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MUJERES Y DIVERSIDAD

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P04 Oficina 410

Secretario Administrativo SRA. MALCZEWSKI ANDREA

Martes 15.00hs

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  • MUJERES Y DIVERSIDAD

Reunión del día 14/07/2020

- INFORMATIVA

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los catorce días del mes de julio de 2020, a la hora 15 y 8, comienza la reunión informativa de la Comisión de Mujeres y Diversidad, llevada a cabo bajo el formato de videoconferencia.
SRA. PRESIDENTA MACHA Buenas tardes a todos, todas y todes. Estamos iniciando otra reunión de la Comisión de Mujeres y Diversidad, en el marco de la discusión de los proyectos que están vinculados al cupo laboral travesti-trans.

La verdad es que agregamos esta reunión -que no estaba planificada desde un inicio- porque nos parecía fundamental poder dar visibilidad o acompañar procesos de visibilización al colectivo de varones trans. De algún modo, dentro del colectivo de la diversidad sexual, es un grupo al que le cuesta poder dar testimonio o tener espacios donde ser escuchado. Lo digo en relación al ámbito de nuestra comisión y de nuestra tarea.

Creo verdaderamente que cuando pensamos en cómo construimos otra comunidad, otra sociedad, debe implicar esto de incluir a los distintos colectivos, que tienen muchísimo para aportar por sus trayectorias de vida y sus experiencias. Nos interesa especialmente generar este ámbito esta tarde para escucharlos y por eso hacemos esta convocatoria.

La dinámica de trabajo es la que venimos teniendo en estos encuentros, donde primero escuchamos a los expositores. Van a coordinar Julia Amore y Eze Montenegro.

Compañeras, compañeros, tienen la palabra para comenzar con este encuentro. Muchas gracias.



SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Buenas tardes y gracias a la diputada Mónica Macha.

Yo soy Eze Montenegro, activista trans. Iba a comenzar mi compañera, Julia, pero está resolviendo problemas de sonido.

En principio queríamos agradecer a la Presidencia de la comisión -la diputada Mónica Macha-, a la vicepresidenta 1ª, Silvia Lospennato, a la vicepresidenta 2ª, Gabi Estévez, y a sus secretaries, Jimena López, Maxi Ferraro y Gabriela Lena, por realizar esta actividad que es muy importante para el colectivo.

Le paso la palabra a Julia así comenzamos a presentar a los y les oradores de la transmisión de esta tarde.

SRA. MODERADORA (AMORE) Buenas tardes a todas, todes y todos. Gracias, presidenta. ¿Se me escucha bien?

SRA. PRESIDENTA MACHA Sí, se escucha.

Luego de unos instantes.
SRA. PRESIDENTA MACHA Ahora no se escucha más. Vamos a ver si ella puede resolver esa situación, mientras continúa Eze.



SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Perfecto, sigo yo, Moni, hasta que pueda resolver Julia el problema.

El primer compañero que va a tomar la palabra esta tarde es Gabi Díaz Villa. Él es docente ESI en la Universidad de Buenos Aires y representa al Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación, MAL.

Gabi, ¿andás por ahí?

SRA. MODERADORA (AMORE) Estoy por acá, pero no sé si se me escucha. Me parece que estoy con muy mala señal.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Se te escucha perfecto.

SRA. MODERADORA (AMORE) Muchas gracias. Gracias, presidenta; gracias, Eze.

Es un placer -como dijo Ezequiel- formar parte de esta flamante Comisión de Mujeres y Diversidad, y que hayamos podido agregar esta reunión informativa.

Estoy con problemas de conexión.

SRA. PRESIDENTA MACHA Juli: esperemos un ratito hasta que te puedas comunicar bien; mientras sigue Eze, que había presentado a Gabi para que pueda comenzar a hablar.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Todos tienen un tiempo estimado y les pedimos que, por favor, intenten respetarlo. Así podremos ingresar todos en el orden del día, como lo pactamos.

Gabi, tenés la palabra.

SR. DÍAZ VILLA Muchas gracias, Eze.

Quiero agradecer a la diputada Mónica Macha y al compañero Say Sacayán, de MAL, por invitarme a defender el proyecto de ley que presentamos, lo cual considero un honor y una enorme responsabilidad.

Esa responsabilidad la hago extensiva a todes les que estamos acá, diputades, invitades y oyentes, que es la responsabilidad de acompañar este hecho histórico, estar iniciando el tratamiento de una ley nacional de cupo laboral travesti-trans. Se trata de un instrumento legislativo que efectivamente logrará transformar las vidas hoy vulneradas de nuestres compañeres.

Voy a ser muy ordenado, por el tiempo, y solo voy a hablar de tres puntos: el derecho constitucional de acceso al trabajo en el artículo 14, la modalidad de ingreso al registro de solicitantes a través de declaración jurada como único requisito y poner en historia un proceso social y cultural más amplio y más complejo, con multiplicidad de experiencias similares, donde hay pistas para pensar una mejor estrategia.

Entonces, respecto del derecho al trabajo, quienes me precedieron en las reuniones informativas anteriores, detallaron la situación de exclusión estructural que asola a toda la comunidad travesti-trans, con mayor o menor crudeza, según se cruce con otras variables de desigualdad. Pero hay que recordar este dato: solo el 5 por ciento de nuestro colectivo accede al trabajo formal.

Les interpelo a reconocer que si esta es la situación actual del colectivo es porque venimos de una historia de violencia, persecución y hostigamiento, sobre todo policial. Y que a lo largo de distintos gobiernos, e incluso con la recuperación de la democracia, no se ha logrado desarticular esta exclusión de las distintas instituciones que hacen posible el ejercicio de los derechos.

¿Se acuerdan del "techo de cristal"? Bueno, estos dispositivos sociales de discriminación y exclusión serían un verdadero paredón de hormigón que nos separa del mercado laboral formal, y está hecho de cissexismo. Y con cisexismo me refiero a esa profundidad incomodidad que sienten las personas cis frente a las personas trans, travestis y no binaries. Está hecho de (policía) de los cuerpos del género y de los modales. Esta ley se trata de ese reconocimiento y de una reparación a través de medidas afirmativas, y es hora de que el Estado haga este gesto real de reparación.

Como todos sabemos, el trabajo es el gran organizador de la vida social y también el organizador de la vida a secas, de la vida de cada une, de sus proyectos de vida, es la posibilidad de planificar y proyectarse en el futuro. De la mano de la inclusión laboral vendrá la verdadera inclusión social y la transformación de las instituciones.

Como dijo Say Sacayán: "Si una travesti entra al Estado, le transforma la vida a esa travesti, si muchas travestis entran al Estado, cambian al Estado".

Punto dos. Por supuesto que esta situación de exclusión requiere políticas integrales de atención de las necesidades del colectivo. Pero permítanme dar un rodeo haciendo una analogía con la lucha por la Ley de Educación Sexual Integral -que me tocó seguir muy de cerca- y con el hecho de cómo perdimos la votación en el 2004, en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que era una legislatura afín.

La ley avanzaba en definir cuestiones que podrían haberse dirimido en la implementación. Dictaba contenidos y definiciones que no se pudieron consensuar, ni con la oposición ni hacia adentro del bloque.

Dos años después, con la ley nacional, la ley de CABA salió como por un tubo. Y la ley de ESI, con un articulado muy corto, muy simple, apenas define objetivos y una noción integral de sexualidad. Sin embargo fortaleció, sin mayores presupuestos, un proceso que ya estaba en marcha de la mano de docentes feministas pioneras del movimiento estudiantil y de los sindicatos, que salió a la luz y se multiplicó exponencialmente. Porque son procesos capilares que suceden en el día a día de las instituciones y se fortalecen con el efecto simbólico de una política pública que acompaña y garantiza. El aprendizaje es que la mejor ley es la ley votable y es la ley viable.

La estrategia de un registro de solicitantes de ningún modo puede restringir los derechos garantizados en la Ley de Identidad de Género, y por eso, enfatizo en el ingreso a través de la declaración jurada. La ley de identidad de género desarma la requisitoria de congruencias entre imagen, corporalidad, prenombre y datos registrales de sexo. Y en ese marco, el cambio registral es un derecho y no una obligación para el reconocimiento de nuestra identidad de género.

Y no agrego "autopercibida", porque autopercibida es la de todes. La diferencia con nuestra identidad de género es que el entorno social se niega a reconocerla en términos de respeto y trato digno. Dudan, bajan la voz, se excusan en la ignorancia y con eso cimentan el paredón de hormigón del que hablaba antes.

Por último, el punto tres, el proceso social y cultural más amplio que ya está en marcha. Al menos 5 provincias y 63 municipios sancionaron normativas en la materia.

Y miren también con lo que está pasando con las organizaciones de familias que acompañan niñeces y adolescencias trans no binaries, lo que está pasando en las escuelas con las juventudes trans no binaries, lo que está pasando también con funcionaries, académiques y docentes trans que nos incorporamos a las instituciones, sobre la base de algunos privilegios, por supuesto, pero no sin tensiones y no sin pechear, digamos.

Hay que poder pensar en el efecto simbólico de esta ley y en la fuerza política que significa la conducción del gobierno nacional. ¿Acaso tendríamos hoy una Ley de Paridad de Género sin haber pasado por la Ley de Cupo Femenino para cargos legislativos nacionales, o este gabinete, bastante paritario, también?

Tenemos la oportunidad histórica de sancionar esta medida. La voluntad política está expresada en los muchos proyectos presentados, pero necesitamos que puedan pensar en términos de prioridades en este tiempo de incertidumbre frente a la pandemia, sobre la incertidumbre cotidiana que vivimos. Incertidumbre al cuadrado -o al cubo- porque venimos no solo de esta historia de violencia estructural sino también venimos de cuatro años de macrismo. Y ahora que de nuevo tenemos un gobierno que pone las necesidades del pueblo en el centro de sus preocupaciones y sus políticas, necesitamos que entiendan que la pandemia nos afecta particularmente. Nos está diezmando y no sale en los medios.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Gabi...

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Gracias.

SR. DÍAZ VILLA No puedo terminar sin aludir a la responsabilidad del movimiento en mantener la memoria de las luchas y les compañeres, y en ese sentido, la responsabilidad de poner el nombre de Diana Sacayán en la historia, a través de esta ley, así como el feminismo peronista tiene la responsabilidad de poner el nombre de Verónica Marzano en la historia, como reconocimiento por ser su principal impulsora y como reparación ya que su ausencia trágica e injusta nunca va a ser más llevadera, pero sí hace el duelo un poquito menos doloroso.

Para cerrar, quiero referirme a la responsabilidad histórica de les legisladores, responsabilidad de consenso, de celeridad en el trámite parlamentario de que esta ley se sancione este año y que en Navidad estemos brindando por les primeres ingresantes al Estado nacional a través de la ley Diana Sacayán. Muchas gracias.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Muchas gracias, Gabi. Gracias por respetar el tiempo. De todos modos, voy a avisar cuando queda un minuto a los y les compas para que sepan que vayan redondeando.

Tiene la palabra Lautaro Lucas Cruz, de Trans Argentines. ¿Lautaro, estás por ahí?

SR. CRUZ Hola a todes, ¿me escuchan bien?

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Sí, perfecto, Lautaro.

SR. CRUZ Voy a ampliar mi presentación para visibilizar y sobre todo un día como hoy, que es el día de la visibilidad no binarie, es importante. Mi nombre es Lautaro Lucas Cruz soy cofundador y presidente de Trans Argentines, somos una ONG que trabajamos con infancias y adolescencias trans (inaudible) soy una identidad marrón.

La verdad que para mí es un honor estar acá, es una jornada histórica, en dieciocho años de activismo no había vivido algo así (inaudible) pero no sé porque estar de un lado diferente me emociona mucho. También agradezco a las diputadas Brenda Austin y Mendoza, a todo el equipo de la UCR y a Carla Carrizo que hace posible mi presentación.

Como la ONG en la que estoy generalmente trabaja con la comunicación para las personas cis, que somos con quienes convivimos, en este momento sería para les diputades, quienes van a llevar a cabo estos proyectos. De máxima, nosotres esperamos que se apruebe nuestro proyecto para todes, tanto para las personas trans y travestis como para no binaries.

Desde mi activismo, como he mencionado, hace ocho años que recorro parte del país y que conozco las realidades gracias a mis compañeres, a mis pares y amigues de todo el país.

También conozco la interseccionalidad de ser una persona trans, como había mencionado, de identidad marrón. Muchas veces esto genera otras trabas, como el desconocimiento en las comunidades originarias, o del propio colectivo LGBT. A menudo pasamos a tener dos trabas: por nuestro color de piel, por nuestro rostro o porque nos han preguntado de qué país somos.

La verdad es que nosotres somos argentines.

Quería hablar de la importancia de implementar una ley que sea la creadora de pensar la realidad de cada persona trans, que se pueda llevar a cabo un proyecto que les dé la posibilidad de un trabajo digno y de volver a traer la palabra "digna", del derecho a una vida digna.

Como trabajador estatal que acompaña a la población trans dentro de un organismo nacional doy fe de que la vida de nosotres y las personas trans, travestis y no binaries cambia radicalmente al ingresar a un cuerpo laboral, no solamente nuestra vida, sino las personas con las cuales convivimos en la vida laboral, por ejemplo, mis compañeres, con quienes intercambiamos todos los días diferentes posturas con respecto a lo que fue el debate del aborto hasta poder hablar de género y de lenguaje inclusivo en un organismo nacional. He visto ese impacto y también lo he visto en mis compañeras trans.

La verdad es que soy el único trans masculino dentro de este organismo del Estado. También algo que me preocupa muchísimo -claramente por eso se llevó a cabo esta reunión- es que sea equitativo para todes, que se pueda también pensar que literalmente esto es más que un sueldo. Se trata de un cambio radical en la posibilidad de pensar una familia, de poder ser dueño o dueña de tu casa propia.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Lautaro, perdón que te interrumpa. ¿Podrías intentar hablar un poco más despacio y quieto? Llega muy difuso el sonido.

