El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1: Declárese el año 2.011 como AÑO DEL TAMBOR DE TACUARÍ en homenaje a Pedro Ríos, niño héroe originario de la ciudad de Concepción del Yagüareté Corá (Provincia de Corrientes), que con solo 12 años de edad acompañara al General Manuel Belgrano en la Campaña al Paraguay emprendida tras la Revolución de Mayo, y que perdiera la vida en la batalla de Tacuarí, el día 9 de Marzo de 1.811.

Artículo 2: Al cumplirse doscientos años del heroico suceso, institúyase el día 9 de Marzo como Día Nacional de los Niños Argentinos, en reconocimiento y homenaje al sacrificio por la Patria y la Libertad que hiciera Pedro Ríos al igual que muchos niños anónimos en las luchas emancipadoras.

Artículo 3: Conmemórese en todos los establecimientos escolares del país la fecha señalada y difúndase la historia del personaje y los hechos de referencia a través de los docentes y las currículas oficiales.

Artículo 4: Dispóngase que a partir del 1 de Enero del año 2.011 toda documentación y papelería oficial de la Administración Pública Nacional, centralizada y descentralizada, así como sus entes autárquicos, deberán llevar obligatoriamente en su margen superior derecho la inscripción "2.011: Año del Tambor de Tacuarí".

Artículo 5: Dispóngase acuñar monedas conmemorativas del Tambor de Tacuarí.

Artículo 6: En relación a lo establecido en la presente ley, el Estado Nacional promoverá actividades, seminarios, conferencias y programas educativos tendientes a honrar la figura del Niño Héroe y los valores del sacrificio, el patriotismo y la libertad en la formación de nuestra identidad nacional.

Artículo 7- Facúltese al Sr. Jefe de Gabinete de Ministros, para que en uso de sus atribuciones, disponga las reestructuraciones presupuestarias suficientes para dar cumplimiento a lo dispuesto en la presente Ley.

Artículo 8 - Comuníquese al Poder Ejecutivo

Señor presidente:

A fines de 1810 Manuel Belgrano pasó por Yaguareté Corá - pueblo de Corrientes que hoy se denomina Concepción- con su reducido ejército, rumbo al Paraguay. Allí sumó algunos soldados, entre ellos a un niño de aproximadamente 12 años llamado Pedro Ríos, quien se presentó ante el General y le pidió con mucho fervor que lo incluyera como soldado. Su padre - don Antonio Ríos- un anciano maestro que daba clases en el oratorio de San Francisco de Asís, que por ese entonces era el patrono del pueblo, accedió al deseo de su hijo rogándole a Belgrano que lo admitiera como su único ofrecimiento posible a la causa patriótica. El niño fue incorporado a pedido del Comandante Celestino Vidal para que lo ayudara en la campaña debido a sus problemas de vista, sirviéndolo como lazarillo. Cuando llegaron al Paraguay, los patriotas debieron enfrentar gran resistencia. La primera batalla tuvo lugar en Paraguarí, donde Pedrito tomó a su cargo el tambor cuando el encargado del mismo ocupó un lugar como soldado, aunque antes de este episodio había prestado notables servicios en el improvisado hospital de campaña y en la fortificación de carretas de la plaza de armas. La campaña libertadora del Paraguay se desarrolló con grandes sacrificios y adversidades, por lo que el ejército debió emprender su retirada hasta el río Tacuarí. En esa área los patriotas se enfrentaron a un enemigo que lo superaba en número y estaba fuertemente provisto de artillería. Sin embargo, a pesar de las condiciones desfavorables de la batalla, las formaciones patriotas se negaron a rendir armas y marcharon al son de un paso de ataque que -con gran destreza y valentía- marcaba con su tamborcito Pedrito Ríos, el niño correntino de 12 años. Durante el desarrollo de la lucha, dos disparos de fusilería le impactan en el pecho, segando su vida.

Tras siete de horas de lucha y con grandes pérdidas, el Ejército de Belgrano logra sorprender y desmoralizar al adversario provocando su retirada y el mantenimiento de la posición en el Cerro de los Porteños. Aunque la batalla de Tacuarí finaliza con un armisticio y el repliegue definitivo de las tropas patriotas, el gesto de valentía y sacrificio con que nuestros soldados afrontaron ese instante crucial se vio reflejado en la determinación del Tamborcito, que mantenía en alto el espíritu de los soldados de la Junta de Buenos Aires batiendo el parche sin cesar y avanzando.

Pedro Ríos, a quien la memoria popular y los relatos historiográficos refieren como el Tamborcito de Tacuarí, se convierte así en el pionero de todos los héroes correntinos que con su sangre hicieron de esta tierra el país tal como lo conocemos hoy. En 1912 el Consejo Nacional de Educación, a cargo de don José María Ramos Mejía, dispone que sea recordado en las escuelas del país.

