La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declarar el beneplácito de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación por la conmemoración del 50 aniversario de la Misión Argentina que compitió en “Las 84 horas de Nürburgring”.

Señor presidente:

En agosto de 1969 el deporte y la industria argentina unieron sus esfuerzos para colocarse en lo más alto en una competencia de renombre mundial: así un equipo dirigido por el mítico Juan Manuel FANGIO arribó en primer lugar en “Las 84 de Nürburgring”, obteniendo finalmente el cuarto puesto en virtud de una penalización que sufriera en el marco de la carrera.

Así como la llegada del hombre a la luna tuvo un impacto mundial, sin dudas este evento convocó el interés de todos los argentinos. Y es que supuso una tarea mancomunada entre mecánicos, diseñadores, ingenieros y pilotos que logró un resultado inédito y verdaderamente extraordinario, al punto de tal de ser recordado hoy como una de las más grandes gestas colectivas del deporte nacional.

La historia de esta carrera y de la intervención de la Misión Argentina está cargada a su vez de un conjunto de historias mínimas que la llenan de color y realzan el valor del logro alcanzado. Todo comenzó con una noticia que llegó a oídos de Juan Manuel FANGIO, quien tomó conocimiento de la posibilidad de participar en ella. Casi con la misma velocidad que exhibía en las pistas, se contactó con un joven Oreste BERTA para proponerle intervenir en la competición, para lo que le solicitó preparar un Torino 380 W, automóvil de turismo del segmento E, fabricado en el país por la montadora Industrias Kaiser Argentina. Prontamente se unió en la tarea el prestigioso diseñador Heriberto PRONELLO, quien junto a su equipo de trabajo pusieron manos a la obra para acondicionar el modelo a las exigencias técnicas que exigía el reglamento de la carrera.

Los mejores pilotos de la época rápidamente se unieron al proyecto: los 3 autos serían conducidos por Luis DI PALMA, Carmelo GALBATO, Oscar FANGIO, Eduardo RODRÍGUEZ CANEDO, Jorge CUPEIRO, Gastón Perkins, Eduardo Copello, Oscar Franco y Alberto “Larry” RODRÍGUEZ LARRETA.

Todas las condiciones estaban dadas para una actuación destacada. La empresa, sin embargo, no sería fácil de conseguir, no solo en tanto por las dificultades propias que presentaba el circuito de Nürburgring sino también porque frente a la formación nacional estarían poderosas escuderías de prestigio mundial, de las cuales destacaban particularmente Lancia, Porsche, BMW, Alfa Romeo y Mercedes Benz. Fue el esfuerzo de los representantes argentino, demostrado fundamentalmente en las horas de trabajo en los aspectos técnicos de los automóviles como en los intensos entrenamientos que cumplieron, el que permitió igualar esas diferencias que en un principio los expertos consideraban existían con otros equipos, hasta el punto tal de lograr ser quienes cumplieron con más vueltas a lo largo de las 84 horas de la maratónica y agotadora carrera.

Antes de dirigirse hacia Alemania FANGIO pronunció unas palabras premonitorias: “Porque somos todos argentinos es que toda nuestra fe, todo nuestro entusiasmo, se concentra en los colores de nuestra bandera, y en estas dos palabras que, como única insignia, lucen estos coches que llevan a Europa nuestra gran esperanza: Industria Argentina”. El resultado conseguido es un símbolo de una virtuosa unión entre industria y deporte, el que merece ser resaltado por esta Cámara.

Por lo expresado, queda así fundamentado el presente proyecto y a consideración de los diputados y las diputadas para su sanción.