Democracias del Siglo XXI
La aceleración es un concepto que ocupa, cada vez más, un lugar central en los análisis de los fenómenos sociales. Busca dar cuenta de la creciente velocidad con la que se producen transformaciones significativas en nuestras sociedades. Este proceso, se encuentra estrechamente vinculado con la velocidad del desarrollo tecnológico, dando cuenta del lugar cada vez más central que ocupa éste en el ordenamiento social. El desfasaje institucional es un fenómeno asociado que consiste en la incapacidad de las instituciones políticas y sociales de asimilar y regular los cambios sociales. Pero no se trata de un desfasaje pasible de ser subsanado, puesto que el punto es que unos y otros poseen temporalidades y velocidades distintas e incompatibles. Así el desacople en las prácticas y las instituciones sociales que las regulan son un fenómeno constitutivo de nuestras sociedades contemporáneas. Dentro de las instituciones estatales, el desacople se percibe más intensamente en los Parlamentos, ya que los tiempos del tratamiento de las normativas (comisiones, debate, audiencias públicas, etc.) muchas veces no responden a urgencias y chocan con las expectativas de los interesados. El envés problemático de este desacople es entonces una desconfianza constitutiva del vínculo de los actores sociales con las instituciones. Se abre el paso así a una nueva dinámica de la prácticas sociales que, frente a la mediación propia del vínculo institucional, se afirma en la inmediatez y a los fenómenos asociados a ella: el espontaneismo, la inestabilidad, la rapidez de los cambios, etc.
Objetivos Generales:En este encuentro se propone abordar las siguientes preguntas:
- ¿Cómo lidian los tiempos lentos de la deliberación parlamentaria con la aceleración de la dinámica social?
- ¿Cómo podrían tramitar los parlamentos los procesos de creciente presidencialización de las democracias?
- Si la desconfianza es un rasgo ineliminable ¿Cuáles serían los dispositivos que nos permitirían procesarla institucionalmente?