PROYECTO DE TP


Expediente 1117-D-2019
Sumario: "CUELLO PROTECTOR TIROIDEO" PARA PACIENTES DURANTE ESTUDIOS PREVENTIVOS PARA LA PROTECCION DE LA GLANDULA TIROIDES, ESTABLECER CON CARACTER OBLIGATORIO. CREACION.
Fecha: 26/03/2019
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 21
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


USO OBLIGATORIO DEL CUELLO PROTECTOR TIROIDEO
ARTICULO 1°- Establecer con carácter obligatorio el uso del Cuello Protector Tiroideo en Pacientes durante el estudio diagnóstico de RX (rayos equis) y Mamografías con carácter preventivo para la protección dela Glándula Tiroides.
ARTICULO 2°- El Poder Ejecutivo Nacional reglamentara dentro de los sesenta (60) días de promulgada la presente Ley el régimen de sanciones ante el incumplimiento de esta norma.
ARTICULO 3°- El Poder Ejecutivo Nacional implementara una campaña de información, y concientización en todos los establecimientos públicos y privados de salud del territorio nacional, con el fin de dar cumplimiento a la presente Ley.
ARTICULO 4°- Invitase a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a los Gobiernos Provinciales a adherir a la presente ley.
ARTICULO 5°- De forma

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El presente Proyecto de Ley tiene como objeto implementar la obligatoriedad del uso del cuello de plomo Protector para Pacientes durante el estudio diagnóstico de RX (rayos equis) y Mamografías con carácter preventivo de la Glándula Tiroides, tanto en el ámbito de la salud pública como privada.
En la actualidad nos encontramos con casos esporádicos del uso del mismo. Y la realidad nos indica que la implementación del cuello protector no posee ningún costo adicional y solo implican segundos en la colocación del mismo pudiendo salvar vidas en el futuro.
Distintas publicaciones podemos observar con respecto a esta problemática:
El sitio web - https://www.emol.com/noticias/Tendencias/2013/03/22/738627/Las-mujeres-al-hacerse-la-mamografia-deben-pedir-el-cuello-protector.html, publica lo siguiente:
“…Las mujeres, al hacerse la mamografía, deben pedir el cuello protector. Las investigaciones coinciden en que las personas susceptibles serían más propensas a desarrollar cáncer de tiroides. Someterse a radiografías dentales tendría más consecuencias que diagnosticar una enfermedad, ya que también podría provocar una patología de mayor gravedad. Y es que a pesar de que la relación entre exponerse a radiación y el cáncer de tiroides ha sido tema de debate entre los especialistas, recientes estudios demuestran que efectivamente la probabilidad de desarrollar el cáncer aumenta. Pero hay una forma de tomar resguardos. Cuando un paciente acude al laboratorio porque requiere de una radiografía, debe saber que en el lugar tienen que tener un cuello de plomo que cumple la función de proteger la zona de la tiroides. Este objeto es de suma importancia para obtener más seguridad, sin embargo, podría disminuir la calidad de la radiografía. El problema es que muy pocas personas lo conocen y en los centros médicos no los entregan como implemento para el examen aunque tienen la obligación de hacerlo, por lo que es fundamental solicitarlo. El jefe de la Unidad de Radioterapia del Centro Clínica del Cáncer de Clínica Las Condes, Pelayo Besa, explica que “el cuello de plomo para la radiografía diagnóstica es importante, porque disminuye en forma muy significativa la radiación detrás de la protección, por lo tanto es muy útil utilizarlo y no es ninguna molestia ponerse el cuello”. La luz de alerta se produjo en un episodio del programa Doctor Oz donde se habló el tema y mostraron un, hasta entonces, desconocido protector de plomo. Pero los riesgos se conocen desde un par de años antes, gracias a la investigación del Brighton & Sussex Medical School de Inglaterra en 2010. El organismo logró identificar que las personas a las que se les tomaron más radiografías dentales, más opciones tuvieron de desarrollar cáncer de tiroides. Asimismo, se extrajo que los antecedentes médicos de un paciente con cáncer de tiroides dan cuenta de exposiciones frecuentes o extensas a radiación en algún período de sus vidas, en especial durante la niñez. La conclusión cuenta con el apoyo de la Asociación Americana de Tiroides (ATA). Besa aclara que la radiación produce una variante del