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LIBERTAD DE EXPRESION

Comisión Permanente

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Reunión del día 03/11/2010

- RADIODIFUSIÓN

- En Buenos Aires, a los once días del mes de marzo de 2010, a la hora 12 y 25:
SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Libertad de Expresión.

De acuerdo con el temario han sido invitados representantes de FARBAP, Federación Argentina de Radiodifusores de Baja Potencia.

En primer lugar hará uso de la palabra el presidente de la mencionada entidad, señor Ricardo Huarte.

SR. HUARTE Señora presidenta: en primer lugar quiero agradecer a todos los diputados -y principalmente a usted, señora diputada Giúdici, que siempre nos ha atendido en esta comisión- por esta oportunidad para explicar la tarea que lleva adelante FARBAP y lo que nos pasa a partir de la ley de medios.

La Federación Argentina de Radiodifusores de Baja Potencia, entidad que representa a distintas asociaciones del interior del país con personería jurídica, desde hace años viene buscando una nueva ley de medios. La FARBAP está formada por radios FM de categorías E, F y G, por radios AM de baja potencia y por canales de televisión abierta de baja potencia. Todos ellos son medios locales muy chicos; si bien las radios AM pueden llegar un poco más lejos -las FM no llegan a más de dos o tres municipios-, nunca tienen un alcance muy amplio.

Hace tiempo, cuando todavía no existía la ley de medios, dijimos ante esta misma comisión que nuestro sector necesitaba ser incluido en una norma legal, dado que la ley 22.285 era obsoleta porque no comprendía todos los cambios tecnológicos que había sufrido la radiodifusión nacional. En aquella oportunidad entregamos a los señores diputados un proyecto que habíamos elaborado desde nuestra humilde pretensión de radiodifusores, y luego esta misma comisión nos invitó a exponer en aquellas audiencias que se hicieron en la Cámara de Diputados antes de sancionarse la nueva ley de medios. En esa ocasión intentamos explicar por qué el proyecto que luego se transformó en la ley 26.522 no nos contenía, ya que aún había tiempo de cambiar algunos aspectos y mejorar esa norma que hoy existe pero cuya aplicación está suspendida.

Quienes estaban en el armado de ese proyecto que luego se transformó en la ley 26.522 no nos permitieron hacer ningún aporte. Lamentablemente tuvieron muy poco eco nuestros reclamos y el pedido de que se nos escuchara. En cambio la Comisión de Libertad de Expresión, a través de su presidenta, nos escuchó. La señora diputada Giúdici no sólo nos escuchó sino que vino a visitarnos al interior del país para ver si lo que habíamos contado era realmente así. El vicepresidente de la Comisión de Comunicaciones e Informática, señor diputado Cusinato, también nos escuchó.

Aquel proyecto se transformó en ley y nosotros seguimos igual; nos dejaron fuera a todos. Tal vez los señores diputados no entiendan que hayamos quedado excluidos, pero si leen el texto de la ley advertirán que sólo dos o tres artículos se refieren a las radios FM de baja potencia. Mencionan las reservas para quienes vienen realizando el trámite establecido en la resolución 1366 y los que todavía tenemos un PPP, pero nada dicen de las diecisiete zonas de conflicto de las que hablamos en aquella reunión de comisión. Como dijimos en esa oportunidad, esas zonas de conflicto nunca pudieron participar de un concurso.

Es duro y lamentable que no hayamos tenido la posibilidad de ser escuchados y de explicar técnicamente por qué estamos fuera de la nueva ley, sobre la que han recaído dos suspensiones: una fue dictada por una jueza de Mendoza y la otra, por un juez de Salta. No podemos decir que aplaudimos esta decisión de la Justicia de suspender la ley de medios porque hace muchos años que venimos peleando por que se sancione una nueva legislación en la materia. No queremos una ley suspendida; queremos una ley inclusiva, que nos comprenda a todos. Pero, lamentablemente, la ley 26.522 no nos contiene.

Si los señores diputados me permiten puedo explicar los efectos que la ley está teniendo con la reglamentación que se dictó, pese a la suspensión, respecto de la creación del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, de la autoridad de aplicación y de algunos artículos. Nos encantaría que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual -AFSCA- muestre las invitaciones que nos hizo llegar para conformar el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, ya que en su momento no recibimos más que un llamado telefónico el mismo día en que se elegían las autoridades del mencionado consejo.

