PROYECTO DE TP


Expediente 2569-D-2018
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LOS ESTUDIOS REALIZADOS Y CONCLUIDOS EN EL CENTRO ATOMICO BARILOCHE, PROVINCIA DE RIO NEGRO, PARA INSTALAR UNA PLANTA DE PROPULSION NUCLEAR EN UN SUBMARINO TIPO "TR1700".
Fecha: 02/05/2018
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 39
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que informe a esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación lo siguiente:
a) ¿Cómo se prevé utilizar los estudios realizados y concluidos en el Centro Atómico Bariloche para el desarrollo de la ingeniería conceptual y básica de una planta de propulsión nuclear para un submarino tipo TR1700, la integración al mismo con mínimas modificaciones y los estudios de factibilidad técnico-ecónomica respectivos?
b) ¿Se va a iniciar, a través de INVAP, un proyecto para el diseño de un prototipo de reactor nuclear para propulsar la navegación submarina?
c) ¿Se ha considerado abandonar el trabajo realizado por nuestros científicos?
d) Toda otra cuestión que resulte atinente respecto del pedido de informes planteado.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El pasado sábado 14 de abril de 2018, el periódico Los Andes, de la ciudad de Mendoza, publicó un artículo en el que señala que nuestro país, con los recursos y tecnología de los que actualmente dispone, estaría en condiciones para producir un submarino nuclear y que, no obstante ello, se estaría pensando en abandonar el trabajo realizado hasta ahora en esta materia en atención a que Brasil estaría impulsando la construcción de submarinos de esas características.
En el artículo, “Submarino nuclear: el país puede pasar del sueño a la realidad en mediano plazo” (https://losandes.com.ar/article/view?slug=submarino-nuclear-el-pais-puede-pasar-del-sueno-a-la-realidad-en-mediano-plazo) , el investigador José Converti, ingeniero y profesor titular de Ingeniería Nuclear perteneciente al instituto Doctor José A. Balseiro, asegura que el sumergible nuclear argentino es un objetivo posible.
Comienza señalando que la tragedia del submarino ARA San Juan y la imperiosa necesidad de re-equipamiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) contrastan fuertemente con el nuevo impulso que cobró el proyecto de construcción de un submarino propulsado con energía nuclear en Brasil; y que estos hechos nos obligan a evaluar la opción nuclear para nuestra fuerza submarina.
Luego indica que sería bueno despejar preconceptos instalados en el imaginario colectivo. “A simple vista se observa la presencia de dos errores: que la tecnología necesaria para tal emprendimiento está muy lejos de nuestras capacidades y que representa un costo prohibitivo para la Nación. Ambas suposiciones son falsas. Tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, utilizan y desarrollan diferentes tecnologías, las cuales pueden integrarse en el proceso de concretar un reactor nuclear específico para la propulsión de nuestros submarinos. Los recursos preexistentes, como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados, constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura actual. Vale precisar que a nivel técnico, el factor que diferencia a los reactores convencionales de los propulsores es la integración naval. Lo que se traduce en una serie de requerimientos técnicos relacionados con la limitación de volumen disponible en el casco y la distribución del peso permitido en el submarino. Tales aspectos son cruciales para lograr la flotabilidad y estabilidad del mismo.”
Más adelante se precisa en el artículo que “la mayoría de los reactores nucleares que propulsan submarinos en el mundo son variantes del PWR (Reactor de Agua Presurizada, por sus siglas en inglés), diseñados bajo la configuración de uno o dos circuitos cerrados de agua o bien bajo una configuración compacta, donde se emplaza el generador de vapor sobre el recipiente de presión del reactor. Se suele aseverar que el prototipo argentino de reactor nuclear de potencia Carem (actualmente en construcción) tiene como fin secreto la propulsión naval, pero sus bases de diseño y concepción lo vuelven inviable. Este importante proyecto está concebido para la generación de energía eléctrica en una planta estacionaria y en última instancia para competir en el mercado de la núcleo-electricidad. A los aspectos comentados deben sumársele otros inherentes al diseño del reactor Carem que impiden su desempeño como reactor naval, tal como su gran tamaño, que lo vuelve incompatible con las dimensiones de un submarino clase TR-1700, como el ARA Santa Cruz y el ARA Santa Fe. Otro factor que lo hace inviable es su diseño auto-presurizado e integrado. No hay antecedentes de submarinos propulsados por reactores de este tipo. Corresponde precisar la relevancia del proyecto Carem por ser la primera experiencia propia en reactores de potencia de Argentina, y que es íntegramente gestionado por CNEA. A diferencia de los reactores de investigación, máquinas que ampliamente domina la empresa estatal Invap (Investigación Aplicada), la generación de electricidad —ya sea en tierra o en un submarino propulsado con energía nuclear— requiere presiones superiores a 120 veces la presión atmosférica y temperaturas de trabajo de 300°C. Esto desvirtúa la creencia de que Invap haya desarrollado reactores navales o que se encuentre en óptimas condiciones para su ejecución. Incluso áreas tan sensibles como los combustibles nucleares, que usan tanto los reactores de investigación de Invap como las centrales de potencia, son dominadas íntegramente por la CNEA.”