SR. CRUZ Está bien, perfecto.

Hablaba de la posibilidad de contar con una casa propia y de sentirse seguro. En este momento de pandemia muches de mis compañeres no tienen trabajo, no pueden ni siquiera pensar en tener un hogar con una calefacción, la posibilidad de formar una familia dentro de esta diversidad, terminar una carrera. Son pequeñas cosas que seguramente una persona cis suele tener en la cotidianeidad, pero a nosotres nos cuesta bastante más.

Algunos puntos necesarios que me gusta remarcar son la concientización y la sensibilización de la sociedad, así como también a los equipos receptores y a les directives que van a llevar a cabo la implementación de la inclusión laboral. Como verán, para mí esto ya es un hecho porque veo la urgencia de la población trans, travesti y no binaries. Necesitamos trabajo, necesitamos trabajar y estar incluides dentro del Estado. Necesitamos que nos escuchen como en este momento.

Otro punto es la sanción de una ley para todas las provincias que contemple de nuevo la realidad de cada persona trans y travesti del país. Remarco mucho la interseccionalidad. Estoy pensando en Salta, yo soy oriundo de allí y conozco la realidad de mis pares.

Yendo a lo que trabajamos, que es en las infancias, tenemos muchas deudas con las infancias. Quiero que la inclusión laboral trans no sea una deuda. Deseo que la podemos solucionar en el presente, que nos tengan en consideración en cuanto a poder capacitar a todo el Estado, a poder nombrarnos, a que no somos lo diferente ni lo que está lejano, sino que convivimos entre todes, convivimos con ustedes. Tengo a varies amigues dentro de la Cámara y me emociona cada vez que (inaudible) algún proyecto con respecto (inaudible) para poder conocer un poco mi punto de vista.

Voy a cerrar con una frase que me quedó marcada en la piel. No me quería extender; va a hablar mi compañere Lucas un poco más sobre las juventudes. Nosotres somos quienes más conocemos nuestra propia realidad y "las libertades que nos faltan son los dolores que nos quedan", como decía Deodoro Roca. Agradezco mucho este momento y espero que la inclusión laboral sea una realidad.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Gracias por la participación, Lautaro.

Le paso la palabra a mi compañera Julia Amore, que creo que se pudo conectar. ¿Estás por ahí?

SR. AMORE ¿Ahora me escuchan?

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Sí, perfecto.

SR. AMORE Problemas con la conexión. Seguimos entonces.

Tiene la palabra Patricio Alejandro Salto, de ATTTA nacional.

SR. SALTO Buenas tardes a todes. Mi nombre es Patricio Alejandro Salto. Soy de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgéneros de Argentina. Son veintiséis años de lucha y resistencia. Somos parte de la Federación Argentina de LGTB. (Inaudible).

Quiero celebrar también que este debate sea federal, en el que vemos las realidades de muchos compañeres de las provincias y que no todo se centraliza en una capital. Eso es muy importante, porque a los hombres trans que vivimos en diferentes barrios quizás la información y los derechos a veces no llegan de la misma manera. Entonces, me alegra mucho que haya compañeres de diferentes provincias y quiero saludar a todes por supuesto.

También quiero contarles que como personas trans tenemos diferentes construcciones, culturas y formas de vida. No todos nos construimos de la misma manera. No todos tenemos la misma edad ni las mismas posibilidades. Quizás somos personas que vivimos el día a día; chicos que tienen profesiones. Somos personas gestantes, trabajadores sexuales, amos de casa, muchos son músicos, artistas. La versatilidad de todas esas personas hace que hoy estemos acá presentes visibilizando nuestras identidades como hombres trans.

También creo que hay que reiterar las veces que sea necesario que el promedio de vida de las personas trans es el de la mitad del resto de la población. Hablamos de una población que no accede a los mismos derechos -por eso hoy estamos acá-. Se trata de un colectivo que fue discriminado con violencia y hechos correctivos.

A su vez queremos decir que no repetimos ni reproducimos el machismo y el patriarcado. Decimos que es necesario un Estado presente para erradicarlos y tener una vida integral plena de derechos.

Queremos un Estado ejemplificador con políticas públicas para la población trans, en el que las infancias, las adolescencias y los adultes mayores tengan las mismas posibilidades de tener una vida plena integral de derechos.

Cuando hoy hablamos de un cupo laboral trans, sabemos que no toda la población accede a éste. Falta de educación inclusiva (inaudible) a muy temprana edad y que nuestros trabajos no son reconocidos ni remunerados de la misma manera. Eso también es violencia hacia nuestra población y nuestros derechos.

Hoy pedimos y queremos una ley integral trans en la que el cupo laboral trans también está contemplado. La violencia hacia nuestras identidades se ha dado a lo largo de la historia.

Queremos una ley que contemple la realidad y la calidad de vida de nuestra población. No queremos nada menos que la igualdad. En plena democracia, hoy vivimos en un Estado nacional popular donde hay una comunidad que no accede a los mismos derechos que las demás personas.

Por eso venimos trabajando con propuestas y políticas públicas para revertir la situación volcadas a una ley integral transferencia, (inaudible) desarrollando iniciativas y garantizando a las personas trans que tengamos posibilidad de retomar nuestros estudios. También incluye subsidios y planes de vivienda garantizando a nuestra población el derecho a acceder a estas posibilidades.

No solo queremos reforzar la salud integral que promueve la Ley de Identidad de Género, sino también reconocer que perdimos muchas compañeras y compañeros por falta de políticas públicas y acceso a la salud.

Por lo propuesto queremos trabajar en una integralidad del cupo laboral trans, que no solo sea en el Estado, sino también en las empresas privadas, quizás en las cooperativas, y que tengamos el derecho a elegir en qué trabajar.

No todos queremos trabajar en el Estado. No todos queremos trabajar en alguna empresa. Queremos tener la posibilidad de poder generar nuestros puestos de trabajo. Esa es una ilusión que a las personas trans se les dificulta mucho. Acceder a los préstamos, a los créditos, nos va a generar una mejor calidad de vida a nosotros.

Elegir es algo que también nunca pudimos. Hoy queremos una ley federal trans. ¿Por qué? Porque una ley integral trans va a ser más abarcativa. No queremos una ley de mínima. No queremos un cupo laboral trans. No somos una estadística. Somos personas. Somos parte de este suelo argentino. Construimos nuestra patria nosotros mismos.

Así que les agradezco. Saludo a todos nuestros compañeros y activistas que luchan día a día para tener una mejor calidad de vida para nuestra población trans.

No me gustaría despedirme sin recordar a mi compañera, que hoy no pudo estar pero que nos apoyó para darnos visibilidad como trans.

Muchísimas gracias a todos por la invitación. Espero que nos tengan presentes siempre, porque a la hora de tomar decisiones nuestras identidades, derechos y necesidades siempre van a ser importantes.

Muchísimas gracias a todos y a todes, y en especial a mis compañeros. Vamos por una ley integral trans, y vamos por más: vamos por todos nuestros derechos.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Muchas gracias, Patricio, por tu intervención, por tu palabra.

Ahora vamos a darle la palabra a Tomás Máscolo. Él es activista trans. Investigó el aborto en personas trans masculinas. Es periodista de La Izquierda Diario, y está especializado en géneros y sexualidades. Además, es militante del PTS.

¿Nos estás escuchando, Tomás? Tenés muteado el micrófono.

Luego de unos instantes.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Si les parece, mientras vemos está cuestión técnica -la gente de dicho área se va a comunicar con Tomás-, seguimos con el orden del día y pasamos al siguiente compañero.

SRA. MODERADORA (AMORE) Gracias, Eze. ¿Podemos cederle el lugar y la palabra a Thiago Galván? ¿Puede ser?

Thiago es secretario de Identidades Trans, Travestis, Intersex y no Binaries de la liga LGTBYQ+ de las provincias.



SR. TALBOT ¿Me escuchan?

SRA. MODERADORA (AMORE) Te escuchamos.

SR. TALBOT Yo voy a hablar antes que Thiago. Soy Eugenio Talbot. Voy a disertar unos minutos antes que él.



SRA. MODERADORA (AMORE) Adelante, Eugenio.

SR. TALBOT Buenas tardes a todes.

Quiero celebrar las instancias abiertas para la participación de la sociedad civil dispuestas por las autoridades de esta comisión. Del mismo modo, en nombre de todas las organizaciones que integramos la Campaña Nacional por la Inclusión Laboral Trans y Travesti, quiero agradecer a la diputada nacional Gabriela Estévez, no solo por invitarnos a formar parte de las reuniones informativas, sino fundamentalmente por habernos convocado en primera instancia, allá por 2015, a trabajar en este proyecto que colectivamente hemos decidido llamar "Ley Lohana Berkins para la inclusión laboral formal travesti y trans".

Como adelantó la presentadora, mi nombre es Eugenio Talbot, y soy activista de la Convocatoria Federal Trans y Travesti de la Argentina. Provengo de una familia de militantes sociales perseguidos por el terrorismo de Estado. Mi padre fue secuestrado y asesinado en la Escuela de Mecánica de la Armada. Comencé mi actividad política en los organismos de derechos humanos. Integré las primeras organizaciones de diversidad de mi provincia.

Actualmente, como muchos de mis pares, estoy sin empleo. Los varones y las masculinidades trans no somos parte de las llamadas "nuevas masculinidades". Nuestra existencia no es nueva. Hemos estado presentes siempre. Antes de 2012, cuando se sancionó la ley de identidad de género, no éramos reconocidos por el Estado. Durante décadas, la única política del Estado para con nosotros fue la criminalización y la represión sistemática que se materializó en privaciones de la libertad, torturas y muertes violentas.

En 1983, la mayor parte de la sociedad argentina festejó el fin de la dictadura cívico-eclesiástico-militar y el comienzo de una etapa de reconocimientos de derechos humanos. Sin embargo, nosotres por mucho tiempo seguimos siendo objeto de la violencia institucional por medio de la aplicación de los códigos de faltas y contravenciones, heredados de los edictos policiales de la dictadura.

Durante mi adolescencia fui detenido decenas de veces a causa de mi identidad y condición de género, debiendo mi familia revivir miedos y dolores. En dictadura mis abuelos perdieron a un hijo, y mi madre a su compañero. En democracia parecía casi inevitable: mis abuelos perderían a un nieto, y mi madre a un hijo, por culpa de una realidad que para la mayoría de las personas travestis y trans seguía -y en gran medida sigue- constituyendo un presente insoportable.

Este relato no corresponde a una experiencia personal, sino a la experiencia del colectivo travesti trans de la Argentina. El respeto de nuestros derechos elementales, como el acceso al trabajo formal, sigue siendo una deuda pendiente, cuando ya han pasado ocho años de la ley de identidad de género y mañana se van a cumplir diez años del matrimonio igualitario.

Esta injusticia histórica, germen del transodio, persiste en la actualidad. Todos los años perdemos a decenas de compañeres, ya sea por travesticidios o transfemicidios, ya sea por el abandono del Estado.

Por eso, las organizaciones hablamos de un transgenocidio social que ha tenido continuidad en democracia. La imposibilidad de acceder a un empleo formal impacta sobre el acceso a otros derechos fundamentales, como la salud y la vivienda. La discriminación laboral estructural a la que somos sometidos nos afecta a jóvenes y a adultos, pero también a nuestros adultos mayores, que no habiendo podido acceder a un empleo formal a lo largo de sus vidas, no cuentan con una jubilación que les garantice un piso mínimo de dignidad. La respuesta estatal más adecuada para jóvenes y adultos de una política integral de inclusión laboral formal travesti trans en el ámbito público y privado, debería ser la misma para nuestros adultos mayores.

Este Congreso deberá darse de forma urgente la discusión sobre una jubilación reparatoria para personas travestis y trans. Se lo debemos a quienes han sobrevivido luego de una vida entera de atropellos institucionales. Quienes militamos para mantener encendida la llama de la memoria, lo hacemos con la convicción de que solo así se podrá lograr una sociedad justa y se podrán sentar las bases de una democracia con plena vigencia de los derechos humanos.

Por la memoria de Lohana Berkins y de todes les que perdieron su vida luchando por otra Argentina posible, por la memoria de todes les que perdieron la vida por animarse a ser quienes decidieron ser: ¡democracia para siempre, ciudadanía para todes, inclusión laboral formal trans y travesti, ahora!

Muchísimas gracias.

SRA. MODERADORA (AMORE) Gracias por tus palabras, Eugenio.

Vamos a seguir con Thiago Galván, a quien ya hemos presentado.

SR. GALVÁN Hola. ¿Se me escucha bien?



SRA. MODERADORA (AMORE) Bienvenide, Thiago. Te escuchamos bien.



SR. GALVÁN Muchísimas gracias.

Buenas tardes a todes. Quiero sumarme a Eugenio en el agradecimiento a las autoridades de la comisión por haber convocado a esta instancia y, especialmente, a la diputada Estévez, no solo por este espacio sino también por habernos convocado allá por 2015 a redactar el proyecto que colectivamente hemos nombrado "Ley Lohana Berkins de inclusión laboral formal trans y travesti".

Mi nombre es Thiago Galván. Como bien decías, soy activista de la Liga LGBTIQ+ de las provincias y militante del Movimiento Universitario La Bisagra. El año pasado fui elegido consiliario estudiantil, siendo la primera persona trans en integrar un órgano de cogobierno en la universidad.

Ciertamente vivimos en una sociedad donde cursamos nuestros estudios desde la primera infancia hasta la juventud sin toparnos con docentes trans ni travestis. Durante ese proceso leemos decenas de libros donde no aparecen personas trans ni travestis. A la vez, cuando miramos al Estado, es imposible encontrar personas trans o travestis ocupando bancas en el Congreso o estando al frente de ministerios o juzgados.

