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PROYECTO DE TP


Expediente 0134-D-2018
Sumario: EXPRESAR ADHESION AL "DIA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA PAZ INTERNACIONAL", ESTABLECIDO EL 8 DE MARZO DE 1977 POR RESOLUCION 32/142 DE LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS -ONU-.
Fecha: 05/03/2018
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 2
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Adherir al Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, establecido el día 8 de marzo del año 1977 por Resolución 32/142 de la Organización de las Naciones Unidas como una manera de reconocer que una paz estable, el progreso social, y el pleno disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales, requieren la participación activa de la mujer, su igualdad y su promoción.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Señor presidente:
El Día Internacional de la Mujer básicamente conmemora la lucha de la mujer por su participación igualitaria con el hombre en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
La historia más extendida sobre la evocación del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha pero en el año 1908; donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas que les lanzaron tras la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
Las Organización de las Naciones Unidas comenzó a celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo en 1975, como Año Internacional de la Mujer. Dos años más tarde, en diciembre de 1977, la Asamblea General adoptó una resolución proclamando el Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
"El Día Internacional de la Mujer ha pasado a ser un momento de reflexión sobre los progresos alcanzados, un llamamiento al cambio, y una celebración de los actos de valor y determinación tomados por mujeres corrientes que han tenido un papel extraordinario en la historia de sus países y sus comunidades", destaca ONU Mujeres.
Hemos recorrido un largo camino desde aquellos movimientos sociales del siglo XX cuya lucha y sacrificio dieron origen a esta conmemoración; pero aún falta mucho trabajo y energía. Las mujeres representamos el 60% de los más pobres a nivel mundial, las dos terceras partes de los analfabetos y, tristemente, somos objeto de violencia de manera sistemática.
Existe un desequilibrio histórico en las relaciones de poder entre el hombre y la mujer: si bien hemos logrado disminuir la brecha en ciertos temas, seguimos luchando contra la tradición, los valores culturales e incluso la religión, que se manipulan para restringir nuestros derechos, afianzar el sexismo y defender las prácticas paternalistas y misóginas.
A pesar de algunas mejoras, los cargos superiores en general siguen estando ocupados por hombres, y la disparidad económica entre los géneros se está agrandando como consecuencia de actitudes anticuadas y del naturalizado machismo de nuestra sociedad.
Por ello, las mujeres debemos empoderarnos en todos los niveles, alzando nuestra voz y tomando el control sobre nuestras vidas y nuestro futuro.
Está todavía arraigado en el inconsciente colectivo que la mujer debe hacerse cargo de las tareas del hogar, y que el hombre es quien debe salir a trabajar para proveer a la familia. Esta división desigual e injusta del trabajo se da a expensas de sacrificar las posibilidades de instruirnos para obtener un trabajo remunerado, crecer profesionalmente para alcanzar cargos jerárquicos y de poder o seguir nuestra vocación, cualquiera que ésta sea.
Además deberíamos tener en cuenta que esta discriminación sobre el género femenino no sólo tiene consecuencias sociales, sino que también influye en el funcionamiento de la economía de una sociedad: Está comprobado que en la medida en que se instauran prácticas igualitarias -como por ejemplo el acceso de las mujeres a la educación y a la salud- se verifica un beneficio casi inmediato sobre sus familias y comunidades, a la vez que se prolongan estas prácticas en las generaciones futuras. Según un informe de la ONU, un año adicional de educación puede aumentar el futuro ingreso de una mujer hasta un 25%.
Todos los que queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos debemos aunar esfuerzos para ampliar e igualar las posibilidades de las niñas y jóvenes para acceder a una educación de calidad y de seguir su vocación y sus sueños, sin ninguna restricción de género.
Y en este largo camino, el cambio debe comenzar en la familia e incluso desde los primeros años de escolaridad, a fin de crear un entorno que fomente la igualdad y la equidad de posibilidades. Esto a su vez exige muchos otros cambios, tanto en la crianza, en los programas de estudio, en el ámbito educativo y también en los medios de comunicación que transmiten los estereotipos cotidianos a través de distintos programas de televisión, las publicidades e incluso algunos espectáculos.
Si bien no es fácil, podemos empezar por pequeñas modificaciones que tendrán grandes consecuencias en el futuro: que los padres se ocupen de la crianza y que las mujeres tengan la libertad de crecer en pie de igualdad con los varones. Es preciso que todas las partes hagamos cambios para lograr una transformación genuina y duradera; sólo así podremos realmente luchar contra la discriminación y el maltrato: cuando cada vez sean más las generaciones criadas y educadas en pie de igualdad de derechos y de oportunidades.
Por ello, debemos renovar nuestro compromiso individual y colectivo de hacer todo lo posible por promover y fortalecer los derechos que nos corresponden, a fin de que cada niña y cada mujer pueda crecer libre de violencia y discriminación, y vivir sin miedo.
Tenemos el deber y la oportunidad de actuar como agentes de cambio, a través de la educación, del liderazgo y fundamentalmente, del ejemplo. Tenemos que trabajar a favor de la igualdad, generando oportunidades laborales, denunciando la violencia de género, participando en campañas preventivas y de concientización, entre tantas otras cosas.
El Papa Francisco siempre es un referente y una fuente de inspiración: Él supera la mirada tradicional que asocia a la mujer con la familia y la maternidad. Porque considera que somos eso, y mucho más que eso: “hay que promover la presencia eficaz de muchas mujeres en ámbitos de la vida pública, en el mundo del trabajo, y en los lugares donde se toman las decisiones importantes”.
Y para lograr lo anterior, debemos dejar de lado los dos modelos extremos: la “subordinación”, cuyos efectos negativos aún se sienten en ciertos ámbitos, pero también el modelo de la “igualdad absoluta”; para alcanzar el paradigma de la “reciprocidad” tanto en la equivalencia como en las diferencias.
Por todo lo expresado anteriormente con motivo de la conmemoración aludida, estimo que esta Honorable Cámara debe expresarse en tal sentido y solicito a tal fin el apoyo de mis pares.-
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
AVILA, BEATRIZ LUISA TUCUMAN PARTIDO POR LA JUSTICIA SOCIAL
BRAMBILLA, SOFIA CORRIENTES PRO
MOLINA, KARINA ALEJANDRA LA RIOJA PRO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA (Primera Competencia)
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados SOLICITUD DE SER COFIRMANTE DE LA DIPUTADA MOLINA (A SUS ANTECEDENTES)