El Senado y Cámara de Diputados...

LEY DE CREACION DEL PORTAL MUJER RURAL

Artículo 1°.- OBJETO: Créase, dentro de la plataforma web oficial general (argentina.gob.ar) el portal web “Mujer rural”, como medio a través del cual las mujeres que residan en zonas rurales, podrán acceder a los programas y servicios prestados por el Estado, efectuar trámites, consultar el estado de los mismos, solicitar turnos y acceder a información relativa al ejercicio de sus derechos.

Artículo 2°.- FINALIDAD: El portal “Mujer rural” tendrá la finalidad de difundir de un modo sencillo y accesible, los servicios, programas, cursos de capacitación y formación, centros de orientación, ayuda y números de atención telefónica, guía de trámites, legislación vigente relativa a los derechos de la mujer y toda otra actividad o iniciativa desarrollada por cualquiera de los Ministerios, Secretarias y organismos de la Administración Pública Nacional en relación con la eliminación de todo tipo de discriminación y violencia contra la mujer y la protección y pleno ejercicio de sus derechos, en especial de las mujeres que residen en zonas rurales

Artículo 3°.- DIFUSIÓN: El Estado Nacional, por medio de la propaganda oficial, deberá difundir la dirección del portal web “Mujer rural” y el modo de uso para una mayor accesibilidad al mismo.

Artículo 4°.- AUTORIDAD DE APLICACIÓN: El Ministerio de Modernización, o el que en el futuro lo reemplaze, será la autoridad de aplicación de la presente ley, a cuyo efecto dictará las normas operativas, aclaratorias y complementarias que resulten necesarias para su implementación.

Artículo 5°.- De forma.-

Señor presidente:

Si queremos lograr que las mujeres rurales puedan desarrollar plenamente sus capacidades y lograr una efectiva igualdad de género, resulta imprescindible comenzar por acercar a cada mujer rural información respecto de los derechos que las asisten, los mecanismos para su ejercicio concreto y las herramientas puestas a su disposición por el Estado.

Se ha trabajado mucho desde los diferentes organismos del Estado en la lucha contra la discriminación y violencia que aún hoy padecen muchas mujeres y en la implementación de una política pública transversal que permita alcanzar la tan ansiada paridad de género.

La paridad de género y la eliminación de toda forma de discriminación y violencia contra la mujer, sólo es posible si logramos su inclusión en el mercado laboral y económico a la par que el hombre.

El crecimiento económico, da poder, eleva a la mujer colocándola en un pie de igualdad con el hombre. El poder trae consigo la paridad y por lo tanto, esa independencia económica resulta ser una fuerte barrera para cualquier tipo de violencia.

En lo que refiere particularmente a las mujeres rurales, es dable destacar que la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en ingles), hace una referencia puntual al consignar en su artículo 14 el reconocimiento de los derechos y la especificidad de las necesidades y problemáticas de este colectivo.

La CEDAW reconoce la importancia del rol que desempeñan las mujeres en la supervivencia económica de las familias rurales, tanto en lo que refiere a la producción de alimentos y productos artesanales como a las labores domésticas no remuneradas. En este sentido, la literatura especializada en la temática reconoce la histórica invisibilización de las mujeres rurales ligada a una división sexual de trabajo que subordina el trabajo femenino al masculino y posiciona al varón como jefe de la unidad de producción. Esta subyugación del trabajo y rol de las mujeres tiene efectos contundentes en términos de un desigual acceso a recursos naturales y económicos, al control de la tierra y acceso al crédito así como también a espacios de socialización y participación. Desigualdad que se traduce en desventajas concretas -por mencionar algunas- como la sobrecarga de tareas, la escasa o nula autonomía económica, la falta de valoración respecto de su contribución a la producción agropecuaria y la sub-representación de las mujeres en los espacios de participación y toma de decisión.

El Instituto Nacional de la Mujer, como organismo rector de las políticas públicas para la igualdad de género en la Argentina, es el organismo encargado de diseñar, desarrollar y controlar la mayor parte de acciones públicas relativas a la mujer.

En este marco se ha desarrollado la línea telefónica 144 y App 144, se ha puesto en funcionamiento el Observatorio de Violencia contra las Mujeres y el Consejo Federal de las Mujeres, se han presentado los Indicadores Nacionales de Género y el primer informe relativo a mujeres rurales y violencia de género, se han realizado diversas campañas de concientización sobre violencia, discriminación, prevención de embarazo no deseado y lactancia y se han elaborado protocolos de actuación para casos de violencia contra las mujeres y guía para la prevención e intervención en situación de violencia contra las mujeres en organizaciones. Recientemente, se ha lanzado el Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos –PIOD-, que contempla más de doscientas acciones generales a desarrollar en tres años por parte de los organismos de la Administración Pública Nacional.