Vivimos en una sociedad que nos sigue invisibilizando y violentando, que nos sigue excluyendo y precarizando, y que nos condena a la indigencia y a la pobreza. Vivimos en una sociedad que no se hace eco de nuestros dolores porque históricamente no dio valor a nuestras vidas. Vivimos en una sociedad donde circulan discursos de odio; nos nombran desde la burla, la ridiculización y la estigmatización. Los espacios que deberían abrazarnos, desde el feminismo hasta el Estado, nos siguen marginando. Diputades, esto tiene efectos concretos en nuestras vidas, en nuestros cuerpos y en nuestras subjetividades.

Es cierto que durante las últimas décadas algunas personas trans y travestis logramos abrirnos camino ocupando espacios que las cis normas nos han negado históricamente. Nos abrimos camino de manera colectiva gracias a décadas de lucha de compañeres trans y travestis que dejaron sus vidas para que hoy mi generación empiece a ver destellos de esa otra Argentina posible.

Sin embargo, mientras podamos contar con los dedos de una mano cuántas personas trans y travestis estudian y enseñan en nuestras universidades, cuántas trabajan en los estados municipales y provinciales, y cuántas están conduciendo un noticiero en la televisión, estaremos muy lejos de la inclusión laboral y de la ciudadanía que necesitamos.

Probablemente los varones y las masculinidades trans no nos encontramos colectivamente en el Congreso desde el tratamiento de la Ley de Identidad de Género. La "invisibilización" de nuestro colectivo ha sido una constante, y hoy estamos no solo para dar cuenta de nuestra existencia, sino también de la diversidad de construcciones de masculinidad que conviven en nuestro colectivo.

No todos "transicionamos" de la misma manera y hacia los mismos lugares. A esa diversidad la visibilizamos con mucho orgullo como respuesta política a algunos sectores que nos siguen equiparando a los varones cis; y no somos varones cis.

Estamos aquí gracias -y especialmente- a la lucha de nuestras hermanas trans y travestis que nos allanaron el camino.

El reconocimiento a nuestras compañeras como pioneras y el reconocimiento a nuestra propia diversidad son la base de la construcción de un activismo, de un feminismo y de un Estado que dejen atrás el sectarismo y la reproducción de espacios de discusión binarios y excluyentes.

El acceso al trabajo formal es fundamental para avanzar hacia un horizonte de vidas trans y travestis vivibles, nada más y nada menos que vivibles, hacia la posibilidad de elegir y de aportar nuestros saberes y nuestras formas de ver el mundo para construir una sociedad que no nos corra la mirada, que nos valore y nos reconozca. En ese sentido, es imprescindible hablar de inclusión como un paradigma transversal para garantizar nuestra inserción laboral.

La decisión política del Estado no puede reducirse a un par de lugares de trabajo en algunas dependencias públicas. Debemos pensar en la inclusión en el sector público y privado, en las cooperativas y en los distintos emprendimientos, ampliando el universo de oportunidades para que todas las personas trans y travestis podamos desarrollar nuestro propio proyecto de vida. Esto también supone reformar la Ley de Contrato de Trabajo para prohibir de una vez y para siempre la discriminación por identidad y expresión de género.

Diputades y compañeres: la Ley de Identidad de Género sancionada hace ocho años fue el primer acto de reconocimiento y reparación hacia nuestro colectivo. Como segundo paso para lograr el pleno goce de nuestra ciudadanía, les instamos a pensar en la inclusión laboral formal trans y travesti. Así, podremos repensar y transformar la sociedad de manera que ser trans o travesti no signifique poner en riesgo nuestras vidas diariamente. Me refiero a una sociedad en la que no seamos condenades a la exclusión, la vergüenza, la desidia y la muerte.

Pregunto: ¿qué vidas son dignas de ser vividas? ¿Cuáles son dignas de ser lloradas? ¿Qué vidas merecen reconocimiento? ¿Cuáles tienen valor? ¿Alguna vez pensaron en las infancias y adolescencias trans y travestis? ¿Alguna vez pensaron en lo significativo que podría ser preguntarle a une niñe si le gusta su nombre o qué ropa prefiere usar? ¿Alguna vez pensaron en lo distinto que habría sido para nosotres contar con la cercanía de alguien que nos hubiera mostrado que podríamos ser de otra forma, de muchas formas, y que eso estaba bien?

Diputades: ¿cuánto tiempo más tenemos que esperar para elegir la vida que queremos vivir? ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar para sentir que nosotres también podemos ser felices, plenamente felices?

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Disculpame, Thiago, necesitamos que redondees. Te queda un minuto.

SR. GALVÁN Hablo de felicidad y también hablo de amor porque es algo que nos han negado históricamente.

Lohana Berkins decía: "El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo." Hoy les pido acá que dejen de negarnos amor, que dejen de negarnos.

¿Alguien pensó en los efectos de la negación? ¿Alguien pensó que la negación es una condena en silencio a la inexistencia, a la exclusión familiar, a la imposibilidad del deseo y hasta a la ausencia de un gesto tan simple e importante como un abrazo?

Diputades: nuestras vidas valen. Nuestras vidas son dignas de ser vividas. Nuestras voces son dignas de ser oídas y nuestras demandas son dignas de ser atendidas. Queremos que nuestras vidas valgan, y queremos que valgan el goce y la libertad. El tiempo y la revolución es ahora: inclusión laboral formal trans y travesti sin demora.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Recuerdo a todos y todes que intenten ser respetuosos del tiempo, sobre todo quienes lo comparten con otros compañeros.

Ahora sí tiene la palabra Tomás Máscolo, quien es activista trans e investigó el aborto en personas trans masculinas. Además, es periodista de La Izquierda Diario, especializado en género y sexualidad y militante del PTS.

SR. MÁSCOLO Voy directo al grano. La cuarentena producto del coronavirus mostró la distancia y la desigualdad estructural a la que las somos sometidas las personas trans y LGTBIQ, además de las políticas públicas del gobierno nacional y provinciales, gobierne quien gobierne. A pesar de las leyes conquistadas, estamos muy lejos de obtener una respuesta a lo que significa la crisis para las personas trans. Aclaro que incluso antes de la pandemia veníamos denunciando la falta de acceso al trabajo, a la salud y a la vivienda.

Como periodista recibo a diario denuncias de desalojo, represión y violencia de las personas travestis y trans, no solamente de integrantes de nuestra comunidad. Por ejemplo, hoy entrevisté a Graciela Duarte, tía de los pibes QOM que el 1° de junio fueron torturados por la policía del Chaco gobernada por el oficialista Capitanich. Aprovecho para preguntar dónde está Facundo Castro, desaparecido hace 75 días.

Volviendo al cupo trans y su importancia, hoy 4.100 travestis y trans están viviendo con 8.437,50 pesos subsidiados por el Plan Potenciar Trabajo. ¿Alguien cree que se puede sobrevivir con esa suma durante un mes? Me pregunto cómo puede ser que el Estado pague la ATP a gerentes como Nicolás Caputo -amigo de Macri-, y a los dueños de Swiss Medical y Ledesma. Mientras tanto, a los sectores vulnerables les otorga menos de los 10.000 pesos mensuales que se reciben por IFE. Desde ya no me refiero a los comerciantes, sino a los grandes capitalistas. Me pregunto a qué se debe el detalle de pagarnos 1.500 pesos menos.

La dieta de los diputados, las diputadas y los funcionarios públicos multiplica muchas veces esa suma, ni hablar de lo que reciben los obispos y los curas que nos abucheaban hace diez años cuando estábamos en la calle arrancando con el tratamiento de la Ley de Matrimonio Igualitario. ¿Se imaginan a esos personajes viviendo con 10.000 pesos?

Un dato no menor es que el nuevo Código Civil, reformado en 2014, considera a la Iglesia como una persona jurídica pública, dándole un tratamiento todavía más especial y un estatus privilegiado respecto a otros cultos y de quienes no profesamos ninguna fe. El Frente de Izquierda fue el único que rechazó el contenido de esa reforma reaccionaria en el Congreso. Además, los decretos de la dictadura que financian a la Iglesia con millones de pesos provienen mayoritariamente del presupuesto nacional.

Por otro lado, el diputado del Caño me dio la oportunidad -como sucedió con otros tantos activistas- de aportar ideas para la inserción laboral. Estas fueron incorporadas a su proyecto de ley con el fin de que puedan acceder a un trabajo quienes hayan hecho o no el cambio registral contemplado en la Ley de Identidad de Género Nª 26.743, tengan o no antecedentes penales y reúnan las condiciones requeridas para el cargo. Es decir que basta con el criterio de idoneidad, que es otro reclamo nuestro.

A la vez, reclamamos que el Estado nacional garantice la capacitación laboral obligatoria y remunerada de las personas trans para acceder a un puesto de trabajo. ¿Por qué? Porque si se va a aprobar una ley para decir que nosotres tenemos derecho a trabajar y a que nos contraten, necesitamos que sea bien clarita.

Este proyecto se presentó por tercera vez el mes pasado, el mismo mes en que se conmemora el hito nacional del movimiento LGTBIQ, a la cabeza de dos travestis: Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera. La represión estatal y sistemática que denunciaran las activistas de Stonewall siguen a la orden del día en forma de leyes o contravenciones.

Sus nombres fueron recordados en las masivas movilizaciones que se dieron en Estados Unidos y en todo el mundo. Por eso aprovecho a decir "Back Lives Trans Matters".

El proyecto que presentamos junto al diputado Nicolás del Caño habla de garantizar un ingreso mínimo para cubrir las necesidades más básicas. Lo que planteamos desde nuestra parte está claro en los fundamentos del proyecto. Mientras las personas trans, travestis, transgénero y transexuales no tengamos derecho al libre ejercicio de nuestra sexualidad y seamos juzgados, mientras no tengamos el control de nuestros propios cuerpos y nuestras vidas, mientras existan leyes que otorguen a algunas personas derechos de las que son privadas otras, solamente por tener una identidad de género o una orientación sexual distinta al cinturón de la heteronorma, vamos a seguir luchando incasablemente por la igualdad ante la ley y por la igualdad ante la vida.

Esto no es una cuestión corporativa para nosotros, queremos construir otra sociedad sin ningún tipo de discriminación ni opresión. Por eso, hoy nos preguntamos, como dije al principio, dónde está Facundo. También por eso nos organizamos junto a la juventud precaria, porque yo fui un precarizado cuando trabajé en limpieza, en un call center, en ventas, y sé lo que es tener miedo a que te descubran. Así conocí la importancia de organizarme con los trabajadores que reclaman por sus derechos, con las mujeres que paran la olla en los barrios populares.

Hoy estamos acá para defender un derecho mínimo: la propuesta de un cupo laboral. Nosotros nos merecemos ese derecho y muchos más.

Entre las medidas complementarias de otras iniciativas que impulsamos desde el Frente de Izquierda Unidad figuran: un plan de acción contra la violencia de género en el marco de la cuarentena, la sanción del impuesto a las grandes fortunas y la prohibición de los despidos y las suspensiones.

Nuestra pelea es con la clase trabajadora, con los trabajadores esenciales, pero sobre todo sabemos que no somos víctimas y que cada conquista fue peleada y pensada de manera independiente y en la calle, porque ningún gobierno de ningún color nos regaló nada. Gracias.

SRA. MODERADORA (AMORE) Tiene la palabra el señor Alan Otto Prietto, representante de Capicúa Diversidad.

SR. PRIETTO Señora presidenta: buenas tardes a todes. Muchas gracias por la invitación a las personas integrantes de la Comisión de Mujer y Diversidad, pero muy especialmente a la diputada Ayelén Spósito, al diputado Leonardo Grosso y a la diputada Jimena López, porque cuando salió esta convocatoria se comunicaron con nosotres para que pudiéramos participar.

Celebro que debatamos los proyectos presentados, que en su mayoría solicitan el cupo de al menos el uno por ciento para que las personas trans y travestis podamos acceder a empleos registrados formales en todos los poderes del Estado nacional y en las empresas estatales descentralizadas.

En ese sentido, me parece importante que el proyecto contemple el acompañamiento para los ingresos que se vayan dando en todos los estamentos del Estado. Ese tipo de acompañamiento es fundamental, porque si bien puede de existir la decisión política de avanzar en cuanto al ingreso de las personas trans, la realidad es que cuando tenemos que transitar los espacios con otros compañeros y compañeras de trabajo, muchas veces se torna sumamente complejo. Se suelen dar situaciones de falta de información y existen barreras y discriminaciones sumamente materializadas. Así se convierte en un tránsito bastante difícil de soportar.

Por eso, me parece fundamental conformar un equipo de acompañamiento donde se pueda sensibilizar a todos y donde se aplique la ley Micaela, que justamente habla de la perspectiva de género y de la diversidad sexual en todos los estamentos del Estado.

También me parece fundamental hablar de la declaración jurada que mencionó une de mis compañeres. Me parece fundamental que no bajemos la vara en lo que indica la ley de identidad de género y que recordemos que la norma solo habla de la manifestación de la persona, es decir que no es necesario que firme un papel para decir que es trans. Por lo tanto, creo que firmar una declaración no es un requisito necesario porque la ley nacional no lo contempla. En todo caso, si la persona no tiene su cambio registral, se debe aplicar el artículo 12 de la ley.

SRA. MODERADORA (AMORE) Se te está escuchando mal. Por favor, subí el volumen o chequeá la conexión.

SR. PRIETTO Decía que es importante la aplicación del artículo 12 porque algunas personas ya estamos transitando lugares en el Estado. En mi caso, me desempeño como trabajador en el INADI. Previo a mi cambio registral tuve bastantes inconvenientes con el área de Recursos Humanos porque no conocían el artículo 12 de la ley. Por ejemplo, se presentaban situaciones diversas cuando me enviaban un correo electrónico o por la manera en que debían nombrarme en un llamado de teléfono o cualquier otro tipo de trámite administrativo. Ante esto, no se respetaba la identidad de género. Esto también pasa en las universidades, en las escuelas y en todos los ámbitos donde las personas nos desarrollamos. Me parece que es un punto para resaltar y que deseo que quede establecido en esta comisión.

Me parece fundamental, si bien no todos los proyectos toman el aspecto público y privado, que se piense en las empresas privadas, en las pymes y también en todo lo que tenga que ver con los emprendimientos productivos y con la economía popular. Además, el Estado debe brindar incentivos para que las personas podamos conformar nuestras cooperativas, nuestras pequeñas empresas. De hecho, se están desarrollando muchas empresas en el contexto de la pandemia, porque muches compañeres se han organizado y están sobreviviendo a través de la venta de productos en la feria o en distintos lugares como en internet y otros medios. Necesitamos que haya más impulsos para otros emprendedores y emprendedoras.

Tal como dijo otro compañero, el Estado es uno de los grandes precarizadores. Hace varios años que trabajo en el Estado y siempre fui monotributista. Por ende, también hay que pensar cómo se ingresa a la planta del Estado o a otro organismo, si es en el marco de una planta transitoria o como un monotributista. También tenemos que ver si se accede por medio de un concurso o rindiendo un examen y cómo se va a implementar el cupo trans. Las leyes no hablan de los concursos para acceder al cargo. No voy a repetir lo que se dijo respecto a la idoneidad.

Otro de los puntos centrales y fundamentales es el de los exámaenes preocupacionales. Cuando las personas ingresamos a un empleo formal tenemos que hacer un examen preocupacional. En esos ámbitos todavía hay prácticas sumamente violentas y discriminatorias. Reitero que el equipo de acompañamiento sería fundamental para articular y comprobar que efectivamente, cuando tenemos que transitar estos espacios, no haya violencia ni discriminación.

Tal como se dijo en reuniones anteriores, desde Capicúa Diversidad celebramos que se estén debatiendo estos proyectos. También, tal como dijeron varias compañeras, es importante incluir el tema de la voluntad política en este debate. Quisiera saber cuántas personas trans tienen efectivamente trabajando en sus despachos los diputados y las diputadas que firman estos proyectos. ¿Cuántos dirigentes políticos tienen a personas trans trabajando en los lugares que ocupan en el Estado?

Entiendo que no estamos en el mismo marco que en 2010 o en 2012, cuando debatimos la ley de matrimonio igualitario o la ley de identidad de género. Sin duda el colectivo trans-travesti ha dado pasos enormes, y aunque el contexto nos lleve a pensar en lo precarizadas que están en nuestras vidas, no puedo dejar de celebrar que hoy tengamos por primera vez en nuestro país a personas trans en cargos jerárquicos del Estado. Me refiero a la compañera Alba Rueda, que es subsecretaria en el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad; a la compañera Ornela Infante, que ocupa un cargo de directora en el INADI, o Daniela Castro en la provincia de Buenos Aires, al igual que otras tantas compañeras que hace un tiempo largo vienen luchando y batallando en distintos municipios y lugares a fin de que las voces trans y travestis sean parte de la agenda política y de la agenda pública.

El contexto del COVID-19 vuelve a poner en escena la precariedad que tienen nuestras vidas y cómo el activismo siempre está un paso adelante organizándose y siendo muy solidario para dar respuesta a la enorme cantidad de demandas que nos llegan a todas las organizaciones.

Desde que empezó la pandemia nuestra organización Capicúa Diversidad viene llevando adelante una campaña solidaria de artículos de higiene y de alimentos para llegar a muchas compañeras, compañeros y compañeres que la están pasando realmente mal.

Es necesario y me parece muy importante que esta comisión pueda llevarse, además de nuestras opiniones y de nuestros proyectos específicos, el conocimiento de la necesidad y la urgencia para que los ministerios de Desarrollo Social, ya sea de la Ciudad, de las provincias o de la Nación, tengan políticas efectivas y rápidas frente a las necesidades que estamos atravesando.

No puede ser que una persona que está solicitando alimentos tenga que mandar 250 mensajes hasta que algún funcionario o alguna funcionaria los atienda o las atienda. Sabemos que muchas veces no es solo la voluntad política, sino que además se necesita el seguimiento de que efectivamente se cumpla lo que se está diciendo que se tiene que hacer.

Como santacruceño, porque si bien estoy viviendo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hace algunos años, soy de la provincia de Santa Cruz...

SRA. MODERADORA (AMORE) Un minuto, Alan.

SR. OTTO PRIETO Perfecto, Julia.

Cuando une se empieza a alejar de las grandes ciudades, quienes venimos de los pueblos lo sabemos, muchas veces las realidades son muy hostiles, y pensar en el cupo laboral trans travesti sigue siendo un gran desafío.

Pienso en mi pueblo, donde la actividad principal es la petrolera, y en que cuando tuve que volver a vivir ahí la realidad para mí era que esa industria, que es la disponible, no era una actividad en la que yo podía trabajar como un masculino trans porque te conocen y saben quién sos. Se imaginarán lo que es para un varón trans tener que ir al campo con 200 varones y no saber qué es lo que te puede pasar.

Entonces, sin dudas, el Estado tiene que ser el impulsor de medidas que reparen las situaciones, pero no podemos dejar de pensar en lo grande que es nuestro país. Por lo tanto, hay que buscar estrategias para que no quede simplemente en una ley, sino que efectivamente se pueda aplicar en todos los pueblos y ciudades, y que sea una realidad concreta para todas las personas trans y travestis.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Tiene la palabra Mariano Galeano, de Red Diversa Positiva de la provincia de Chaco.

SR. GALEANO En primer lugar, quiero saludar a todos, a todas y a todes. Les agradezco por la invitación.

Quiero agradecer a la diputada Cristina Álvarez Rodríguez por la invitación que me hizo llegar a través de la compañera Vicky Izquierdo, a Jacqueline Romero, presidente de Red Diversa Positiva, y a la red federal de varones trans y no binaries, porque a varios de nosotros hoy nos toca participar de esta reunión.

Quiero remarcar un poco lo que es la vivencia en el Chaco. La verdad es que esta pandemia dejó expuestas las enormes dificultades que el colectivo travesti trans tiene para subsistir. También dejó en evidencia la urgencia que tenemos de una vivienda digna, la falta de políticas públicas inmediatas para resolver la problemática alimentaria y las dificultades para acceder a la salud. Me refiero al tratamiento hormonal garantizado en toda la provincia, teniendo en cuenta que hay varios pueblos que están totalmente influenciados por la iglesia y que es difícil atravesar la transición dentro de esas localidades, sobre todo por la falta de un sistema de salud amigable.

En el Chaco hay una población de varones trans y no binarios que van de los 17 a los 45 años, de los cuales casi el 99 por ciento no tiene una vivienda propia y tampoco acceso continuo al ciento por ciento del tratamiento hormonal. Por primera vez muchísimos de ellos pudieron acceder a un ingreso mínimo asegurado todos los meses por el programa Potenciar Futuro, pero más del 90 por ciento obviamente no cuenta con un trabajo formal.

Quiero resaltar también que los varones trans y no binarios ejercen el trabajo sexual. Hay varones trans que viven con VIH, que son violentados y abusados por la sociedad. El ser varón o no binario no quiere decir que nos adaptemos al sistema patriarcal; al contrario, somos varones con vulvas que vivimos violentados desde la niñez.

Necesitamos estar presentes en cada una de estas discusiones políticas para ser escuchados y contarles desde nuestra vivencia cuáles son nuestras problemáticas.

Así que celebro esta reunión y el hecho de que haya tantos compañeros presentes de tantas provincias para contar cada uno su realidad.

La violación de los derechos humanos basada en la orientación sexual y en la identidad de género sigue existiendo, y una de estas violaciones también es la negación del trabajo formal. Esta problemática está doblemente agravada en el Chaco también por la discriminación debido a la etnia, ya que contamos con una población bastante numerosa de travestis trans de la etnia qom.

Esta emergencia sanitaria, como dije, en todo el territorio nacional dejó en evidencia la falta de políticas públicas reales respecto y para el colectivo travesti y trans. La necesidad del trabajo formal es una de ellas. Creo que el trabajo es lo que nos va a dar un buen ingreso para tener una vivienda digna y para que seamos nosotros quienes decidamos qué comprar para alimentarnos y no depender del Estado o estar pidiendo o golpeando puertas hasta el cansancio para conseguir un bolsón de mercadería.

Necesitamos la inclusión laboral trans ya, sin más vueltas, que sea una inclusión laboral federal para todas las provincias y que llegue a todas las provincias por igual. Gracias.

SRA. MODERADORA (AMORE) Aprovecho para saludar a todes, a todas y a todos porque no pude estar en la presentación porque me quedé sin conexión a internet, pero también celebro este encuentro tan federal.

Hoy celebramos el día de la visibilidad de las identidades no binaries. Seguramente ya se habrá dicho, pero quiero sumarme a esta celebración y visibilizar estas construcciones identitarias. Ojalá tengamos un país y un mundo donde no haya etiquetas y no tengamos que estar aclarando tantas cosas, pero en este proceso es necesario hacerlo. Así que, seguimos adelante construyendo para todas, todes y todos.

Tiene la palabra Anthuan Darío Aranda, del Frente Federal de Transmasculinidades por la Ley de Cupo.

SR. ARANDA Buenas tardes a todos y todes.

En primer lugar, quiero agradecer a la diputada Cristina Álvarez Rodríguez y a la compañera Paula Arraigada por la invitación y por brindarnos un espacio para hacer escuchar nuestra voz.

Mi nombre es Anthuan Aranda y participo de la reunión informativa como vocero de mis compañeros del Frente Federal de Masculinidades Trans surgido en un consenso de manera apartidaria y en función de dar cuenta de nuestra situación y necesidades.

En segundo lugar, les comento que enumeramos algunos de los puntos que consideramos importantes a tener en cuenta. Queremos decirles que esta ley debe ser indiscutiblemente de orden público. Los gobiernos provinciales deben reconocer y dejar de atentar contra derechos ya adquiridos.

En cuanto a la interseccionalidad, el proyecto sobre cupo establece prioridades para las personas trans indígenas, racializadas y migrantes con diversidades funcionales.

La idea también es dinamizar el acceso a la documentación y el efectivo cambio registral en el caso de aquellos compañeros o compañeras que así lo desearan.

Jubilación: a los 55 años; teniendo en cuenta la vulnerabilidad especifica de nuestra comunidad, con la posibilidad de planificar un recorte de edad a todo el colectivo travesti-trans y no binario.

Licencia por paternidad y/o maternidad de tres meses, independientemente de la identidad de género. Se reconoce que la masculinidad trans gestante puede necesitar de sus parejas para la etapa de amamantamiento. En tales casos, proponemos que cualquier cuerpo gestante con posibilidad de lactancia tenga derecho a esa licencia.

Licencia por tratamiento hormonal o quirúrgico, conforme a la LIG y que no tramite ni como días de enfermedad ni de vacaciones.

Inclusión en variados ámbitos, como la docencia y el deporte; inclusión laboral de docentes trans y travestis en los distintos niveles educativos sin orden de mérito, implementación real de la ESI y garantía de permanencia en las escuelas; protección al despido por motivos de discriminación a través de una dirección que reciba denuncias y...

Perdón, pero estoy un poco nervioso; soy de Salta.



SRA. MODERADORA (AMORE) Tranquilo, Anthuan; te estamos escuchando perfecto. Vas muy bien.

SR. ARANDA Gracias.

Capacitaciones para puestos laborales contemplados dentro del cupo. Nada sobre "nosotres" sin "nosotres".

Formaciones pagas a personas travestis-trans para que accedan a puestos de alto y medio nivel profesional; fomento y apoyo a las cooperativas y al trabajo autogestivo, reconociendo que es uno de los pilares que nos ha mantenido siempre resistiendo, a pesar de las disidencias estatales.

Finalmente, queremos dejar en claro que el porcentaje del cupo no debe ser pensado en función de la cantidad de poblaciones trans que arroje el Renaper, ya que muchísimos "compañeres" y compañeras no tienen el cambio registral tramitado, ya sea por cuestiones de decisión propia o por irregularidades del acceso al mismo. En Salta, por ejemplo, a una persona de 35 años que quería hacer un cambio registral le dijeron en el registro que tenía que esperar hasta que hablaran con los padres para ver si estaban de acuerdo.

Esto es lo que presentamos con nuestros compañeros. Muchas gracias por el espacio.

SRA. MODERADORA (AMORE) Muchas gracias a vos, Anthuan.

Tiene la palabra Lucas Roda, no "binarie", "becade" de la Universidad Di Tella en la carrera de Ciencias Políticas y Gobierno. Actualmente, está a cargo de la organización estudiantil Repensando Di Tella, sobre filosofía; es "investigadore" y "escritore" sobre comunidad trans, sexualidad y géneros no binarios; asesor de Trans Argentinxs y activista de derechos humanos.

SR. RODA En primer lugar, quiero agradecerle a la diputada Josefina Mendoza por la oportunidad y, en especial, a Lautaro, cofundador de Trans Argentinxs -donde soy "asesore"-, que fue quien me permitió estar hoy acá.

Tenía pensado hablar desde una perspectiva personal, tanto basada en lo que leo como en la forma en que me atraviesa este proyecto.

Soy persona trans no binaria, tengo 21 años y mi preocupación hoy en día -y, en gran medida es la preocupación de las juventudes y las adolescencias trans- es qué va a pasar cuando tenga que salir al mercado laboral.

Sabemos que actualmente nos excluyen, no solo como trans sino debido a los debates y discusiones que se están dando respecto a si realmente el no-binarismo es una identidad válida y debe ser incluida en una ley de cupo.

