La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la enorme carrera deportiva de Manu Ginóbili, quien a sus 41 años ha decidido ponerle fin, luego de 23 años lleno de alegrías, títulos y reconocimientos personales.

Señor presidente:

Luego de 23 años de una carrera llena de emociones, y exactamente 14 años después de la inolvidable victoria de la Generación Dorada ante el imbatible Dream Team, en los Juegos Olímpicos de Atenas, Manu Ginóbili anunció su retiro a través de las redes sociales.

"Con una gran mezcla de emociones les cuento que decidí retirarme del básquet. Enorme gratitud para mi familia, amigos, compañeros, DT's, staff, aficionados y todos los que fueron parte de mi vida en estos 23 años. Fue un viaje fabuloso que superó cualquier tipo de sueño. ¡Gracias!", fue el comunicado con el que el gran ídolo argentino le puso punto final a su actividad profesional en el básquet.

Emanuel David Ginóbili nació en Bahía Blanca un 28 de julio de 1977. Criado en un ambiente en el que el deporte siempre estuvo presente, Manu tuvo claro desde siempre que quería dedicarse al básquet. Cumplidos los 17 años abandonó su ciudad natal para empezar a mostrar sus destrezas en el Club Andino, de la provincia de La Rioja. Gracias a sus grandes actuaciones y luego de dos temporadas en el club Estudiantes, de su ciudad natal, sería contratado para jugar en la Liga Italiana.

En el Kinder Bolonia supo adaptarse rápidamente, consiguiendo la Triple Corona y siendo premiado en numerosas oportunidades como mejor jugador de la Euroliga. En 2002 recaló en la NBA, siendo fichado por el San Antonio Spurs, donde se ganaría un enorme cariño de los seguidores del equipo, a base de grandes actuaciones. Allí Manu supo desplegar su talento en la posición de escolta, destacándose por su gran habilidad, manejo de balón y definición para terminar las jugadas. Logró 4 títulos, además de numerosas distinciones personales, entre las que se destaca haber sido nombrado Mejor Sexto Hombre de la NBA en 2008.

Lo que Manu logró con la Selección Argentina merece un párrafo aparte. Debutó en 1998 en el Mundial de Atenas y al año siguiente fue clave para que Argentina consiguiera la medalla de plata en el Mundial de Indianápolis. Difícil será olvidar lo que sucedió en 2004, cuando condujo al equipo a consagrarse medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Atenas. Con gran merecimiento obtuvo el premio al Mejor Jugador del torneo. La Generación Dorada tendría otros títulos de gran importancia, como la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. El crack argentino contribuyó en gran medida a que el equipo fuera considerado durante muchos años el mejor seleccionado.

Todo lo que implica la persona de Manu hace que el anuncio de su retiro nos provoque sentimientos encontrados. Será difícil no extrañar sus determinantes actuaciones dentro de la cancha, así como su enorme liderazgo dentro y fuera de la cancha. El bahiense no solo es un ejemplo a nivel deportivo, sino también en lo humano. Su característica humildad y generosidad es reconocida por aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo, y sus obras de beneficencia dan prueba del gran espíritu humano de una persona que siempre quiso escapar a las luces de la fama que tantas veces encandilan a quienes no tienen un faro con el que guiarse.

En efecto, Manu representó y seguirá representando de manera extraordinaria los valores argentinos. A través del básquet supo ser un embajador por excelencia y todos le estaremos eternamente agradecidos por su historia de vida que continuará escribiendo. Manu es considerado un héroe nacional, un prócer, un ejemplo para todos los argentinos. Es uno de los deportistas ícono de la Argentina y sin duda el basquetbolista más importante de la historia de nuestro país. Al mismo tiempo es considerado por muchos especialistas el mejor jugador de América Latina y uno de los cien mejores y más influyentes de la historia de la NBA.

Manu supo dar la mejor imagen posible de la esencia de los argentinos. Su inigualable entrega merece ser reconocida por todos, incluida la clase política. Es por todo esto que considero de gran importancia que este proyecto de resolución sea acompañado por mis pares.