Período:134 Reunion:14 Fecha:14/09/2016 SALIDA DEL TERRITORIO NACIONAL DE MEDIOS, PERSONAL MILITAR Y DE SEGURIDAD, PERSONAL DESTINADO A ACTIVIDADES HUMANITARIAS Y DE DESARROLLO INSTITUCIONAL, SOCIAL Y DE INFRAESTRUCTURA PARA PARTICIPAR EN LA MISIÓN DE ESTABILIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS EN HAITÍ


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Corresponde considerar el dictamen de las comisiones de Defensa Nacional y de Relaciones Exteriores y Culto recaído en el proyecto de ley del Poder Ejecutivo por el cual se autoriza la salida del territorio nacional de medios, personal militar y de seguridad, y de personal destinado a actividades humanitarias y de desarrollo institucional, social y de infraestructura para participar en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Orden del Día N° 409).

Aquí Orden del Día N° 409

SR. PRESIDENTE(MONZÓ) En consideración en general.
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.


SRA. LOSPENNATO, SILVIA GABRIELA (BUENOS AIRES): Señor presidente: simplemente, lo que vamos a aprobar es la continuidad de la misión de paz de la que forma parte la República Argentina desde aquella ley que fuera sancionada en junio de 2004. Me refiero a la ley 25.906, ratificada en 2006, 2008, 2010, 2012 y 2014.
Hoy, corresponde que volvamos a aprobar esta autorización para continuar con este trabajo, uno de cuyos objetivos es apoyar el proceso político constitucional en la República de Haití, promoviendo así una resolución pacífica y duradera de la crisis enfrentada por ese país.
Insisto en que venimos a ratificar esta posición que hace años ha aprobado la República Argentina y que consideramos importante continuar.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires, quien comparte su término con el señor diputado Raffo.


SR. ALEGRE, GILBERTO OSCAR (BUENOS AIRES): Señor presidente: ratifico la decisión adoptada en las comisiones en apoyo de las misiones que lleva adelante el país por medio del Ejército Argentino. Lo hacemos en maniobras que tienen que ver con lo regional y lo humanitario, tal como será nuestra representación en Haití.
No debemos olvidar que nuestra presencia regional es importante para insertarnos, con el resto de las naciones del mundo. Hoy, en Haití estamos solo con un hospital, porque las Naciones Unidas administran la inserción de los recursos. Por eso, tenemos el hospital con gente integrando el comando que está operando. Hemos recibido felicitaciones por la participación de nuestras tropas y personal.
No creemos que podamos trabajar aislados, sino que debemos insertarnos en el mundo trabajando también en otras cuestiones humanitarias como la salud y la agricultura en otros países de la región.
Saludamos con beneplácito el hecho de poder seguir participando en misiones de ayuda humanitaria con nuestro Ejército, para colaborar con los hermanos latinoamericanos que estén en dificultades.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


SR. RAFFO, JULIO (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Señor presidente: quiero brevemente fundamentar mi abstención.
Creo que es muy respetable la posición de los organismos de derechos humanos, representados por Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y otros, que se han opuesto a esta iniciativa. Pero también entiendo que, si invocamos a las Naciones Unidas para que hagan respetar nuestros derechos sobre las islas Malvinas, en la causa de Palestina y también para el dictado de resoluciones de paz, me parece muy duro estar en contra de esta misión. Pero como es discutible estar a favor y tengo profundas dudas en mi corazón, pido autorización a esta Cámara para abstenerme de votar.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


