La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su extrema preocupación por el traspaso de la Administración Nacional de la Seguridad Social del ámbito del Ministerio de Trabajo al Ministerio de Desarrollo Social, ya que implicaría un daño irreparable al sistema previsional argentino y pondría en riesgo los fondos de los jubilados y pensionados.

Señor presidente:

El derecho a la seguridad social ha sido reconocido como un derecho humano por la comunidad mundial en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1944) y está presente en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1976).

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo, como organismo internacional encargado de delinear las normas internacionales del trabajo, ha asumido el compromiso de incorporar en ese marco normativo el derecho a la seguridad social. Así, en la Declaración de Filadelfia (1944) se reconoce explícitamente la obligación de la OIT de fomentar, entre todas las naciones del mundo, programas que permitan extender la seguridad social para garantizar ingresos básicos a quienes los necesitan y otras acciones de seguridad social y protección. En el derecho Internacional, siempre ha sido la Organización Internacional del Trabajo la que se ha ocupado de la previsión social.

En Argentina, el organismo que actualmente se ocupa de la seguridad social es la ANSES, creado por el decreto 274191 como “organismo descentralizado, en jurisdicción del MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL”. En consonancia con la comunidad mundial, en nuestra país la seguridad social siempre fue parte de la política de gobierno sobre trabajo.

Ello así, porque las jubilaciones y las pensiones son la otra cara de la moneda de la vida laboral de los individuos. Todo aquel que tiene un trabajo en blanco aporta para su futuro retiro y las contingencias durante su etapa activa. Además, lo hace solidariamente para aquellos que no tienen ingresos formales pero que pueden sufrir contingencias.

El traspaso de Anses a la órbita del Ministerio de Desarrollo Social deja ver la concepción del actual gobierno sobre la seguridad social: no es considerada como parte de la vida laboral de una persona, sino como una forma de caridad que el estado brinda a los vulnerables. En conclusión, se confunden los términos de previsión social y solidaridad con caridad de ricos a pobres. Este cambio de concepción solo traerá daños al ya dañado sistema previsional argentino.

Es por las razones expuestas que deseo manifestar mi preocupación al respeto, y solicito a mis colegas el presente proyecto de declaración.