Aclaro que en la ley no está todo mal; su espíritu tiene aspectos muy buenos. Nadie, o por lo menos las asociaciones que conforman nuestra federación, puede dejar de lado el Pacto de San José de Costa Rica, los derechos humanos, la libertad de expresión y la libertad de prensa. La ley los contempla, y nosotros los acompañamos en su totalidad.

Se ha planteado que el objetivo de la ley de medios es mejorar la pluralidad informativa; por eso no podemos creer que muchos diputados hayan olvidado que en nuestro país hay pluralidad informativa a partir de las diez mil emisoras de baja potencia que existen actualmente. Esto no lo plantearon; la lucha se centró en la Capital Federal con uno de los varios grupos que hay. Nosotros no somos "Clarín" ni pertenecemos a él; tampoco somos un monopolio. Somos un conjunto de radios muy pequeñas del interior que llegamos a nuestra ciudad y a alguna más.

Reitero que la ley de medios nos deja fuera y que nos sentimos mal porque nos han discriminado.

Volviendo a los efectos de esta nueva legislación, permítaseme mencionar -aunque seguramente los señores diputados ya las conocen- las últimas cuatro resoluciones de la AFSCA, dictadas el 29 de diciembre de 2009. Quien conoce del tema sabe que los meses de enero y febrero son la muerte para las radios, porque todos estamos fuera tratando de renovar aspectos técnicos y de programación o bien visitando a nuestros familiares, antes de arrancar nuevamente en marzo.

A partir de estas cuatro resoluciones se dispone un relevamiento obligatorio, que además de ser obligatorio no genera ningún derecho.

Se trata de una más de las tantas resoluciones a la que nos tienen acostumbrados el ex COMFER y hoy la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. De todas maneras, tratamos de cumplir con eso pero miramos las planillas; observamos que otra vez la discriminación está al pie del cañón y lo vamos a fundamentar.

En las planillas figura la aclaración "firma notarial". Me gustaría que ustedes, los que conocen el interior -y sé que todos conocen la patria en la que estamos viviendo- me digan cuál es el escribano que va a firmar en Las Ovejas, norte de la provincia de Neuquén, a 500 kilómetros de la ciudad capital, o en Gobernador Costa, provincia de Chubut, porque les aseguro que en esas localidades no hay ninguno y el más cercano se encuentra a 500 o 700 kilómetros. Se trata de una radio que tiene 100 vatios, que llega a una localidad y que para llegar a otra tenemos casi 200 kilómetros de desierto.

La discriminación y el dejar de lado a los pequeños medios del interior figura en primera línea en esta Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

En todo momento pedimos poder hablar con los directores para explicar cuál es la situación. Necesitamos cumplir con las planillas y vamos a hacerlo; vamos a presentarnos aunque no estamos de acuerdo porque entendemos que perjudica primeramente a las diecisiete zonas de conflicto.

¿Saben qué pasó luego de esas cuatro resoluciones en las que convocan a un relevamiento obligatorio? En las diecisiete zonas de conflicto aparecieron como mínimo veinte radios nuevas. Si esa zona ya era de conflicto, hoy es de desastre, porque esas radios nuevas son de los amigos del poder. Ustedes se preguntarán de qué poder, y la respuesta es del poder local, provincial o nacional; hay de todo y para todos los gustos.

De la noche a la mañana aparecieron con equipos de mil, mil quinientos y dos mil vatios borrando emisoras de cien vatios, haciendo desaparecer radios que tienen diez, quince o veinte años en el aire. Eso fue lo que logró el relevamiento obligatorio de AFSCA; por eso queremos pedirles de corazón que miren al interior.

Sabemos muy bien que la lucha del gobierno es con el grupo Clarín, pero pedimos a los diputados del oficialismo y también a los de la oposición que nos escuchen.

En nuestra radio puede hablar cualquiera, la presidenta de la Nación, el vicepresidente, la oposición a cualquier gobierno porque hay pluralidad informativa. Somos muy chicos y no tenemos la espalda que tiene Clarín para defenderse.

No estamos de acuerdo con que se ataque a los medios grandes, a las grandes empresas, y mucho menos podemos estarlo con que nos ataquen a nosotros, que no podemos defendernos, que nos cuesta mucho conseguir dinero para pagar a un abogado y a un escribano que nos firmen las planillas.