SRA. GARRE, NILDA CELIA (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Señor presidente: nuevamente estamos tratando un pedido de autorización del Poder Ejecutivo para la salida del territorio nacional de medios y de personal militar y de seguridad, como también de personal destinado a actividades de ayuda humanitaria, desarrollo institucional, social y de infraestructura, para que participen en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), por un plazo de dos años a partir del 1º de julio de 2016.
Como todos saben, la Argentina tiene una larga historia en la participación de tropas en misiones de paz de Naciones Unidas y del cuerpo llamado “Cascos Azules”.
Debo decir que como ministra de Defensa recorrí diversos países y visité las Naciones Unidas. Siempre recibí comentarios sumamente elogiosos sobre la contribución de las fuerzas argentinas en esas misiones, por su vocación por la paz, por el compromiso que mostraban con ese objetivo, y además, por la profesionalidad y capacitación que poseían.
Actualmente, subsisten solamente dos misiones de paz con tropas argentinas: Chipre y Haití, esta última desde hace doce años.
La resolución 2.180/2014 ha disminuido la cantidad de cascos azules en Haití y por eso ha bajado proporcionalmente el número de efectivos que la Argentina envía a la isla.
Haití fue un gran desafío para nosotros, porque cuando se tomó la decisión de participar había mucha violencia y una situación institucional muy delicada, ya que el presidente constitucional de ese país había sido derrocado de forma poco clara y entonces era complicado asumir esta responsabilidad en ese momento. No obstante, visité varias veces la isla y vi realmente que había mucho respeto por la tarea que se estaba haciendo desde el lugar donde se alojaron nuestras tropas, que fue Gonaïves, una ciudad que está a 300 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital de la isla.
No fue una tarea fácil porque además de este clima de violencia había que superar una situación de extrema pobreza y de escasísimo desarrollo socioeconómico, siendo que se agregaron desastres naturales de terrible envergadura. En Gonaïves, tan pronto como llegaron nuestras tropas hubo un aluvión que arrasó gran parte de la ciudad. Ahí es donde realmente se pudo ver también la profesionalidad, la decisión y la capacidad organizativa de nuestras fuerzas, que contribuyeron con tareas vinculadas al auxilio de la población activa.
Después vino el terremoto, un problema dramático por la magnitud que tuvo, y también fue muy costoso para nuestras tropas. Incluso, debo comentarles como información que hicimos controles psicológicos a todo el personal que había participado en esas tareas para ver si habían sido afectados por estrés postraumático como consecuencia de las durísimas experiencias vividas.
Hoy, el Poder Ejecutivo plantea la presente autorización para cumplir esta nueva etapa en la renovación de la permanencia en la isla que han decidido las Naciones Unidas, aunque disminuyendo en una cantidad muy importante los efectivos que van a participar.
La Argentina va a participar solamente con cien efectivos destinados a integrar el hospital militar reubicable. Ese es un hospital desmontable que instalamos en la isla al principio, cuando llegamos. Está dirigido por la Fuerza Aérea y tiene un enorme prestigio porque incluso en el momento del terremoto, si bien su misión es prestar auxilio médico a los integrantes de los contingentes de Naciones Unidas, por la gravedad de la catástrofe humanitaria que estaba desarrollándose participó también en algunas tareas vinculadas al salvataje de la población nativa. Se considera que ese hospital es realmente indispensable para los contingentes de las Naciones Unidas y para cualquier ayuda eventual a la población.
De manera que las fuerzas participantes serán, ahora, la Armada Argentina, el Ejército Argentino, la Fuerza Aérea Argentina y la fuerza de seguridad, pero con una dotación total de cien efectivos afectada al hospital militar reubicable, y también, efectivos de las fuerzas armadas para cubrir cargos en el Estado Mayor de la misión, a requerimiento de la Organización de las Naciones Unidas. También habrá un buque de transporte marítimo y medios de transporte aéreo con su tripulación perteneciente a las fuerzas armadas.
Además, hay plantas potabilizadoras de agua atento a que nuestras fuerzas armadas cuentan con maquinaria para potabilizarla e incluso para colocarla en sachets y distribuirla no solo entre los miembros del contingente sino también entre la población nativa.
Por estos motivos, el Poder Ejecutivo ha pedido la presente autorización, que debe aprobar la Cámara de Diputados en primera instancia y después el Senado, para renovar la permanencia en la isla en cumplimiento de tareas en la misión de paz.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


