La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su homenaje y reconocimiento a María Eva Duarte de Perón, en el 100° Aniversario de su nacimiento por su compromiso, su actuación profundamente humanista, el legado humano en la lucha por la justicia social y reconocimiento del lugar de la mujer en la sociedad.

Señor presidente:

El presente proyecto de Declaración buscar rendir homenaje y reconocer a Eva Duarte de Perón, en el 100° Aniversario de su nacimiento por su compromiso, legado humano en la lucha por los derechos sociales, la justicia social y el reconocimiento del lugar de la mujer en la sociedad.

A lo largo de estos fundamentos se hará referencia y trascribirá párrafos tomados de diferentes discursos vertidos por ella, entre los años 1947 y 1950, donde se pone en evidencia su firme carácter, pensamiento humanista, claro y congruente con su accionar dentro del proceso de transformación político, social y económico del país, el que impulsara con ahínco.

María Eva Duarte nació hace cien años en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, República Argentina, el día 7 de mayo de 1919, hija de Juan Duarte y de Juana Ibarguren.

En el año 1944 conoce al General Juan Domingo Perón, con quien contrae matrimonio en octubre de 1945.

Desde entonces enfatiza su actuación en la vida política del país como activa colaboradora de su compañero, llevándola a expresar: “Con Perón estuvimos en las buenas y en las malas, en los días inciertos de sus primeras luchas en la querida e inolvidable Secretaria de Trabajo y Previsión. Con él estuvimos en los días de su aparente derrota…Con Perón estuvimos el 17 de octubre en la Plaza de Mayo y en aquella noche inolvidable yo adquirí, con los descamisados, una deuda impagable…” (24.02.1950).

De sus expresiones realizadas en público: “...yo humilde mujer del pueblo, entendía que debía ocupar mi puesto en la lucha con los trabajadores, con los descamisados, para que Perón pudiese realizar la esperanza de todos…” (24.02.49). Se desprende la decisión personal, frente a las circunstancias en que la vida la coloca, de tomar un puesto, un lugar, que de hecho toma y desde donde lleva adelante un vasto trabajo de promoción y legado.

Hay en sus discursos adelantados conceptos acerca de la justicia social, igualdad de oportunidades, derechos de ancianidad, atención de la salud, protección integral de los niños, igualdad, capacitación a la mujer, actuación política de la mujer y desafíos, el tratamiento de la dignidad del trabajador y un trabajo dedicado a la causa social que abraza con pasión, que la convierten en precursora en la construcción del derecho de la seguridad social y realización de la justicia social.

El 9 de septiembre de 1947, se sanciona la Ley N° 13.010 que consagra el voto femenino y que fue promulgada el 23 de septiembre de 1947. Ese día Eva Duarte de Perón dice:

“Mujeres de mi patria: recibo en este instante, de manos del gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo ante vosotras con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto de la ley que proclama la victoria. Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de unos pocos artículos, una larga historia de luchas, tropiezos y esperanzas… Esto traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados…”.

El 26 de julio de 1949, se realiza la primera Asamblea Nacional del Movimiento Femenino peronista. En esta oportunidad, durante un largo discurso propone reivindicar el lugar de la mujer en la sociedad como ciudadana y la importancia de su acción, la valorización de la vida femenina y el “papel decisivo de la mujer en los días que se avecinan para toda la humanidad”, considerando a la primera asamblea, ejemplo para América Latina y la organización del movimiento femenino como único camino para garantizar la causa del presidente Perón y la lucha por los derechos sociales.

Su pensamiento: “Estamos reunidas en la primera asamblea nacional del movimiento femenino peronista para trazar nuestros propios caminos, buscando nuestra trayectoria, como mujeres y como ciudadanas que han aceptado y sienten la responsabilidad que les toca en el porvenir de la nación. Tenemos una ideología, la doctrina peronista, tenemos un líder, el General Perón, tenemos una democracia política y económica, de amplio contenido social, posible de ser perfeccionada, y la búsqueda de la perfección es una tarea específicamente femenina, porque la mujer es la más alta reserva moral del hogar. Hay pues, ante nosotras, un ámbito enorme que espera la actividad político social de la mujer para iniciar las marchas hacia formas más perfectas de vida, de relación de existencias comunes a toda la familia nacional.”

En este mismo discurso alude a la Ley del voto femenino, trazando la significancia y necesidad de capacitar y educar a la mujer en la ampliación de conciencia cívica: “…el 23 de setiembre de 1947, en nombre y representación de todas la mujeres de la patria, recibí de manos del general Perón la Ley n* 13010, que dice en su primer artículo que las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos. Habíamos conquistado nuestros derechos cívicos, habíamos logrado que se nos reconociera la responsabilidad de unirnos cívicamente a todo el pueblo en la lucha por la perfección de nuestra democracia. Habíamos logrado romper los lazos anacrónicos de un convencionalismo negativo que mutilaba el espíritu de la nación y habíamos conquistado para el porvenir el arma doble y fecunda del voto. Todo derecho supone un deber y nuestros derechos cívicos multiplican nuestra responsabilidad, que se suma ahora a la que surge de nuestra condición de ciudadanas”.

