La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por la labor que viene desarrollando el Ingeniero Agrónomo Jorge Alberto Birgi en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para adaptar las tecnologías existentes a las condiciones de producción de la Patagonia, generando un paquete tecnológico que permite obtener alimentos frescos de origen vegetal a partir del cultivo “indoor” con técnicas hidropónicas.

Señor presidente:

La agricultura familiar abarca a un grupo grande de personas con distintos orígenes y una amplia diversidad cultural, pero que mantienen en común la producción de alimentos como forma de vida. En números, la agricultura familiar argentina abarca unas 23.516.942 hectáreas, que representa el 13,5% del total de las explotaciones del país. En Patagonia existen cerca de 16.000 productores familiares que desarrollan actividades productivas, principalmente agrícolas pecuarias, administrando núcleos de agricultura familiar cuya mediana no supera las 30 hectáreas, aunque solo logran poner en producción un 27% de estas tierras.

Por su parte, en Santa Cruz existen 516 núcleos de agricultura familiar cuyos productores rondan en promedio los 50 años de edad. Estos productores, al igual que en el resto de la Patagonia, desarrollan actividades mixtas, aunque el clima templado frío de la mayor parte de la provincia (temperatura media entre 0 y 12°C) y la intensidad del viento, los obligan a proteger más los cultivos y seleccionar mejor las especies a implantar. Por esta razón, diversos organismos de investigación y desarrollo (abocados al fortalecimiento de este sector) trabajan en generar alternativas productivas que permitan incrementar los rendimientos de los cultivos y obtener mayor calidad en los productos locales.

En este sentido el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) se encuentra evaluando cultivos frutihortícolas con técnicas novedosas para la región, como la producción de alimentos con la utilización de hidroponía, suplementación de temperatura y luz.

La aplicación de tecnologías hidropónicas para la producción de cultivos en Patagonia Sur es limitada, aunque en Santa Cruz existen algunas experiencias que pueden ser citadas. La primera de ellas es una prueba piloto que llevó adelante en 2005 el INTA en Río Gallegos donde utilizó técnicas de flujo profundo para producir lechuga a escala comercial. Seis años más tarde el INTA y la UNPA desplegaron una serie de ensayos tendientes a determinar la factibilidad técnica de producción de cultivos frutihortícolas hidropónicos, obteniendo muy buenos resultados, sobre todo en la producción en verduras de hoja y frutillas. Las experiencias realizadas por el INTA y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral sugieren que, en la escala correcta, estos emprendimientos no solo son viables económicamente, sino que también son sustentables ambientalmente.

Los trabajos realizados por el INTA y la UNPA incluyeron además el uso de técnicas de producción “indoor” (en ambientes cerrados) sin presencia de la luz del sol, ni suelo como medio de anclaje o nutrición. La experiencia, de gran relevancia local por no existir en la región trabajos previos vinculados al uso de equipos lumínicos para producir a escala comercial, tuvo resultados favorables, logrando producir casi 500 plantas de lechuga con luces de bajo consumo en invernadero con tecnología hidropónica

En este sentido, es importante destacar que los trabajos de adaptación de estas técnicas de producción a la realidad local demostraron ser muy eficientes en el uso del espacio y el agua, además disminuir el costo del flete (los productos se consumen muy cerca de donde se producen), lo que permite a la población consumir alimentos más frescos y de producción local.

Asimismo, la tecnología de producción “indoor” (sin presencia del sol) posibilita el desarrollo de los cultivos durante todo el año, minimizando los riegos inherentes a las cuestiones climáticas, lo que resulta de suma importancia para el fortalecimiento de los productores tanto en Santa Cruz, como Tierra del Fuego, ambas provincias con condiciones de producción extremas, fotoperíodos limitados (exposición diaria a la luz del sol) lo que provoca que solo se pueda producir durante siete meses al año, de septiembre a marzo.

Las investigaciones ya realizadas con estas técnicas sugieren que para las condiciones edafoclimáticas de Patagonia Sur, la combinación de técnicas hidropónicas e “indoor” (suplementación térmica y lumínica) resultaría alternativa productiva adaptada a las condiciones locales de producción de la región y además posibilitarán la generación alimentos locales de muy buena calidad en un mercado ávido de consumirlos.

Los destinatarios del paquete tecnológico son los agricultores periurbanos (familiares y no familiares) de Patagonia Sur, a quienes se les facilita información y asistencia técnica en la producción de cultivos hidropónicos con manejo de variables críticas como fotoperiodo y temperatura. El sector, que en la actualidad dispone de un paquete tecnológico adaptado a la región, tiene además acceso a una metodología de trabajo simplificada, compatible con personas con movilidad reducida, y que permite producir todo el año con un mínimo de conocimiento técnico, facilitando así su aplicación en el territorio. Además, a mediano plazo, se pretende lograr una red de referentes técnicos especializados en sistemas de producción hidropónicos e “indoor”, para que actúen como agentes replicadores de la información generada y de los beneficios de esta innovación tecnológica.

El objetivo del proyecto a nivel tecnológico no sólo es adaptar la tecnología de producción hidropónica e “indoor” disponible a las necesidades e insumos de Patagonia Sur sino que, desde una perspectiva socioeconómica, se fortalece la producción familiar periurbana incrementando la producción de los sistemas productivos familiares y la calidad de sus productos, así como también ocurre con los mercados de venta no convencionales como ferias francas o asociaciones de productores que aportan más y mejores productos frutihortícolas dando lugar a la construcción de un vínculo entre los actores relacionados a la oferta y demanda de estos productos, priorizando la articulación entre instituciones (asociaciones de productores) y el sector privado (hoteles, restaurantes, etc).

De esta manera, podemos afirmar que estas prácticas tienen un alcance evolutivo ya que sus resultados benefician a la población a corto y largo plazo. Asimismo, brinda capacitaciones y pasantías a productores y técnicos del territorio para fomentar la generación de emprendimientos productivos, sino que desarrolla una guía de cultivos hidropónicos adaptada al contexto productivo de Patagonia Sur para facilitar el acceso a la información referida a esta temática generando cada vez más herramientas audiovisuales para conformar materiales de difusión que permita visibilizar los beneficios de la técnica implementada.

Por todo lo aquí expuesto, solicito a mis pares me acompañen en este proyecto de resolución.