La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la Charla “Corazón y vino: derribando mitos” organizada por la Federación Argentina de Cardiología y la Fundación OSDE, a realizarse el 24 de mayo de 2018 en la Ciudad de Mendoza.

Señor presidente:

El vino es la Bebida Nacional desde 2013 y su consumo es masivo en los hogares argentinos. Sin embargo, muchas veces su consumo se decide en base a mitos y las conductas son incorporadas en base al arraigo popular en detrimento de la evidencia científica. Por ello, la Fundación OSDE y la Federación Argentina de Cardiología brindarán una charla para informar sobre el consumo del vino y sus efectos en la salud en general y el corazón en particular. El disertante será el Dr. Carlos Secotaro, ex Presidente de la Sociedad de Cardiología de Mendoza y miembro de la Federación Argentina de Cardiología.

El consumo del vino está históricamente ligado a la salud: desde las sociedades antiguas como la griega, donde los padres de la medicina recomendaban la bebida, hasta Luis Pasteur en el siglo XIX, se observó en diversas sociedades que el consumo de vino de manera moderada es saludable. A partir del Siglo XX, diversos estudios científicos demostraron que el consumo moderado de vino – en un rango diario de 100 a 200 mililitros – puede ser beneficioso para la salud, en especial la cardiovascular y para disminuir la mortalidad.

Más aún, el vino argentino se destaca por sus propiedades antioxidantes: conforme un estudio realizado por el Fondo Vitivinícola Mendoza en asociación con la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad de Glasgow, la Universidad de Buenos Aires y el INTA, demostró que los vinos argentinos de todos nuestros territorios tenían muy buen contenido de polifenoles, poderosos antioxidantes y protectores, en niveles comparables a los vinos franceses.

Más allá de los beneficios para la salud cardiovascular (disminución del riesgo de ateroesclerosis, reducción del riesgo de infarto, entre otros) existen evidencias crecientes de que el consumo moderado de vino tiene impactos positivos en otras enfermedades occidentales, tales como la diabetes y el cáncer.

Sin perjuicio de lo expuesto, es necesario informar a la población sobre el consumo del vino, la importancia de su moderación y los riesgos del abuso y sus consecuencias nocivas, haciendo hincapié en la evidencia científica para derribar mitos populares. En consecuencia, la difusión social de la información valiosa para la salud y el consumo responsable son esenciales y la charla en cuestión es un aporte valioso en dicha dirección.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.