Desde el Consejo Nacional de Mujeres se ha apoyado y difundido la campaña de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) que busca visibilizar las problemáticas específicas de las mujeres rurales y sensibilizar a los distintos poderes del estado, en todos sus niveles, para el diseño y la efectiva implementación de políticas públicas y legislación que aseguren la transversalización de género.

Las estadísticas indican que si bien, el 64% de los graduados universitarios son mujeres, solo el 40% del mercado laboral está ocupado por mujeres y que los hombres ganan en promedio un 27% más que las mujeres y éstas aportan solo el 25% de la economía, entre otros tantos datos en igual sentido.

Por eso, en paralelo, casi todos los Ministerios y Secretarías del Estado Nacional han implementado y desarrollado planes tendientes a equiparar derechos y oportunidades de hombres y mujeres.

De este modo, en la órbita de la Secretaría de Producción y Trabajo se ha creado el CEDEM –Centro de Desarrollo Económico de la Mujer- como espacio que diseña e instrumenta políticas públicas orientadas a la inserción de las mujeres en el ámbito económico, se han desarrollado políticas activas de empleo rural y se han puesto en marcha los entramados productivos locales; desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, se han celebrado diversos programas y seminarios relativos a tecnología, género e innovación, se ha creado la Comisión de Equidad de Género en la Educación Técnico Profesional y se ha lanzado el programa “Mujeres Programadoras”; desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se han realizado acciones diversas relativas a violencia y asistencia a víctimas de violencia y de trata.

Por otra parte, desde la Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se han puesto en marcha diferentes programas diseñados especialmente para la actividad rural, que aún sin mencionar explícitamente a las mujeres, las incluye como miembro fundamental de la actividad rural. Así, se han puesto en marcha programas económicos y agricultura familiar, beneficios para Agricultores Familiares Registrados, el programa Nacional de Titulación y Arraigo Rural, el programa de Extensión y Cambio Rural y diversos programas de desarrollo e inclusión socio-económica en áreas rurales.

En igual sentido, bajo la órbita del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, no solo existe el INAM sino que además se ha creado el Instituto de Asociativismo y Economía Social y la Comisión Nacional de Microcrédito –CONAMI- con programas de microcréditos y mesocréditos destinados a emprendimientos y grupos asociativos de la economía social.

Es decir, existe una multiplicidad de recursos ideados y puestos en marcha para las mujeres en general, aplicables a las mujeres rurales, que resultan, hoy en día, de difícil acceso por su poca difusión y por su desmembramiento en diferentes órbitas del Estado.

Ahora bien, todo el esfuerzo dedicado a mejorar la situación de la mujer y equipararla a la del hombre carece de sentido si no logramos informar a cada mujer que habita cualquier rincón del país de su existencia y brindarle un acceso simple a cada una de las herramientas puestas a su disposición.

Es así que, en 2018 se ha lanzado la iniciativa de poner al aire en Radio Nacional, un programa radial pensado y diseñado para las Mujeres Rurales. A través de estas emisiones radiales, se logra llegar semanalmente a mujeres rurales de todo el país, acercándoles información, ideas y propuestas, escuchando sus inquietudes y problemáticas, tendiendo puentes que acortan las brechas que las aíslan.

Tal como ha dicho el Secretario General Ban Ki-moon, ¨Allí donde las mujeres tienen educación y poder, las economías son más productivas y sólidas. Allí donde las mujeres están plenamente representadas, las sociedades son más pacíficas y estables¨.

Por otro lado, además del abanico de políticas públicas pensadas, diseñadas y puestas en marcha para la mujer de modo exclusivo, se desarrollan, en paralelo, muchísimas otras políticas públicas que las incluyen en conjunto con el resto de la sociedad: en todas ellas las mujeres rurales son también sujeto receptor de esas políticas y es necesario informarlas de ello.

En tiempos de conectividad, resulta imprescindible plasmar esa realidad en un único enlace web que englobe toda esa información que hoy aparece en los enlaces específicos de cada área, de modo tal que, la misma llegue de un modo simple y efectivo a cualquier mujer en cualquier lugar del país.

Si queremos terminar con la violencia, el maltrato, la discriminación hacia la mujer; si queremos lograr una equidad de género transversal real y efectiva, es necesario que despertemos en las mujeres su deseo de independencia, su avidez por conocer, su intuición para ver las oportunidades de desarrollo y crecimiento.

Si queremos lograr la igualdad de las mujeres con los hombres, debemos empezar por fomentar en ellas su deseo de independencia.

Tal como ha dicho Victoria Ocampo, ¨No se puede crear nada fuera de nosotros sin antes haberlo creado en nosotros. Lo que los hombres fuera de una minoría que bendigo, no parecen comprender es que no nos interesa en absoluto ocupar su puesto sino ocupar por entero el nuestro, cosa que hasta ahora no ha ocurrido”.

Es por ello que, pido a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto.-