La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación por la situación presupuestaria del INTA, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el recorte de cargos en la institución.

Señor presidente:

La dirección del INTA anunció recortes en los cargos del Instituto. Bajo la pretensión de una modernización, lo que se está haciendo es degradar la actividad de los IPAF, Institutos de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar. La marginación de esta actividad, la degradación y desaparición de los cargos de dirección son la señal abierta de que la prioridad del INTA no pasará ya por la agricultura familiar. Lo evidente es que esas direcciones pasarán a depender de otros, quedando la agricultura familiar sin personal de dirección y capaz de tomar decisiones. Mientras el Estado debería estar del lado de los que más lo necesitan, vemos que esas voces tendrán menos eco en Buenos Aires.

Los recortes en el presupuesto vienen siendo sostenidos. Para el Presupuesto 2019, el PEN había propuesto una reducción del 25% respecto del presupuesto anterior. El Congreso de la Nación habilitó un refuerzo para mejorar las condiciones de funcionamiento e impedir el cese de programas que llevan años y hasta décadas de funcionamiento ininterrumpido. Sin embargo, de los $213 millones que debieron haber sido girados en el trimestre para gastos operativos, sólo llegaron $93 millones, lo que ha dejado al instituto en condiciones inciertas de funcionamiento. Y a eso se suman los recortes en los institutos que cuentan con personal altamente calificado.

Los trabajadores están preocupados por la posibilidad de cierre de 25 agencias de extensión y tres sedes del IPAF a lo largo del país. Las autoridades no desmienten la reestructuración pero aducen que no habrá despidos. Sin embargo, se hace difícil entender cómo el Sr. Presidente de la Nación dice querer que la Argentina exporte más y mejores productos agropecuarios mientras los trabajadores de uno de los más prestigiosos institutos argentinos ven reducirse sus salarios en términos reales, ven el achicamiento de la estructura de investigación, ven que algunas tareas son degradadas en la consideración política y ven que los fondos presupuestarios no alcanzan a cubrir las actividades ya programadas. La contradicción entre el discurso y la realidad que ven los trabajadores, no puede ser más amplia.

Debemos recordar que el INTA cuenta con personal de la más alta calificación, que se trata de científicos dedicados a la investigación y a la transferencia de esa tecnología. La labor incansable, sostenida y de alta calidad del INTA son y han sido uno de los pilares de la mejora en los rendimientos de nuestro sector agrícola a lo largo de seis décadas.

Hoy, con las sucesivas reducciones presupuestarias producidas desde 2016, los investigadores deben dedicarse a conseguir fondos del exterior para sostener los mismos programas anteriores. Esto hace que el tiempo de investigación se dedique a la gestión de proyectos, siendo menos eficiente en términos absolutos, condicionando la investigación a su financiación por parte de entidades externas y, adicionalmente, aumentando la deuda externa como forma de funcionamiento de actividades normales y previsibles.

En virtud de lo expuesto, es que solicito a mis pares acompañen el presente proyecto.