Recientemente, un grupo de ciudadanos se organizaron con el objetivo de constituir una Comisión Popular de la Memoria del Tambor de Tacuarí, en vísperas del cumplimiento del bicentenario de su fallecimiento en combate. El Presidente de esta Comisión, el Dr. Carlos Hermann Güttner, oriundo del pueblo del Tamborcito, nos hace llegar una serie de solicitudes a fin de restituir el necesario reconocimiento a los correntinos, y a sus niños, como expresión de los sectores populares en la gesta emancipadora. Esta Comisión solicita que se declare el año 2.011 como AÑO NACIONAL DEL TAMBOR DE TACUARÍ; y que se instituya la fecha 9 de Marzo como DÍA DE LOS NIÑOS ARGENTINOS en homenaje al sacrificio patriótico del niño Pedro Ríos en la batalla de Tacuarí (9 de Marzo de 1.811) donde perdiera la vida mientras se desempeñaba como tamborilero del Ejército del General Manuel Belgrano, y que entre otras demandas, se imprima una serie de sellos postales conmemorativos.

Entre los considerandos que nos acercara esta Comisión, figuran:

- La imperiosa necesidad de despojar del carácter comercial a ciertas fechas conmemorativas, recuperando los valores de nuestra identidad nacional y en reconocimiento a los héroes y mártires olvidados que lucharon desinteresadamente por nuestra libertad e independencia;

- Que el próximo 9 de Marzo de 2.011 se cumplen doscientos años de la batalla de Tacuarí y de la muerte en combate del niño Pedro Ríos, conocido en la historia como "El Tambor de Tacuarí";

- Que el pueblo argentino necesita reivindicar los valores supremos de la identidad nacional, la libertad, el amor a la Patria, la soberanía e independencia en el orden político, social y económico, por todos los hombres, mujeres y niños que se sacrificaron y dieron su vida para que fuésemos una Nación justa, libre y soberana;

- Que se requiere una permanente defensa de la Memoria y del Patrimonio Histórico y Cultural de cada pueblo de esta Nación;

- Que el Niño Héroe Pedro Ríos perteneció a una generación pionera en la lucha por la emancipación nacional y fue de los primeros hijos de la provincia de Corrientes en ofrecer su vida como sacrificio en pos de la liberación de la Patria, al igual que Juan Bautista Cabral, José Francisco de San Martín y los soldados héroes de Malvinas en 1.982;

- Que es reconocer en la figura de Pedro Ríos a miles de ciudadanos humildes, gauchos de cada rincón de este territorio, que en el devenir de la historia ofrendaron su sangre y sus bienes para forjar una Nación libre;

- Que ejemplos como el de Pedro Ríos no deben ser olvidados y merecen resaltarse en la enseñanza escolar de la historia y la memoria colectiva en tiempos de crisis de valores morales y patrióticos como los que atraviesa el mundo y, especialmente, nuestro país;

- Que el testimonio de vida de todos los héroes anónimos y olvidados constituye un legado a imitar en pos de la unidad nacional y el progreso de la Nación;

Sobre la real existencia del Tambor de Tacuarí, existen numerosos posicionamientos de historiadores nacionales y de la Provincia de Corrientes, especializados en la historiografía belgraniana que señalan la veracidad de esta heroica presencia, permitiéndonos como legisladores recurrir a estas fuentes con el propósito de fundamentar una posición ante esta iniciativa. Quisiera además Sr. Presidente citar las conocidas estrofas de Rafael Obligado, que reflejan apasionadamente el espíritu de este proyecto.

Es un grupo de argentinos el que marcha a combatir; es la Patria quien los mueve y es Belgrano su adalid. Con la bala y con la idea, traen de Mayo el boletín; y las selvas paraguayas van abriendo al porvenir, mientras juega con sus chismes el tambor de Tacuarí.

Rompe el aire una descarga, el cañón entra a crujir, y un vibrante son de ataque los empuja hacia la lid. Bate el parche un pequeñuelo que da saltos de arlequín, que se ríe a carcajadas si revienta algún fusil, porque es niño como todos el tambor de Tacuarí.

Es horrible aquel encuentro; cien luchando contra mil; un pujante remolino de humo y llamas truena allí; ya no ríe el pequeñuelo: ¡suelta un terno varonil, echa su alma sobre el parche y en redobles lo hace hervir, que es muñeca la muñeca del tambor de Tacuarí!

"¡Libertad! ¡Independencia!" parecía repetir a los héroes de dos pueblos, que entendiéndose por fin, se abrazaron como hermanos; y se cuenta que de ahí por América cundieron, hasta en Maipo, hasta en Junín, los redobles inmortales del tambor de Tacuarí.

Sr. Presidente, por las razones anteriormente expuestas y haciéndome eco de la solicitud de los ciudadanos que integran la Comisión Popular de la Memoria del Tambor de Tacuarí, fundamento este proyecto de Ley e invito a mis pares a apoyar con patriotismo a esta iniciativa.