SR. GUTIERREZ, HECTOR MARIA (BUENOS AIRES): Señor presidente: el tema que nos ocupa hoy tiene que ver con la decisión del Poder Ejecutivo nacional de cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas en cuanto exhortan a la integración de misiones de paz.
En abril de 2004, mediante la resolución 1.542 las Naciones Unidas invitaron a integrar la presente misión de paz con el propósito de auxiliar institucionalmente en el campo de la salud, de los derechos humanos y de la reconstrucción institucional a la querida República de Haití.
Con este propósito, durante diferentes períodos parlamentarios este Congreso ha autorizado las misiones de paz integradas por nuestras fuerzas armadas y de seguridad y es por eso que nosotros, tal como lo ha solicitado el Poder Ejecutivo nacional, hemos aceptado y hecho lugar al pedido formulado. De la misma forma durante el día de ayer la Comisión de Defensa Nacional autorizó a las fuerzas armadas a participar en veinte misiones combinadas con ejércitos de otras naciones.
Por último, quiero señalar que en el contexto de la solidaridad latinoamericana participan el Estado Plurinacional de Bolivia, Guatemala, Honduras, México, Chile y Uruguay, y esto forma parte de la solidaridad que las naciones latinoamericanas tienen no solo para con la República de Haití sino hacia las Naciones Unidas.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra el señor diputado por Salta.


SR. OLMEDO, ALFREDO HORACIO (SALTA): Señor presidente: en primer lugar, quiero expresar que me siento honrado porque he pertenecido a las fuerzas armadas. Cursé el colegio secundario en el Liceo Militar y llevo bien puestos los valores y el respeto que allí me enseñaron.
Felicito que las fuerzas armadas salgan del país. ¡Qué bueno salir a ayudar a otros países! Pero no nos estamos mirando al espejo. En Salta, los chicos se mueren de hambre, y lo mismo pasa en los países adonde mandamos las fuerzas armadas. Tenemos problemas en las fronteras, al igual que los países adonde enviamos las fuerzas armadas.
¿Por qué no miramos primero nuestro territorio? Me parece muy bien que el Ejército y el resto de las fuerzas armadas vayan a otros países, pero me pregunto cuándo vamos a resolver nuestros problemas. Estamos resolviendo los problemas de los otros mientras nosotros nos prendemos fuego.
Por lo tanto, solicito a nuestro gobierno que vea nuestro interior profundo, que mire donde empieza la Argentina Salta y Jujuy-: allí, los chicos se mueren de hambre, hay narcotráfico, droga, desnutrición, falta el trabajo y la salida laboral es el narcotráfico. Me parece bien que vayan a otros países si nos alcanzan las fuerzas para hacerlo, pero acá adentro pedimos ayuda a gritos. ¿Por qué el soldado es bueno afuera y no lo es adentro? Son muy buenas las fuerzas armadas, por eso yo las pedí en la frontera. ¿Por qué no las mandan para que se integren a nuestra sociedad?
Espero que el gobierno, al que respeto, tome la decisión de enviar las fuerzas armadas adonde corresponde, para ocuparse de la inseguridad social de nuestros hermanos e hijos que padecen hambre, falta de cultura y tantas otras cosas.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra el señor diputado por Salta.


SR. LOPEZ, PABLO SEBASTIAN (SALTA): Señor presidente: en primer lugar, quiero recordarle que ayer me dijo que iba a tener dos minutos más para hacer uso de la palabra, en el entendimiento de que se está tratando un proyecto muy particular.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Autorizo esa solicitud. Soy un hombre de palabra.


