La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a la actitud del Presidente de la Nación y la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, quienes en el evento de una planta industrial en el distrito de la Matanza el día 29 de agosto del corriente, apartaron a la intendenta local, Verónica Magario, e impidieron que tomara la palabra, en un claro acto de desprecio por las instituciones locales y sus autoridades.

Señor presidente:

El día 29 de agosto pasado, se realizó un importante acto en la planta industrial de Manaos, una empresa productora de bebidas gaseosas, en la localidad de Virrey del Pino, partido de la Matanza, provincia de Buenos Aires. El motivo del mismo fue la inauguración de una ampliación de la planta industrial, con una inversión de 12 millones de dólares, que incluyó la construcción de un nuevo depósito para almacenamiento de productos terminados y la instalación de una línea de producción con tecnología de última generación a nivel mundial. La nueva línea de producción reducirá en un 45 por ciento el consumo de electricidad y en un 60 por ciento el desperdicio y consumo de agua y químicos.

La actividad, de indudable relevancia económica y social para el país, convocó la presencia de las máximas autoridades de la Nación, la provincia y el municipio. Sin embargo, para sorpresa de todos los presentes, los responsables de ceremonial de Presidencia de la Nación no invitaron a la intendenta local, Verónica Magario, a subir al escenario, impidiendo de esa manera que tomara la palabra; y ni siquiera agradecieron públicamente su presencia en el evento.

Junto con la Intendenta también se encontraba Fernando Espinoza, ex intendente y presidente del PJ bonaerense, quien tampoco fue reconocido por las autoridades nacionales y provinciales.

No es la primera vez que el Poder Ejecutivo Nacional desconoce a las autoridades municipales. Una situación aún peor ocurrió en el Municipio de Avellaneda, apenas unos días atrás, cuando el Presidente de la Nación concurrió a la inauguración de la empresa Droguería Sud en dicho distrito, y el representante local, Jorge Ferraresi, ni siquiera fue invitado a participar del evento.

Al igual que en otros planos de las políticas del Estado Nacional, el discurso público no se condice con las decisiones institucionales. Mientras el Presidente repite incansablemente que su gobierno está abierto al diálogo, y acusa al gobierno precedente por generar la “grieta”, resulta que en los hechos no demuestra siquiera respeto a las instituciones públicas.

En un gesto de evidente ironía, la gobernadora María Eugenia Vidal, además manifestó: "Se gobierna diciendo la verdad, aceptando trabajar con todos, sin importar si son o no de nuestro espacio político" . Ignorar la presencia de la intendenta es una clara demostración del desprecio por las autoridades públicas locales, por el sólo hecho de su origen y representación política.

Pasados ya ocho meses desde el inicio de la gestión, el gobierno nacional debería saber que el respeto del sistema institucional no es opcional, sino un principio exigible para un gobierno republicano y democrático.

Por los motivos expuestos, solicito la aprobación del presente proyecto de declaración.