Nos sentimos realmente desamparados y venimos a esta comisión de Libertad de Expresión para decir que queremos que el Congreso trabaje, que nos escuche, que haya audiencias públicas en todo el país y que pueda haber una ley para todos los argentinos y por muchos años.

También queremos decir que necesitamos que escuchen a más de diez mil radios del interior en las que trabajan más de 150 mil personas que, insisto, no van a golpear la puerta del intendente para pedir un plan, no son punteros políticos; se trata de radios chicas que generan cultura, espacio de divertimento, actividad deportiva y que también tiene un lugar para la política local.

Sé muy bien que en esta comisión hay gente que ha sido concejal, intendente y que sabe muy bien lo que son las radios de barrio, como les dicen en las provincias; esos somos nosotros.

Nosotros somos las pequeñas radios de baja potencia; para ser más técnicos, somos las categorías E, F y G.

Quisiera cerrar esta presentación leyendo una parte de una documentación que entregamos a una comisión, para que después nos pregunten todo lo que sea necesario.

Dice así: "La nueva ley de medios no nos contempla. Entendemos que la ley de medios se halla empapada del pensamiento oficialista, tendiente a desarmar la pluralidad de contenidos que tiene nuestro país en materia de información.

"Somos más de diez mil radios FM de baja potencia. Además existen miles de pequeños diarios, periódicos, revistas, canales de TV abierta comunitaria, radios AM -todas de baja potencia-, que tampoco son contemplados."

Volvemos a realizar un llamado al gobierno nacional para implementar una mesa de diálogo que hace nueve años venimos pidiendo: "Primero: las organizaciones representativas de los radiodifusores con personería jurídica...", y en esto queremos hacer hincapié.

El Consejo Federal está conformado por dos organizaciones que no tienen nada que ver con los medios de baja potencia, además de los otros que tendrán su referencia. Pero ARBIA y Lacorameco nos representan absolutamente al 98 por ciento de los medios del país. Y la ley 26.522 y el reglamento plateaban que debía tener dos años de actuación para integrar el Consejo Federal.

Tal vez me equivoque, ustedes me lo podrán decir, pero Lacorameco se creó en el sexto piso, en la oficina de Juan Gabriel Mariotto, de donde nos echaron a la gran mayoría de las asociaciones que tenemos personería jurídica y no nos dejaron participar simplemente porque en nuestro diálogo no se planteaba la palabra "compañero", ni "correligionario", ni "camarada". Solamente somos colegas de radiodifusión y respetamos absolutamente la elección partidaria de cualquier persona en toda la República.

Pedimos como segundo punto que "las comisiones de Comunicación y de Libertad de Expresión de ambas Cámaras también sean partícipes de esta mesa de diálogo." Además estamos pidiendo la revisión de la ley nacional de medios por ser una norma totalmente discriminatoria y por lo tanto inválida constitucionalmente.

Somos muy claros cuando decimos que siempre hay lugar para el acuerdo nacional con aquellos allegados al poder y también al repudiar a todos y cada uno de quienes se arrogan la gran lucha por la libertad de expresión y cercenan cada segundo a quienes desde el interior reclamamos por una ley republicana, democrática y federal, empapada de Constitución Nacional, no como ésta.

Acompañar al gobierno nacional en sus errores no sólo es hablar de lo que ellos quieren hablar, también es acallar voces que no coinciden con esas propuestas o actitudes.

Desde nuestra organización bregamos porque el periodismo todo hable de libertad, para que todos los medios podamos ejercer nuestra tarea libremente y no exista más el contubernio de algunos medios y periodistas que se venden al mejor postor.

El relevamiento obligatorio convocado por AFSCA, lejos de obtener los resultados pretendidos ha provocado un gran caos en las llamadas zonas de conflicto -diecisiete en todo el país-, perjudicando a quienes desde años vienen reclamando la verdadera normalización de esto.

No descartamos llegar a la Justicia en el caso de persistir el autismo del gobierno nacional con referencia al reclamo que venimos realizando desde el gobierno de Néstor Kirchner, a quien apenas asumió le acercamos nuestra nota pidiéndole la mesa de diálogo y le entregamos en mano el proyecto. A la fecha, también lo hicimos con la presidenta Cristina Fernández.

Reiteramos nuestra vocación de diálogo permanente a los fines de aportar y enriquecer una ley de radiodifusión que la República Argentina realmente se merece.

