La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profunda preocupación por los devastadores incendios forestales que afectan una gran parte de la Selva Amazónica y otros Bosques Tropicales en los países vecinos de Brasil y Bolivia, que provocan un daño inconmensurable al ecosistema mundial, y vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, ponga a disposición de ambos gobiernos a los equipos profesionales de emergencia especializados en combatir incendios forestales para colaborar con todo tipo de ayuda que resulta conveniente y necesaria.

Señor presidente:

Los incendios forestales que están teniendo lugar en partes de la Amazonia y otros bosques tropicales como Chiquitania en Bolivia no tienen precedentes.

Según los datos provistos, los incendios han aumentado un 83% desde enero respecto del mismo período de 2018, y la tala y deforestación han aumentado en un 280% más que en julio del año pasado. Esto equivale a 2.200 km2 de bosque tropical. En la actualidad hay más de 70.000 focos de incendios en las zonas afectadas, y esto podría empeorar en los próximos meses a medida que la “temporada seca” es aprovechada para la “limpieza” de los terrenos para la actividad agropecuaria.

Estos incendios constituyen la etapa final de la deforestación en la que los taladores y campesinos queman la vegetación para limpiar los terrenos y dejarlos aptos para el cultivo y pastoreo. El avance de la frontera agropecuaria se ha hecho a costas de miles de km2 de selva, perjudicando enormemente el ecosistema. Las zonas más afectadas también son las que registran los números más altos de alertas de deforestación, según la información del Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil.

Investigadores y ambientalistas de todo el mundo han expresado alarma ante semejante destrucción del bosque tropical más grande e importante del mundo. El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres expresó su profunda preocupación y pidió por la protección del Amazonas. “En el medio de una crisis climática global no podemos permitir el daño a una fuente mayor de oxigeno y biodiversidad” declaró.

El Amazonas es la selva tropical más grande del mundo, que con sus más de 5.000.000 de km2 constituye una reserva vital de carbono que ralentiza el ritmo del calentamiento global, absorbe dióxido de carbono y proporciona aproximadamente el 20% del oxígeno de nuestro planeta. Además, en ella habitan más de 1.000.000 de personas y es hogar de más de 3.000.000 de especies de plantas y animales.

Cuidar esta fuente de vida es una responsabilidad común a todas las naciones, especialmente a las de Sudamérica. En este sentido, los instrumentos internacionales relativos al cambio climático y el cuidado del ambiente imponen a los Estados el deber de tomar cartas en el asunto para mitigar los efectos adversos y restablecer los equilibrios en el sistema climático. El “cambio climático" es un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Sus efectos adversos son los cambios en el medio ambiente físico que tienen efectos nocivos significativos en la composición, la capacidad de recuperación o la productividad de los ecosistemas naturales o sujetos a ordenación, o en el funcionamiento de los sistemas socioeconómicos, o en la salud y el bienestar humanos, de acuerdo con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

La relación entre los incendios forestales y el cambio climático es la de un círculo vicioso, ya que al aumentar la cantidad de incendios, también aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura general del planeta y los fenómenos climáticos extremos, como intensas sequías. Además la deforestación contribuye directamente a un cambio en los patrones de lluvia en la región afectada, extendiendo la duración de la temporada de sequía, afectando así a la selva, la biodiversidad, la agricultura y la salud humana.

En este sentido, es prioritaria la cooperación con los países afectados con el fin de detener el fuego. En esa línea de actuación, el Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios de Argentina. ha declarado la Alerta Amarilla para todas sus brigadas de incendios forestales a través de la Coordinación Única de Operaciones (CUO). El objetivo de esta alerta es realizar un relevamiento de personal y equipamiento disponible a nivel nacional y trazar un plan de activación y traslado de bomberos voluntarios especializados en el combate de incendios forestales, en el caso de la llegada de un pedido de colaboración internacional por parte de los gobiernos de Bolivia y/o Brasil. El Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios cuenta con protocolos de activación y un sistema de relevos que permitiría brindar una ayuda constante en el combate de este voraz incendio que arrasa con La Amazonia.

Por los motivos expuestos solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.