La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación y repudio ante los graves hechos sucedidos el pasado viernes 9 de septiembre en la Línea 60 de colectivos (Empresa MONSA), los que ocasionaron la muerte del trabajador David Ramallo en momentos en que se encontraba realizando sus tareas laborales y sin las condiciones de seguridad que resguardaran su integridad física.

Señor presidente:

David Ramallo, trabajador electricista de la Línea 60 (Empresa MONSA), falleció el pasado viernes 9 de septiembre después de sufrir un accidente en la nueva cabecera que la empresa abrió hace algunas semanas en el barrio de Barracas. Producto de la ausencia de medidas de seguridad, Ramallo fue aplastado por una unidad de colectivo al desprenderse un elevador.

Cabe destacar que desde que el grupo DOTA mudó la cabera a esa nueva terminal, los trabajadores venían denunciando que los elevadores neumáticos no cumplían con las garantías mínimas de seguridad. “A pesar de nuestras advertencias, la parte empresaria no tomó cartas en el asunto y, en horas de esta mañana, un micro se cayó sobre la humanidad de un compañero”, señalaron el pasado 9 de septiembre en un comunicado de prensa.

Por ello, ante la gravedad de lo sucedido, y luego de resolver de forma unánime esa medida de fuerza en una masiva asamblea, ese mismo viernes 9 el Cuerpo de delegados de la Línea 60 paralizó el servicio exigiendo una respuesta. Varias personalidades y organizaciones sociales, de trabajadores y de derechos humanos se hicieron presentes en la cabecera para brindar su solidaridad a los trabajadores en lucha.

Pese a ello, tras el fallecimiento de Ramallo, la empresa no sólo se llamó a silencio sino que desapareció de las diferentes cabeceras, demostrando con un lockout patronal la prepotencia empresarial ante la muerte de un trabajador. Como si esto fuera poco, en una solicitada difundida este miércoles 14 de septiembre en los principales medios gráficos nacionales, el director de la empresa MONSA José Antonio Santoli acusó a los trabajadores de “utilizar una fatalidad con fines políticos subalternos” y adjudicó la muerte de Ramallo, no a las condiciones de trabajo impuestas por su empresa, sino a hechos “fortuitos” y a “errores humanos”. intentando intimidar a los trabajadores para que cesen en su lucha Al mismo tiempo, comenzó a enviar telegramas de suspensión a varios trabajadores, hecho que se retrotrajo recién cientemente, con el llamado a conciliación obligatoria realizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación en el día de la fecha.

Cabe destacar al respecto que los trabajadores de la Línea 60 vienen denunciando que desde que el grupo DOTA mudó la cabecera a la nueva terminal del barrio de Barracas, los elevadores neumáticos no cumplen con las garantías mínimas de seguridad, y que pese a las advertencias realizadas, la patronal no tomó jamás cartas en el asunto.

Asimismo, destacamos que el Cuerpo de delegados viene denunciando también distintas irregularidades, las que han sido elevadas a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo por medio de la nota del 31 de marzo de 2016, donde explicitan “el incumplimiento por parte de la ART Federación Patronal y la propia empresa M.O.N.S.A. (comprendida en los alcances de la Res. SRT Nº 559/09, sus modificatorias y ampliatorias)” de los ítems que se enumeran a continuación:

En el aparente cumplimiento de la Res. SRT Nº 559/09, y sus modificatoria ampliatorias, la empresa y la ART han omitido dar intervención a la representación de los trabajadores, quedando todos los Anexos de visitas, PAL y PRS rubricados por personas sin representación gremial alguna (Art. 4º, Inc. F de la Res. SRT Nº 475/2011).

Se ha omitido la confección de un formulario por cada establecimiento de la empresa del “Estado de Cumplimiento de la Normativa Vigente”. En este caso, la ART se limitó solo a la confección de un relevamiento de la sede terminal de Constitución (Guanahani 420 CABA) y de Av. Eva Perón 7423 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (que no pertenece a la línea 60), omitiéndose las cabeceras de Ing. Maschwitz, de Tigre, de Saavedra y de Escobar (Art. 4º de la Res. SRT Nº 475/2011).

Claramente, estamos ante un caso de negligencia de una patronal a la que sólo le preocupa su rentabilidad, sin importarle las condiciones de seguridad en las que se trabaja.

Atentos a esta alarmante situación, presentamos el presente proyecto para manifestar la preocupación y el repudio de esta Cámara ante los graves hechos que se sucedieron en la cabecera de Barracas de la Línea 60, sin que hayan sido consideradas las denuncias reiteradamente realizadas por los trabajadores de la misma.

En este sentido, advertimos que resulta urgentemente necesario que se cumpla de forma efectiva e inmediata, sin más dilaciones, con la solución a las demandas que vienen realizando los empleados de esta empresa, que son quienes trabajan y por lo tanto conocen las condiciones técnicas y laborales en las que deben desempeñarse diariamente, poniendo en riesgo su salud y su vida. En el mismo sentido, manifestamos que es inadmisible que sigan naturalizándose estas condiciones, que son las verdaderas responsables de las muertes obreras, vidas asesinadas por la desidia de los empresarios.

Por los motivos expuestos, y por los que expondremos oportunamente, solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.