La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación por los dichos del Presidente de Aerolíneas Argentinas, Sr. Luis Malvido, quien afirmó que: “la empresa estatal está virtualmente quebrada”, asegurando que carece de recursos propios para abonar los sueldos de su personal.

Asimismo, solicita al Poder Ejecutivo que instrumente todas las medidas necesarias a los fines de restablecer, en lo inmediato, el normal funcionamiento de la empresa y que se respeten los acuerdos paritarios alcanzados.

Señor presidente:

Lamentablemente asistimos con profunda preocupación a la materialización del modelo de ajuste del Gobierno Nacional sobre la aerolínea de bandera del país y sus trabajadores.

El conflicto desatado recientemente, que es de público conocimiento y la respuesta esbozada por las autoridades que presiden la empresa no es la que resolverá el conflicto. Suspender a 376 trabajadores de todas las áreas y de distintos gremios por la protesta del 8 de noviembre no es el camino

Por su parte el Sr. Presidente de la Nación, mostró un enojo inusitado y dijo, a través de las redes sociales: “No es justo que el 95 por ciento de los que no usan aviones tengan que pagar para que Aerolíneas Argentinas funcione”.

Dos días después, de que un temporal provocará inundaciones, espetó otra crítica a través de las redes sociales “Da mucha impotencia saber que con una pequeña parte de lo malgastado en Aerolíneas se podrían haber hecho hace tiempo las obras necesarias para prevenir esto”.

Peor aún, el presidente de Aerolíneas Argentinas, explicando la medida de suspender a la enorme cantidad de trabajadores señaló: “Es evidente que el paro está atado con la movilización de transporte. No es casual. Se ha transformado en una cuestión política en donde líderes sindicales como (Hugo) Moyano o (Roberto) Baradel salen con carteles de `defendamos a Aerolíneas´, cuando lo que hacen es arruinar el prestigio que tanto cuesta construir”.

Ante tamaña afrenta hacia a los trabajadores y en una medida consensuada por los secretarios generales de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), del Personal Aeronáutico (APA), de la Unión de Personal Superior Aeronáutico (UPSA), de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), convocaron a un paro total de actividades, criticando el incumplimiento de los compromisos salariales y reprobando la política aerocomercial de la gestión del Presidente Mauricio Macri.

Resulta evidente que el incumplimiento salarial denunciado por los trabajadores es cierto, y ante la protesta no tienen mejor respuesta que la suspensión masiva de trabajadores, que tiene como fin último generar un escarmiento, favorecer el quiebre de los trabajadores con sus representantes y fomentar la reprobación de los usuarios y sociedad a las medidas de fuerza en reclamo de legitimas exigencias.

En este orden de ideas, donde el respeto por la libertad sindical en el mundo es una exigencia primordial e ineludible para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como ya lo dijo el Comité de Libertad Sindical allá por 1952 “considerando que el correcto ejercicio del derecho de huelga no debe acarrear sanciones perjudiciales de ningún tipo, que implicarían actos de discriminación antisindical”.

Como ya se expuso en el proyecto N° 5223-D-2018 de mi autoría, donde expresaba en los fundamentos que “no se pude permitir que se tomen como enemigos a los- en ese caso los docentes- en una lógica impuesta por la grieta y de la cual la mayoría de los argentinos no desea participar”, y que vemos repetida en el modus operandi con los trabajadores de Aerolíneas Argentinas.

La Constitución Nacional en su artículo N°14 y 14 bis garantiza sin más la protección al “…trabajo en sus diversas formas, a los gremios a concertar convenios colectivos y el derecho a huelga…”. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que protege y compromete al Estado Nacional a garantizar el ejercicio de los derechos de los gremios a “concertar convenios y garantizar el derecho a huelga”.

Dada la gravedad de lo señalado, los derechos constitucionales y convencionales comprometidos y el caos que se puede generar ante la profundización del conflicto, auto provocado por quienes deben atender, comprender y responder al reclamo de los trabajadores, solicito a mis pares me acompañen con el siguiente proyecto de declaración.