La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar repudio por el accionar represivo ejecutado por las fuerzas de seguridad policiales de la provincia de Formosa ordenadas por el Ministro de Seguridad de la provincia y bajo responsabilidad del Gobernador Gildo Insfrán, en ocasión de la inauguración de las instalaciones del Club Hípico Municipal en la localidad de Pirané, provincia de Formosa.

Señor presidente:

En ocasión de la inauguración de las instalaciones del Club Hípico Municipal de la localidad de Pirané, provincia de Formosa, la policía provincial, bajo órdenes del Ministerio de Seguridad provincial llevó a cabo un accionar represivo que tuvo como saldo muchas personas heridas.

Varias personas, entre ellas el diputado provincial, Ricardo Carbajal, fueron reprimidas, y resultaron impactadas por balas de goma en distintas partes del cuerpo disparadas por integrantes de la caballería y la brigada de la Policía de la provincia de Formosa.

La Policía abrió fuego de cara a la multitud que se encontraba reunida a los fines de celebrar la inauguración del predio Hípico.

Esto ocurrió en el contexto en que el cual, el Instituto de Asistencia Social de la provincia se negó reiteradamente a autorizar la habilitación del Hípico Municipal. Y el Intendente de la localidad, Juan Zaragoza amparado en la autonomía municipal lo hizo igual.

Previo a este episodio, la Policía llevó a cabo diferentes operativos con el objetivo de restringir la circulación vehicular en diferentes puntos del territorio a quienes transportaban caballos para participar de la programación preparada en Pirané, la que finalmente se realizó a pesar de la requisa policial.

Según resulta de voz del intendente Juan Zaragoza, el desacuerdo con los uniformados se originó, cuando personal de la Comisaría, de la Regional de Pirané se acercó a una de las entradas del Hípico acompañada de policías “antimotines” que llegaron de Formosa capital. Esto hizo enardecer los ánimos que había en el ambiente debido a que durante 48 horas los grupos de gente que tenían animales para competir fueron presionados, obligados a no traer sus caballos a la Ciudad de Pirané con el fin de evitar que se desarrollen las carreras.

El marco de institucionalidad permite que la acción social se desarrolle y resuelva sus conflictos en dónde debe, cuando ese orden está al servicio de los intereses personales con el único objetivo de la sobrevivencia política de quien detenta el poder, se vacía su fin último de ordenar la vida social con reglas claras, justas e iguales para todos.

Es válido ejercer el rechazo y el repudio total y absoluto a estas formas de violencia institucional que vuelven a los ciudadanos rehenes de las internas partidarias a las que el gobierno de Gildo Insfrán nos tiene acostumbrados. Sin embargo, los que tenemos el deber de construir consensos democráticos no podemos dejarnos amedrentar por estos actos violentos, por eso solicito a mis pares acompañen este proyecto.