PROYECTO DE TP


Expediente 0292-D-2019
Sumario: EXPRESAR REPUDIO POR LA CONSTRUCCION DE LA BASE DE AYUDA HUMANITARIA QUE DONO EL COMANDO SUR DE ESTADOS UNIDOS DE AMERICA EN LA PROVINCIA DEL NEUQUEN.
Fecha: 07/03/2019
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 3
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Manifestar su repudio por la construcción de la base de ayuda humanitaria en Neuquén, donada por el Comando Sur de los Estados Unidos.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Entendemos que esta medida arremete contra la soberanía nacional, la seguridad de la población y la riqueza ambiental de la zona por eso que venimos a manifestar nuestro repudio a la construcción de una base de ayuda humanitaria en Neuquén, donada por el Comando Sur de los Estados Unidos.
La construcción de una base de este tipo en la Argentina no es un hecho aislado, sino que forma parte de un plan geopolítico de los Estados Unidos de controlar a todos los países de América del Sur.
A principios del siglo XXI, América Latina vivió una oleada progresista luego de la década neoliberal de los ´90, que devastó el subcontinente. Esta oleada estuvo enmarcada por diversas victorias de gobiernos progresistas en varios países de la región y con el empuje de un pueblo latinoamericano que se plantó y dijo basta a las privatizaciones, la precarización del trabajo, las dimisiones, las desobediencias y el autoritarismo vividos por en la región durante décadas.
En este marco político es que el gobierno de los Estados Unidos en 2008 tomo una decisión geopolítica de largo alcance: decidió recuperar el control de la región continental y para ello en primera instancia reactivo la IV Flota del Comando Sur para patrullar el Océano Pacífico y el Atlántico Sur. Esta polémica Cuarta Flota había funcionado entre 1943 y 1950, pero acabó siendo desactivada. Hablar de las flotas norteamericanas es hablar de dispositivos armamentísticos desplazados por todo el mundo: la Tercera en el norte y este del Pacífico; la Segunda en el resto del Atlántico Norte, la costa este de los Estados Unidos y el oeste de África; la Quinta permanece constantemente en el Golfo Pérsico vigilando el estrecho de Ormuz; la Sexta en el mar Mediterráneo; y la Séptima en el oeste del Pacífico y todo el océano Índico.
Ahora bien, porque razón Estados Unidos podía tener interés en reactivar una flota de semejante poder de fuego en un territorio donde visiblemente no había nada que llamara a una guerra.
La periodista y escritora especializada en política internacional, Telma Luzzani, en su libro Territorios Vigilados, describió como la activación de la flota fue un paso más en el despliegue militar de USA en la toda la región sudamericana. Después de ese anuncio el ex presidente de Colombia Alvaro Uribe, en ese momento al frente del gobierno, autorizó la presencia de siete bases militares norteamericana en su país. Bases que no todas son estrictamente militares, sino que se combinan con otras de características diferentes, pero que cumplen el mismo fin: controlar la región.
En relación con el criterio empleado para ubicar las bases, la autora resalta que el mismo es geoestratégico. “Está vinculado a la guerra y al comercio” , precisó. Y ahondó en una de las hipótesis de su libro, el potencial conflicto entre Estados Unidos y China hacia fines de esta década.
Según esta periodista, en cada período político y, de acuerdo con las circunstancias, las bases van cambiando de características. “Una base tradicional, grande, con mucho personal es muy cara y es odiosa para el país que la tiene que alojar. En general, crea conflictos, trae problemas medioambientales. Después de la caída de la Unión Soviética, Estados Unidos rediseñó su poder militar y decidió en algunos lugares dejar las bases tradicionales y en otros, abrir bases nuevas o modificar las que tenían por otras mucho más pequeñas, disimuladas, con poco personal, que a su vez es rotativo. Para el gobierno que las aloja es fácil convencer a sus ciudadanos de que no es una base militar, de que es otra cosa” .
De ahí que hablar del eufemismo “base humanitaria” esconde el verdadero rol de control geopolítico que cumplen este tipo de bases que se quieren instalar en nuestro país.
Demás está decir que representa el comando Sur de los Estados Unidos, la descripción en su propia página es por demás elocuente: “aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y promover la seguridad y la estabilidad regional” .
América Latina es un objetivo extremadamente importante para Estados Unidos, en general, siempre está presente en sus primeros objetivos qué es lo que va a pasar con la región. Sin América del Sur y América Central, Estados Unidos no podría ser la potencia que es.
En este caso en particular, la ubicación de la base no es cualquiera, es un punto geopolítico estratégico de control que copta la entrada y salida de todo tipo de vehículos a la denominada Ruta del Petróleo, camino a Vaca Muerta, donde se encuentran las reservas de gas y petróleo más importantes del país.
Estas estrategias arremeten contra la soberanía nacional y la seguridad de la población bajo el disfraz de ayuda humanitaria, que en realidad es intervencionismo geopolítico-militar a Vaca Muerta y a sus recursos naturales, incluida el agua. En esta zona se encuentra la tercera reserva más importante del mundo de gas y petróleo no convencionales.
A la hora de develar si América latina puede liberarse del control norteamericano, debemos ser claros que, si pensamos en las riquezas que tenemos, creo que por el momento es difícil que dejemos de ser un territorio vigilado.
Por lo que solicitamos el acompañamiento de este proyecto de resolución.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
CONTIGIANI, LUIS GUSTAVO SANTA FE FRENTE PROGRESISTA CIVICO Y SOCIAL
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia)