La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su pesar y consternación por la masacre ocurrida en la escuela secundaria Santa Fe High School, del Estado de Texas, el pasado 18 de mayo.

Además, reiterar el apoyo y solidaridad a los familiares de las víctimas, haciéndolo también extensivo a todo el pueblo texano y al gobierno y al pueblo de los Estados Unidos de América, por el hondo desconsuelo generado por el hecho.

Señor presidente:

El pasado 18 de mayo los argentinos comenzamos el día tomando conocimiento de una noticia que, si bien sucedió a la distancia, no deja de llamarnos la atención y de mover nuestros sentimientos: alrededor de las 9.30 (hora de nuestro país) se desató un tiroteo en una escuela secundaria del estado de Texas, Estados Unidos, la que produjo la muerte de 9 personas, dejando además 13 heridos, algunos de los cuales revisten un daño tal que pone en serio riesgo su vida.

Aun estando lejos del lugar en el que ocurrió, el hecho nos causa un hondo impacto, fundamentalmente en razón de la crudeza y lo macabro del plan criminal, a la vez de su gran magnitud. Nos resistimos a naturalizar masacres como estas, y nos produce preocupación la réplica y la reiteración que ellas han mostrado en tiempos recientes. Tan sólo tres meses atrás nos sorprendíamos con el tiroteo en la escuela secundaria Stoneman Douglas de Parkland, Florida en el que fallecieron 17 personas y 14 fueron hospitalizadas, convirtiéndola en una de las masacres escolares más mortales del mundo. Desde ella, se cuentan 23 episodios de similares características, los que dejaron 54 muertes y más de un centenar de heridos.

En este caso, los primeros reportes periodísticos indican que un joven de 17 años, exalumno de la institución, habría sido su causante, al abrir fuego con una escopeta y un rifle de asalto en un aula y disparar sin ningún tipo de freno contra los alumnos que allí se encontraban.

El hecho enlutó a los habitantes de esta pequeña ciudad del estado de Texas, pesar que se extendió a los Estados Unidos en su conjunto y alcanzó a toda la comunidad internacional. La irracionalidad y la violencia mostrada en esta masacre la ubica entre una de las más sangrientas en esta circunstancias en la historia de dicho país. Como parlamentarios en particular, aunque más aun como ciudadanos, tenemos el deber de rechazar enfáticamente toda forma de violencia, bregando además porque la paz, el diálogo y el entendimiento democrático sean los pilares en los que se asiente la vida en sociedad.

Aprovechamos la ocasión para hacer llegar nuestro más sentido pésame a las familias y a todo allegado a las víctimas, haciéndolo también extensivo al pueblo y al gobierno estadounidense, esperando que una allí y en todo el mundo impere la paz y la fraternidad como reglas verdaderas de convivencia comunitaria.

Por lo expresado, queda así fundamentado el presente proyecto y a consideración de los diputados y las diputadas para su aprobación.