La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más enérgico repudio a las agraviantes expresiones de Jair Messias Bolsonaro, dirigidas contra la voluntad democrática manifestada por el pueblo argentino en las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias recientemente celebradas, y requerir al Poder Ejecutivo que adopte las medidas diplomáticas necesarias para conminar a las autoridades brasileñas pertinentes a respetar y observar el principio de no injerencia en los asuntos internos de nuestro país.

Señor presidente:

Las expresiones de agravio del presidente Bolsonaro hacia la dirigencia política argentina favorecida por el voto popular en el reciente proceso electoral perturba la relación que debe existir entre las dos naciones suramericanas, al tiempo que avergüenza injustamente al pueblo que representa Bolsonaro.

La representación legislativa argentina no puede omitir un repudio que afecta a la ciudadanía que representamos, sin que el mismo se extienda más allá del titular del poder ejecutivo del país vecino. En definitiva, las bravuconadas de Bolsonaro sólo deben imputarse a su persona, constituyendo una verdadera anomalía en la tradición del gobierno y la diplomacia de Brasil.

Sorprende que las autoridades diplomáticas argentinas no hayan emitido ningún comunicado o materializado algún tipo de acción que informe el justo malestar que debe existir en toda la dirigencia pública argentina. Este silencio, de persistir, avanzará hacia la sospecha de funcionalidad entre las declaraciones de Bolsonaro y la recriminación efectuada por el presidente Macri al pueblo que eligió alternativas distintas a su oferta electoral.

Efectivamente, Macri, en uno de los discursos más vergonzosos de los que se tenga memoria, degradó al electorado que mayoritariamente optó por otras alternativas, y lo responsabilizó por haber preferido figuras que carecen –según él- de la confianza de actores y entidades extra nacionales. Esto parece haber animado a Bolsonaro a actuar en sintonía con el presidente argentino, en la demonización de las dirigencias preferidas por la inmensa mayoría de las argentinas y los argentinos.

La tolerancia diplomática del gobierno de Macri a las injuriosas manifestaciones de Bolsonaro, corren el riesgo de transformarse en una complicidad que generará una memoria no menos penosa que la del “avión negro”, que no concluyó con el retorno de Perón a la Argentina por una arbitraria intervención de las autoridades dictatoriales de Brasil en acuerdo con cierta dirigencia argentina.

Como muy bien precisó Alberto Fernández, ganador de las primarias argentinas, la relación de nuestro pueblo con la nación hermana de Brasil trasciende a personajes coyunturales como Bolsonaro, pero ello no es impedimento para que las autoridades argentinas a través de los canales diplomáticos correspondientes, efectúen los reclamos necesarios para que cesen declaraciones que importan una clara interferencia en nuestros asuntos internos.

Es por lo expuesto que solicito se apruebe este proyecto, que repudia los pronunciamientos agraviantes de Bolsonaro y requiere una actuación diplomática idónea a nuestras autoridades, para que la insolencia no se repita ni parezca tolerada por los representantes de la ciudadanía afectada.