crisis.

El UAI surge en 2009 cuando se fusionó con el Ferrocarril Urquiza dando origen a UAI Urquiza; a las futbolistas les brindas posibilidades de hospedaje, cobertura médica, viáticos y becas en la Universidad Abierta Interamericana. Nuestra Selección de Fútbol Femenino tiene varias integrantes provenientes del club. Como delantera de UAI Urquiza, Macarena Sánchez, sale tres veces campeona, y gana la Libertadores 2012,2014 y 2017/2018.

El fútbol femenino, lesbianas, trans, travesits/disidente, crece sin parar en nuestro país; cada vez hay más torneos, ligas, campeonatos de fútbol “femenino”, y por momentos parece no haber prejuicios ni incomodidad como que es un deporte de varones. El año pasado, la selección clasificó al Mundial de Francia, pero así y todo nuestro fútbol femenino sigue siendo amateur. El mundo del fútbol maneja millones de dólares diarios, los sueldos de los futbolistas varones a veces es incalculable comparado a un sueldo promedio, los derechos de televisación y la industria publicitaria recaudan otros tantos de millones; “pero, ¿el fútbol femenino sigue sin cobrar un sueldo por su compromiso deportivo?” Plantea Macarena. Y continúa: “la profesionalización no depende únicamente de la AFA sino también de los Clubes”.

¿Es una discusión política, institucional y deportiva que debería zanjarse con aprietes amenazas y violencia machista hacia la jugadora? ¿O es un tema de debate público y profundo que merece ser tratado en el seno de la sociedad y las instituciones?

El caso tomó relevancia internacional y local, llegando a distintos medios. Entre ellos reproducimos a Rosario Plus: “tomó tal relevancia que hasta cobró difusión en el mundo y sirvió para que una oleada de chicas la contactaran por redes sociales para compartir sus historias y sumarse al reclamo colectivo por un fútbol profesional que reconozca sus derechos y las iguale con los varones”.

Resumimos el pensamiento y el accionar de Macarena en las siguientes palabras y definiciones de la futbolista: “el fútbol y el feminismo tienen que ir de la mano. Al fútbol hay que darle otro enfoque, otra idea, no podemos seguir dentro de ese ambiente totalmente contaminado y violento. Es un negocio que deja de lado el deporte”. “Dentro del fútbol las mujeres somos vulneradas 100 por ciento y el feminismo es importante porque se trata de un movimiento que lucha para que nuestros derechos sean reconocidos”. “Acá hay que estudiar y trabajar. Por eso es importante que un jugador de alto rendimiento disponga de su tiempo para desarrollarse”.

En Diciembre, Macarena, juega el último partido en UAI Urquiza. En Enero de 2019 tuitea “por un fútbol femenino y profesional”. A los 5 días, su entrenador la llama para decir que tomaron la difícil decisión de no tenerla en cuenta para lo que se viene. En medio del Torneo de Primera División “A” 2018-2019, se queda sin club y sin posibilidad de ir a otro, debiendo esperar seis meses. El Club desconoce su vínculo laboral. Nadie le paga por interrumpir su ciclo deportivo. (Las mujeres solamente firman una planilla otorgada por los clubes para jugar los torneos, las habilita a jugar y se renueva por temporadas, pero son simplemente firmas y no contratos legales como en el fútbol masculino).

“Son los mecanismos utilizados para negar el reconocimiento de la relación laboral profesional de los hombres jugadores de fútbol durante los años 30´ en Argentina”, nos explica Macarena en un comunicado. “Más de 80 años después las mujeres futbolistas son víctimas de las mismas prácticas ilegales que buscan ocultar la profesionalización existente de la práctica deportiva, disfrazada de amateurismo”. “Las jugadoras son sistemáticamente vulneradas en sus derechos como trabajadoras del deporte, por la simple razón de ser mujeres”.

Macarena inicia la demanda contra UAI Urquiza para que la regularicen y sea reconocida como jugadora profesional, y a la AFA por el cese de la inacción y su consecuente intimación al club. Alcanza, como escribimos anteriormente, una mediatización internacional por ser un caso histórico y poder sentar precedente en el fútbol mundial. La jugadora recibe el apoyo de cientas de jugadoras actuales y de todos los tiempos, de distintos países y clubes.

Con todo el esfuerzo que realizó y realiza Macarena para jugar y al mismo tiempo trabajar y estudiar, la discriminación machista del ambiente del fútbol, y la exclusión permanente, comenzó a recibir agravios e insultos y un mensaje de muerte: “Hay bastante dinero por tu cabeza… vas a morir muy pronto”, con la foto de una mano empuñando un arma de fuego con una mancha de sangre detrás.

Una vez más, nos hacemos la pregunta: la solución a los planteos de la jugadora ¿se encuentra a través de los aprietes y las amenazas, o es una discusión política y deportiva más profunda que merece un debate institucional e histórico para alcanzar una igualdad de derechos entre el fútbol femenino y el masculino?

Entendemos que el Estado no puede dejar impune este tipo de hechos y debemos actuar con todas las herramientas que estén a nuestra disposición, creando nuevas para que no sucedan estas acciones, y buscar el ámbito y la reglamentación necesaria para canalizar el justo e histórico reclamo del colectivo de mujeres para alcanzar la igualdad de género en este deporte.

Por todo lo explicado anteriormente, solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto de declaración.