Me parece necesario destacar que, como población no binaria, somos trans. No nos reconocemos con el género que nos fue asignado al nacer, sino que realizamos una transición al declararnos de otro género.

Además, sufrimos muchas de las exclusiones que también sufre el colectivo travesti, no desde la parte histórica que sufrieron, sino como una emergencia de nuevas identidades que -nuevamente- no se sienten incluidas en la clasificación a la que la sociedad heterocis nos quiere obligar a responder.

En mi caso personal, siempre pienso en qué ocurrirá cuando el día mañana yo quiera buscar un trabajo. Ya en las planillas que uno debe completar para solicitar empleo, no se aclara un pronombre personal que no sea "él" o "ella", no se da la opción de tildar un género por fuera del masculino y del femenino. Hoy en día, ni siquiera la ley de identidad de género dispone, para los registros de identidad, algo diferente a "hombre/mujer".

Entonces, uno de los puntos centrales en los que se debe pensar -esto, desde el punto de vista de lo que le pasa a la juventud, pero también conociendo la gran emergencia que atraviesan las adolescencias no binarias hoy en día- es de qué manera este proyecto de ley podrá incorporar y responder a las necesidades de estas nuevas poblaciones que están intentando introducirse en el mercado laboral y que se están capacitando para ello -están terminando sus estudios secundarios e ingresando a la universidad.

Otra pregunta que me hago es qué pasa con aquellas personas que ya estamos en el mercado laboral, qué pasa con las identidades no binarias o trans que están en el mercado laboral. ¿Las empresas o el Estado van a responder, incluso desde el lado arquitectónico, por ejemplo, agregando un baño sin género? ¿Van a modificar otras políticas que también son excluyentes y restrictivas hacia las identidades no binarias, hacia las personas trans en general?

Me parece que algo fundamental sobre lo que se han manifestado otros expositores es lo relativo al acompañamiento. Es necesario que haya una capacitación, tanto en la planta laboral donde va a ingresar la persona trans como para la persona trans, de modo que pueda contar con las herramientas para defenderse de una posible discriminación -que existe-. Por más que estemos generando leyes y constantemente luchando por la ampliación de derechos y por nuestro reconocimiento, siguen existiendo resiliencias y resistencias de parte de la población, a punto de cuestionar si existimos o no.

Hubo años de lucha para que se entendiese y se respetase como "ciudadanes" a la comunidad trans travesti; hoy las identidades no binarias estamos atravesando la misma situación.

Era lógico que, después de una ley de identidad de género como la que logramos hace ocho años, aparecieran entidades no binarias. Frente a una ley de identidad de género no restrictiva, era lógico que las identidades no binarias ocho años después demandaran el mismo reconocimiento que pidió en su momento la comunidad trans-travesti en su conjunto.

Me parece que uno de los desafíos más grandes que hay en el debate de este proyecto de ley de cupo es recordar que las entidades no binarias y trans no binarias pertenecemos a la comunidad trans y ver la forma de asegurar nuestra inclusión y la inclusión de la juventud trans, que está intentando profesionalizarse y capacitarse -ya terminó la secundaria y está en la universidad.

¿Cómo me aseguraré el día de mañana, cuando vaya a buscar trabajo y quiera llenar una planilla, que mi identidad estará representada y que, mínimamente, habrá una casilla donde pueda marcar cuáles son los pronombres con los que quiero que las autoridades del Estado o de la empresa que me contrata se dirijan a mi persona?

Me parece que este es un punto fundamental que debemos tener presente.

Quiero agradecer, obviamente -y esto lo digo como parte de la comunidad no binaria-, al movimiento trans y travesti, ya que, gracias a las luchas históricas que ellos tuvieron hasta el día de hoy, gracias a la Ley de Identidad de Género -envidiable en el mundo-, hoy podemos también exigir estos nuevos derechos sobre nuestros cuerpos, que están siendo otra vez apropiados, otra vez excluidos y otra vez violentados. Muchas gracias.

SRA. MODERADORA (AMORE) Tiene la palabra Santiago Nahuel Quizamas, de Varones Trans Santa Fe.

SR. QUIZAMAS Señora presidenta: buenas tardes a todos, a todas y a todes. Quiero primeramente agradecer al diputado Enrique Estévez y a la Comisión de Mujeres y Diversidad por permitirme participar.

Mi nombre es Santiago Quizamas, soy varón trans, de 41 años, vivo en Rosario, soy el presidente de Varones Trans Santa Fe y participo de la red Federal de Varones Trans y no binaries y soy un papá orgulloso de una nena de siete años.

Mi vida estuvo marcada por las leyes que me permitieron ser quien soy hoy. Cuando se aprobó la ley de matrimonio igualitario me casé; con la ley de reproducción asistida formamos una familia; pero nosotros no salimos, no vinimos o no nacimos con las leyes; las personas trans venimos desde mucho antes. Es para nosotros importante esta oportunidad de que se nos reconozcan nuestros derechos.

En cada rincón del país hay una persona trans esperando ser reconocida. Muchas veces mis compañeres y yo quedamos exentos de las discusiones de la comunidad trans y travesti, de los espacios de militancia o de la formación política. Muchas veces debemos hacer un esfuerzo doble para acceder a reuniones como esta. Esto radica en la idea de que adquirimos supuestos privilegios de los varones cis.

SRA. MODERADORA (AMORE) Se te escucha, Santiago, pero yo te pediría que intentes abrir tu cámara para que te podamos ver, que es importante también verte.

Lo intentamos al menos. Seguimos sin verte, pero no importa.

SR. QUIZAMAS Decía, esto radica en la idea de que adquirimos supuestos privilegios de los varones cis, lo cual invalida la identidad de varón trans. Creer que en lo laboral igualamos las posibilidades de acceder a un trabajo por la sola idea de que la ley de identidad de género nos permite operarnos, hormonarnos o hacer cambios registrales es mentira. Algunes nunca tuvimos la oportunidad de un trabajo formal o registrado.

En mi caso personal, para las entrevistas, donde buscaban una mujer, mi expresión de género era muy masculina y para las otras, para mucha gente, sencillamente, no era un hombre. Y ahí quedamos excluides laboralmente por razones sexistas. Y si transicionás dentro de tu trabajo, quedás expuesto a diferentes tipos de violencia.

A pesar de que la ley de identidad de género provee de todo el amparo legal, no todes tienen la posibilidad económica de encarar un entorno laboral donde su identidad no sea atentada.

Entonces, para cualquier ámbito privado, la identidad de varón trans o no binarie termina siendo foco de posibles actitudes discriminatorias. De esta forma se nos excluye de los análisis preocupacionales y así terminamos en ámbitos laborales precarizados o en los cuales no hay un sustento registrado para, por ejemplo, acceder a una obra social. Sumado a esto, ¿qué pasa cuando una transmasculinidad es migrante, indígena, racializada, con alguna capacidad no esperada o alguna enfermedad o sean xadres solteres o aquel que quiera hacer uso de su capacidad de gestar? Sin lugar a duda es una exclusión mucho mayor, que atraviesa a todos los ámbitos, oficios, docencia, cultura, deporte, etcétera.

El 95 por ciento de nosotres no tenemos esa oportunidad. El Estado debe tomar medidas y reivindicar esta situación. Hace años el colectivo travesti/trans viene militando por la aprobación de leyes y ordenanzas de cupo laboral. En Santa Fe, trece ciudades sancionaron el cupo. Rosario fue la primera en hacerlo en el año 2016. Hoy en Rosario restan entrar más de diez compañeres, pero eso no es todo. De estas trece ciudades, sólo entraron tres varones trans al Estado. Obviamente no alcanza. Con la sanción de la ley no alcanza. Exigir la voluntad política para aplicarlo e implementarlo es lo que estamos pidiendo. No es suficiente pensar en una población trans de 14 a 40 años en una oficina o dependencia del Estado.

Hago un paréntesis y digo que hoy en Santa Fe esperamos ansioses la firma del gobernador en la reglamentación del cupo laboral trans a nivel provincial. Pensemos en una ley que venga a devolver la dignidad, que repare el daño de un Estado ausente, que nos inserte en la sociedad de hoy. Hace ocho años se sancionó la ley de identidad de género y todavía renegamos de su implementación.

Esperamos por una salud integral. Necesitamos que se actualicen los sistemas administrativos y la adecuación de los registros de partidas de nacimiento, de libretas de matrimonio y toda nuestra documentación legal. Mis compañeres y yo sabemos que falta mucho, así que acá nos encontrarán porque con cada derecho ganado nos espera un país más rico, más inclusivo y más plural.

En Rosario somos más de 140 compañeres que estamos esperando ansioses que el Senado, por fin, trate una ley que esté a la altura de una nación que pregona derechos como es hoy la Argentina de todos.

SRA. MODERADORA (AMORE) Ahora es el turno de Sebastián Ignacio Medrano. El compañero es integrante del Movimiento Trans Nadia Echazú y la Nelly Omar.

SR. MEDRANO Buenas tardes. Mi nombre es Sebastián Medrano. Ante todo quiero expresar mi agradecimiento a las diputadas Gisela Marziotta, Cristina Álvarez Rodríguez y a la presidenta de la comisión, la diputada Mónica Macha, por la oportunidad y por el privilegio de poder participar en el día de hoy de esta comisión.

Quiero agradecer la voluntad política y el camino andado por quienes nos precedieron; es decir comenzar poniendo en valor el hecho de que estamos acá gracias a una histórica e incansable lucha de nuestras compañeras travestis/trans que viene llevando largas décadas.

Y digo el privilegio de poder participar porque por cada uno de nosotros y nosotras que estamos acá hay miles que no están y a quienes nos sentimos con la enorme responsabilidad de intentar representar en estos minutos.

En este sentido, quisiera poner especial énfasis en la interseccionalidad con la que esperamos que se aborde la temática relacionada a los derechos laborales del colectivo trans/travesti. No somos un colectivo de características uniformes y homogéneas.

En estos días imaginaba una realidad paralela en la cual la hegemonía dominante fuera el colectivo trans, en la cual la totalidad de los diputados y senadores en este mundo imaginario fueran varones y mujeres trans y tuvieran que legislar para garantizar el acceso al trabajo del colectivo cis. Cuando digo cis me refiero a personas que se identifican con el género asignado al nacer. Si tuviéramos que pensar leyes para el colectivo cis, resultaría evidente que las problemáticas que atraviesan hombres y mujeres son distintas. Resultaría evidente que es distinta la realidad de las personas que vivimos en el AMBA de las que viven en el interior del país y aún más evidente resultaría resaltar que hay diferencias enormes y sustanciales que se dan en distintas franjas etarias. También son distintas las opresiones que sufren nuestros compañeros y compañeras originaries, afrodescendientes, migrantes, racializades, las personas con discapacidad y así podría seguir largos minutos, pero el tiempo apremia.

Entonces, volviendo al mundo real, a este en el que nos toca vivir, retomo el concepto de que es necesario abordar este debate contemplando las características de nuestro colectivo desde la interseccionalidad, no para entablar una competencia de quién sufre más ni peores opresiones, sino, al contrario, para abarcar las distintas necesidades que tiene un colectivo que ha sido, a lo largo de los años, expulsado, negado y violentado por el conjunto de la sociedad. Creemos que una sociedad más justa e igualitaria debe construirse nivelando siempre hacia arriba.

No quiero continuar mi exposición sin antes dejar en claro que mis manifestaciones no son a título personal sino en nombre de miles de compañeros y compañeras de todo el país.

El cupo laboral en el sector público debe ser una disposición de orden público. Tenemos a nuestro favor la experiencia de lo sucedido con las leyes de cupo sancionadas en provincias y municipios. Necesitamos que el cupo establecido para el ámbito estatal sea de orden público para verdaderamente modificar nuestra realidad; de lo contrario, dependeremos siempre de voluntades políticas que si existieran no estaríamos acá.

Necesitamos también un registro nacional conformado por personas de nuestro colectivo que se ocupe de velar y constatar el efectivo cumplimiento del cupo en todos los órdenes del Estado.

El requisito de idoneidad debe ser abordado con una perspectiva inclusiva. Creemos fundamental que la ley de cupo laboral abarque no sólo la estructura administrativa del Estado sino también los entes y las sociedades con participación estatal mayoritaria, porque sabemos perfectamente que sin oportunidades reales el esfuerzo personal resulta estéril para acceder a un nivel de vida digno.

Para acceder a cualquier cargo dentro de la administración pública es un requisito constitucional la idoneidad. Asimismo, el Estado tiene la obligación constitucional de garantizar la educación; sin embargo, nuestro colectivo ha sido expulsado de todos los espacios de la sociedad, incluyendo el ámbito educativo. Es por eso que exigimos que la idoneidad sea evaluada en relación con la práctica concreta y que el título secundario no opere como un filtro burocrático tendiente a dejar las cosas como están.

Creemos que es necesario que el Estado provea capacitaciones pagas para nivelar en los casos en que sea necesario elevar la actitud de un postulante para que pueda desempeñar una labor determinada.

El cupo laboral debe contemplar al empleo privado. Encontramos de vital importancia que existan no solo incentivos a través de beneficios fiscales para aquellas empresas privadas y pymes que contraten personal del colectivo trans travesti, sino que también todas aquellas empresas que se benefician con políticas públicas -como créditos o subsidios- o que sean proveedoras del Estado deban demostrar políticas efectivas y reales para incluir a nuestro colectivo.

Esto no solo aliviaría la carga presupuestaria que supondría que solamente el Estado sea quien nos emplee sino que constituiría un paso necesario para que nuestra incorporación al entramado productivo de la sociedad sea efectiva.

Mientras no estemos trabajando como encargados o encargadas de edificio, atendiendo la caja de un supermercado, kiosco o restaurante, cobrando el peaje, siendo recepcionistas en un consultorio médico o vendiendo en algún comercio, seguiremos estando en las sombras y destinados a vivir en los márgenes de la sociedad.

