El Senado y Cámara de Diputados...

ESTABLECIÉNDOSE EL DÍA 24 DE ENERO COMO DÍA NACIONAL DEL FIN DE LA UTILIZACION DE LAS ARMAS COMO HERRAMIENTA PARA ACCEDER AL GOBERNO

ARTÍCULO 1º.- Declárese el 24 de enero de cada año como Día Nacional del Fin de la Utilización de las Armas como Herramienta para Acceder al Gobierno.

ARTÍCULO 2º.- Durante ese día, el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la autoridad de aplicación que determine, promoverá la realización de acciones y actividades alusivas que promuevan el recuerdo de las acciones que llevaron a la toma del Regimiento N°3 de Infantería Mecanizada Manuel Belgrano de La Tablada por parte del grupo terrorista “Movimiento Todos por la Patria” y la posterior recuperación del cuartel por parte de las fuerzas armadas y de seguridad del Estado Nacional realizada los días 23 y 24 de enero de 1989; el homenaje a los ciudadanos que defendiendo las instituciones públicas fueron heridos o perdieron la vida en los hechos y la concientización para que nunca más se intente subvertir el orden constitucional para llegar al poder utilizando las armas por medios violentos y antidemocráticos.

ARTÍCULO 3º.- Invítese a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a las disposiciones de la presente.

ARTÍCULO 4º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

El 23 de enero de 1989, cuando el gobierno democrático y constitucional del entonces presidente Raúl Alfonsín ingresaba a su sexto año y todo el país comenzaba a vivir lo que era una novedad, un año electoral para que los ciudadanos eligiéramos por el voto libre y sin proscripciones quien lo iba a sustituir, un grupo sedicioso, atribuyéndose derechos que el pueblo no le había concedido llamado “Movimiento Todos por la Patria” efectuó la última acción político-militar en nuestro país atribuible a grupos definidos como de izquierda revolucionaria, hijos de la violencia política de los años sesenta y setenta y de sus sueños delirantes de revolución e insurrección popular armada.

Aquella mañana los argentinos amanecimos con la trágica y triste novedad de que 47 personas ingresaban por la fuerza al cuartel del Regimiento N°3 de Infantería Mecanizada Manuel Belgrano de La Tablada comenzando una toma que, en la planificación de sus atacantes, sus ocupantes ilegítimos esperaban que no tendría que haber durado más de tres horas y que sin embargo duró un poco más de un día con fuertes combates por parte de las fuerzas de las autoridades legítimas para recuperarlo.

A medida que iba pasando el tiempo nos enteramos que el hecho terrorista había sido protagonizado en su mayoría por ex – integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P.), el brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T.), organización de izquierda marxista de activa participación político-militar en la convulsionada década del sesenta-setenta, que terminaron aglutinados en torno al Movimiento Todos por la Patria.

Esta agrupación había nacido en 1986 e intentaba amalgamar grupos de la centro- izquierda de base nacional popular, no necesariamente marxista (peronistas de izquierda, basistas, intransigentes), con aquellos más izquierdistas que tuvieron participación en el ERP y en la revolución sandinista en Nicaragua.

En 1987 enfrenta la escisión de un sector que cuestionaba la militarización en la que estaba incurriendo la agrupación, atribuida a la “Línea Nicaragua” conducida por el ex líder del ERP y comandante sandinista Enrique Gorriarán Merlo.

Esta agrupación es la última que formó un aparato militar y sus resultados fueron desastrosos para ellos y para la sociedad.

La política supone articulación y representación entre las necesidades y expectativas de la gente, los grupos, los sectores y las posibilidades de darle respuesta satisfactoria, por ende, es una actividad pública, de cara a la gente que se dice y quiere representar. Exige publicidad de los actos y de los objetivos, así como de los actores y sus intereses y el respecto de las reglas del juego político que están plasmadas en la Constitución Nacional y las leyes.

Esto es válido aún si lo que se pretende es un cambio radical de estructuras, salvo que se intente mentirle deliberadamente a la gente y cometiendo el delito de sedición estipulado en el artículo 22 de la Constitución Nacional una organización “se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste”.

El MTP cometió un error imperdonable en una organización política, alejarse de la base de representación, pretendiendo hacer política tratando de forzar la realidad para que se ajuste a sus “tesis” y replicando errores históricos de las izquierdas que alguna vez tomaron las armas para conseguir sus objetivos políticos, priorizaron las armas a la política.

El 23 de enero de 1989 el MTP hizo una acción militar intentando engañar a la población. Coparon el cuartel de La Tablada, supuestamente para intentar impedir un supuesto golpe de Estado que sectores “carapintadas”, al mando del Tte. Cnel. Mohamed Seineldín iban a realizar y que ellos denunciaban que tenía el apoyo del entonces candidato peronista a la presidencia Carlos Menem. Luego, de que su acción militar tuviera éxito, pretendían salir del cuartel encabezando una manifestación popular (hecho político) que terminaría en una insurrección que los llevaría al gobierno o terminarían definitivamente con los levantamientos “carapintadas”.

Casi 50 personas se armaron ilegítimamente para generar un hecho político en democracia, ocultando y engañando a la población sobre sus objetivos. Esta acción desnaturaliza a la política como herramienta de transformación, pero justamente, por ser tan delirante la revaloriza siendo el final de las aventuras militaristas en la vida política argentina.

Transitando el período de continuidad democrática más largo de nuestra historia, hemos asistido a cambios de gobiernos de distintas tendencias y partidos y no sin dificultades, la democracia se ha consolidado definitivamente. Igualmente es necesario recordar que no siempre fue así, que hay cuestiones que son hitos a las que siempre tenemos que decir Nunca Más.

Hasta ahora, el esfuerzo ha estado puesto en que nunca más un golpe de Estado derroque a gobiernos civiles elegidos por el pueblo. Y está muy bien que así sea. Por eso la ley 25633 instituyó el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en conmemoración de las víctimas del proceso iniciado el 24 de marzo de 1976. Por eso también, por la ley 26323 celebramos el 10 de diciembre como Día de Restauración de la Democracia.

Pero también es hora de recordar que nadie tiene derechos por encima del pueblo, ni que puede arrogarse su representación sin cometer delito de sedición y que al poder político se llega por las urnas y no por las armas.

Por ello considero imprescindible que haya un Día Nacional del fin de la utilización de las armas como herramienta para acceder al gobierno, para qué todos los días 24 de enero los argentinos recordemos el fin de la última aventura militarista en nuestro país.

La fecha elegida es el 24 de enero porque fue la de la rendición final del MTP. Fue tan evidente el engaño, la manipulación, el desprecio por la vida de los que dicen representar que es una fecha que nos debe hacer reflexionar colectivamente sobre el sentido de la política, cómo hacer política en democrática y sobre la locura de conducir a la muerte a jóvenes idealistas, aunque confundidos.

Esa derrota militar de una aventura absurda, fue el triunfo de la sociedad democrática y de las autoridades instituidas, aún con todos los errores y cuestiones pendientes y marcó el fin esa locura militarista que intentaba sustituir a la política y la quiero transformar en una celebración de la política y en un nuevo “Nunca Más”.

Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.