La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación ante el informe desarrollado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) que determinó que la República Argentina lidera el ranking de obesidad infantil en América Latina.

Señor presidente:

Me toca pronunciarme nuevamente ante un tema recurrente y por el cual he tratado desde las distintas vías legislativas proponer soluciones a un problema y patología silenciosa que acosa a la gran mayoría de niños y adolescentes en la República Argentina, la obesidad infantil.

Lamentablemente la República Argentina ostenta el primer lugar en un ranking determinado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) arrojando cifras que como mínimo son alarmantes y obligan la necesidad de brindar herramientas y distintos medios para implementar fuertes medidas de prevención para evitar que el perjuicio sea aún mayor. La epidemia global de la obesidad es una barrera para el desarrollo y los problemas ligados a ella y al sobrepeso constituyen la forma de malnutrición más frecuente, llegando a afectar a 40 millones de niños. Argentina, no es la excepción. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en el país se hubieran evitado 18 mil muertes si la obesidad se hubiese mantenido estable entre 2005 y 2013. Sin embargo, la tendencia va en aumento, especialmente en los niños.

Para revertir esta situación, el funcionario convocó a una reunión interministerial a representantes las carteras de Educación, Desarrollo Social, y Agroindustria, a fin de articular esfuerzos y definir un plan que ponga un freno a la problemática, sin embargo, este tipo de acciones aisladas no suele dar los frutos y resultados que uno espera.

En esta línea, según un informe de 2016 del Ministerio de Salud de la Nación, de los 3 millones de niños, niñas y adolescentes que se atienden el subsector público de todo el país, el 34% tenía sobrepeso u obesidad. La malnutrición por exceso de peso fue 4 veces más frecuente que la malnutrición con bajo peso.

Asimismo, la Encuesta Nacional de Salud Escolar que llevo adelante el Ministerio de Salud de la Nación y el Ministerio de Educación de la Nación conjuntamente, arrojó la siguiente información, sólo el 17,6% consume la cantidad recomendada de frutas y verduras diarias, pero la mitad consume 2 o más bebidas azucaradas por día, lo cual muestra la necesidad de fortalecer las políticas para mejorar la alimentación en los niños, niñas y adolescentes.

Esta enfermedad tiene peligrosas consecuencias, ya que incrementa el riesgo de insulino resistencia, diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, enfermedad cardiovascular y cáncer. No solo esto, sino que además puede causar baja autoestima, depresión y aislamiento social.

Frente a este panorama, en el que 4 de cada 10 chicos tiene sobrepeso, la mitad de ellos ya presenta algún factor de riesgo cardiovascular y metabólico. Es decir, estamos creando un futuro de adultos obesos y con graves consecuencias para la salud.

Previendo este tipo de resultados fatales y alarmantes, es que, en distintas oportunidades, presente proyectos de ley para la creación de campañas de hábitos saludables y fomento de la buena alimentación, como así también, distintas propuestas para el conocimiento calórico y nutricional de los alimentos aptos para el consumo humano, en especial, aquellos que son expedidos y comercializados en los distintos establecimientos educativos, tanto privados como públicos.

Para la OMS, la obesidad en los menores es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Sostienen en distintos informes y pronunciamientos que se trata de un problema de carácter mundial y está afectando progresivamente a muchos países. Sobre todo, aquellos de bajos y medianos ingresos, con énfasis en medio urbano, y su prevalencia crece a un ritmo alarmante.

Por todos los motivos expuestos es que solicito a mis pares, el acompañamiento del presente proyecto.