SR. LOPEZ, PABLO SEBASTIAN (SALTA): Señor presidente: en primer término, quiero expresar que el título que se ha puesto al proyecto es pura fachada. Habla de “ayuda humanitaria” pero en realidad oculta un reforzamiento de la ocupación militar de Haití, que fue pedida por el imperialismo, particularmente, norteamericano, que en su momento destinó tropas a Medio Oriente, Irak y Afganistán y tercerizó la ocupación militar de Haití con tropas de varios países, latinoamericanos entre otros, gobernados por Estados que se proclamaban nacionales y populares.
Hace veinte años que hay ocupación militar en Haití. Desde 1993, la Argentina ha participado en distintas misiones, pero no se ha resuelto la cuestión humanitaria, sino que se agravó. En efecto, hoy el pueblo haitiano vive enormes padecimientos y atraviesa por una crisis humanitaria brutal.
En estos veinte años hubo un retroceso. El imperialismo norteamericano nunca tuvo como objetivo que esas tropas cumplieran una función humanitaria. Fueron a instalar zonas francas y empresas textiles que explotan el trabajo de los haitianos. Además, fueron a privatizar la minería, las empresas de comunicaciones y las empresas de energía.
Las tropas de la Minustah, cuya renovación hoy se solicita aquí, han ejercido un control social y han reprimido las luchas del pueblo haitiano contra todos los atropellos que viene sufriendo. De ninguna manera han cumplido un papel humanitario. Hay una enorme cantidad de denuncias por atropellos a la población, asesinatos de civiles, violaciones a mujeres y niños, presentadas contra las tropas latinoamericanas.
Aquí se mencionó la ciudad de Gonaïves. Al respecto, me quiero referir a lo que en su momento dijo el ex ministro de Defensa Agustín Rossi, quien afirmó: “En Gonaïves, donde han tenido origen todos los movimientos políticos y sociales más fuertes de Haití, es donde más ha tenido responsabilidad el contingente argentino”. Es decir que allí donde hay más movimientos sociales, más represión, ejercieron las tropas de la Minustah con la colaboración de las tropas argentinas.
La iniciativa que hoy estamos discutiendo refuerza la política proimperialista que se viene llevando adelante en ese país desde hace mucho tiempo y que también se advierte en la actitud de la señora canciller Malcorra con respecto al petróleo de las Malvinas. Ella es firmante de ese proyecto y está denunciada por el encubrimiento de crímenes de guerra, crímenes que también ocurren todos los días en Haití. Un soldado brasileño ha dicho que no hay día en que las tropas de la Minustah no asesinen a un civil haitiano.
Para reforzar mis argumentos pido al señor presidente que me permita leer textualmente algo que se ha dicho en este recinto el 10 de septiembre de 2014. Dice así: “Por otro lado, debemos separar la cuestión humanitaria de la militar. Desde nuestro punto de vista la cuestión humanitaria sigue vigente en Haití, que es uno de los países más pobres colonizado por mineras y grandes empresas que no derraman en su pueblo las pocas riquezas que pueden sacar de su suelo. De este modo se está transformando a ese pueblo en uno de los más pobres del mundo.
“Sin duda que esta misión está agotada (…) Sin duda hoy la situación de las tropas en Haití tiene un rechazo mayúsculo por parte de la población, que no quiere la presencia de tropas”, decía alguien en 2014.
Más adelante afirmaba: “…hoy existen violaciones a los derechos humanos, cuestiones que están impunes y también ha habido otros problemas, como la contaminación de cólera, culpa de la mala praxis de Naciones Unidas en el tema.”
¿Saben quién decía esto, en 2014? Julio César Martínez. ¿Les suena conocido? Es el actual ministro de Defensa, firmante también de este proyecto, que en ese momento votó en contra y hoy ratifica que el Estado argentino seguirá participando en estas invasiones.
Quiero denunciar este tema del cólera, que ya se planteó en aquella oportunidad, puesto que se ha cobrado miles de vidas de haitianos, pero a la vez deseo señalar otra cuestión que me parece muy importante.
Lo que están haciendo las tropas argentinas en Haití está expresamente prohibido por las leyes argentinas. Me refiero a la intervención interna por parte de las fuerzas armadas. Eso que están haciendo es una política que se inició con Milani y que se ha profundizado con el decreto 271/16, que da autonomía a las fuerzas armadas y que también se pretende aplicar en nuestro país.
Aquí existe una enorme hipocresía. Digo esto porque diputados que hoy forman parte del oficialismo, en su momento votaron y hasta firmaron proyectos que impulsaban la derogación de normas que establecían el envío de tropas. Este es el caso del presidente del interbloque Cambiemos, el señor diputado Negri.
Por su parte, días pasados la diputada Carrió me dijo, en el ámbito de la comisión, que de ninguna manera iba a firmar el dictamen; hoy vemos que lo ha suscrito.
Además, los nacionales y populares, que se la pasan hablando de la unidad latinoamericana, fueron quienes tramitaron el refuerzo de las tropas que perpetraron esta verdadera invasión militar en Haití.
Por el contrario, nuestro bloque concurrió a esta sesión para expresar su apoyo al Comité de Solidaridad con el Pueblo de Haití y al comité que impulsa el retiro de las tropas de Haití. Cabe aclarar que estas organizaciones están integradas por grandes personalidades, como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel.
No quiero finalizar mi exposición sin señalar que en una audiencia que realizamos el 13 de junio, Pérez Esquivel nos comentó que una organización social haitiana lo había invitado al acto de inauguración de dos grandes obras públicas. Cuando llegó al lugar se enteró de que esas dos grandes obras públicas eran dos letrinas. ¡Esta es la situación que está viviendo el pueblo haitiano, a pesar de que desde hace veinte años hay una ocupación militar que se lleva a cabo en nombre de la ayuda humanitaria!
Por lo tanto como lo hicimos en un proyecto que contó con el apoyo de ese comité, exigimos el retiro inmediato de las tropas argentinas y latinoamericanas de Haití. También exigimos que el hospital, en el que solo se atiende a los integrantes de las distintas fuerzas, sea donado para que pueda atender al pueblo haitiano que está atravesando por una enorme crisis humanitaria. (Aplausos en las bancas.)


