La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por la visita Arantxa Tapia, Ministra de Desarrollo Económico e Infraestructuras del País Vasco, quien asistió a esta Honorable Cámara el 5 de septiembre del corriente, participando de una jornada convocada desde la Comisión de Industria, sobre la Reconversión Productiva del País Vasco.

Señor presidente:

Arantxa Tapia, Ministra de Desarrollo Económico e Infraestructuras del País Vasco realizó una visita a nuestro país, participando de diferentes encuentros.

El miércoles 5 de septiembre ha visitado el Congreso Nacional, siendo recibida en primer término por el Presidente de ésta Honorable Cámara, Emilio Monzó.

A su término, la Ministra participó del encuentro organizado por la Comisión de Industria, sobre la Reconversión Industrial del País Vasco.

Durante el encuentro convocado desde la Presidencia de la Comisión de Industria, del que participaron diputados de diversos bloques parlamentarios, se coincidió en la importancia de la decisión política para encarar un proyecto de industrialización, que permita crecer y desarrollarse.

Arantxa Tapia desarrolló su exposición detallando cómo el País Vasco partió de una industria antigua y obsoleta, y la transformó en una moderna con fuerte contenido tecnológico, cuya productividad supera la media europea.

A partir de la industria siderúrgica básica lograron desarrollar sectores productivos de punta como el automotriz, la industria ferroviaria, la aeroespacial, energías renovables, entre otras.

El concepto principal de la disertación, estuvo orientado en los siguientes ejes: Para que un país se industrialice, lo primero que tiene que haber es decisión política; en segunda instancia, hay que generar políticas industriales eficientes; y tercero, lo más importante, sostener esas políticas en el tiempo, porque sin industria no hay desarrollo.

Por su parte, a fin de que éstos ejes puedan consolidarse como política pública fue necesario en el País Vasco generar amplios consensos tanto económicos, políticos y sociales entre todos los actores, permitiéndole al país mantener un crecimiento sostenido e inclusivo en el tiempo.

Efectivamente, en el plan estratégico que comenzó en 1980 la primer cuestión a resolver fue: ¿Cómo hacemos esto?. Y a partir de allí se decidió realizar todo el plan de acción a partir de consensos con las empresas del sector privado, con los sectores políticos, con la sociedad, con los sectores de ciencia y tecnología y con las Universidades.

En el País Vasco se decidió que serían un país industrial. Y ésta economía les permite crecer a todos en condiciones de igualdad en un país equilibrado. Por ello el consenso ha sido fundamental, decidiendo avanzar tal vez un poco mas despacio, pero todos juntos. “Es abrir el tejido productivo, pero también abrir el país, a las universidades y todos los sectores”, señaló la Ministra.

El Plan Industrial ha contemplado los siguientes aspectos: Apoyo a las Pymes en dificultades; diversos instrumentos de financiamiento a sectores productivos; proyectos de inversión, sobre todo en energía; y contribución a la política industrial, entre otros.

Otro elemento de la política productiva de suma importancia es que no solo se habla de “exportación”, sino también de “Internacionalización”. Esto es, el Gobierno colabora a través de redes exteriores, a aquellas empresas puedan instalar su valor agregado en otros países.

La reconversión productiva del País Vasco muestra a las claras que es posible generar políticas de industrialización eficaces y con resultados concretos. El ejemplo expresado por la Ministra sobre el sector primario fue muy claro: La agricultura y la pesca representaban solo el 1% del PBI del País Vasco. Mediante políticas industriales, el fuerte desarrollo de la cadena productiva y la explotación de nichos de mercados no tradicionales como la gastronomía y la alimentación saludable vinculada a la niñez y la tercera edad, lograron expandirlo al 10% generando además 106.000 puestos de trabajo directos.

Consideramos que estas experiencias demuestran el enorme potencial de Argentina para industrializar sectores primarios.

En un contexto en el que solo se habla de ajuste para salir de la crisis, por nuestra parte consideramos que el proyecto con el que hay que ir al FMI no es el del ajuste, sino uno que promueva el crecimiento.

Argentina debe plantear un sistema de desarrollo económico donde deje de exportar trigo para convertirlo en productos elaborados. Hoy estamos exportando casi el 85% de trigo en grano, si lo transformáramos en pastas multiplicaríamos por 9 el valor de las exportaciones. Por este camino saldríamos del endeudamiento, generando a su vez miles de puestos de trabajo.

La estabilidad macroeconómica se logra generando valor, facturando el doble, exportando más y no ajustando. Sólo de esta manera podremos crecer y desarrollarnos como país.

Por lo expuesto solicito a mis pares acompañar la presente iniciativa.