La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar nuestro repudio y rechazo a los graves acontecimientos que se viven en la hermana República de Bolivia, en particular a las reiteradas y sistemáticas violaciones a los derechos del Pueblo, cometidas por las fuerzas policiales del Estado y militares que desde el inicio de este conflicto han roto las más elementales libertades democráticas.

No hay estado de derecho sin Democracia, la población de Bolivia está siendo sometida a reiteradas detenciones ilegales, retenciones sin motivo y toda clase de atropellos contra las voluntades populares expresadas.

La democracia, con todos sus defectos sigue siendo el mejor sistema, por ello, es nuestro deber Exigir Libertad y Democracia para todos los Bolivianos y Bolivianas, y el juicio y castigo a los responsables políticos y de las fuerzas armadas y de seguridad, así como el inmediato cese de la represión, sin restricciones al derecho a manifestarse de ninguna índole.

Señor presidente:

Parece que un golpe parlamentario o legal ya no alcanza en Bolivia.

Estamos viendo un golpe violento encabezado por ex funcionarios de pasadas dictaduras militares de ese país, con la activa participación de la policía publica, el soporte de las fuerzas armadas, y las agresiones de grupos neonazis y racistas que violan, secuestran y amenazan a los funcionarios del gobierno del presidente Constitucional, obligado a renunciar, y amenazado con el asesinato, tortura o desaparición de sus familiares.

Vemos indignados como con la complicidad de muchos medios de comunicación local y regional, la complicidad o la ausencia de pronunciamientos de varios gobiernos de la región, se está persiguiendo a los familiares de dirigentes elegidos democráticamente y que en las últimas elecciones presidenciales del 20 de octubre pasado ganaron las elecciones con el 47,4 por ciento de los votos. El gobierno democrático de Evo Morales aceptó el pedido de la oposición que apenas alcanzó el 34 por ciento de los votos de convocar a la OEA para auditar el proceso electoral. En su informe preliminar emitido ayer en la madrugada, la OEA reconoció que en apenas el 1% de las mesas (77 sobre más de 34500) habían detectado irregularidades. Un 1% por ciento que no afectaba el contundente triunfo del gobierno de Evo Morales. De todas formas, y a pesar de las pocas mesas de votación afectadas por dudas, Morales, en vez de llamar a nuevas elecciones en esas mesas, decidió aceptar el pedido de nuevas elecciones solicitadas por la OEA y convocar a nuevas elecciones generales.

Sin embargo, los grupos opositores, la policía y bandas de criminales armados salieron a las calles para impedir nuevas elecciones, incendiar viviendas de familiares de funcionarios y destruir bienes públicos, e iniciar una persecución, torturar a los familiares de los gobernantes, diputados y miembros del poder judicial boliviano. Para evitar una guerra civil, el presidente y vice de Bolivia decidieron dar un paso al costado aceptando la “sugerencia” de las fuerzas armadas de renunciar para evitar un mayor derramamiento de sangre. A pesar de la renuncia de ellos y de todo el gobierno, grupos criminales, neonazis y paramilitares están persiguiendo a los familiares y miembros del gobierno depuesto.

Estos grupos criminales al comprobar que no pueden ganar una elección rompen el pacto democrático y generan un gravísimo periodo de violencia en Bolivia y que puede afectar a toda la región. Los perdedores de las recientes elecciones están realizando un golpe de estado con apoyo policial y con el apoyo de grupos paramilitares armados por grandes terratenientes, los “dueños del gas y del litio” bolivianos que han iniciado una cacería, linchamientos y violaciones de derechos humanos que recuerda a las peores historias de nuestra región, pero ejecutados por salvajes y bárbaros perdedores de las elecciones.

Esperamos el urgente pronunciamiento de la ONU, OEA, Grupo de Lima y de EEUU en defensa de la democracia y la libertad. El grupo de Puebla y el recién liberado ex presidente de Brasil ya manifestaron su repudio a las acciones criminales realizadas por estos grupos racistas imitadores de los peores neonazis.

La disputa por el modelo de sociedad que debemos tener debe hacerse en el marco democrático. La Democracia no se construye con su violación así como la Paz no se construye con Guerras y crímenes.

Hoy vemos como sectores racistas, fascistas y que no desean que haya gobernantes que se parezcan a sus pueblos, ni mujeres en lugares relevantes y menos que les regulen su poder absoluto y su violencia. Claramente no les interesa la democracia y quiere una sociedad más injusta y más violenta, con la complicidad de las fuerzas de seguridad y las presiones militares.

En las últimas décadas del siglo pasado hemos visto como estos golpes militares provocaron a nuestra región graves sufrimientos, desapariciones, destrucción y desarticulación del aparato económico y convirtieron a la región en la más injusta del planeta.

Para poder vivir en sociedades con pleno desarrollo económico, inclusión, libertad y paz, donde todos ganemos y podamos vivir solidariamente y en Paz, precisamos cuidar , mantener la democracia y los derechos humanos de nuestras sociedades para que no vuelva a pasar nunca más aquello que tan bien escribiera Bertold Brecht hace demasiadas décadas sobre lo que empezaba a ocurrir en la Alemania nazi.

Por las razones expuestas y las que expondremos durante su tratamiento es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.