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


SRA. ARGUMEDO, ALCIRA SUSANA (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Señor presidente: a partir de una visión similar a la que acaba de plantear el señor diputado preopinante, debo decir que Haití es un espejo trágico para América Latina. Basta recordar a modo de paradoja que Haití fue una de las primeras costas a las que llegó Cristóbal Colón, quien en sus notas de bitácora señaló que estaba convencido de que había llegado al paraíso terrenal.
Efectivamente, la vida de los taínos en Haití era paradisíaca: se alimentaban de pescado, mariscos, palta y palmitos; también tenían agua de vertientes, playas cálidas y montes boscosos. Sin embargo, a partir del contacto con la sociedad occidental, en poco tiempo Haití se transformó en un infierno. Recordemos que la población originaria fue aniquilada y Francia estableció en esas tierras una colonia con plantaciones en las que trabajaban esclavos.
En 1789, la Revolución Francesa proclama los principios de libertad, igualdad y fraternidad, pero evidentemente solo para los “blanquitos”, porque en Haití continuó el colonialismo y la esclavitud.
En 1796, los antiguos esclavos haitianos declararon su autonomía, y Napoleón decidió enviar una flota con 60.000 hombres, que fue derrotada por los haitianos. Podríamos decir que la primera derrota napoleónica fue a manos de los esclavos haitianos, que en 1805 crearon también la primera república democrática de América Latina. Además, su presidente, Alexandre Pétion, sería clave en la formación e instrucción militar de Simón Bolívar y un pionero en la concepción humanitaria y democrática que debían caracterizar las independencias americanas.
Sin embargo, poco tiempo después las aspiraciones libertarias de la primera república democrática de América Latina sufrieron el acoso de las principales potencias de la época: Inglaterra, España, Francia y Estados Unidos, que por supuesto no podían aceptar el ejemplo de un país en el que los esclavos fueran libres.
Tengamos en cuenta también que en Haití la esclavitud fue eliminada en 1800. Eso se convirtió en un ejemplo para muchos países de América Latina. Es más, en Estados Unidos la esclavitud se abolió en 1865, pero hay un detalle que no podemos soslayar: en 1800, en Haití, los africanos ya eran considerados ciudadanos plenos, mientras que en los Estados Unidos recién lo fueron en 1965, es decir, ciento sesenta y cinco años después. Este es el ejemplo que los Estados Unidos nunca pudieron aceptar de Haití. Por eso, promovieron sucesivas invasiones militares o el apoyo a dictaduras aberrantes como la de François Duvalier y su hijo Baby Doc.
Tras sucesivos intentos y ocupaciones, y como consecuencia de que las tropas norteamericanas debían poner todo su esfuerzo en la guerra de Irak, efectivamente, a partir de 2004, a instancias de los Estados Unidos, Francia y Canadá se crea la famosa Minustah, que es la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, para garantizar de hecho del disciplinamiento social de toda protesta. Sin embargo, aquello que llaman “condiciones de seguridad y estabilidad” no son otra cosa que la garantía de que las corporaciones trasnacionales se puedan apropiar de áreas estratégicas de la economía haitiana. Me refiero, por ejemplo, a la privatización de la energía, las comunicaciones y la minería, y a lo que ocurrió con la maquila, que se instala con la mano de obra más barata del mundo: los trabajadores haitianos que trabajan con las máquinas norteamericanas ganan 50 dólares mensuales.
Al mismo tiempo, una agroindustria exportadora ha desplazado a los campesinos y pescadores, de manera tal que cualquier protesta está respaldada por la Minustah.
Oh casualidad, ya en 2011 y 2013 el Senado de la República de Haití pidió el retiro de las tropas, y ante este peligro, las tropas de ocupación decidieron disolverlo. Esta es la democracia que la Minustah está garantizando en Haití.
Los abusos de las fuerzas de seguridad han sido sistemáticamente denunciados y la presencia del premio Nobel de la Paz o de Nora Cortiñas dan una versión absolutamente distinta de la versión angelical que se ha dado acá para garantizar la presencia de las tropas.