El lugar de la mujer frente a los problemas sociales, su protagonismo y espíritu de paz también es contemplado: “… las mujeres no hemos sido meras espectadoras del drama social. Hemos sido actoras y lo seremos en el porvenir con más intensidad aún. Reclamamos nuestro puesto en la lucha porque hemos sufrido tanto o más que los hombres, porque, como sostenemos siempre, nuestra misión esencial no solo es dar hijos a la Patria, sino hombres a la humanidad.” “…como mujeres y como ciudadanas sabemos que todas las madres, todas las obreras y todas las hijas del mundo quieren la paz…”

Refiere también a la explotación de la mujer y desventajosa situación en el trabajo, afirmando conceptos básicos del derecho del trabajo : “Si los trabajadores conocen la repugnancia que hay de comercializar el trabajo a bajo precio, considerándolo, no como esfuerzo a través del cual el hombre se realiza , sino como una mercancía más en el mercado del consumo capitalista, esa repugnancia ha sido doble en la mujer laboriosa como él, más negada que él, y más escarnecida que los hombres, se les negó también y en mayor proporción el derecho a rebelarse a asociarse y a defenderse”.

El 27 de julio de 1949 expresa ante los delegados a la reunión nacional del partido peronista en Parque Norte: “Yo quiero que vean en la Señora del General Perón, no una feminista a la antigua, sino una feminista moderna, constructiva que sabe lo que pasan los hombres y lo que pueden aportar las mujeres. No estamos en una lucha de dominación de grupos: estamos en lucha para dejar una patria más grande, más justa y más feliz que cunado la encontramos”

Según su propia apreciación era una mujer del pueblo, con gran sentimiento patriótico, comprometida en la causa del general Perón y las necesidades de la gente, con los descamisados, a quienes considera sus compañeros.

El 19 de mayo de 1949 decía en Santiago del Estero: “la fundación que tengo el honor de presidir, va levantando todos los ámbitos de la república escuelas, institutos, hogares de tránsito, hogares infantiles y hospitales, para demostrar que una mujer de pueblo, al lado de un patriota, ha sabido auscultar los latidos del corazón popular. También he querido que cada obra sea como un exponen ente de nuestro homenaje a la clase sufriente que con su sacrificio fue la forjadora de esta gran Argentina.”

Desde la Fundación de Ayuda Social, al dejar inaugurada La Ciudad Infantil expresa el 14 de julio de 1949: “Dije en cierta oportunidad que el país que olvida a sus niños renuncia a su porvenir …Esta Ciudad Infantil es un paso más en la marcha que nos hemos impuesto hacia la conquista de la asistencia integral para los niños argentinos, objetivo superior e irrenunciable para la Fundación …es modelo en el mundo…”

En la apertura de la Asamblea Extraordinaria de la Comisión Interamericana de Mujeres el 23 de agosto de 1949, se manifiesta con expresiones profundamente humanistas y pacifistas con conciencia de comunidad internacional, diciendo: “el espíritu real y profundo de la libertad y de la justica, puede medirse en la prosperidad y seguridad de un sentimiento pacifista, que no es la esperanza privilegiada de grupos o continentes, sino que representa una Patria de principios, y que desea a todos los pueblos del universo que loguen los medios para arribar a ese objetivo… es necesario que los hombres mujeres y niños pacifistas se organicen para trabajar por esa paz interna e internacional procurando entre otras cosas hacer desaparecer esa psicosis de la guerra… La hermandad de los hombres y mujeres, ciudadanos del mundo exige la solidaridad, la comprensión la solución mutua de sus mutuos problemas.”

En el Acto de Clausura de la Asamblea Extraordinaria de la Comisión Interamericana de Mujeres, realizada el 24 de agosto de 1949, se dirige a las presentes expresando que América celebra el esfuerzo de voluntades de mujeres para encontrar soluciones que arriben a hechos concretos y tangibles en derechos civiles, políticos económicos y sociales de la mujer. Se desprende de sus palabras un mensaje dirigido a hombres y mujeres, a la aspiración del progreso, fundado en el trabajo, la función social del hogar, a la necesidad de elevar la cultura social, dignificar el trabajo y humanizar el capital como la idea de establecer equilibrio y orden social, aludiendo a un plan de gobierno: “los pueblos que perfeccionan el concepto de trabajo, la dignificación del trabajador, dentro del plan integral del postulado básico de la civilización que es la paz, tienen en formación un principio de elevación de la unidad de familia como elemento fundamental de la unidad de los pueblos, depositarios de la humana comprensión y de la sensibilidad de una mística que solo tienen cabida en los pensamientos sublimes”

“El aporte femenino argentino como expresión de voluntades hacia una causa que inspira acción en el apoyo sin reparo, secunda el trabajo de restauración de la riqueza moral y material de nuestro pueblo, solidarizándose con esa política de humanización, que es la tesis más luminosa de la fusión social de los hombre y mujeres”… “tanto el hombre como la mujer expresan el concepto de que la función social nace en el hogar y es el centro sensible por excelencia del corazón de la patria, es el lugar específico para servirla y engrandecerla…”

El 1ro de octubre de 1949, en el día del mutualismo remarca el trabajo colectivo y la acción tesonera y patriótica, a quienes dice tomar como ejemplo, hombres y mujeres que trabajan anónimamente. Dice, además: “…qué importancia tan grande tienen las mutualidades que han estado trabajado en nuestra Patria durante tanto tiempo para ayudar colectivamente a los compañeros…”

El 24 de febrero de 1950, en la inauguración del parque de los derechos de la ancianidad, en la provincia de Bs As. expresa: “… Mis manos no se han cansado ni se cansarán jamás de recoger los pedidos del pueblo …Así fue que un día decidir poner en sus manos los derechos de la ancianidad. Comprendí que, en mi diaria labor, era urgente hacer algo por los hombres y mujeres que ya habían trabajado demasiado en la vida, los veía doblados por el peso de los años llegar hasta mí … Así nacieron Los Derechos de la Ancianidad”.

Eva Duarte de Perón es una política humanista y una de las mujeres protagonistas de la historia argentina que más ha dado a la construcción de los espacios de participación y actuación de la mujer y la justicia social con su impulso.

Por los motivos expuestos, y en ocasión del centenario de su nacimiento, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.