tipo de cáncer de tiroides. “El tipo de cáncer que produce la radiación es uno bien diferenciado que se puede tratar de forma muy efectiva y curar, en la mayoría de los casos, con cirugía. Pero es muy curable. El riesgo es tener que operar. El peligro de morir de este tipo de cáncer de tiroides es bajísimo”, sostiene. La radiación no es acumulativa, pero depende de la dosis que una persona reciba, el daño que podría tener. Por lo que si a un niño se le trata en reiteradas ocasiones con radiación, cuando llegue a la adultez habrá absorbido mucha más cantidad que la de una persona normal, incrementando las posibilidades de desarrollar un cáncer, por lo que el uso del cuello de plomo evitaría complicaciones. “Si se está tomando una radiografía no en la tiroides o en la zona de la tiroides, obviamente conviene protegerlo, y tenemos radiación directa si se irradia en la glándula. Hay una radiación que es imposible de proteger que es la interna. Al irradiar se desvían haces en todas las direcciones incluyendo la tiroides”, indica el doctor Besa. La tiroides es una glándula que está más propensa a recibir los efectos de la radiación porque “tiene que ver con cambios biológicos a nivel del material genético y cambios que van a generar eventualmente una transformación a células malignas y cáncer”, según afirma Besa. Además, sufre los efectos ‘s’ donde la tiroides resulta dañada aunque haya sido expuesta a una baja radiación, lo que se denomina radiación escape. En la misma línea, otro estudio de la revista médica Acta Oncológica determinó que los trabajadores de áreas relacionadas con las radiaciones como los laboratoristas de radiología o los dentistas, tienen una alta probabilidad de padecer cáncer de tiroides, además de otras enfermedades como meningiomas o tumores salivales. Esto, sucede exclusivamente por los efectos de la radiación reiterada y frecuente, ya que los investigaron señalaron que no incide la edad ni el sexo. Por esto, los investigadores recomiendan no someterse a radiografías dentales a menos que se tenga una orden médica en casos determinados y donde sea absolutamente necesario, y que el personal de los laboratorios de radiología cumplan con la indumentaria adecuada. Por su parte, Pelayo Besa aconseja resguardar siempre la salud. “Lo más importante de una radiografía es que esté bien indicada, o sea, que va a servir al paciente, que es más importante que tenga la radiografía a que no la tenga, porque va a permitir hacer el diagnóstico y corregir una enfermedad”, dice. El caso de la mamografía El temor se ha extendido hacia la realización de mamografías y el daño que pudieran ocasionar producto de la radiación. Para ayudar a dilucidar la incógnita, un artículo del American Journal of Roentgenology, indicó que el riesgo de de generar un cáncer de tiroides a raíz de este examen anual entre los 40 y 80 años, corresponde a 1 entre 17,8 millones de casos, mientras que el diagnóstico de cáncer de mama se da en uno de ocho. Como complemento, la cantidad de radiación durante la mamografía alcanza los 0,0005 miligrrays -unidad de medida de la dosis absorbida- que no representan peligro, según información del American College of Radiology (ACR) y de la Society of Breast Imaging Statement on Radiation. Esto dado que la tiroides absorbería en un año cerca de 17.500 veces más que lo que acumularía por la exposición a otras fuentes de radiación. De este modo, los estudios - hasta ahora- revelan que no habría incidencia de la mamografía en el diagnóstico del cáncer de tiroides. El doctor Besa asegura que “la mamografía tiene una pequeña radiación de escape que puede llegar a la tiroides. Ahora, las mamografías se empiezan a usar en las mujeres después de los 40 años y ahí el riesgo es menor”, y agrega que “la mamografía está indicada 100% independiente de que haya un riesgo menor de cáncer a la tiroides”. El especialista también resalta la importancia de conseguir diagnósticos que puedan salvar la vida de los pacientes, aun cuando exista un riesgo mínimo asociado a otra patología. “El cáncer de mama es la enfermedad más frecuente en las mujeres, entonces si lo diagnosticamos a tiempo, esa mujer se va a curar. Si no le tomamos la mamografía por temor al cáncer de tiroides, es una brutalidad, porque permitiríamos que tenga un cáncer avanzado y se pueda morir”.
