La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar preocupación por los despidos de trabajadores y por la suspensión y/o cierre de proyectos productivos de la Dirección General de Fabricaciones Militares que ponen en riesgo la continuidad de los establecimientos, las fuentes laborales y el desarrollo industrial de las localidades y regiones donde se encuentran radicadas dichas fábricas.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene como objetivo expresar preocupación por el despido masivo de trabajadores de la Dirección General de Fabricaciones Militar llevado a cabo en los últimos días y que dejó sin su fuente laboral a más de 130 personas, así como por la suspensión y/o cierre de proyectos productivos que se llevan adelante en sus establecimientos.

Los despidos, que se suman a los realizados en el mes de diciembre de 2017 cuando además se cerró la fábrica de Azul, tuvieron lugar en las plantas de las ciudades de Río Tercero, Villa María y Fray Luis Beltrán y generan una fuerte angustia y preocupación, tanto por el impacto directo que producen en las personas altamente capacitadas que han perdido su trabajo como por el futuro de las fábricas.

Las Fábricas Militares son un emblema de la industria de nuestro país, con una gran importancia desde el punto de vista del empleo, de la producción y del desarrollo local, regional y nacional. Las Fábricas radicadas en la Provincia de Córdoba, Río Tercero y Villa María, han impulsado y acompañado el crecimiento industrial de esas localidades y sus alrededores.

Además de producir en el área de defensa y seguridad, las cuatro plantas que quedan en el país han venido produciendo en las áreas de químicos y fertilizantes, de minería y petróleo, y de metalmecánica, por lo que proveían tanto al sector público como al sector privado con un alto potencial de crecimiento. Luego de las trágicas explosiones del año 1995, la Fábrica Militar de Río Tercero pudo poco a poco reconstruirse y consolidarse en la producción mecánica y química, desde la reparación de vagones o la producción de nitrato de amonio, ácido sulfúrico, entre otras actividades. La Fábrica Militar de Villa María se especializa en la producción de pólvoras y explosivos y genera insumos para el mercado civil como la nitrocelulosa utilizada para fabricar lacas y pinturas.

Sin embargo, lejos de desarrollar sus potencialidades y de trabajar en pos del crecimiento de las fábricas que supieron ser motor de la industria nacional, la actual gestión ha decidido la suspensión o cierre de algunos de sus proyectos productivos más importantes reduciendo la actividad de los establecimientos a la producción de material balístico. El proyecto de construcción de vagones de carga fue cerrado, se suspendieron convenios para la fabricación de radares, para la producción de bridas y abrazaderas y para la provisión de servicios de voladura en la Mina Gualcamayo. Estas decisiones han llevado a una pérdida de la mitad de la facturación de Fabricaciones Militares.

El propio Gobierno Nacional reconoció la importancia histórica y estratégica de las fábricas en el fascículo de la Dirección General de Fabricaciones Militares que se presentó oportunamente para el tratamiento de la Ley de Presupuesto 2018 en el que dice textualmente: “Es importante destacar el impacto económico y social que tiene cada una de estas fábricas en los lugares donde se encuentran emplazadas. Es por ello que no solo se tendrá en cuenta la rentabilidad de cada unidad de negocio sino que también el impacto social que implica una toma de decisión pensada únicamente desde la rentabilidad del mismo”. En este sentido, las palabras del interventor Luis Riva aludiendo al déficit de las empresas para intentar justificar los despidos en una carta enviada a las sedes de Fabricaciones en Córdoba muestran, como mínimo, una profunda incoherencia y falta de sensibilidad social.

El Gobierno debe poner en marcha iniciativas y políticas que ayuden a cuidar el trabajo y a generar nuevos empleos y de mejor calidad, no medidas que castiguen a quienes con esfuerzo todos los días trabajan y aportan al desarrollo del país, especialmente en un contexto económico y social tan difícil como el que estamos atravesando. El país va a crecer generando más trabajo, no incrementando despidos.

Por los motivos expuestos, y esperando que la decisión de despedir masivamente a trabajadores de las Fábricas Militares sea reconsiderada y rectificada, solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto.