La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declarar de Interés de la H. Cámara de Diputados de la Nación la vida y obra de Pelagio Baltasar Luna, abogado y político riojano, al conmemorarse el centenario de su fallecimiento ocurrido el 25 de junio de 1919, en el ejercicio de la Vicepresidencia de la Nación.

Señor presidente:

A través de esta iniciativa quiero destacar la figura de un eminente prohombre de la política, hijo dilecto de La Rioja, el doctor PELAGIO BALTASAR LUNA, hombre de su tiempo, constructor de la democracia argentina.

Nació un 6 de enero de 1867, sus padres fueron Doña Filomena Herrera y Herrera y Don Domingo Luna Herrera, fundador de la Unión Cívica Radical en La Rioja. Creció en una familia numerosa con 14 hermanos. Cursó sus estudios en la por entonces denominada “Escuela de la Patria” y en el Colegio Nacional de La Rioja, graduándose como bachiller. Se trasladó a Buenos Aires para estudiar Derecho, siendo compañero de personalidades destacadas en nuestra historia, como Lisandro de la Torre, Felipe Arana y Emilio Gouchon, entre otros. Su tesis doctoral versó sobre “El mandato y las obligaciones del mandatario”.

De regreso en la provincia de La Rioja, ejerce la profesión de abogado durante más de 20 años, forjando renombre de digno y hábil profesional. Trabajador ferviente. Se desempeña como Juez, llegando a ejercer el Ministerio Superior de Justicia.

Fue docente, en el Colegio Nacional de la Ciudad de La Rioja donde supo obtener el respeto y consideración de alumnos y colegas; también vocal dentro de la estructura directiva del establecimiento, además de un permanente colaborador en el Consejo de Educación de la provincia.

Actuó, como presidente de la Comisión de Defensa Agrícola y de la Biblioteca Popular. Asesor jurídico ad honorem del Círculo Católico de Obreros.

Funda en 1904 “El Independiente”, dirigiéndolo por 18 años, con el compromiso de reflejar y difundir los intereses generales de la provincia. Aquella primera versión salió con frecuencia bisemanal. Además, prestó colaboración en otros medios gráficos, como La Prensa y El Argentino de Buenos Aires.

En relación a su actividad política, participó del meeting del Jardín Florida, actuó en la Revolución del Parque, formando parte del Comité Nacional en representación de La Rioja, destacándose siempre por su gran compromiso.

En 1905 firmó el Manifiesto Revolucionario en el que se exigía sufragio libre, respeto a la Constitución, moral administrativa, vida republicana sana, libertad para el municipio y respeto a las autoridades provinciales. Fue miembro de la convención que en 1909 reformó la Constitución de La Rioja reconociendo a la Legislatura la facultad de abrir y cerrar su período, e introdujo la figura de vicegobernador. Además, ejerció la Presidencia de la Comisión de límites entre La Rioja y las provincias de San Luis y San Juan.

Dirigió de manera enérgica la oposición al partido Conservador Centrista y se postuló como candidato a gobernador de La Rioja en 1913, ganando las elecciones en las urnas, aunque no pudo asumir el cargo debido a operaciones fraudulentas.

Durante 1915 su nombre era aclamado en la convención partidaria como candidato a la Vicepresidencia de la Nación para acompañar a Hipólito Yrigoyen en los comicios del 3 de abril de 1916. La fórmula Yrigoyen-Luna fue electa para el periodo 1916-1922 llegando de esa manera por primera vez al gobierno la Unión Cívica Radical, convirtiéndose así en los primeros en asumir ese cargo tras la reforma del presidente Roque Sáenz Peña (Ley Sáenz Peña) de voto secreto, obligatorio y universal para varones.

En su gestión, durante 1917, se crea la primera estructura orgánica de la Biblioteca del Congreso Nacional, designándose una comisión Administradora Bicameral y el 18 de octubre de ese mismo año, se inaugura la primera Sala Publica de Lectura en el Palacio del Congreso.

Falleció ejerciendo el cargo de vicepresidente de la Nación el, 25 de junio de 1919 a los 52 años de edad por una enfermedad crónica, reagravada súbitamente por el clima de Buenos Aires. La noticia de su muerte consternó al pueblo argentino que se agolpó en las calles mientras se dispuso una capilla ardiente en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno donde fueron velados sus restos.

Al cumplirse 100 años del fallecimiento del doctor Pelagio Baltasar Luna, queremos resaltar su calidad de dirigente, ciudadano y hombre comprometido hasta sus últimos días con los valores más nobles y elevados en pos del bien común de nuestro pueblo. En función de ello, solicito a mis pares, diputados y diputadas, acompañen con su voto afirmativo el presente proyecto.