SR. PRESIDENTE(MONZÓ) Ruego a la señora diputada que vaya redondeando su exposición.


SRA. ARGUMEDO, ALCIRA SUSANA (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Sí, señor presidente.
Me pregunto a qué se debe este cambio de posición del exdiputado Julio César Martínez, quien en septiembre de 2014 se había negado rotundamente y ahora envía las tropas.

- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, ingeniero José Luis Gioja.

SRA. ARGUMEDO, ALCIRA SUSANA (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Por lo tanto, pedimos que de manera inmediata y definitiva se retire todo el personal militar y policial que se encuentre en Haití como parte de la Minustah, que la Argentina deje de ser cómplice de estas aberraciones que se están llevando adelante en nombre de la seguridad y la libertad, que se respete estrictamente la soberanía y la autodeterminación del pueblo haitiano y se adopten medidas solidarias de colaboración capaces de revertir las aberraciones que se han cometido en esa isla en nombre de la libertad y la seguridad. (Aplausos en las bancas.)


SR. PRESIDENTE(GIOJA) Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.


SRA. BREGMAN, MYRIAM (BUENOS AIRES): Señor presidente: rechazamos categóricamente este proyecto. Décadas de ocupación en Haití no han hecho más que agravar la situación de su población, que es de vanguardia a la hora de la lucha contra la opresión colonial y la esclavitud. Pero tal como dijeron los diputados preopinantes, Haití es hoy un país devastado, y con la ocupación eso se ha agravado.
Me resulta llamativo que se elogien las misiones que ha enviado la Argentina y otros países y se ignore la enorme cantidad de denuncias de crímenes aberrantes y de violaciones a los derechos humanos que se cometen día a día en Haití contra mujeres, niños y el pueblo en general.
Lamentablemente, vemos que en este recinto existe un consenso generalizado para continuar con la ocupación, cuyo único objetivo es que los Estados Unidos puedan tener las manos libres para continuar con su política guerrerista y tercerizar la represión en Haití mientras se dedican a defender sus intereses en el mundo.
También debemos decir con claridad que nos resulta políticamente muy hipócrita estar en contra de que las fuerzas armadas intervengan en la represión interna en nuestro país y a favor de que lo hagan en otros pueblos hermanos de América Latina. Si estamos en contra de que lo hagan en la Argentina, también tenemos que estar en contra de que vayan a reprimir a otro lugar. No es otro ejército, son las mismas fuerzas argentinas que cometieron el genocidio en la Argentina y todavía tienen miembros, que provienen de dicho genocidio, que hoy mandan a reprimir al pueblo hermano de Haití.
Hago mías las palabras del premio Nobel de la Paz, Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y tantos otros representantes de organismos de derechos humanos, que enviaron una carta a este Parlamento -que evidentemente la mayoría ignora-, que dice así: “El Poder Ejecutivo plantea, como en años anteriores, que es una misión humanitaria, una expresión de solidaridad con el pueblo haitiano. Hace eco de lo reiterado por el Consejo de Seguridad, que ‘la situación imperante en Haití sigue constituyendo una amenaza para la paz y la seguridad internacional en la región’.
“Rechazamos esas afirmaciones e instamos al gobierno y al Parlamento argentino a poner fin, de una vez por todas, a su participación en la criminal ocupación de un país hermano, hecho que constituye una violación flagrante del derecho de libre determinación de todo pueblo. El pedido del Poder Ejecutivo hace caso omiso y tergiversa la realidad que vive el pueblo haitiano. Ignora por completo el digno repudio y movilización que provoca la presencia de la Minustah entre la población y los dos pedidos de retiro realizados por el Senado de Haití. Desconoce las consecuencias nefastas de la ocupación, intensifica el saqueo y la explotación del trabajo y los bienes comunes, represión y muertes por la protesta social y violaciones y abusos sexuales reiterados”.
Terminan esa carta diciendo: “¡No en nuestro nombre! Instamos al Parlamento a rechazar este pedido y reclamamos al gobierno argentino, así como a todos los responsables e integrantes…”, y a partir de allí plantean una enorme lista de reclamos, algunos de los cuales ya fueron mencionados, pero aquí se ignoran completamente.
De todos sus reclamos tomamos centralmente el retiro de las tropas, y traemos a este recinto el grito que tantas veces hemos coreado en la calle: “¡Fuera yanquis de América Latina, fuera ingleses de Malvinas y retiro de las tropas de Haití!” (Aplausos en las bancas.)


