La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Repudiar el golpe de Estado perpetrado en la República Plurinacional de Bolivia contra el presidente Evo Morales, quien anunciara su renuncia el pasado 10 de noviembre del corriente tras consumarse el golpe de Estado con la exigencia de renuncia de las Fuerzas Armadas. Rechazar esta asonada derechista que empezó el pasado 20 de octubre y que culmina en este golpe cívico, policial y militar al servicio de las iglesias, la agroindustria y los empresarios.

Manifestar la solidaridad con las y los trabajadores y el pueblo de este país hermano que están enfrentando el golpismo, al tiempo que rechazamos la persecución y exigimos el respeto a las libertades democráticas. Señalar también, que ahora más que nunca es necesaria la auto organización de la clase trabajadora, el movimiento campesino, el movimiento indígena, el movimiento estudiantil, el movimiento de mujeres, las diversidades sexuales y todos los sectores populares, así como de todos los pueblos del continente, para enfrentar de manera independiente este nuevo avance de la derecha más reaccionaria, sostenida por el gobierno de los Estados Unidos en una muestra más de la injerencia imperialista en América Latina.

Rechazar cualquier reconocimiento por parte del Estado argentino de un gobierno surgido de un golpe militar.

Señor presidente:

Traemos a consideración de esta Cámara de Diputados un proyecto de resolución a fin de repudiar el golpe de Estado perpetrado en la República Plurinacional de Bolivia contra el presidente Evo Morales, quien anunciara su renuncia el pasado 10 de noviembre del corriente tras consumarse el golpe de Estado con la exigencia de renuncia de las Fuerzas Armadas. El objetivo también es rechazar esta asonada derechista que empezó el pasado 20 de octubre y que culmina en este golpe, cívico policial y militar al servicio de las iglesias, la agroindustria y los empresarios.

Después de semanas de tensiones, se terminó por consumar un golpe de Estado en Bolivia, contra la presidencia ejercida por Evo Morales. En una conferencia de prensa, las Fuerzas Armadas le dieron su aval al movimiento golpista que se venía gestando desde hacía semanas, luego de las elecciones que tuvieron lugar el pasado 20 de octubre. Una hora más tarde Evo Morales anunció su renuncia a la presidencia.

Ese movimiento fue iniciado por los sectores de la derecha -autodenominada cívica- y creció con el aval de sectores de oposición. Posteriormente, ya en la última semana, se sumó un amotinamiento de la Policía que alcanzó a casi todas las ciudades importantes, donde se unificaban reclamos corporativos con la exigencia de renuncia a Morales.

Finalmente, este domingo a la madrugada, la Organización de Estados Americanos (OEA) dio un paso más al no convalidar las elecciones realizadas hace tres semanas. Esto le abrió camino a las FF. AA. para pasarse abiertamente al bando golpista.

Tras el anuncio de la OEA en la mañana de este domingo, Evo Morales convocó a nuevas elecciones generales y anuncio la renovación del TSE (Tribunal Electoral). Sin embargo, este anuncio llego tarde ante la avanzada del movimiento cívico policial y finalmente militar.

La renuncia acelerada de gobernadores, ministros, diputados y otros funcionarios, así como la respuesta de la Central Obrera (COB), que afirmó que si “para pacificar el país es necesaria la renuncia del presidente, entonces que renuncie”, terminó de mostrar e inclinar la balanza de la relación de fuerzas, consolidando el triunfo golpista que se consuma con este golpe cívico policial y militar al servicio de las iglesias, la agroindustria y los empresarios que venimos a repudiar.

Queremos expresar asimismo nuestro apoyo al pueblo boliviano y señalar que ahora más que nunca es necesaria la auto organización de la clase trabajadora, el movimiento campesino, el movimiento indígena, el movimiento estudiantil, el movimiento de mujeres, las diversidades sexuales y todos los sectores populares, así como de todos los pueblos del continente, para enfrentar de manera independiente este nuevo avance de la derecha más reaccionaria, sostenida por el gobierno de los Estados Unidos en una muestra más de la injerencia imperialista en el América Latina.

Por las razones expuestas y ante la gravedad de los hechos señalados es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.