En otra sección de su nota, el investigador Converti se refiere a la cuestión de la seguridad de los combustibles nucleares que constituirían la base para el desarrollo del submarino nacional. Precisa que tales combustibles “constituyen la tecnología clave de este desarrollo, ya que usando una variante de arreglos de placas es posible lograr una configuración viable sin sobrepasar el 20% de enriquecimiento del uranio-235 (isótopo útil para la fisión nuclear). Es decir, se cumple con el límite establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al cual Argentina suscribe desde 1991. Más aún, este combustible presenta características de seguridad superiores, que lo vuelven óptimo para operaciones oceánicas con capacidad para responder a variaciones abruptas de potencia. Con un diseño optimizado, un único núcleo podría abastecer de energía al submarino durante toda su vida útil sin efectuar recambios de combustible.”
Posteriormente indica que “las principales soluciones tecnológicas en el orden internacional, como la dispersión cerámica en matrices metálicas (Cermet) y la utilización de pastillas planas (Caramel), están al alcance de las capacidades actuales con las que cuenta el país. Junto a lo indicado, es bueno resaltar que la propulsión de un submarino tipo TR1700 requiere de potencias relativamente bajas si se utiliza como propulsor híbrido. El reactor del submarino alimenta a un turbogenerador que abastece tanto a un sistema de banco de baterías reducido como al motor que acciona la hélice del submarino. Este último aspecto permite una navegación más silenciosa, dejando al reactor en el rango inferior de potencias entre los diseños de su tipo. Los submarinos clase Rubis de la Armada francesa tienen dimensiones semejantes a nuestros TR1700 y constituyen un excelente antecedente. Su planta de propulsión nuclear ocupa el mismo espacio y aproximadamente el mismo peso que la planta de propulsión diésel del TR1700.”
En otra sección del artículo que estamos analizando, el investigador e ingeniero del Instituto Balseiro se refiere al “blindaje”. Expone que “un aspecto técnico a precisar es el blindaje, diferente de las centrales comerciales. Su importancia radica en que debe guardar un compromiso entre su misión principal, que es proteger a la tripulación de la radiación (tanto de rayos gamma como de neutrones), y contar con un peso y volumen que no exceda lo permitido en el submarino. Es importante, por otra parte, que tanto la distribución del peso como el balanceo permitan obtener una correcta integración de la planta de generación con el resto del submarino. Contar con un prototipo en tierra sería el primer paso en el proyecto, tanto para la validación de los cálculos como para ganar experiencia operativa y entrenamiento de las tripulaciones.”
Afirma que las condiciones técnicas descriptas se cumplirían razonablemente con la tecnología ya disponible en el país. La estimación de costo efectuada no sobrepasa los 300 millones de dólares norteamericanos, pudiendo ser desarrollado en un lapso no superior a los cinco años.
Asimismo, informa que “…el costo del submarino está directamente relacionado con tres factores claves en el proceso: el diámetro del recipiente de presión, de la sofisticación de equipos incorporados y la experiencia previa de construcción. Queda claro que la incorporación de una planta nuclear no encierra un sobrecosto prohibitivo. A los fines de contar con una idea de lo que significa el desarrollo de estas tecnologías, es bueno comparar con otros países. Australia, por ejemplo, firmó un acuerdo para la compra de submarinos —no nucleares— franceses por 3.100 millones de dólares cada uno; el proyecto Borei (Rusia), que apunta a desarrollar un nuevo submarino nuclear, representa 500 millones de dólares. Existen otros planes más ambiciosos a la par de costosos. Francia desarrolla el proyecto Le
Triomphant con un presupuesto calculado en 3.800 millones de dólares. Por lo tanto, desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, articulando con las capacidades del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Suponer que este desafío puede ser abordado por un único organismo o empresa es ignorar las enseñanzas que deja la experiencia internacional.”
