La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su enérgico repudio a la represión realizada por Gendarmería Nacional contra los trabajadores y trabajadoras de la empresa Cresta Roja que el 16 de mayo del año en curso se encontraban realizando una medida de fuerza en la planta ubicada en Tristán Suarez, Partido de Ezeiza, Provincia de Buenos Aires, en reclamo de los despidos y las suspensiones anunciadas por las autoridades de la empresa.

Señor presidente:

El 16 de mayo del año en curso, los trabajadores y trabajadoras de la empresa Cresta Roja fueron reprimidos en el marco del desalojo de la medida fuerza que realizaban en la planta de la empresa, en reclamo por los despidos y las suspensiones anunciadas - que alcanzarían a 800 trabajadores/as y sus familias - y por los salarios adeudados.

El conflicto comenzó cuando la nueva empresa que comenzará a operar el frigorífico, anunció un plan de reestructuración de la planta de trabajadores/as, el que ya fue aprobado por el Ministerio de Trabajo y tres de los cuatro gremios con representación en la planta.

Los/as trabajadores/as denuncian que esta restructuración implica que la planta funcione con 250 operarios durante el primer año, con la promesa de sumar otros 250 en julio de 2019. Este esquema significa que aproximadamente 800 trabajadores queden desempleados, ya que la planta actual supera los 1300 trabajadores/as.

En este sentido, los operarios denunciaron en una entrevista radial que: “la empresa Wade S.A. decidió hoy arrancar la faena con 200 personas quedando 900 afuera, y a las 5 y media (de la madrugada) se presentó Gendarmería con camiones hidrantes y empezaron a reprimir sin que hiciéramos nada, sólo una olla popular como todas las noches”.

Según la información publicada en los medios de comunicación, en horas de la madrugada del 16 de mayo, aproximadamente unos mil efectivos de la Gendarmería Nacional con apoyo de personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, comenzaron el operativo para desplazar a los/as operarios/as de la planta y concluir con la medida de fuerza que estaban realizando. Para el desalojo la Gendarmería utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y camiones hidrantes.

Los/as trabajadores/as manifestaron que fueron perseguidos y reprimidos por las calles del barrio La Unión, en inmediaciones de la planta, hasta la ruta 205

y las vías del ferrocarril que va hacia Cañuelas, donde volvieron a intentar reagruparse y hacer un corte de ruta para denunciar la persecución y represión padecida. Asimismo, una vez concluido el bloqueo, los efectivos de las fuerzas de seguridad permanecieron custodiando la planta.

Esta ante un nuevo caso que nos permite afirmar que la represión a las manifestaciones sociales se ha transformado en moneda corriente desde el 2015 a esta parte. Lamentablemente vemos, una y otra vez, cómo los reclamos de los distintos sectores de nuestro pueblo terminan con la misma respuesta por parte del Gobierno: la represión. No se procura canalizar los conflictos mediante la intervención de aquellos ministerios o instituciones que deberían dar una respuesta a los reclamos expresados en cada manifestación y/o medida de fuerza.

Sumado a ello, en cada hecho de represivo, observamos cómo se dejan de lado los criterios delineados por los instrumentos internacionales de derechos humanos en relación a las intervenciones de las Fuerzas de Seguridad en las manifestaciones públicas.

En este sentido, presenciamos la utilización excesiva de las balas de goma al solo efecto de dispersar las manifestaciones, la falta de identificación personal de los funcionarios policiales y de fuerzas de seguridad intervinientes, la ausencia de canalización de los reclamos, la portación de armas de fuego, la ausencia de funcionarios de la cartera de Seguridad dirigiendo las intervenciones, y garantizando que los reclamos puedan ser canalizados, las detenciones masivas y arbitrarias y una larga lista de etcéteras. Una espiral represiva en la cual el hecho traído a colación en el presente repudio es solo un eslabón.

Entiendo que cada uno de los parámetros señalados resultan más que suficientes para repudiar la represión llevada adelante por la Gendarmería Nacional contra los/as trabajadores/as de Cresta Roja y es por ello que solicito a mis pares su acompañamiento en el presente proyecto.