Los varones trans somos cuerpos gestantes. Muchos de nosotros hemos gestado antes de transicionar, muchos otros han gestado luego o planean hacerlo. Esta es una característica propia del colectivo trans masculino que debe ser contemplada ya que la actual Ley de Contrato de Trabajo solo regula las licencias por maternidad en un título dedicado exclusivamente al trabajo de las mujeres.

En el mismo sentido, necesitamos que se garanticen las licencias asociadas a los tratamientos de adecuación del género. La Ley de Contrato de Trabajo sólo contempla licencias por enfermedad. A la hora de someternos a tratamientos quirúrgicos que no están estrictamente relacionados con una enfermedad, creemos que es de vital importancia no dejar el otorgamiento de las debidas licencias a la voluntad de los empleadores. Es por eso que deben garantizarse las licencias por tratamientos relacionados con la adecuación de género estableciéndose un tope anual de treinta días corridos. Necesitamos que la ley otorgue protección especial a quienes tienen trabajo y deciden transicionar.

En efecto, el colectivo trans travesti en su conjunto corre serios riesgos de perder el empleo a la hora de hacer el cambio registral, de iniciar tratamientos de hormonización o cirugías que la Ley de Identidad de Género garantiza o, simplemente, de manifestar un cambio en su expresión de género. Este no es un temor, es la experiencia material de hombres y mujeres trans que, incluso siendo profesionales, han perdido su empleo o se han visto forzados a renunciar debido a algo tan simple como ser quienes son.

La Ley del Contrato de Trabajo otorga protección ante un despido por causa de embarazo o por causa de matrimonio a través de una indemnización agravada. En el mismo sentido, la norma debe también contemplar una indemnización agravada para los casos de despido por cambios en la expresión o identidad de género por un lapso de doce meses y con la misma presunción que opera para los casos de matrimonio y embarazo.

Creemos que quienes no han podido acceder a un trabajo deben poder hacerlo, pero también necesitamos que quienes han tenido la suerte de conseguir trabajo puedan conservarlo.

Por último, si bien entendemos que este es un tema previsional y no va a ser abordado en el presente proyecto, no queremos dejar de mencionar que los varones trans...

SR. MONTENEGRO Perdón, Sebastián, quiero hacer una interrupción.

SR. MEDRANO Enseguida termino mi exposición.

No quiero dejar de mencionar que los varones trans, que tenemos vastas dificultades para acceder al mercado de empleo formal, por el solo hecho de realizar el cambio registral pasamos a tener una edad jubilatoria cinco años mayor a la original.

Concluyo mi intervención reconociendo que la Ley de Identidad de Género ha sido un paso fundamental en la batalla que libramos cada día por existir. Esperamos que la

ley que se sancione tome las mejores propuestas de cada proyecto presentado para convertirse en el siguiente paso a fin de que nuestro colectivo se integre al entramado social.

No se trata sólo del acceso al salario sino también del acceso a una obra social, de realizar aportes jubilatorios, de la bancarización y de tener ingresos comprobables para poder acceder a un alquiler. También, se trata de ocupar un lugar visible en distintos ámbitos de la sociedad.

En resumen, necesitamos una ley de derechos laborales para el colectivo trans travesti porque nuestra lucha diaria sigue siendo por algo tan simple como existir. Muchas gracias.

SRA. MODERADORA (AMORE) Continuando con la pluralidad de voces, tiene la palabra Lorenzo Franco, quien es coordinador de la filial de Tucumán de ATTTA y es miembro de la Federación Argentina LGBT. También integra la Biblioteca "Ayelén".

SR. FRANCO En primer lugar, quiero saludar a las diputadas, los diputados y les diputades; a todos nuestros compañeros que han venido a exponer en la jornada de esta tarde. También quiero agradecer y saludar especialmente a Tucumán, mi provincia.

Asimismo, quiero felicitar a les compañeres no binaries en el Día de la Visibilidad.

Mi nombre es Lorenzo Franco. Soy tucumano y soy coordinador de la filial tucumana de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina. También soy miembro de la Federación Argentina LGBT y de la Biblioteca Popular de Cultura LGBT "Ayelén".

Quiero agradecer principalmente al diputado Leo Grosso por la invitación. Me siento muy agradecido por ser un chico trans tucumano que llega a la Cámara de Diputados para representar a sus compañeres.

También quiero agradecer a la diputada Mónica Macha ya que tuvo la iniciativa de sumar un día más para visibilizar las masculinidades trans y les compañeres no binaries.

Como colectivo, estamos orgulloses de que este proyecto llegue a debatirse y visibilizarse pero tenemos la sensación de que no alcanza y eso nos deja un sabor agridulce.

En Tucumán somos un grupo de personas que debatimos, reflexionamos y pensamos acerca de los beneficios que obtendríamos de aprobarse la ley de cupo laboral trans travesti.

Por ejemplo, uno de los beneficios sería incentivar a las compañeras a terminar sus estudios o comenzar otros nuevos, para seguir formándose, tener derechos laborales e incluso desarrollar múltiples habilidades por el simple hecho de estar trabajando activamente.

Nosotros sabemos que muchos de estos compañeros, compañeras y compañeres van a quedar por fuera de estos beneficios, en particular los mayores a 35 años, a quienes nosotros conocemos como compañeros sobrevivientes. Por eso queremos una ley un poco más grande: la ley integral trans, que abarca todos los sistemas sociales y civiles que nosotros enfrentamos como ciudadanos y como colectivo. ¿Por qué? Porque tenemos una expectativa de vida de la mitad de la de cualquier ciudadano.

No quiero ser reiterativo, pero debo serlo: tenemos una doble vida civil, pues debemos acarrear con nuestra documentación anterior para validar nuestro derecho presente. Además, tenemos garantizada la exclusión de todos los sistemas: de salud, educativo, sanitario e, incluso, familiar.

Para quienes nos hemos atrevido a desafiar el sistema hetero-cis, tan normado y legitimizado en nuestra sociedad argentina, pedir y exigir que se cumplan estas leyes significa dignidad, soberanía, justicia y justicia social. Necesitamos garantizar referentes del colectivo trans en puestos políticos y gremiales, públicos y privados.

Necesitamos visibilizar las diferentes identidades de nuestro colectivo. Necesitamos visibilizar y reconocer legalmente a les compañeres no binarios. Es una deuda que tenemos con esta parte de nuestro colectivo. Necesitamos una reparación histórica para los compañeros mayores de 35 años por todas las violencias sistemáticas que vienen sufriendo. También queremos acceso a la salud: necesitamos consultorios inclusivos para el colectivo. Además, necesitamos vivienda, ya que más del 90 por ciento de los compañeros no tiene acceso a una vivienda digna y vive en la indigencia.

Ahora, imagínense lo que es vivir en Tucumán, una de las provincias más conservadoras del país, la última en adherir a la ley Micaela. En Tucumán tenemos casos emblemáticos, como los de Ayelén Gómez y Cynthia Moreira, que fueron víctimas de crímenes de odio, de travesticidios. Las compañeras han sufrido violencias brutales, y en la causa -aun estando muertas- han violado su identidad de género. Imagínense lo que es ser trans en Tucumán, y encima, pobre, porque ser pobre y trans implica una exclusión y una violencia muy crudas.

Voy a redondear, porque me queda poco tiempo. Los hombres trans hemos tenido que escondernos y vivir con miedo; hasta hemos llegado al punto de recibir violaciones correctivas. No me quiero olvidar de que más del 80 por ciento de los compañeros no tiene acceso a trabajos formales y, por lo tanto, no tienen vacaciones, ni aguinaldos, ni feriados, ni obra social; incluso, algunos ni siquiera tienen zapatillas ni dónde dormir.

Todo nuestro cuerpo lleva la militancia grabada en la piel. Nuestra comunidad es la más precarizada de la Argentina. Necesitamos voluntad política, y eso se traduce en presupuesto.

Necesitamos la ley integral trans. Con Néstor y Cristina conseguimos la ley de matrimonio igualitario y la de identidad de género. Con Alberto y Cristina debemos conseguir la ley integral trans.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Tiene la palabra Benjamín Génova, referente de Varones Trans y No Binarios de las provincias de Neuquén y Río Negro.

SR. GÉNOVA En primer lugar, quiero agradecer a Mónica Macha y Leonardo Grosso por la invitación. La verdad es que estoy bastante nervioso -quiero que lo sepan desde el principio-, y esto tiene que ver con muchas cuestiones. El hecho de no haber tenido nunca la posibilidad de estar en un espacio como éste, contando nuestra realidad y explicando por qué necesitamos esta ley, para mí es una responsabilidad muy grande. Estoy muy agradecido.

Desde nuestro lugar, queremos compartir con todas, todos y todes ustedes cuál es la realidad de nuestra región siendo varones trans y no binaries.

Voy a arrancar presentándome. Mi nombre es Benjamín Génova, tengo 34 años y soy un varón trans. Soy rionegrino -nací en el Alto Valle de la provincia de Río Negro- y fui criado en una zona rural muy pobre, muy lejana, con una desinformación y un desconocimiento total sobre mi identidad. Recién a los 25 años pude ponerle nombre a lo que me pasaba. A los 14 años me tuve que ir de mi casa porque constantemente sufría la violencia de mi papá -de mi progenitor-, y a partir de eso fueron muchas las cosas que me sucedieron.

Es por eso que agradezco el hecho de estar acá. Durante esa parte de mi vida tuve que vivir en la calle, sobrevivir, pedir para comer, ejercer el trabajo sexual como única opción y abandonar la escuela. Es decir, me pasaron un montón de cosas terribles, y nunca me hubiera imaginado que alguna vez tendría esta posibilidad de compartir con ustedes cuál es nuestra situación.

También a los 14 años fui padre de mi primera hija, y la verdad es que fue todo muy triste porque en ese momento no tuve ninguna posibilidad de contar que yo era un varón trans. En ese momento no existía -por lo menos en estos territorios- la posibilidad de ver a otro varón trans hablando del tema como para que yo pudiera sentirme reflejado y, a partir de eso, poder descubrir un montón de cosas. Por eso también celebro este encuentro y agradezco la palabra de cada compañero y compañere que estuvo hablando.

Recién en 2011 pude ponerle nombre a mi identidad y saber que era un varón trans, previo a la sanción de la ley de identidad de género, que consiguieron -con mucho esfuerzo, lucha y poniendo el cuerpo- las compañeras trans y algún otro compañero trans, desde la invisibilidad.

Recién a los 31 años pude tener mi primer trabajo registrado y formal en la provincia de Neuquén. Soy empleado de la provincia y trabajo en la Dirección Provincial de Diversidad. A partir de esta posibilidad, mi vida fue totalmente distinta a lo que había vivido hasta ese momento. A los 31 años, el hecho de tener un trabajo formal me cambió la vida a mí y a mis hijas, porque tengo la tranquilidad de poder pagar el alquiler todos los meses, de comprar lo que mis hijas necesitan y de tener un recibo de sueldo para conseguir un alquiler más digno. Todo eso que empezó a cambiar en mi vida es lo que yo quiero para mis compañeros.

En 2015, junto con otros compañeros trans de la provincia del Neuquén y del Alto Valle de Río Negro, formamos esta organización que hoy represento con mucho gusto. Lo hicimos con la necesidad, justamente, de visibilizar lo que nos estaba pasando.

No existía, por lo menos en nuestra región, un espacio que nucleara a varones trans o masculinidades trans. Con estos compañeros logramos llevar adelante mucho trabajo de territorio; hoy somos cuarenta, de entre 6 y 46 años de edad, y trabajamos en conjunto todos los días para poder acercarles a los compañeros -sobre todo en este contexto de pandemia- un plato de comida, unas zapatillas...

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Perdón que te interrumpa, Benjamín, pero te aviso que te queda un minuto, más o menos. Te aviso para que puedas redondear tu exposición.

SR. GÉNOVA Gracias. En nuestra organización, de los cuarenta que somos, veintidós no tienen trabajo y diecisiete están esperando que la salud pública neuquina les otorgue el derecho a poder acceder a la masculinización de tórax. No somos prioridad en nuestra provincia para poder acceder a estas modificaciones corporales que garantiza la ley de identidad de género.

Mis compañeros viven en pésimas condiciones. Muchos de ellos van rotando de casa en casa -de amigas, de amigos, de amigues o de familiares-, viviendo en la exclusión total. Muchos de esos compañeros lo único que tienen en su día a día es una taza de té, porque ni siquiera les alcanza para comer.

Esto se debe a un montón de cuestiones. El hecho de que hoy en día podamos pensarnos teniendo un trabajo formal, registrado -es decir, no tener solo el reconocimiento del Estado sino también la posibilidad de acceder a una vida digna-, es a lo que nosotros apuntamos.

Necesitamos que la sociedad deje de pensar que los varones trans somos unos privilegiados. Ese discurso totalmente patriarcal de que "no se nos nota lo trans" no es nuestra realidad. Nuestra realidad es totalmente diferente. Pedimos que la salud sea integral.

Entonces, en este momento estamos a favor de que se trate el proyecto sobre la ley integral trans, que abarca un montón de cuestiones; entre ellas, el cupo laboral. Queremos las mismas oportunidades laborales para nuestros compañeros, compañeras y compañeres.

Además, en este Día Internacional de la Visibilidad No Binaria, quiero saludar a las personas no binarias.

Me quedaron muchas cuestiones que, por falta de tiempo, lamentablemente no voy a poder decir. Pero quiero dejar en claro que estamos a disposición para trabajar en nuestras leyes, es decir, las leyes que tienen que ver con nuestras vivencias, con nuestras vidas.

También quiero saludar a nuestros compañeros y compañeres de la Red Federal de Varones Trans y No Binaries, que con mucho esfuerzo y sacrificio formamos en septiembre del año pasado y hoy en día nos encuentra trabajando más que nunca para que nuestras realidades dejen de estar invisibilizadas y podamos tener los mismos derechos que cualquier otra persona, porque los derechos de las personas trans son derechos humanos.

