La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más enérgico repudio frente a la eliminación del Ministerio de Cultura de la Nación, el cual pasó a tener rango de Secretaría dentro del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, en el marco del Decreto de Necesidad y Urgencia 801/2018 del PODER EJECTUVO NACIONAL.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene por objeto expresar nuestro más enérgico repudio frente a la decisión del PODER EJECUTIVO NACIONAL de eliminar el Ministerio de Cultura de la Nación por vía del Decreto de Necesidad y Urgencia 801/2018, el cual encuentra fundamentos en “un reordenamiento estratégico que permita concretar las metas políticas diagramadas en materia de reducción presupuestaria” .

De esta manera, una vez más, la derecha en nuestro país busca responsabilizar a les trabajadores y a nuestras principales herramientas emancipatorias (cultura, educación, ciencia y tecnología) como los artífices de la debilidad estructural de la economía argentina. Esta postura solo puede concebirse en el marco de un gobierno que, lógicamente, no va a combatir a los verdaderos responsables de la crisis que nuestro pueblo atraviesa, básicamente porque son los sectores que ellos mismos representan.

Sin embargo, las exigencias que hoy impone el Fondo Monetario Internacional no son la excusa para justificar la desfinanciación y el vaciamiento de funciones que padece la cultura. Este camino comenzó desde el momento en que asumió el gobierno de Mauricio Macri en diciembre de 2015. Los principales métodos utilizados fueron la sistemática subejecución presupuestaria, los despidos, el recorte de subsidios y los aumentos tarifarios. Según la información oficial del gobierno en el año 2016 la ejecución presupuestaria llegó al 85,7% y en el 2017 al 95,3%. En lo que va del 2018 la ejecución alcanzó los $2.430 millones de los $4480 millones establecidos. Si se toman los organismos de la administración central (es decir, quitando la Biblioteca Nacional, el INT, el FNA y el Teatro Nacional Cervantes) la ejecución apenas llega a $1589 millones, el 57% del total del presupuesto anual.

La gestión de Pablo Avelluto fue pionera en los despidos masivos en el Estado. En 2016, a través de listados en las puertas de los edificios, 465 trabajadores fueron despedides, de los cuáles 240 fueron reincorporados gracias a la lucha colectiva. En 2017, despidió a otros 48 empleades del ex Ministerio de Cultura. A éstos números, se deben sumar 600 despidos en el CCK -que originalmente dependía de Cultura- y otros 180 en la Biblioteca Nacional. En total, la gestión de Avelluto cuenta en su haber con 1053 despidos.

A estos datos debemos agregarle la profundización del vaciamiento de los espacios que resguardan la memoria, el abandono de políticas oficiales para la enseñanza musical gratuita, el agravamiento de la situación del sector audiovisual, la persecución a espacios independientes, los problemas edilicios en dependencias culturales, las privatizaciones encubiertas de espacios públicos, la criminalización al arte callejero, entre otros.

La contracara de cada una de estas medidas, que hostigan y degradan a la cultura, fueron la lucha y organización que les trabajadores, tanto del ex Ministerio como desde todos aquellos sectores de la cultura, protagonizaron para hacer frente a este hostigamiento efectuado por el macrismo. Si el ajuste no se profundizó es únicamente gracias a estes compañeres que resisten y reivindican a la cultura como un derecho y una herramienta de liberación popular.

Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Resolución.