SR. PRESIDENTE(GIOJA) Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.


SRA. CICILIANI, ALICIA MABEL (SANTA FE): Señor presidente: en nombre del bloque Libres del Sur y del Partido Socialista rechazamos este proyecto. Haití es el país de América Latina que tiene mayores problemas de sida, entre otras enfermedades, además de gran desocupación y analfabetismo.
Creemos necesario priorizar la asistencia y la cooperación traducida en alimentos, medicación y educación que permita a la mayoría del pueblo haitiano superar su condición de extrema pobreza. Esto lo expresamos el 9 de septiembre de 2014 en un dictamen de minoría en el que junto a Pablo Javkin, Juan Carlos Zabalza y Fabián Peralta –legisladores mandato cumplido- y el diputado Fernando Sánchez expusimos todos los argumentos por los que considerábamos que esto era absolutamente contrario a los derechos humanos y a la promoción humana en países de gran pobreza.
Puede haber un caso exitoso de un hospital que debe ser donado al pueblo haitiano para que lo administre y brinde salud, pero necesitamos cambiar el enfoque de ayuda humanitaria hacia el pueblo de Haití porque desde hace años está intervenido y no se han producido cambios sustanciales.
Por todo esto, ratificando ese informe del 9 de septiembre de 2014, hoy votaremos en contra del dictamen de mayoría. (Aplausos en las bancas.)


SR. PRESIDENTE(GIOJA) Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.