Estamos aquí, señoras y señores, para decir lo que nos está pasando en el interior, aunque estoy casi seguro de que todos ustedes lo saben, porque muchos vienen del interior. Les pedimos por favor que no se cierre la discusión de una ley de radiodifusión en la Capital Federal, que se mire para el interior y que trabajemos todos juntos.

Realmente necesitamos que nos escuchen.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Tiene la palabra la señora diputada Bullrich.

SRA. BULLRICH Señora presidenta: en primer lugar, me gustaría que los representantes de FARBAP expliquen un poco mejor en qué consiste el relevamiento obligatorio. Concretamente, cómo fue realizado, cuándo tuvo lugar, qué metodología se utilizó -es decir, si fue personal o a través de Internet-, si participaron funcionarios y si tienen los formularios que se utilizaron para el relevamiento. Toda información que nos puedan dar, será bienvenida.

En segundo término, me gustaría conocer las condiciones legales de las veinte radios que se han sumado con equipos de 1.000 voltios. Quisiera saber si les dieron licencias y, en caso afirmativo, quién y por cuánto tiempo.

En suma, considero importante que FARBAP aporte todo lo que esté a su alcance sobre estos dos puntos, como asimismo los elementos que han configurado esta situación de competencia desleal -según entiendo- para las radios que la federación representa.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Tiene la palabra el señor Huarte.

SR. HUARTE Señora presidenta: el relevamiento se realiza principalmente a partir de cuatro resoluciones.

Una de ellas tiene que ver con las radios no autorizadas; es decir radios que no cuentan con ningún papel, que no participaron de un proceso de normalización, que no compraron pliegos y que tampoco se presentaron a licitación. A estas debimos sumarnos todos aquellos que formamos parte del relevamiento realizado a partir de la resolución 1366, es decir, de la normalización del año 2006: aproximadamente unas tres mil quinientas emisoras.

Desde AFSCA nos dijeron que completáramos el formulario 1 de la resolución 1, es decir, el formulario que figura en el anexo de esa resolución dictada el 29 de diciembre de 2009.

De los que participan del proceso de normalización, algunos tienen su licencia y otros siguen esperando que su otorgamiento sea firmado. Hay más de ochocientos expedientes en la oficina del señor Mariotto; están las resoluciones y todo armado, pero no se firman las licencias. Este no es un problema que se da hoy como consecuencia de la suspensión de la ley; no se firman desde hace mucho tiempo. Desde que el señor Mariotto llegó al COMFER, los expedientes comenzaron a quedar guardados y sin firma. De repente comienzan a salir; el año pasado, en menos de una semana, salieron ochocientos expedientes. Creo que esta información fue difundida por algunos medios.

Como decía, la resolución 1 corresponde a los servicios de radiodifusión no autorizados -o sea, los que no tienen ningún papel- y en ese mismo grupo nos pusieron a quienes formamos parte del proceso de normalización del año 2006. La resolución 2 está dirigida a los licenciatarios; son los que ya cuentan con una licencia pero les falta la habilitación definitiva. Nos informan sobre toda la documentación que tenemos que presentar y en cada planilla completamos los datos que corresponden. La resolución 3 contempla a los permisionarios, a los que tenemos un PPP, es decir, un permiso precario provisorio. Se trata de una figura que surgió a partir del decreto 1357/89, nacido del artículo 65 de la ley 23.696. En aquel entonces fuimos dos mil los convocados para inscribirnos a fin de recibir el permiso precario provisorio.

Finalmente, la resolución 4 se refiere a las señales de televisión abierta de baja potencia.

Como dije antes, teníamos que completar unas planillas, que al parecer debían ser completadas sí o sí con un escribano. Le enviamos al señor Mariotto una nota en el mes de febrero -era la primera vez que nos acercábamos luego de la convocatoria al relevamiento- para pedirle, dado que según los considerandos de la resolución que origina el proceso de relevamiento éste no genera ningún derecho, y la resolución 1.366 -cuyo objeto era la normalización para otorgar las licencias- aceptaba la intervención de la policía, el juzgado de paz, el banco y finalmente escribano, que el relevamiento se hiciera de igual manera. No podíamos entender por qué, si el mencionado relevamiento no generaba derechos, tantas consultoras nos acercaban los mejores precios para hacer el trabajo en el COMFER.

