La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su reconocimiento moral e histórico a conscriptos, enfermeras y personal civil convocados para luchar por la patria, en el marco del conflicto bélico de Malvinas acaecido entre el 2 de abril y el 10 de junio de 1982, que no estuvieron en el Teatro de Operaciones de Malvinas (TOM) o entrado en combate en el área del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), pero sí fueron movilizados al litoral marítimo patagónico.

Señor presidente:

Después de 36 años, gran cantidad de conscriptos, enfermeras y personal civil convocados para luchar por la patria, en el marco del conflicto bélico de Malvinas acaecido entre el 2 de abril y el 10 de junio de 1982, siguen siendo ignorados por la historia, las instituciones públicas y la patria misma. Se trata de quienes no estuvieron en el Teatro de Operaciones de Malvinas (TOM) o entrado en combate en el área del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), pero sí fueron movilizados al litoral marítimo patagónico. Muchos fallecieron sin haber recibido un sentido reconocimiento por sus servicios.

Porque, merecida y legítimamente, sí fueron reconocidos quienes actuaron directamente en el TOM y en el TOAS y hubo para ellos una serie de reparaciones –quizás no suficientes o queden por ser reconocidos otros no incluidos aún-, pero no sucedió así con quienes también sirvieron a la Patria desde el continente. Es cierto que hay una marcada diferencia entre haber sufrido el horror de la guerra en medio del fragor del fuego, que haber estado a punto de ingresar a ella. Pero esa diferencia no desmerece de ninguna manera el esfuerzo y el riesgo latente que vivieron quienes estuvieron afectados al conflicto bélico y permanecieron en el continente.

Todos ellos, si bien estuvieron fuera de combate, se encontraban bajo el Código de Justicia Militar y a disposición absoluta de las Fuerzas Armadas por si fuera necesario entrar de lleno en la guerra. En el caso de las enfermeras, por ejemplo, debían recibir y atender de manera directa a los heridos de guerra, estando al servicio de dicha tarea sin horarios ni francos, bajo la supervisión de personal militar, en diferentes puntos del continente. Ellas curaron corporal y espiritualmente a los soldados argentinos que llegaban heridos, quemados, mutilados. Y su sacrificada labor se extendió mucho más allá de los 74 días que duró la guerra.

Quienes fueron movilizados hacia el sur experimentaron coletazos del conflicto; sufrieron intentos de avances británicos en esa zona; durmieron en carpas no adecuadas para esos intensos fríos; padecieron la falta de alimentos los días en que -por las circunstancias reinantes- no llegaban las provisiones; permanecieron alertas porque en cualquier momento podían ser trasladados a algunos de los teatros de operaciones.

Es más, el hundimiento del crucero General Belgrano –el 2 de mayo de 1982- se produjo fuera del área de exclusión, es decir, fuera de la zona de guerra establecida. El ataque causó la muerte de 323 argentinos y hubo 770 sobrevivientes que fueron traídos al continente. Las enfermeras de los hospitales ubicados en el litoral marítimo patagónico, particularmente hospitales navales, tuvieron a cargo la atención de esos sobrevivientes.

Veteranos británicos de la Guerra de Malvinas, en distintos momentos durante estos 36 años que pasaron, reconocieron que existieron incursiones armadas en el continente de parte de las tropas del Reino Unido, durante el conflicto bélico de 1982. Además de esos testimonios, en el Reino Unido existe documentación que los avala. Pero por sobre esa información, está la que tenemos en nuestro país, porque abundan documentos que hablan del verdadero riesgo que vivieron militares, conscriptos y civiles, vinculados al conflicto en el sur continental.

Duele escuchar los testimonios de cuantos cumplieron funciones en el litoral marítimo patagónico, en el marco de la guerra de Malvinas, no sólo por lo que sufrieron en esas penosas jornadas, sino porque el país puso un manto de silencio sobre ellos.

En virtud de las nuevas tecnologías, las más variadas entidades que nuclean a ex soldados, enfermeras y personal civil en general, que participaron desde el continente en la guerra de Malvinas, están logrando reunirse en la Unión Nacional de Veteranos Continentales, que cuenta con representantes por provincias, para hacerse visibles ante órganos de gobierno y la sociedad toda. Es un gran paso en su necesidad de ser reconocidos por la patria a la que sirvieron y seguramente de esta forma podrán ir obteniendo las conquistas que ellos y sus familiares tanto merecen.

Por lo señalado y por muchísimas razones más, que permanecen en la memoria de los ahora homenajeados, resulta indispensable realizar un reconocimiento moral e histórico a todos ellos que por 36 años no recibieron la debida gratitud de la patria. Por eso pedimos el apoyo de nuestros pares para la aprobación de este Proyecto.