SRA. MODERADORA (AMORE) Muchas gracias, Benjamín.

Ahora sí es el turno de Fernando Martín Rodríguez, formador para el cambio cultural de agentes sociales regionales, activista transexual e integrante del Encuentro por la Diversidad, organización que llevó a cabo la primera Marcha del Orgullo de la ciudad de Córdoba.

SR. RODRÍGUEZ Buenas tardes. En primer lugar, quiero agradecer a la diputada Romina del Plá y a la comisión por esta posibilidad que nos están brindando.

Hace más de diez años que soy activista en la provincia de Córdoba. Soy parte del grupo de orientación de Hombres Trans Argentinos, que es la primera organización de varones trans del país.

Desde hace años, referentes como Diana Sacayán o Lohana Berkins realizaban esta demanda que ahora nos convoca. Pero más allá del reclamo laboral, pedimos acceso a la salud, a una vivienda digna, y la reparación histórica que aún se debe.

En charlas anteriores escuchamos a funcionarias y funcionarios hablar de estadísticas y censos. En la Ciudad de Córdoba, el PJ de Schiaretti se interpuso en la aprobación del cupo laboral -en diciembre pasado- por creer indispensable realizar un censo antes que aprobar derechos fundamentales, como es el acceso al trabajo.

En Argentina, hay aproximadamente 13.000 personas trans, de las cuales 9.000 hicieron el cambio registral; otras no quieren realizar el cambio o no lo hacen por temor a más discriminación de su familia o de la sociedad. De esta cifra, solo el 9 por ciento tiene acceso al mercado laboral formal.

En el Estado nacional, el uno por ciento del cupo que algunos proyectos solicitan da un aproximado de solo 2.000 puestos de trabajo. Recordemos que más del 80 por ciento de las personas trans no tiene acceso a un trabajo formal. Exponemos estos números porque hemos escuchado juicios -prejuicios, a decir verdad- sobre lo que estamos solicitando.

Una ley de cupo laboral no va a resolver una problemática que es extrema, sino que intentará equiparar oportunidades. Una ley que será una nueva herramienta de lucha para nuestra comunidad: legitimar un reclamo otorgando derechos.

A ocho años de la sanción de la ley de identidad de género, que nos dio esperanzas y permitió a una nueva generación vivir su identidad de una manera menos dolorosa, seguimos reclamando por la cobertura de hormonas, tanto en provincia de Buenos Aires como en CABA; incluso, en la gran mayoría de las provincias argentinas.

Es urgente la capacitación y sensibilización de los equipos de salud y que se brinden las herramientas necesarias para capacitar a los nuevos equipos de las provincias. Lamentablemente, en Córdoba las operaciones que se realizaron no han dado el mejor resultado. Cuatro compañeras trans fueron intervenidas. Desde ese momento, todas han tenido que entrar al quirófano en más de una oportunidad por inconvenientes y errores que se repiten continuamente. Experimentaron con nuestros cuerpos, generando daño físico y psicológico en estado de angustia.

Es necesario crear un protocolo sanitario para la atención de la población trans, donde las organizaciones tengamos participación, como así también la urgente implementación de un protocolo ginecológico para masculinidades trans. Asimismo, se deben generar espacios de contención y apoyo, con trabajo interdisciplinario y comprometido.

En Córdoba, elevamos esta propuesta, pero nunca fue implementada en salud. Las intervenciones se realizaron a partir de la poca experiencia de un solo cirujano y los resultados son lamentables; faltó compromiso de las autoridades, faltó seriedad, y todo fue a costa de nuestra salud.

A tan solo ocho años de la sanción de la ley de identidad de género, los más viejos -como yo (Risas.)- hemos sobrevivido a una vida de marginalidad y clandestinidad, siendo exiliados y exiliadas en nuestras propias familias y en nuestro propio país. Sobrevivimos a hormonizaciones sin controles médicos, a cirugías clandestinas, a mala praxis y a vivir sin trabajo.

Los varones trans trabajamos en lo que podemos y en lo que nos dejan. Somos muchos los que tenemos más de 30 o 40 años y estuvimos toda una vida transitando en el mercado negro de cirugías y medicamentos e intentando en cada entrevista laboral desaparecer a fuerza de testosterona para no ser rechazados y tener una chance de trabajo.

Pero más allá de cómo nos vemos, son los exámenes preocupacionales filtros en el intento de tener una mejor calidad de vida. Nuestro cuerpo siempre será un cuerpo trans, con el orgullo de decir en cada uno de esos exámenes el porqué de nuestras cicatrices. Porque la vida es eso: transformarse para que la sociedad se transforme. Como dijo la compañera Alba: "Necesitamos personas trans en el Estado para que el Estado cambie".

Trabajo, salud, vivienda y educación son derechos fundamentales que deberían ser debatidos e incluidos en una ley integral de cupo laboral. Hablamos de cupo laboral en el Estado porque el cupo en lo privado es inviable; es solo una sugerencia. No se puede obligar ni establecer un porcentaje, sino incentivar, y esto no garantiza puestos laborales. Queremos trabajo, no cooperativas o programas sociales; en esto ya tenemos años de experiencia porque hemos formado cooperativas trans y un gran número de compañeros y compañeras trans son beneficiarios de un programa social.

Solo quiero recordar que en la provincia de Buenos Aires el cupo laboral es ley, ya ha sido reglamentada y es urgente que el gobernador Kicillof la implemente. La provincia de Córdoba no tiene ninguna intención de aprobar el cupo laboral trans porque desde 2013 diferentes organizaciones vienen presentando proyectos en este sentido y nunca prosperan.

Es urgente avanzar en este tipo de políticas porque son avances legislativos que interpelan a una sociedad que aún excluye y expone a provincias conservadoras, como Córdoba, a desmaquillar políticas actuales inclusivas vacías.

Queremos tener acceso a la vivienda porque sabemos que es posible, como lo demostró en Neuquén la hermana Mónica Astorga Carmona, una monja que no leyó ni a Foucault, ni a Butler y que no tiene idea de qué es la teoría queer; ella se mueve sin presupuesto, con intuición, con corazón y atravesando prejuicios en el camino.

Queremos la reparación histórica, como ya han realizado las provincias de Santa Fe y del Neuquén. Queremos el real acceso a la salud y a las hormonas en cada rincón del país donde una persona trans lo solicite.

Además, queremos trabajar. Algunos dicen que pedimos privilegios, pero -como lo decía la compañera Loana- lo curioso es que si alguien ha tenido privilegios en este país no hemos sido precisamente las personas trans.

Por último, solicitamos que el cupo laboral sea ley, porque nuestra historia de vida no limita nuestra capacidad y porque sin trabajo no hay proyectos de vida.

SR. MODERADOR (MONTENEGRO) Gracias por tu intervención, Fernando.

Ahora es el turno de Sasa Testa, que es activista trans no binarie; becarie doctoral del Conicet; doctorande en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y del Instituto de Investigación Gino Germani; magíster en Estudios y Políticas de Género; especialista superior en Conducción de las Instituciones Educativas de nivel medio y equivalentes; especialista superior en profesore y tutore; profesore de Castellano, Literatura y Latín, y coordinadore del Área de Diversidad del Centro Metropolitano de Estudios Sociales.

SR. TESTA Buenas tardes a la Honorable Cámara de diputados, diputadas y diputades de la Nación, a mis compañeros, compañeras y compañeres activistas aquí presentes y a la sociedad civil en su conjunto.

Hoy no vengo a hablar en calidad de académico, aun cuando todo lo anterior me defina parcialmente y nombrarlo -en tanto persona trans que reconoce sus privilegios- es una decisión política personal. No vengo a hablar en calidad de todo lo anterior, sino como una persona que supo construir su identidad a lo largo de los 34 años de vida -casi 35- que llevo en mi haber.

El hecho de poder nombrarme como una persona trans no binarie podría considerarse como un logro personal, que supuso derribar barreras, miedos, prejuicios e incertidumbres que me han costado muchas horas de llanto y desvelo. Pero no solo es personal; ante todo, es un logro colectivo, fruto de luchas históricas que encontraron eco y escucha en una época en la que, del mismo modo que hoy, era posible soñar con un horizonte en materia de derechos por ganar.

Este logro tiene el nombre de una ley que fue y sigue siendo modelo para el resto del mundo: la Ley de Identidad de Género, que lleva el número 26.743. En ella, su artículo 2º define la identidad de género como: "La vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo." Esta definición es la que comparte con la nota al pie número 2 que figura en los Principios de Yogyakarta de marzo de 2007.

Si menciono todo esto es porque me gusta apelar a lo que llamo el sano ejercicio de la memoria. Hacer este ejercicio me lleva inevitablemente a recordar que aun cuando nuestro país ostente esta ley, que reconocemos como de avanzada, muchas instituciones no avanzaron con ella, generando ambientes hostiles y situaciones de violencia y discriminación por identidad de género, de las cuales puedo dar cuenta a través de mi propia experiencia.

Hasta hace relativamente poco, yo era docente en varias escuelas medias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mientras me encontraba en el ejercicio de mi labor educativa, durante el lapso de un año y medio solicité sistemáticamente que se cumpliera con el artículo 12 de la Ley de Identidad de Género y se me aplicara el trato digno, es decir, que dejaran de referirse a mi persona con apelativos femeninos y modificaran todos los legajos que hicieran referencia a mí. Como les digo, fue un año y medio de paciencia frente al maltrato cotidiano que tuve que vivir y padecer.

Sin embargo, gracias a la intervención de la letrada Yamila Cirigliano y a la red de abogadas feministas en su conjunto, pude iniciar las acciones legales correspondientes y obtener las indemnizaciones requeridas. Imaginarán que después de estar pidiendo algo tan básico como el respeto al derecho humano de la identidad, yo no podía continuar mi trabajo allí; en términos laborales y jurídicos tuve que darme por despedide.

Hoy soy becarie doctoral y no cobro un sueldo, sino un estipendio -esto significa que no tengo aportes jubilatorios ni aguinaldo ni vacaciones pagas- y con eso me mantengo. De todos modos, me reconozco previlegiade, puesto que no somos muchas las personas trans, travestis y no binaries que llegamos a una instancia de posgrado, no porque no queramos, ni tampoco porque no tengamos las competencias intelectuales para ello, sino porque el sistema educativo sigue siendo altamente expulsivo para con las personas que no nos identificamos con una norma dicotómica binaria y sí sexista.

Todo este preámbulo es para intentar apenas transmitir algo que no me dieron los saberes ilustrados sino más bien la praxis empírica cotidiana.

El hecho de manifestar abiertamente mi identidad de género me significó, otrora, perder mi fuente de trabajo. Actualmente, me significa reconocer que no somos muchos ni muchas ni muches quienes podemos continuar con la vida académica.

El artículo 14 de nuestra Carta Magna dice lo siguiente -y cito-: "Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita." Luego, en su artículo 14 bis refuerza -y vuelvo a citar-: "El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público...", etcétera.

Ahora bien, sabemos que nuestra tradición legislativa es vicaria del derecho positivo nacido en el siglo XIX, mismo siglo en el que se crea el término "homosexual", en el que la psiquiatría y el psicoanálisis cobran auge y todas las subjetividades que se fugaban de una norma que hoy podríamos denominar como hetero-cis-patriarcal eran sistemáticamente expulsadas, patologizadas y, en algunos casos, encarceladas o manicomializadas.

Hoy, diputados, diputadas y diputades, tienen en sus manos una oportunidad histórica: la de hacer fehaciente una revisión crítica de la historia del derecho y correrse del paradigma positivista que dice que todos somos iguales ante la ley.

¿Somos todos, todas y todes realmente iguales ante la ley cuando muchas personas quedan por fuera del sistema laboral, conminando sus vidas a la precariedad y a la vulneración de la dignidad humana tan solo por reconocer una identidad de género distinta de la que nos fue asignada al nacer? Sinceramente, creo que si aquella frase casi axiomática fuese verdadera, hoy no estaríamos aquí hablando de la necesidad y de la urgencia que representa aunar esfuerzos en construir una sociedad más justa y más diversa, y por ello, más libre.

Hoy no estaríamos aquí nuevamente preguntándonos si sancionar una ley nacional de cupo laboral trans, travesti y no binarie es o no fundamental para lograr una mejora sistemática en las condiciones de vida de muchos, muchas y muches ciudadanos, ciudadanas y ciudadanes de esta tierra, condiciones que incluyen la posibilidad de acceder y/o terminar sus estudios primarios, secundarios y universitarios de grado y/o posgrado, tener una obra social y acceder a una vivienda digna. En definitiva, de gozar de los mismos derechos que cualquier persona.

Por otro lado, habida cuenta de haber transitado diversas aulas de la escuela media y de haber visto con mis propios ojos cómo las juventudes de hoy en día se encuentran profundamente atravesadas por la práctica transfeminista que lleva a los, las y les jóvenes a visibilizar sus identidades abiertamente, entiendo que sancionar una ley nacional de cupo laboral trans, travesti y no binarie no solo representaría una reparación histórica para con las personas que han sido sistemáticamente vulneradas en el pasado, sino también una apuesta al futuro de las generaciones venideras para que ellas no tengan que pasar por las mismas situaciones que hemos pasado nosotros, nosotras y nosotres.

Me permito la posibilidad de repetir algo. Diputados, diputadas y diputades: pueden dejar un vestigio en la historia de nuestro país en general y en la de nuestro colectivo LGBTIQ+ en particular, un vestigio pasible de sumar huellas contemporáneas.

Por primera vez tenemos un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad a nivel nacional. Por primera vez se nombra al colectivo LGBTIQ+ en un discurso de asunción presidencial, resaltando que no seguirán siendo toleradas las situaciones de discriminación, cualesquiera que existan, por motivos de orientación sexual e identidad de género.