Finalmente, y retomando a la afirmación efectuada en su encabezado, el artículo concluye que el submarino nuclear argentino no es un "sueño", sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país. Y prosigue sosteniendo que trata de un proyecto que puede recuperar la capacidad submarina de nuestra nación; y que si bien la justificación para desarrollar esta tecnología debe considerar los aspectos geopolíticos y de defensa, no existen limitaciones tecnológicas ni económicas para la concreción del proyecto.
Cabe señalar que un submarino con característica nucleares es aquel en donde el conjunto de turbinas diesel, generadores eléctricos y baterías, que constituyen la planta motriz de los llamados sumergibles de propulsión diesel-eléctrica (SSK), es reemplazado por un reactor atómico. Éste los hace más silenciosos y más difíciles de detectar que los convencionales. No sufren sus limitaciones tácticas por la necesidad de subir a profundidad de periscopio para poder “respirar” a través del “snorkel” y hacer funcionar sus motores diesel y cargar baterías que solamente les permiten navegar completamente sumergidos por unos pocos días, a baja velocidad, o por muy pocas horas, si deben hacerlo a velocidad máxima. Además, emerger o navegar a profundidad de periscopio incrementa las posibilidades de que puedan ser descubiertos y destruidos. Aunque hoy, con los sistemas AIP disminuyó en parte esa desventaja, no se equiparan de ninguna manera con los submarinos a propulsión nuclear. En este punto, se marca la diferencia. Éstos, incluso, pueden permanecer sumergidos durante semanas y navegar a velocidad máxima todo el tiempo, si es necesario. Lo mismo que en los submarinos diesel-eléctricos, el oxígeno y el agua son producidos a bordo mediante electrolisis. La única limitación es la necesidad de reabastecerse de alimentos y otros elementos de consumo o recargar armas utilizadas en caso de un conflicto (v. http://defonline.com.ar/submarino-nuclear-argentino-sueno-o-realidad/).
Resulta evidente, entonces, la importancia de poder apuntar a no solo cambiar la matriz energética de nuestra propulsión naval sino a recuperar las capacidades de la Argentina en los campos científico, tecnológico e industrial. Y además, aprovechar el generador nuclear desarrollado en el país.
Por lo demás, recientemente, en el portal de Infobae, se publicó la noticia según la cual Brasil se encontraría planificando el desarrollo, también, de un submarino a propulsión nuclear, en cuyo marco la administración de Michel Temer habría firmado con el Invap un proyecto para el desarrollo de un reactor RMBde investigación con alta tecnología. El costo de este acuerdo fue de 35 millones de dólares a la vez que hay un convenio de investigación de dos reactores para la producción de isótopos (v. https://www.infobae.com/ politica/2018/03/11/la-construccion-de-un-submarino-nuclear-en-brasil-desperto-interrogantes-en-la-argentina/).
En este contexto cabe preguntarnos cuál fue el destino de las tareas llevadas a cabo en el Centro Atómico Bariloche para el desarrollo de la ingeniería conceptual y básica de una planta de propulsión nuclear para un submarino tipo TR1700, la integración al mismo con mínimas modificaciones y los estudios de factibilidad técnico-ecónomica, a las que se refiere el ingeniero Converti en el artículo al que antes se hiciera referencia. Artículo del que se deriva, como antes se reseñó, la posibilidad de construir un prototipo de propulsión nuclear en nuestro país con los recursos existentes en un plazo breve y con un costo muy acotado. ¿Van a desperdiciarse todos los esfuerzos y avances realizados? ¿Se va a iniciar, a través de Invap, un proyecto de colaboración con Brasil para el diseño de un reactor nuclear para propulsar la navegación submarina y se abandonará definitivamente todo proyecto para la producción de un submarino nuclear argentino, aun cuando se trataría de un proyecto viable tencnológica y económicamente? ¿Está previsto algún tipo de integración estratégica con Brasil en esta materia? En su caso, ¿qué organismos y/o empresas públicas participan del mismo?
Es por todo ello, Señor Presidente, que consideramos necesario la aprobación de una resolución de la H. Cámara, dirigida al Poder Ejecutivo, para que éste informe sobre aquellas cuestiones, tan relevantes para nuestra Defensa nacional y para el campo del desarrollo científico, tecnológico e industrial; y por ello solicitamos también, a los demás Diputados, que nos acompañen en esta iniciativa.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GARRE, NILDA CELIA CIUDAD de BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA (Primera Competencia)
DEFENSA NACIONAL
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
22/05/2018 INICIACIÓN DE ESTUDIO Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría
04/09/2018 CONTINUACIÓN DE ESTUDIO Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría
06/11/2018 CONTINUACIÓN DE ESTUDIO Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría