La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que informe a esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación respondiendo por escrito a las siguientes preguntas:

a) ¿Cuál es el estado de situación del proyecto que se venía implementando en el Centro Atómico Bariloche de la CNEA tendiente a desarrollar la Ingeniería Conceptual y Básica de una planta de propulsión nuclear para un submarino tipo TR1700?

b) ¿Cuáles son los cambios que se han producido en el equipo de trabajo que desde 2012 venía desarrollando las tareas de diseño de un Reactor Compacto?

c) Confirmar si en el transcurso del año, desde las áreas de Ingeniería Nuclear y Energía Nuclear de la CNEA, se han reasignado funciones de los ingenieros que participaban del proyecto y/o cancelado contrataciones de profesionales que venían aportando conocimientos a tan importante iniciativa.

d) Confirmar si se ha desafectado del ámbito del proyecto un laboratorio diseñado para ensayos de transferencia térmica, cuyo objetivo era desarrollar el Generador de Vapor del Reactor e implementar su circuito secundario y de los sistemas de tratamiento y control de la química del agua.

Señor presidente:

El pasado martes 3 de julio, las comisiones de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y de Defensa Nacional de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación convocaron a una reunión conjunta para conocer el estado de situación de las tareas llevadas a cabo en el Centro Atómico Bariloche de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para el desarrollo de la ingeniería conceptual y básica de una planta de propulsión nuclear para un submarino tipo TR1700. La principal motivación de dicha reunión era conocer en detalle la opinión de un conjunto de expertos que consideran que nuestro país, con los recursos y tecnología de los que dispone, estaría en condiciones de producir un submarino de propulsión nuclear y que, pese a ello, se estaría barajando la posibilidad de abandonar el trabajo realizado en esa materia desde el año 2012.

Pese a no haber reunido el quórum necesario para el tratamiento en comisión de un proyecto de resolución de mi autoría ligado a la temática en cuestión (https://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=2569-D-2018), el contexto sirvió para llevar adelante una muy interesante actividad informativa en la que expusieron los ingenieros José Converti (Profesor Titular de Ingeniería Nuclear del Instituto Balseiro) y Humberto Vinante (Profesor Titular de Fenómenos del Transporte de la UTN Regional Mendoza). Cabe señalar que el primero de estos científicos estuvo a cargo de la conducción del proyecto y el segundo fue parte del equipo. En dicho marco informativo, los diputados de los diversos bloques de la oposición (que habían procurado dar quórum) y algunos diputados del oficialismo (que se acercaron a la reunión cuando se garantizó la falta de quórum) pudieron efectuar consultas a los expertos.

La opinión de los especialistas es que tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, emplean y desarrollan diferentes tecnologías, las que pueden integrarse en el proceso de concreción de un reactor nuclear específico para la propulsión de submarinos. Los recursos preexistentes –como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados– constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura nacional actual. En consecuencia, las condiciones técnicas necesarias se cumplirían razonablemente con la tecnología disponible y la estimación de costos efectuada por los expertos no sobrepasaría los 300 millones de dólares estadounidenses, lo que implicaría un desarrollo factible en un periodo no superior a los cinco años.

Además, los expertos han planteado que desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, lo que generaría una sinergia importante en términos de la articulación necesaria con las capacidades del Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar). En breve, tal cual ha expresado el propio Ing. Converti en una nota publicada en el diario Los Andes de la provincia de Mendoza, “el submarino nuclear argentino no es un ‘sueño’, sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país” (https://losandes.com.ar/article/view?slug=submarino-nuclear-el-pais-puede-pasar-del-sueno-a-la-realidad-en-mediano-plazo).

Pese a lo antedicho, la información que se ha podido reunir daría cuenta de que el equipo formado desde principios de 2012 –constituido por ingenieros nucleares, mecánicos, industriales, químicos, eléctricos, navales, especialistas en cerámicos, soldaduras láser y materiales, y físicos con experiencia en cálculo neutrónico– se habría disuelto por decisión de las Gerencias de Ingeniería Nuclear y de Energía Nuclear de la CNEA, dentro de cuyo ámbito se desarrollaba el proyecto de referencia.

Asimismo, se habría sustraído de la órbita del proyecto un laboratorio, de crucial importancia para llevar adelante con éxito el desarrollo de los dispositivos que son críticos e imprescindibles para alcanzar la ingeniería conceptual y básica de la planta de propulsión nuclear. En este sentido, debe señalarse que durante los últimos seis años se diseñó y construyó un edificio para ensayos de Transferencia Térmica, cuyo objetivo era desarrollar el Generador de Vapor del Reactor e implementar todo el circuito secundario del mismo, así como los sistemas de tratamiento y control de la química del agua. Dicho laboratorio serviría, además, para el posterior desarrollo del sistema electromecánico de accionamiento de las barras de control del reactor.

Estas acciones que se habrían producido en el último tiempo podrían estar generando, de acuerdo a diversas fuentes consultadas, un gran daño al proyecto, el que –pese a todos los embates tendientes a su paralización– ha alcanzado hasta el momento notables resultados en su faz técnica. Según la opinión de los expertos que expusieron en la reunión informativa, la propulsión nuclear de un submarino tipo TR1700 es factible sin necesidad de alargar el submarino, es realizable con las capacidades tecnológicas de la Argentina actual y su costo es razonable y proporcionado dentro del costo total del submarino.

Asimismo, las circunstancias descritas han ocasionado una gran desilusión y frustración a los ingenieros y científicos que han participado del proyecto. En épocas pasadas, cuando primaron los “vientos” de la desindustrialización y la financiarización de la economía argentina –que este gobierno procura continuar como un nuevo eslabón de los proyectos económicos consumados en las décadas de 1970 y 1990–, pudimos presenciar el desvanecimiento de la industria aeronáutica. Muchos de nuestros ingenieros aeronáuticos terminaron emigrando a otros países que ahora cuentan con una pujante industria en ese sector. ¿Pasará lo mismo con el caso que es objeto de atención en este proyecto de resolución? ¿Nuestros ingenieros y científicos terminarán incorporados al proyecto de otros países que sí han tenido el coraje y la decisión de afirmar su autonomía en materia de propulsión nuclear para submarinos?

Es por estos motivos que resulta estrictamente necesario que el Poder Ejecutivo, a través de los canales correspondientes, responda las preguntas y preocupaciones manifestadas. Por todo lo expuesto, solicito a mis pares que tengan a bien acompañar el presente proyecto de Resolución.