PROYECTO DE TP


Expediente 1421-D-2018
Sumario: RECONOCIMIENTO Y HOMENAJE A JOSE MARIA SOBRAL, COMO EL PRIMER GEOLOGO ARGENTINO QUE INVERNO EN LA ANTARTIDA ARGENTINA.
Fecha: 23/03/2018
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 16
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Reconocimiento y Homenaje a José María Sobral.
Artículo 1°: Reconózcase y Ríndase Homenaje a José María Sobral, como el primer geólogo argentino y el primer argentino en invernar en la Antártida.
Artículo 2°: A los efectos de lo mencionado en el artículo precedente, dispóngase la realización de un homenaje público en cuanto al presente Reconocimiento, el cual constará de una placa conmemorativa emplazada en las cercanías del monumento homónimo sito en la Plaza Alférez Sobral, situada entre las Avenida Las Heras, Scalabrini Ortiz y las calles, Salguero y Cabello.
Artículo 3°: El Poder Ejecutivo Nacional designará a la autoridad de aplicación de la presente ley, la misma aceptará en condición de donación del Consejo Superior Profesional de Geología la placa conmemorativa mencionada en el artículo 2do.
Artículo 4°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El presente proyecto de ley propone reconocer y rendir homenaje a José María Sobral, quien nació en Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, el día 14 de abril de 1880 y coincidentemente murió en Buenos Aires un 14 de abril de 1961. Fue un explorador, militar y geólogo argentino.
Ingresó en la Armada Argentina y realizó el primer viaje de la fragata Sarmiento. En 1902 viajó a la Antártida en la expedición científica de Otto Nordenskjöld, permaneciendo 20 meses entre los hielos.
A fines del siglo XIX, dos congresos internacionales de geografía realizados en Londres (1895) y Berlín (1899) establecieron la conveniencia de emprender una gran expedición a la Antártida, pues ésta era (en líneas generales) la única región del planeta sobre la cual no había información importante. Como consecuencia, en la ciudad sueca de Gotemburgo, Nordenskjöld comenzó a organizar un viaje al cuadrante antártico americano. El área de estudio específica en la que este investigador desarrollaría sus trabajos era la región oriental de la península Antártica.
A fines de 1901 se organizó en Suecia, con donaciones privadas, una expedición integrada por científicos navegantes, con la misión de explorar el desconocido continente antártico, invernando en él para realizar estudios y mediciones. Estaba dirigida por el geólogo sueco Otto Nordenskjöld y la nave que la realizó fue el velero Antarctic que comandaba Carl Anton Larsen.
La Argentina participaría con la instalación de un observatorio magnético y meteorológico en proximidades de la isla de los Estados. Por su parte, el Reino Unido y Alemania también integrarían el proyecto con sendos viajes de investigación a los cuadrantes pacífico e índico del continente antártico. Expediciones de Australia, Escocia, Bélgica y Francia completaban el ambicioso plan internacional en búsqueda de información científica en la zona.
Otto Nordenskjöld era un geólogo reconocido en Suecia. Ejercía su actividad como profesor titular en la Universidad de Upsala, donde desarrollaba su labor de investigación. Su idea era viajar a la Antártida en un buque apto para cruzar el pasaje de Drake y navegar en las peligrosas aguas del mar de Weddell. Allí establecería lo que él llamaba una estación invernal: una pequeña cabaña de madera que funcionaría como base de operaciones para la realización de investigaciones científicas durante el invierno septentrional de 1902. Al llegar el verano, los expedicionarios abordarían nuevamente el buque y regresarían para procesar la información recolectada durante su estadía.
En cierto modo, puede decirse que la expedición Nordenskjöld de 1901 a 1903 estableció la primera base científica antártica: esta cabaña es actualmente administrada y conservada por la República Argentina, que la denomina Refugio Suecia.
Debido a su espíritu de cooperación internacional, Otto Nordenskjöld deseaba promover el desarrollo de la ciencia en la Argentina. Movido por ese sentimiento, este investigador había tenido conversaciones con el polifacético naturalista Francisco Pascasio Moreno.
Como resultado de esas charlas, el científico sueco permitió que un argentino integrara su equipo. El elegido fue el joven alférez de fragata José María Sobral, quien se desempeñaría como observador meteorológico, con tan solo 21 años. A su regreso, el júbilo y delirio que despertó en la población argentina lo convirtieron en un personaje muy popular.