El sitio web https://www.abc.es/salud/noticias/20120907/abci-tecnicas-diagnosticas-radiacion-antes-201309041716.html resalta un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ).
“…Las mujeres con una mutación en los genes BRCA1 o BRCA2, que controlan la supresión del cáncer de mama y de ovario, y que han recibido algún tipo de radiación diagnóstica -como una mamografía o una radiografía- en el pecho antes de los 30 años, tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas que portan la mutación del gen pero que no han sido expuestas a los rayos X, según un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ).
Se sabe que la exposición a la radiación es un factor de riesgo para el cáncer de mama en la población general. Además, algunos estudios ya han sugerido que las mujeres portadoras de una mutación en los genes BRCA1 o BRCA2 podrían ser más sensibles a la radiación, debido a que dichos genes están implicados en la reparación del ADN ser causada por la exposición a la radiación. De esta forma, el beneficio de las mamografías en aquellas mujeres jóvenes portadoras de las mutaciones podría no compensar el riesgo de la radiación. De hecho, algunos países han llegado incluso a recomendar que las mujeres eviten hacerse mamografías antes de los 30 años; sin embargo, hasta ahora los resultados que había arrojado las investigaciones había sido poco consistentes.
Mutaciones de ADN
Ahora, un equipo de Instituto del Cáncer de Holanda han analizado, durante 2006 y 2009, a un total 1.993 mujeres portadoras de mutaciones en BRCA1 y BRCA 2 de los Países Bajos, Francia y el Reino Unido, con el fin de averiguar si las variaciones en el ADN aumentan el riesgo de cáncer de mama inducido por radiación.
Cada una de estas mujeres aportó información sobre la exposición a los rayos X o a mamografías, la edad de la primera exposición, el número de exposiciones antes de los 20 años, a los 20 años, a los 29, 30 y 39 años, y la edad de la última exposición.
Los resultados mostraron que el 43% (848) de las 1.993 mujeres había sido diagnosticadas con cáncer de mama. El 48% (926) dijo no haberse hecho nunca una radiografía y el 33% (637) tampoco se había hecho una mamografía.
Mayor riesgo
Además, los investigadores vieron que el hecho de tener antecedentes de exposición a radiación diagnóstica entre los 20 y los 29 años incrementaba el riesgo de cáncer de mama en un 43%, mientras que cualquier exposición antes de los 20 años elevaba dicho riesgo en un 62%. Por otro lado, no se encontró asociación entre el cáncer de mama y las exposiciones entre los 30 y los 39 años.
Por cada 100 portadoras de mutaciones en BRCA1 y BRCA 2 de 30 años de edad, nueve habían desarrollado cáncer de mama a la edad de 40 años, y el número de casos aumentaba en cinco si se habían realizado una mamografía antes de los 30 años.
Los autores reconocen, sin embargo, que esta estimación debe ser interpretada con cautela porque en el estudio había pocas mujeres con cáncer de mama que se hubiesen hecho una mamografía antes de los 30 años. Aun así concluyen que la exposición a la radiación diagnóstica antes de los 30 años se asociaba con un riesgo mayor de cáncer de mama en las portadoras de las mutaciones. Sin embargo, se necesitan mayores estudios para determinar si esta diferencia existe en realidad. Los autores recomiendan las técnicas de imagen no ionizantes, como la resonancia magnética, a las portadoras de mutaciones…”
Señor Presidente por todo lo anteriormente expuesto es que solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto de Ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
MEDINA, GLADYS TUCUMAN JUSTICIALISTA POR TUCUMAN
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia)