La titular de la Comisión, Roxana Reyes (UCR), sostuvo que “es un tema que cuesta que esté en el centro de la agenda pública y más cuando se trata de la niñez”. “Muchas veces los temas de salud mental se esconden, se desconocen, con lo cual es fundamental que como legisladores tomemos el papel que nos toca”, añadió.
Asimismo, Reyes les pidió "a los titulares de las Comisiones de Salud, Adicciones y Presupuesto que podamos hacer la próxima reunión en conjunto y podamos abordar este tema con la urgencia del momento”. 
Por su parte, la diputada Marcela Campagnoli (CC) dijo que la ley de salud mental “lleva quince años y, con aciertos y desaciertos, no ha dado las respuestas que hoy la sociedad está pidiendo”. 
“Los pacientes manifiestan que ni siquiera hay lugar para aquellos que quieren internarse, el Congreso tiene que abrirse para este tema”, argumentó. “El suicidio ha pasado a ser la segunda causa de muerte en jóvenes de 13 a 29 años y seguimos sin hablar de salud mental. Seguimos sin hablar de la ludopatía, que tenemos una ley con media sanción dormida en el Senado”, reclamó Campagnoli.
La diputada Eugenia Alianiello (UxP) consideró que “hay temas que no pueden esperar los tiempos de la política porque son los tiempos de la gente”. Por este motivo, la diputada pidió “compromiso para avanzar y que nos aboquemos a trabajar rápidamente para tener en poco tiempo un dictamen”.
En ese sentido, explicó los detalles de su proyecto de ley para robustecer un “sistema de protección integral devastado” y fortalecer el financiamiento de políticas públicas en niñez.
Posteriormente, comenzaron las exposiciones de diferentes referentes en la temática. En primer término, Javier Quesada, especialista en desarrollo infantil temprano de Unicef Argentina, mencionó estadísticas a nivel internacional y local.
“A nivel global, 1 de cada 7 adolescentes, de entre 10 y 19 años, sufrió algún trastorno de salud mental. En Argentina, el 9% de los adolescentes, de entre 13 y 17 años, nos dijo que se sentía deprimido y un 13% nos dijo que estaba angustiado”, ejemplificó.
“El primer factor es una relación con el mundo adulto de distancia, de desentendimiento. El segundo argumento es la violencia escolar y el acoso entre pares”, añadió, antes de explicar que para Unicef “el concepto de salud mental está ligado a un estado emocional, es un conjunto de factores, cognitivo, relacional y social, no es un problema personal”. 
Por su parte, Luciano Grasso, ex director nacional de Salud Mental y Adicciones, planteó “una profunda contradicción” en el abordaje del tema. “Declamamos la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes y nos encontramos ante una absoluta vulneración y desprotección de esos derechos”, explicó. 
“No haber abordado la salud mental en la temprana edad tiene consecuencias en la calidad de vida de las personas, sino en dificultades del punto de vista laboral, cognitivo, educativo, etc.”, sostuvo.
Grasso también remarcó que “estamos frente a un grave problema, pero a la hora de elaborar una política pública, tenemos que saber de qué se trata ese problema”. “Hay un déficit de información, el Estado no ha sabido generar una vigilancia epidemiológica”, dijo.
Matías Kornetz, director de Políticas Sociales en Adicciones de la Ciudad de Buenos Aires y fundador de Prevenir es Amar, indicó que “necesitamos ser muy críticos porque está la vida en juego, es lo que tenemos que defender cada uno desde el lugar que le toque”. 
“Tenemos que trabajar seriamente en multiplicar los recursos y equipar a los sectores, escuelas, clubes, iglesias, ONG´s, y cada dispositivo que se proponga brindar ayuda”, pidió.