Procedente de Suecia, en donde habían embarcado nuevos tripulantes, el Antarctic regresó a buscar a los expedicionarios de la isla Cerro Nevado (Snow Hill). Intentó llegar, pero los hielos acumulados se lo impidieron. Desembarcaron tres suecos en bahía Esperanza, quienes trataron de llegar a pie a la estación científica. En el camino se encontraron con el Dr. Nordensköld y con Jonassen, quienes habían salido a tratar de encontrar al Antarctic. Sin embargo, el buque nunca llegó a destino. Debido al mal tiempo y a la abundancia de hielo, la nave no pudo ingresar por lo que luego se denominaría estrecho Antarctic.
Buscando un camino, la nave quedó aprisionada por los hielos y se hundió en 24 horas. Caminando a las órdenes de Larsen, los náufragos consiguieron llegar a la isla Cerro Nevado y se aprestaron a pasar el nuevo invierno con Sobral y sus compañeros.
Al mismo tiempo, en Buenos Aires, ante el retraso en el regreso del Antarctic, y a instancias del perito Francisco Pascasio Moreno y del teniente Ballvé, se comenzó a preparar una nave con la intención de ir a buscarlos, iniciativa que también se tomó en Francia, Suecia y los Estados Unidos.
A mediados de 1903 se reparó y alistó la corbeta Uruguay, una nave que no estaba preparada para navegar en los hielos. El comandante designado fue el capitán de corbeta Julián Irizar.
El rescate se inició en agosto de ese año, y ganándole a los otros buques, encontró a todos los habitantes de Cerro Nevado a mediados de septiembre, nueve meses después del naufragio.
La corbeta ARA Uruguay rescató a todos y emprendió el regreso. Desde la Provincia de Santa Cruz, luego de una fuerte tormenta, enviaron la noticia a Buenos Aires, en donde se preparó una recepción enardecida.
La nave llegó al puerto el 8 de noviembre de 1903, siendo recibida por 100.000 personas y un centenar de barcos que hacían sonar sus sirenas y bocinas en su honor. A partir del año siguiente la Argentina adquirió una base en la Antártida (Base Orcadas), ha ido renovando sus dotaciones y mantuvo siempre en alto su bandera en la Antártida, sabiendo al igual que el alférez Sobral, el primer argentino que la habitó, que su destino estaría unido a ese continente en el cual se había escrito la primera de muchas páginas de Valor y Humanidad.
De carácter fuerte y enérgico, Sobral se rebelaba contra todo lo que no respondía a la verdad, a la lógica y a la ciencia. El viaje cambió la vida de los expedicionarios, y el enviado argentino José María Sobral decidió renunciar a una promisoria carrera militar para iniciar estudios científicos superiores.
En 1905, luego de solicitar su baja de la Armada en 1904 con el grado de Alférez de Navío (luego pasó a denominarse Teniente de Fragata), viajó a Suecia para estudiar geología, obteniendo allí el doctorado en la Universidad de Upsala. Se convirtió en el primer geólogo del país (en esa época el título era doctor en Ciencias Naturales).
En Suecia se casó y tuvo 9 hijos, cuatro suecos y cinco argentinos. Regresó a la Argentina en 1914 y fue designado director de Hidrología, cargo que desempeñó hasta 1930. Intrigas y envidias lo desplazaron de su puesto, pero el presidente general Agustín P. Justo lo nombró embajador en Noruega. Sobral hablaba 9 idiomas y escribió excelentes artículos en Europa.
En 1930 también fue declarado por la Sociedad Hispánica de Nueva York el sabio geógrafo más grande del Hemisferio Sur. En Suecia, los científicos de ese país llamaron "Sobral" al mineral piroxmangita descubierto allí en 1913.
A fines de 1931 ingresó como geólogo en YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) donde se jubiló en 1935.
Desde entonces y hasta su muerte en el año 1961 continuó recorriendo el país haciendo estudios geológicos y dando conferencias sobre esos temas.
En todos estos años no olvidó la Antártida, sobre la cual siguió investigando y en sus conferencias al respecto siempre sostuvo la necesidad de su ocupación pacífica, tanto del continente antártico como de los archipiélagos subantárticos.
Fue autor de importantes libros, entre ellos, "El Futuro de Nuestra Armada", "Problemas de los Andes Australes", "Sobre Cambios Geográficos", "La Frontera Argentino-Chilena en el Canal de Beagle" y "Dos años entre los hielos".
La iniciativa busca conmemorar al Alférez Sobral con una placa donada por el Consejo Superior Profesional de Geología. Por las razones expuestas, solicito a mis pares acompañamiento en la aprobación del presente proyecto de Ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ROMA, CARLOS GASTON TIERRA DEL FUEGO PRO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LEGISLACION GENERAL (Primera Competencia)