La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través del Ministerio de Salud, informe a esta Honorable Cámara sobre la situación de provisión de vacunas contra la meningitis, a saber:

1.- Fundamente los motivos por los cuales no se cumple con la entrega de la vacuna conjungada contra los serogrupos A, C, Y, W de Neisseria meningitidis.

2.- De qué manera prevén solucionar dicho problema.

3.- Detalle la entrega de dosis de la mencionada vacuna durante el período 2017 y 2018, por mes y por jurisdicción.

4.- Si existen estadísticas actualizadas sobre incidencia de enfermedad invasiva por meningococo (EIM). En tal caso, cuál es la evolución desde 2015 a la fecha, y por grupos etários.

5.- Si existe stock de dicha vacuna y, en tal caso, si el mismo resulta suficiente para cumplir con el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles y el Calendario Nacional de Vacunación del año en curso.

6.- Si existen previsiones para el cumplimiento del Programa y del Calendario citados en el punto precedente para el año 2019.

7.- Existen previsiones para modificar el Calendario Nacional de Vacunación para el año 2019 y de acuerdo a qué criterios.

Señor presidente:

La Organización Mundial de la Salud reconoce que la enfermedad invasiva por meningococo (EIM) representa una de las enfermedades infectocontagiosa más graves y con alta tasa de secuelas no reversibles. Asimismo, valora la utilidad de la vacunación como estrategia de prevención primaria. En consonancia con tales criterios, las políticas públicas sanitarias nacionales decidieron incorporar la vacuna conjugada contra los serogrupos A, C, Y, W de Neisseria meningitidis al Calendario Nacional de Vacunación por Resolución Ministerial número 10/2015. La Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) y diversas sociedades científicas como la Sociedad Argentina de Infectología, la Sociedad Argentina de Pediatría y la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica, consensuaron con las autoridades sobre la importancia de actualizar el esquema vacunatorio.

La EIM, generalmente se manifiesta como meningitis bacteriana y sepsis fulminante por meningococo, en nuestro país representa entre 200 y 300 casos anuales con una mortalidad del orden del 10%. En todos los casos se requiere hospitalización con cuidados intensivos, debiendo cubrir frecuentemente necesidades prolongadas de atención de graves secuelas.

Como acción preventiva, la vacuna conocida como Tetravalente fue implementada a partir de enero de 2017, dentro de la cobertura gratuita de vacunas que se incluye dentro del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles. Por motivos epidemiológicos se definió un esquema 2+1 para niños, a los 3, 5 y 15 meses de vida, y una dosis adicional única a los 11 años. Estos últimos si bien no representan un segmento de mayor incidencia de la enfermedad, son objetivo del programa para disminuir la portación de la bacteria y de este modo, disminuir la incidencia en la población infantil, más vulnerable.

El calendario de vacunación de nuestro país es referencia para Latinoamérica por la complejidad de su cobertura y es menester de quienes gestionan políticas públicas que alcanzan a millones de ciudadanos, contribuir a universalizar su difusión e implementación, igualando el acceso del derecho a la salud en pos de revertir la brecha que generan las hondas desigualdades económicas que nos socialmente nos atraviesan e interpelan.

Argumentan referentes internacionalmente reconocidos en materia de epidemiología e infectología, instituciones a lo largo de nuestro país -y es de conocimiento obligado de quienes implementan y gestionan políticas de estado- que la vacunación es una medida de salud pública de fundacional importancia y constituye un emblema de equidad en la garantía del derecho a la salud, protegido por nuestra Constitución Nacional y tratados internacionales de rango constitucional.

No puede someterse, de este modo, la planificación sanitaria de la Nación y la gestión pública de la salud de nuestros ciudadanos a la factibilidad de acceso a la vacunación en el ámbito del sector privado, sino que, por el contrario, la prioridad debe ser la de expandir la difusión de la prioritaria importancia de la vacunación en la planificación de políticas públicas a largo plazo y en la concientización de la ciudadanía al respecto.

Por los motivos expuestos solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto.