La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por el retorno de las reliquias del Venerable Fray Mamerto Esquiú a su Catamarca natal, que se llevó a cabo el 4 de octubre del corriente año.

Señor presidente:

Fray Mamerto Esquiú fue un fraile y Obispo argentino del siglo XIX, políticamente relevante por su encendida defensa de la Constitución Argentina de 1853.

Nació en la provincia de Catamarca, el 11 de mayo de 1826. Siendo muy niño ingresó a la orden franciscana. Tras los estudios correspondientes fue ordenado sacerdote en 1848. De notoria actividad, fue misionero, docente, periodista, legislador, destacándose por sus célebres “sermones patrióticos”. El más conocido es su famoso Sermón Constitucionalista (Laetamur de Gloria Vestra), el que pronunció con motivo de la jura de la Constitución Nacional del año 1853, donde pidió concordia y unión para los argentinos, alcanzando trascendencia nacional. En 1872, fue designado para el Arzobispado de Buenos Aires, al cual renunció. Fue Obispo de Córdoba desde 1880 hasta 1883, cuando falleció en la Posta “El Suncho” (provincia de Catamarca).

Cabe señalar que ha sido considerado popularmente “Patrono de los Abogados Constitucionalistas”. Fue declarado “Siervo de Dios” en 2005 y "Venerable" en 2006. Actualmente se encuentra en avanzado proceso de Beatificación.

El jueves 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, se llevó a cabo el solemne traslado de sus reliquias, cedidas por el Arzobispado de Córdoba, en una emotiva jornada histórica.

Las reliquias del prócer franciscano partieron temprano desde la capital cordobesa, y el primer gran acto de bienvenida tuvo lugar en el departamento catamarqueño de La Paz, donde la urna con sus restos fue recibida frente al Cristo de Recreo. Desde allí se inició una caravana hacia El Suncho, sitio en que murió el padre Esquiú, donde se hizo un acto homenaje y se celebró Misa, para partir luego hacia la tierra natal del fraile, en el departamento que hoy lleva su nombre: Fray Mamerto Esquiú. Ahí, luego de un recorrido desde el Arco de San Antonio hasta su Casa Natal en Piedra Blanca, hubo homenajes culturales con música, canto y danza, y se realizó una celebración multitudinaria en el templo de San José. Por último, las reliquias llegaron a San Fernando del Valle de Catamarca, donde fueron acompañadas por cientos de personas de todas las edades desde el Convento de San Francisco, en el que se ordenó y formó el fraile catamarqueño, hasta la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, para ser entronizadas.

Cabe mencionar que las reliquias son partes de su cuerpo. Puntualmente se tratan de una vértebra, y la falange de un dedo, y fueron resguardadas en una urna especial y depositadas para su custodia en una de las naves laterales de la citada Iglesia Catedral, donde quedaron expuestas a todos los fieles catamarqueños y peregrinos que lleguen a pedir su intercesión.

En virtud de lo expuesto, considerando que se trata de un acontecimiento de profundo significado religioso, cultural e histórico para el pueblo catamarqueño, ya que los restos del padre Esquiú descansan nuevamente en su tierra natal, solicito la aprobación del presente proyecto.