La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar el beneplácito de esta Honorable Cámara por la entrega del Premio Whitley Gold al Doctor Pablo García Borboroglu, en reconocimiento a su trayectoria y contribución sobresaliente en favor de la conservación de pingüinos y de áreas marinas protegidas.

Señor presidente:

Nos enteramos por distintos medios de difusión que “La ciencia argentina fue, una vez más, distinguida por los logros de sus investigadores. Esta vez, fue un biólogo e investigador de CONICET, el Doctor Pablo García Borboroglu, el que alcanzó una de las distinciones más importantes a nivel global en lo relativo a conservación: el Premio “Whitley Gold Award”, también conocido como “el Oscar verde de la ciencia”.

Pablo García Borboroglu nació el 4 de noviembre de 1969, en Mar del Plata. Obtuvo su Licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Entre los años 1993 y 1995 desarrolló su tesis sobre el estudio y censo de las catorce colonias existentes al norte del Golfo San Jorge, de Chubut. Se doctoró en Biología en la Universidad Nacional del Comahue, Sede Bariloche.

Realizó estudios en la Universidad Duke, Estados Unidos y otras instituciones del exterior. Es investigador del CONICET desde 1998, con lugar de trabajo en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR/CCT) del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) en Puerto Madryn, Chubut. Allí investiga sobre aves marinas en la Patagonia.

Es Profesor asociado en la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, desde 2008, y consultor asesor científico de innumerables producciones audiovisuales de todo el mundo.

Ha trabajado como consultor o asesor en los proyectos “Acuerdo Trabajo CONICET Cenpat-Pcia del Chubut, 2013 a 2015”, "Elaboración de las propuestas de creación de la Reserva de Biósfera Patagonia Azul – UNESCO”, “Propuesta de área marina protegida Punta Tombo”, entre otros, y es creador y Director del Centro de emergencia y rehabilitación de Pingüinos de Magallanes empetrolados (Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco-Organismo Provincial de Turismo, Punta Tombo).

Se ha ocupado de las distintas especies de pingüinos no sólo de la Argentina, sino de otras regiones del mundo, liderando en la actualidad, iniciativas de conservación en otros países como Nueva Zelanda y Chile, incluyendo la creación y gestión de áreas protegidas.

“Su primer contacto con los pingüinos fue a los tres años. Las historias que su abuela le contaba sobre sus viajes a Punta Tombo en la década del 60, fueron surtiendo efecto en el pequeño Pablo.” Inició estudios de abogacía en su ciudad natal, pero algo de aquella infancia lo llevó a mudarse en 1989 a la Patagonia donde se convirtió en guía de turismo.

“Cuando visitó la primera colonia de pingüinos quedó hipnotizado” … y … “lo marcó para siempre. Fue así que, mientras trabajaba en la agencia de viajes, buscaba pingüinos empetrolados en las costas y los llevaba a un sitio donde los rehabilitaban.” Allí inició sus estudios de Biología.

Recibió el Pew Fellowship in Marine Conservation 2009 con un proyecto para crear una sociedad internacional, que más allá de salvar a los pingüinos, pudiera contribuir a la protección del medio ambiente marino en general. Así funda, y preside, la Sociedad Pingüina Internacional (Global Penguin Society), que es una coalición internacional que promueve la protección de pingüinos a través de la ciencia, el manejo y la educación en 19 países ; “ aspira a diseñar una estrategia de conservación global, que brinde recomendaciones a los gobiernos basándose en evidencias científicas y técnicas, y ofreciéndole la asistencia de la coalición, y promueve la firma de protocolos regionales.”

Recibió varios premios internacionales, ente los que se destacan el Duke University Global Fellowship (2001) y el ya referido PEW Fellow (2009-2011) de los Estados Unidos, ambos en Conservación Marina, y de los Estados Unidos, el Whitley Award (2010) y el Whitley-Segre Partnership Award (2012), de Inglaterra.

La Ciencia por sí sola no puede asegurar la conservación marina y la del medio ambiente, y así lo entiende García Borboroglu. En concordancia con ello, vemos al repasar su trayectoria que no sólo se limitó a la producción científica, y su compromiso con la divulgación y la concientización sobre el cuidado del ambiente marino lo han llevado a disertar en Naciones Unidas para lograr que la conservación forme parte de la agenda política mundial, siendo miembro del equipo de científicos que intervienen en el objetivo ambiental de la Agenda 2030 de la ONU: “Transformando el mundo” , y como se ve en alguno de los antecedentes citados, tiene una frecuente interacción con la prensa.

Sus trabajos combinan ciencia, manejo y educación, promoviendo no sólo la conservación sino también la difusión de estas acciones. Su trabajo “ha contribuido a proteger más de tres millones de hectáreas marinas y costeras que … utilizan (los pingüinos) y ha generado investigaciones útiles para la conservación y manejo de ambientes y especies en cuatro continentes. Para lograrlo obtuvo financiamiento para llevar adelante esta verdadera “cruzada” y ha hecho que alrededor de seis mil chicos de países en desarrollo conozcan sus pingüineras cercanas, para incentivar una cultura de conservación a través de los pingüinos.

También fundó y dirige el grupo de Especialistas en Pingüinos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con base en Suiza, que influye sobre problemas de conservación internacional.

Dice un artículo del CONICET refiriéndose a su trabajo: “Para él es importante no solo publicar artículos científicos, sino lograr que tengan una utilidad e impacto en la realidad, es por eso que su trabajo no sólo ha ayudado a conservar ambientes y especies con herramientas que trascenderán nuestras vidas, sino también ha generado trabajo y recursos genuinos para las economías regionales, mejorando el manejo de actividades humanas en área costeras y marinas.”

Refiriéndonos ahora al premio, debemos decir que la Whitley Fund for Nature es una organización sin fines de lucro para la conservación de la naturaleza que recauda fondos y otorga donaciones, que ofrece reconocimiento, capacitación y subsidios para respaldar el trabajo a favor de la conservación en países en desarrollo.

Entre sus objetivos tiene los de “encontrar, reconocer y financiar a líderes de conservación de base, con méritos comprobados en países pobres en recursos y ricos en biodiversidad” y “apoyar la replicación y el crecimiento de soluciones de conservación efectivas”

“Nuestros ganadores son héroes ambientales locales que lideran proyectos con pasión, aprovechando la mejor ciencia disponible para actuar. A través de ellos, apoyamos el trabajo arraigado en la participación de la comunidad que es pragmático y crea un impacto duradero.”

Los Premios Whitley son el galardón emblemático de la Fundación, que se obtienen después de la evaluación por un panel académico experto. Se los conoce como los “Oscars Verdes”, y están patrocinados por la Princesa Ana de Inglaterra. Debemos decir que la Argentina está tercera en el ranking de países que han recibido este premio, y lidera la tabla latinoamericana .

“Cada año, un ganador anterior del Premio Whitley es seleccionado para recibir el Whitley Gold Award en reconocimiento a su destacada contribución a la conservación. Nuestros ganadores del Premio de Oro son defensores internacionales de la biodiversidad con la pasión y la ambición de difundir mensajes de conservación a un público más amplio.” La selección del ganador del Whitley de Oro es altamente competitiva, dado que se otorga solo a uno de los más de 190 personas de 80 países que han recibido el Premio Whitley tradicional en el pasado (como dijimos más arriba, García Borboroglu lo había ganado en 2010 y 2012, por lo que pudo ser considerado para el de Oro).

La ceremonia se realizó en la Real Sociedad Geográfica e hubo celebridades, filántropos y organizaciones ambientales de Europa.

Por todo lo expuesto, y con la convicción de que estamos, una vez más, ante un emergente de nuestra Educación y nuestra Ciencia, que debe ser remarcado y puesto como ejemplo, invito a los Sres. Diputados a que acompañen esta iniciativa.