La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación frente a los despidos de 165 trabajadores y trabajadoras de la empresa Pilisar S.A.- SIAM situada en la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Asimismo, se solicita que las autoridades nacionales correspondientes intervengan a fin de solucionar el conflicto laboral y garantizar las fuentes de trabajo.

Señor presidente:

Emblema de la pujante industria nacional de los años 40 y 50, la fábrica Siam fue fundada por Torcuato di Tella en 1911. La empresa creció y se expandió en la industria metalmecánica en general, hasta el punto de llegar a fabricar vehículos de producción netamente nacional.

Sin embargo, el auge de la firma caería en desgracia a partir de los años 70 con la apertura del mercado y el ingreso de empresas extranjeras de electrodomésticos con las que se hacía muy difícil competir. Ya en 1986, la firma se reprivatizó y se vendió a tres grupos: Techint; Pérez Companc y Aurora, que se quedó con la planta de Avellaneda y las de Tierra del Fuego. Lo que quedó de esa larga primavera industrial es la planta de Avellaneda. Casi desmembrada y recuperada en los años 80 por la Cooperativa de trabajadores CIAM, recibió en 2013 una inversión privada de 35 millones de dólares de parte del grupo NewSan para volver a funcionar con mayor producción.

En las vísperas del Día del Trabajador de 2014, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y parte de su Gabinete reinauguraron las instalaciones de SIAM junto a los representantes de la empresa Newsan, que a través de Pilisar SA fabricaria las tradicionales heladeras marca SIAM, entre otros productos de la línea blanca de electrodomésticos.

Hoy la planta se encuentra sumida en una profunda crisis debido, principalmente, a la abrupta caída del consumo interno y a la liberalización de las importaciones. El conflicto concreto que nos ocupa comenzó cuando las autoridades decidieron el despido de la mayoría de sus trabajadores, para pasar a importar algunos de sus productos y discontinuar las líneas de ensamblaje que funcionaban en la fábrica de Avellaneda. Pero la tensión se profundizó luego de que el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires dictara una conciliación obligatoria que la empresa desconoció.

Durante los primeros días de noviembre de 2018 la empresa notificó a 20 operarios que dejaban de prestar funciones y el conflicto estalló. Sumados a los despidos y retiros voluntarios de agosto, septiembre y octubre, la firma ya desvinculó a 165 empleados. Hoy solo quedan 60 operarios en la planta.

A través de un comunicado de prensa, los trabajadores denunciaron "la militarización de la planta". En ese sentido, explicaron que los compañeros que no fueron despedidos "están trabajando con más de 100 policías a su lado, como si estuvieran en un campo de concentración".

Los trabajadores denuncian también que el grupo Newsan está vaciando la empresa, "Recibió subsidios millonarios, incumple la conciliación obligatoria y está llevando adelante un vaciamiento de la empresa que provocó el despido de más de 160 compañeros", agregaron.

Luego de estas denuncias la situación recrudeció y los trabajadores comenzaron un acampe en las puertas de la fábrica, en Coronel Molinedo al 1600, Avellaneda, donde recibieron el apoyo de organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y dirigentes políticos, gremiales y de la Iglesia.

Al mismo tiempo que los despedidos sumaban adhesiones, la Bonaerense se apostó en las inmediaciones y en el interior de la fábrica. Además, los trabajadores registraron con sus celulares que autos de civil y patrulleros sin identificación también tomaron posesión del lugar.

Sabemos que no es una situación excepcional, que la debacle industrial argentina es general y se ha profundizado en este último tiempo. Empero, es importante que cada uno y cada una desde su lugar visibilice esta situación y se ponga a disposición para colaborar en la resolución de este tipo de conflictos.

No podemos ser indiferentes frente al sufrimiento de cientos de familias que ven sus vidas inmersas en la más completa incertidumbre. Como expresamos al principio este contexto se ha generalizado y que está lejos de ser una percepción, las cifras oficiales así lo reflejan.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares diputadas y diputados que acompañen con su voto el presente proyecto de resolución.-