SR. ROMA, CARLOS GASTON (TIERRA DEL FUEGO): Señor presidente: creo que solamente la señora diputada Garré y yo conocemos Haití pues hemos estado viendo de cerca la situación de nuestras fuerzas armadas y la realidad política y del conflicto que está viviendo ese país. En consecuencia, procuraré clarificar las cosas para el resto de los señores diputados.
En primer término, deseo señalar que por una preocupación que en su momento tuve respecto de la presencia de nuestras fuerzas armadas en la Minustah me acerqué al ministro Martínez, quien también me manifestó su inquietud acerca de este tema y me invitó a concurrir a Haití para tomar contacto con la situación y hacerle conocer mi impresión sobre el particular.
Durante diez días estuve en Haití viendo cuál es la realidad. Por eso, hoy puedo decir con alguna autoridad que muchos de los señores diputados preopinantes hablan desde la ignorancia, el fanatismo y alguna ideología bizarra. La situación puntual por la que atraviesa Haití es muy compleja. Tomé contacto con los diputados y los senadores, muchos de los cuales vendrán a nuestro país en el mes de noviembre para efectuarnos un pedido formal de que se mantenga la presencia de la Minustah. Esto es todo lo contrario de lo que dijeron algunos señores diputados preopinantes.
En segundo lugar, solamente hay en el mundo cuatro hospitales que tienen las características del perteneciente a la Fuerza Aérea o al conjunto de las fuerzas armadas argentinas. Consecuentemente, donarlo sería demagógico.
También es importante saber que las fuerzas armadas, en su conjunto, no realizan una intervención directa sobre los conflictos sociales, sino que solo la llevan a cabo en el momento que son superadas las fuerzas policiales y de seguridad del gobierno de Haití. Esto tiene lugar cuando este efectúa una solicitud concreta para realizar alguna intervención porque sus fuerzas policiales o de seguridad se sienten superadas o lo demanda la situación en la que deben intervenir.
Formulo este señalamiento a fin de que tengamos más claridad a la hora de opinar respecto de la situación imperante en Haití. He hablado al respecto con la exministra y creo que la gente que integra la Comisión de Defensa Nacional está al tanto de que se trata de una necesidad humanitaria y de las Naciones Unidas, en el sentido de acompañar la situación de Haití.
Como dijo la señora diputada Garré, en Haití hay cada vez menos fuerzas armadas argentinas. Ahora, nuestra misión consiste específicamente en suministrar apoyo en materia de salud, que principalmente se brinda a las fuerzas de la Minustah es decir, el componente militar de las Naciones Unidas, y secundariamente, y sin obligación este es el reconocimiento que ha recibido el hospital de las fuerzas armadas argentinas, a la población civil a partir de un pedido del gobierno de Haití.
Estos datos no son menores debido a que permiten clarificar la situación a la hora de emitir una opinión al respecto, comprendiéndose así más cabalmente una realidad muy compleja. Muchas veces no podemos resolver lo nuestro pero opinamos sobre situaciones sin conocerlas, sin tomar contacto con ellas y en este caso, por ejemplo, sin tener la experiencia de lo que es Haití.
Por lo expuesto, adelanto mi voto afirmativo respecto del proyecto en consideración esperando, asimismo, que esta Honorable Cámara nos acompañe en un pedido que estamos haciendo con el objeto de adquirir otro hospital para que sea destinado a misiones de estas características. (Aplausos en las bancas.)


SR. PRESIDENTE(GIOJA) Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


SR. GIUSTOZZI, RUBEN DARIO (BUENOS AIRES): Señor presidente: quiero expresar la posición del Grupo Parlamentario Federal, que incluye a Juntos por Argentina y a Compromiso Federal. Solicitamos autorización para abstenernos en la votación de la iniciativa en consideración, adelantando asimismo nuestra vocación de que se verifique la existencia de una comisión bicameral que pueda efectuar el seguimiento de todas las misiones de carácter comunitario internacional que envíe la República Argentina, analizando su evolución y lo que sucede cuando se extienden en el tiempo.
Si no existiera una comisión bicameral que pueda estudiar este tema, habría que convocar al conjunto de los bloques para crear un ámbito adecuado y efectuar así el seguimiento de estas cuestiones sensibles, especiales y tan caras a nuestra propia identidad latinoamericana y, fundamentalmente, a nuestro compromiso con la verdad.
Después de tantos años, advertir que una intervención con tanto poderío económico y de todo tipo no tiene resultados verificables, e inclusive, controvertidos, no hace más que generarnos dudas.
Por lo expuesto, adelantamos nuestra abstención en esta votación.


SR. PRESIDENTE(GIOJA) Habiéndose agotado la lista de oradores, se va a votar nominalmente, en general y en particular, el dictamen de las comisiones de Defensa Nacional y otra recaído en el proyecto de ley contenido en el expediente 0019-pe-2016, por el cual se autoriza la salida del territorio nacional de medios, de personal militar y de seguridad, personal destinado a actividades humanitarias y de desarrollo institucional, social y de infraestructura, para participar en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Orden del Día N° 409).

- Se practica la votación nominal2016/134OT13_03_R14.pdf.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 155 señores diputados presentes, 136 han votado por la afirmativa y 11 por la negativa, registrándose, además, 7 abstenciones.

SR.(SECRETARIO (INCHAUSTI)) Se han registrado 136 votos por la afirmativa; 11, por la negativa, y 7 abstenciones.


AQUÍ VOTACIÓN NOMINAL

SR. PRESIDENTE(GIOJA) Queda sancionado el proyecto de ley.
Se comunicará al Honorable Senado.



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