La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de esta Honorable Cámara la creación de un espacio interreligioso dentro del Palacio del Congreso de la Nación, con el fin de facilitar un espacio de reflexión y plegaria para los legisladores, funcionarios y empleados del Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Señor presidente:

Como bien ha destacado el Director general de Cultos de la Ciudad, Federico Pugliese, el diálogo interreligioso es parte de nuestro ADN porteño y argentino. Esto se ha traducido en hechos concretos de parte de las distintas autoridades eclesiásticas y de parte del mismo estado argentino.

El 9 de agosto de 2005, el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, autoridades de la comunidad judía y el Centro Islámico de la República Argentina firmaron una declaración contra el terrorismo y el fundamentalismo. Fue una de las tantas muestras de que se puede lograr un verdadero encuentro en la Diversidad.

Tomando en cuenta esto, la Legislatura Porteña sancionó esta fecha como el Día del Diálogo Interreligioso. Ya en el 2006, había sancionado al 25 de noviembre como Día de la Libertad Religiosa en la ciudad.

Esta voluntad institucional fue creciendo y se manifestó en acciones como la firma de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Convivencia Interreligiosa en el 2017. También con otras iniciativas como fue la creación de un Espacio Interreligioso en Costanera Sur, que fue seleccionado como uno de los proyectos modelos en la 10ª Asamblea Mundial de Religiones por la Paz, la institución dedicada a la cooperación interreligiosa más grande y representativa del mundo.

Un espacio interreligioso es, básicamente, un lugar de reflexión o de plegaria cuyo uso puede ser compartido por personas de diversas creencias o religiones, incluso agnósticos o ateos.

Los expertos consideran que estos espacios son un importante factor de bienestar espiritual, porque fomentan la convivencia entre personas de diversas religiones, favoreciendo así la paz social, al tener los ciudadanos la sensación de formar parte de comunidades que promueven la no-discriminación por razón de creencias, donde todas las personas pueden ver reconocida su identidad religiosa.

Tenemos además el ejemplo de nuestro Papa Francisco que, con su humanismo ecuménico-interreligioso, es constructor de puentes entre los pueblos, en vez de muros. Su invitación es justamente a evitar esa tendencia humana de encerrarse en lo que uno cree o piensa, para dar lugar a una verdadera cultura del encuentro en la que uno se enriquece de lo distinto que puede aportar el otro.

El Parlamento Alemán es un claro ejemplo de esto. Los diputados tienen a su disposición un llamado espacio de recogimiento religioso en el Bundestag, que gracias a su ambiente de quietud y discreta espiritualidad, permite a los legisladores, además de poner en práctica su fe, compartir un espacio con sus distintos colegas que son de la misma religión o de otros credos.

Por el presente proyecto, la invitación es que dentro de la reconversión de inmuebles del Congreso, se identifique un espacio para transformarlo en un ámbito de práctica del encuentro y de la plegaria interreligiosa en nuestro país.

La creación de un espacio interreligioso dentro del Congreso de la Nación Argentina sería un gran avance en la consolidación de la libertad y diálogo interreligioso. En un país en el que tantas veces escuchamos el pedido de conciliación y paz entre la clase dirigente, esta iniciativa contribuiría enormemente en la profundización de los puentes que últimamente se vienen tendiendo entre los distintos credos del país.

La Argentina necesita pequeños gestos que se traduzcan en avances para el fortalecimiento de la democracia y la paz social. Es por esto que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto