El Senado y Cámara de Diputados...

Inclusión de Acupuntura como especialidad médica

Artículo 1º: Inclúyase a la Acupuntura como una especialidad médica. La misma deberá ser practicada únicamente por profesionales, habilitados según Ley 17.132 y su Decreto reglamentario N° 6266/67.

Artículo 2°: El ejercicio de la acupuntura se deberá realizar con fines preventivos, terapéuticos o de rehabilitación, atendiendo los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica.

Artículo 3°: El equipo e instrumental de uso médico, para la atención de la salud que se utilicen en la práctica de la acupuntura, deberá estar inscripto en el Registro Nacional de Productores y Productos de Tecnología Médica (RPPTM) de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), sin perjuicio de las atribuciones que correspondan a otras instancias de control y vigilancia.

Artículo 4°: Incorpórese al Programa Médico Obligatorio (PMO), la cobertura integral de la práctica de Acupuntura.

Artículo 5°: Créese un registro de profesionales médicos habilitados para ejercer la práctica de la Acupuntura en el ámbito de la República Argentina.

Artículo 6°: El Poder Ejecutivo Nacional al momento de reglamentar la presente ley será el encargado de designar la autoridad de aplicación que llevara a cabo las acciones necesarias para la ejecución de la misma.

Artículo 7°: La presente ley se reglamentará dentro de los 180 días de su promulgación.

Artículo 8°: Se invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherirse a la presente ley.

Artículo 9°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

La acupuntura es una técnica terapéutica milenaria que se basa en la estimulación de determinados puntos de la piel con agujas y, que si bien cuenta con cinco mil años de experiencia empírica y más de medio siglo de verificación científica, el objeto de la presente Ley es establecer con claridad los alcances y limitaciones que debe tener la práctica de la misma, debido a que es considerada una técnica invasiva y como tal conlleva el riesgo de generar ciertas patologías como tétanos, hepatitis B, sida, infecciones, etc.

La acupuntura es un procedimiento que consume escasos recursos y es altamente efectiva en el tratamiento complementario del dolor crónico. La reducción en la ingesta de fármacos en pacientes con dolor se traduce además en un incremento de la calidad de vida, disminución de efectos secundarios, reducción del coste para el sistema sanitario y aumento de la satisfacción del paciente.

En 1979, ante la creciente popularidad de la Acupuntura y el interés de algunos países por introducir los tratamientos propios de la medicina tradicional china en el sistema nacional público de salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró unas directrices sobre la seguridad de la acupuntura y su efectividad, publicando además un documento en el que recomendaba esta técnica para el tratamiento de algunas enfermedades respiratorias, gastrointestinales, neurológicas, oculares, de la boca, músculo esqueléticas y de la piel. Cabe destacar que, si bien reconoce a la acupuntura como complemento eficaz para un variado espectro de enfermedades, especialmente de carácter crónico, advierte que: "la acupuntura sólo debe ser realizada por médicos titulados que hayan cursado capacitación superior en Acupuntura".

Guillermo Alonso, jefe del servicio de Acupuntura del Hospital Avellaneda manifestó: "La inadecuada o la mala práctica de la acupuntura es perjudicial para la salud e implica un grave riesgo social. Ninguna técnica médica es inocua; la acupuntura, tampoco. En cualquier lugar del mundo es necesario que el médico realice un examen clínico a los pacientes antes de someterlos a la milenaria técnica de las agujas. Además, los puntos a tratar dependerán de la patología de cada individuo", alertó el médico.

Alonso admitió que cuando en China no existían las universidades había acupuntores que accedían a la práctica por tradición familiar. "Hace 50 años la República Popular China ha instituido pautas educativas y la formación universitaria para conjurar el peligro del ejercicio de la acupuntura por costumbre familiar. Para poder ejercer la acupuntura en servicios de salud público o privado, los chinos tienen ocho años de formación académica: cinco para recibirse de médico y tres años de práctica hospitalaria"

El desafío es generar mecanismos de control y calificación, registros de prácticas con indicaciones y contraindicaciones y proporcionar pruebas de seguridad y eficacia con estándares universales de las prácticas y productos empleados. Los logros en estos ámbitos podrían generar caminos de tolerancia, respeto y vinculación necesarios para lograr una potenciada medicina integradora o de convergencia, centrada en el individuo, respetuosa de su cultura, necesidades, carencias, dolencias, creencias y opciones.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.