La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar a la Unión Argentina de Rugby, y por su intermedio a sus Uniones y Clubes miembros, a adoptar las medidas reglamentarias que estime pertinentes con el fin de sancionar con la suspensión de la práctica del deporte bajo su competencia a aquellos jugadores que se vean involucrados en hechos de violencia fuera del ámbito deportivo, y a promover la realización obligatoria programas de capacitación y concientización a jugadores, entrenadores y directivos con el objetivo de prevenir actos de violencia fuera del ámbito deportivo.

Señor presidente:

El Rugby es uno de los deportes más populares en nuestro país, con más de 70.000 jugadores en distintos clubes, sumado a otra gran cantidad de jóvenes que lo practican desde temprana edad.

Estos números han crecido de manera sostenida en las últimas décadas, lo que demuestra el gran trabajo y esfuerzo por parte de la Unión Argentina de Rugby, sus Uniones y clubes parte, para fomentar este deporte, sus valores deportivos y de inclusión social a lo largo y ancho del país.

Como sabemos, los clubes deportivos cumplen un rol fundamental en la educación y desarrollo de los jóvenes en nuestro país, no sólo en su faz deportiva sino también en lo personal y social. Conscientes de esta responsabilidad formativa, es que creemos necesario su colaboración para la prevención de acciones violentas realizadas fuera del ámbito estrictamente deportivo.

El presente proyecto de resolución pretende solicitar a las instituciones involucradas en la práctica de este deporte, a que adopten medidas que podrían ayudar a reducir situaciones de violencia realizadas por jugadores de rugby, hechos que lamentablemente vemos como una constante que se repite, lo cual nos impide de calificarlos como aislados.

El brutal crimen de Fernando Baéz Sosa, asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gessel por un grupo de 10 personas, en su mayoría pertenecientes al mismo club de rugby, se suma a una larga lista de hechos violentos en que se repite la participación de grupos de jugadores de este deporte.

Sin pretender estigmatizar el deporte o sus jugadores, es evidente que hay un problema en el que la Unión Argentina de Rugby y sus asociaciones integrantes, pueden y deben redoblar sus esfuerzos tendientes a solucionarlo, contribuyendo como lo vienen haciendo, al fomento de prácticas deportivas y sociales que promuevan el respeto hacia el otro, la convivencia pacífica y los hábitos saludables.

Por lo expuesto, solicito a mis pares apoyar este Proyecto de Resolución.