Por primera vez el lenguaje inclusivo no sexista es pronunciado en diversos sectores políticos, independientemente de sus colores partidarios. Por primera vez se habla de diversidad de género en un discurso por el Día de la Independencia, pues bien, una ley nacional de cupo laboral trans, travesti, no binarie es también hacer de la Argentina un país más independiente, más libre, en definitiva, un país de todos, todas y todes.

Como les dije hoy, no vine a hablar en calidad de académique, sino de persona; sin embargo, no quisiera dejar de transmitir algo que aprendí de quien fuera mi profesora durante mi formación de maestría, la doctora Dora Barrancos. Ella dice siempre, con el optimismo y la calidez que la singulariza, que hay que dejar el pesimismo para tiempos mejores. Ella me enseñó mucho más que el saber académico, pues me enseñó -entre otras cosas- a tener esperanzas.

Hoy tengo la esperanza de saber que estamos apuntando hacia una sociedad que nos convierta en mejores personas y cuya imagen nos devuelva a priori tres palabras: Justicia, libertad y diversidad. Estoy convencido de que la ley nacional de cupo laboral trans, travesti, no binarie tiene la potencia de condensar per se estos tres enunciados: Justicia, libertad y diversidad. Muchas gracias por escucharme.

SRA. MODERADORA (AMORE) Gracias a vos, Sasa. Muy interesante el aporte de todos y todes.

A continuación, tenemos al último exponente, Natal Delfino, que es activista trans y miembro de Orgullo y Lucha. Este es tu momento para compartir con nosotres.

Tiene la palabra Natal Delfino.

SR. DELFINO Buenas tardes a todes, a todas y a todos.

Quiero agradecer a la señora presidenta de esta comisión, la señora diputada Mónica Macha, por la invitación, y a les compañeres de Orgullo y Lucha.

Después de todas las intervenciones realizadas en estas tres reuniones informativas no pueden quedar dudas de la discriminación estructural e histórica que vive nuestro colectivo travesti trans ni tampoco el carácter urgente que tiene la implementación de una ley de cupo laboral. Se trata de una urgencia que se vio postergada históricamente y además se vio encrudecida después de haber pasado cuatro años de un régimen político y económico como lo fue el macrismo.

Somos un colectivo profundamente expuesto y eso quedó a la luz de todas las estadísticas que estuvimos escuchando a lo largo de estas tres reuniones durante estas semanas; asimismo, de las ausencias de ellas, porque parece que de la única estadística que podemos formar parte y la que más se escucha es que nuestra edad promedio de vida ronda entre los 35 y los 40 años.

Tal como dijo la señora diputada Macha en la reunión de comisión anterior, sabemos muy bien que la discriminación no se termina con una ley, pero tenemos que entender cuán importante es que se sancione una ley de cupo laboral y cuánto nos puede cambiar la vida. Tenemos que entender cuál es la importancia de que haya una ley que diga que tenemos derecho al trabajo.

Cualquier militante que se jacte de serlo va a desear que la educación, la salud, el trabajo y la vivienda digna sean derechos para todes. Todos los derechos debieran ser integrales para todes. Esa debería ser nuestra filosofía de vida. Me parece que hoy esa no es la discusión aquí.

Hoy tenemos la oportunidad histórica de volver realidad efectiva la base de nuestra soberanía, que es el trabajo. Por eso necesitamos que exista una ley de cupo laboral que sea efectiva, articulada, contundente y de pleno consenso.

Mis privilegios de varón podrían suponer una vida cómoda pasando desapercibido; eso es verdad, pero la realidad es que muchos y muches de nosotros y nosotres decidimos visibilizarnos, aun con el miedo que nos genera hoy una acción tan simple como ir a un baño. La enorme exigencia social de cumplir con un fenotipo atenta contra la decisión de muchos de nosotros de no hormonizarnos, de no intervenir nuestros cuerpos quirúrgicamente, pero sobre todo intenta acallar la potencia política de una masculinidad que menstrúa, de una masculinidad que se embaraza y de una masculinidad que también aborta.

Ya se citó varias veces a Lohana, la mencionaron algunos compañeros anteriormente y lo vuelvo a hacer. Ella decía que cuando muchas travestis entran al Estado cambia la vida de la sociedad. Me parece importante nuestra inserción en el Estado porque somos los portadores de una masculinidad diferente a la masculinidad hegemónica, por la cual les aseguro que no obtenemos ningún tipo de beneficio ni privilegio, pero sí la responsabilidad de deconstruir esa masculinidad que tanto daño nos ha hecho como sociedad.

Les pido que imaginen lo que es afrontar un ámbito laboral siendo que hoy todavía tengo miedo de entrar a un baño, porque en uno me temen y en el otro me expulsan. Los pocos que tenemos un empleo formal, lo conseguimos antes de transicionar y si hay algo para lo que no están preparados los ámbitos laborales es para alojar una transición, como sí lo está -a duras penas- de acompañar un embarazo.

Les pido que todes les que están escuchando esto piensen un segundo: ¿qué pasa si decido transicionar y además decido embarazarme?

Estando hoy acá no puedo dejar de pensar en una frase que Dora Barrancos repite siempre. Ella dice que la única vía material para las utopías feministas son los gobiernos peronistas.

En ese sentido, aprecio en esta iniciativa la continuidad de toda una gama de derechos que nos otorgaron ciudadanía plena. Me refiero a la ley de matrimonio igualitario y a la ley de identidad de género.

Hoy tenemos la oportunidad histórica de convertir en realidad efectiva todo aquello por lo que lucharon y por lo que dejaron la vida nuestras traviarcas. Tenemos la oportunidad de cambiar la vida del colectivo travesti trans y, por ende, cambiar la vida de la sociedad. Hoy tenemos la convicción de que la ley de cupo laboral es justicia social.

Para terminar, quiero repetir una frase que dijo Cristina al día siguiente de haberse promulgado la ley de matrimonio igualitario, de la que mañana se cumplen diez años de su sanción. Ella dijo: "Hoy nos despertamos en una sociedad más justa".

Ojalá muy pronto nos despertemos en esa Argentina que promete un futuro pleno de posibilidades y que sea, de verdad, para todes.

SRA. MODERADORA (AMORE) Muchas gracias, Natal, y a todes quienes fueron oradores en la primera etapa de la reunión informativa de hoy.

Tiene la palabra la señora presidenta de esta comisión, para que continúe coordinando la reunión informativa con los señores diputados. Gracias y saludos a todes.

SRA. PRESIDENTA MACHA Muchas gracias, Julia.

Tiene la palabra la señora diputada Flavia Morales.

SRA. MORALES (F.) Señora presidenta: quiero felicitarla, también de manera personal, porque sinceramente está haciendo historia con esta comisión, acercándonos esta realidad que -como dije en varias oportunidades- uno la lee o mira en un noticiero, pero escuchar los relatos directamente en primera persona es totalmente distinto y es imposible no sensibilizarse y ponerse en la piel del otro.

Quiero agradecer a todos, a todas y a todes los que dieron sus testimonios porque -de manera breve y sintética- pudieron hacernos llegar lo fuerte del mensaje y el dolor. En este sentido, por más que trabajemos, que lo estamos haciendo, Mónica sabe la cantidad de proyectos que hay presentados por la ley de cupo trans, es una comisión muy activa a la que le preocupa el tema, sabemos que la Ley de Contrato de Trabajo, la ley madre, es muy antigua.

Sabemos que esta ley de cupo trans les va a devolver algunos de los derechos, pero no va a sanar todas las heridas que están abiertas, que hay que ir cicatrizando y tienen que ir tratando de sanar. Se trata de devolverles un poquito la dignidad, porque el trabajo dignifica. Es nuestro trabajo y es nuestro deber.

Me atrevo a hablar en nombre de todos los integrantes de esta comisión, porque todos y todas pensamos muy parecido y los proyectos difieren solamente en algunos artículos. Creo que el objetivo común es que el cupo trans, y todas las siglas -estoy emocionada, la verdad es que los testimonios han sido muy fuertes-, sea ley y que podamos darles este derecho. Tenemos fuertemente arraigado el compromiso para con todos ustedes, así que muchísimas gracias.

SRA. PRESIDENTA MACHA Tiene la palabra la señora diputada Brawer.

SRA. BRAWER Buenas tardes a todos. Quería contarles que en el marco del debate en esta comisión por el cupo laboral trans estamos por inaugurar la semana próxima una muestra digital en conjunto con la Dirección de Cultura de esta Cámara, que dirige Ángel Gras, y con el Archivo de la Memoria Trans.

Para aquellos y aquellas que no lo conocen, el Archivo de la Memoria Trans fue inaugurado en el año 2011 por María Belén Correa a partir de una idea que tuvo junto con Claudia Pía Baudracco, quien ya ha fallecido. Ambas pensaban que era fundamental conservar la memoria del colectivo trans a partir del relato de sus protagonistas.

A partir de entonces empezaron a reunir material. Lo primero que hicieron fue pedir a las compañeras y compañeres del colectivo trans, y a sus familiares, que acerquen algunas fotos. Así es como tenemos las típicas fotos de los años 80 y 90. Luego fueron sumándose distintas compañeras y compañeros que aportaron sus archivos, videos, cartas, postales de viajes, exilios, escuela. De este modo, logró crearse un archivo que tiene hoy más de 9.000 imágenes, videos, cartas.

Este archivo tiene una enorme relevancia. De hecho, no solamente se armó con él una exposición acá en Argentina, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, sino que también se expuso material, por ejemplo, en España, en el Museo Reina Sofía.

Entonces, se nos ocurrió acompañar el debate de este tema en comisión junto con una muestra digital, donde no solo podamos dar a conocer estas importantísimas reuniones que se están organizando, sino también podamos proponer a la población en general esta muestra, en la que podrán ver imágenes que retratan la vida cotidiana, los dolores, las tristezas y las alegrías del colectivo trans. Junto con esos testimonios, esto nos dará la dimensión humana, el carne y hueso, del sufrimiento, las vidas y las alegrías de la población trans para la cual hoy estamos trabajando tan fuertemente en este proyecto.

Así que a través de comunicaciones internas de la Cámara, especialmente de la Dirección de Cultura, ya les contaremos cuándo empieza la muestra, su forma de acceso y la fecha en que será inaugurada esta exposición. Esto era lo que quería contarles.

SRA. PRESIDENTA MACHA A modo de cierre de la actividad de hoy, en principio quiero agradecer, como siempre, a todos los compañeros y compañeras de la Cámara y de la comisión que estuvieron trabajando para lograr esta transmisión. Agradezco también por su tarea a Eze Montenegro y Julia Amore, que son dos de mis compañeres asesores.

Hoy escuchamos distintos testimonios, pero me quedo con esto del verbo "transicionar". Me refiero a tomar esos procesos que implican distintos recorridos en las vidas de tantas personas, que son testimonios que debemos recoger para pensar en leyes -esto ya lo dijo alguno de los compañeros- con una idea de reparación.

Fundados en esa idea, queremos que sea a través de políticas públicas que las próximas generaciones de distintas identidades de género ya no tengan que atravesar situaciones de exclusión ni discriminación, y que puedan llevar adelante sus vidas de acuerdo con sus propias decisiones o deseos. Se trata lisa y llanamente de eso: políticas públicas.

Hoy estamos en esta discusión que implica reparar, pero en ocasiones anteriores también he marcado que se presentaron muchos proyectos en este sentido. En cuanto tengamos la posibilidad de dictaminar -que espero sea muy pronto-, el primer proyecto que vamos a tratar en la comisión será este, sin desmedro de las primeras iniciativas que se presentaron. Esperamos lograr un dictamen de manera conjunta porque esto también tiene que ver con la justicia social, con los derechos, con la ciudadanía.

Quiero recordarles que hoy es el Día de la Visibilidad No Binaria y que mañana se estarán cumpliendo diez años de la sanción de la ley de matrimonio igualitario, procesos que también dan cuenta de una Argentina que recorre un camino de derechos. Tampoco es casual en qué gobiernos esos derechos se consolidan, se pueden ejecutar e implementar. Desde el espacio legislativo también acompañamos y damos estas discusiones.

Quiero agradecer profundamente a cada una de las personas que hoy se acercó a dar su testimonio. Escuché que muchos compañeros decían que se sentían nerviosos porque esta era la primera vez que hacían esto. Pero yo creo que estamos construyendo una Argentina distinta y que, como dijo Alberto Fernández el día que asumió, debemos empezar por los últimos. Empezar por los colectivos que han sido discriminados históricamente es parte también de esto que estamos haciendo hoy.

Desde esta comisión estamos a su disposición. Todo lo que ustedes plantearon está registrado en las versiones taquigráficas y lo vamos a tener en cuenta para poder llegar a un dictamen que incluya las necesidades de cada una de las identidades de género. El testimonio que ustedes dieron hoy también marca las diferencias y las necesidades concretas en relación con las compañeras travestis.

Esta posibilidad de pensar en esas distintas necesidades nos va a permitir entonces constituir el texto de una ley que sea más abarcativa, más justa, y que también implique no perder esta oportunidad. De todas maneras, habrá otras instancias legislativas. Pero nos importa que esto que hoy estamos construyendo pueda contemplar esas distintas necesidades.

Así que vamos a seguir discutiendo y trabajando. Vamos a dictaminar lo más pronto que podamos para que realmente logremos la sanción de esta ley.

A los compañeros y compañeras de la comisión les digo que nos veremos en breve. El jueves próximo tenemos otro encuentro con la Comisión de Legislación Penal para continuar trabajando sobre los temas de violencia por motivos de género.

Por último, y tal como lo plantearon algunos compañeros -aunque creo que es una pregunta que nos hacemos todas, todos y todes-, ¿dónde está Facundo Castro?

Nos vemos en la próxima reunión. Muchas gracias.

Es la hora 17 y 31.