Ahora comienzo a responder a la segunda pregunta, vinculada con la aparición de estas emisoras. Le dejaremos a la señora presidenta de la comisión una carpeta con documentación, de la por ejemplo surge que lamentablemente a nuestro delegado en el Chaco le otorgaron una radio con un PPP cuyo titular había fallecido.

Todo lo que nosotros nunca quisimos se está dando con esta ley de la democracia, y paso a explicar por qué lo digo. La gente que integra la autoridad de aplicación, hablo particularmente del señor Jorge Capitanich, posibilitó a quien fue su secretario de Prensa y hoy es su asesor, tener una radio por encima del PPP de nuestro delegado. De algún lado salió el dinero, creo yo. Lo hicieron sin ningún empacho, y luego dicen: "funcionarios, no". Porque como recordarán los señores diputados, la ley dice que no se podrán adjudicar licencias a funcionarios públicos. Políticos, es decir diputados y senadores, por ejemplo, no; pero resulta que en el Chaco hay diputados provinciales que ya tienen una radio, y que en en el interior del país hay diputados nacionales que también las tienen.

No hemos venido a esta comisión a denunciarlos; creemos en la Justicia, y las denuncias que oportunamente hicimos ante el COMFER ahora las reiteramos en AFSCA.

Respondiendo a la pregunta de la señora diputada Bullrich, debo decir que esos medios no tienen ningún permiso. Los nuevos que ingresaron en las zonas de conflicto deberían ubicarse en otros lugares donde hay espacio. Nosotros acompañamos a todos aquellos medios que quieran salir al aire siempre que haya espacio; las zonas de conflicto, lamentablemente, están agotadas. Habrá que cerrar emisoras para clarificar la situación, para que las radios puedan emitir bien y la audiencia tenga la posibilidad de escuchar sin problemas; hoy no se pueden escuchar las radios en las zonas de conflicto. Las radios que ingresaron ahora no tienen una sola autorización; no cuentan con un permiso precario provisorio y tampoco con licencia. Simplemente tienen el okay de algún funcionario amigo que le dijo "poné la radio y anotate en el relevamiento".

Por lo tanto, queremos hacer esa defensa pública para que todos sepan lo que también está pasando en las zonas de conflicto.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Quisiera comentarle que desde el mes de diciembre varios diputados nacionales trabajamos en distintos pedidos de informes, en primer lugar, para conocer el contenido de las más de 900 licencias que se dieron a fin de año, cuando se suponía que el COMFER iba a desaparecer y nacía la nueva Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

En segundo término, usted sabe que hay un fallo que suspende la ley. Todavía desconocemos cuál es el efecto legal de este censo si existe un fallo judicial que suspende la ley y queremos que el gobierno nos conteste.

Todas estas cosas las preguntamos y esperamos que la Comisión de Libertad de Expresión pueda trabajarlas activamente. Asimismo quisiera agregar que muchos de los trámites que deberían llegar aquí están siendo girados a otras comisiones.

Ya sea en esta comisión o en la de Comunicaciones e Informática, cuyo vicepresidente primero es el señor diputado Gustavo Cusinato, vamos a abordar cada uno de los temas que usted trajo como inquietud. Por esa razón le pedimos que si tiene alguna precisión sobre las denuncias que acaba de hacer las eleve a esta comisión para que podamos analizarla en detalle, sobre todo por las afirmaciones que acaba de hacer respecto de licencias o frecuencias que se utilizan por equipos nuevos, que no existían antes de diciembre, y que aparecen como con derechos adquiridos en el momento en que se inicia un censo de estas características.

Por lo tanto, volveremos a convocarlos cuando estén por Buenos Aires para que en esta comisión o en la de Comunicaciones e Informática nos brinden más detalles de cada una de estas cosas que acaban de comentarnos.

Tiene la palabra el señor diputado Plaini.

SR. PLAINI Quisiera formular una sola pregunta al señor Huarte y está relacionada con algo que me preocupa desde el lugar de los trabajadores.

Usted dijo que hay más de 10 mil radios de baja potencia en el interior en las que trabajan aproximadamente 150 mil personas. Quisiera saber si esos 150 mil trabajadores están registrados, porque un aspecto central para quienes venimos del sindicalismo es el registro de los trabajadores para evitar el trabajo en negro.

SR. HUARTE En primer lugar, señor diputado, quisiera explicarle que todas nuestras radios son familiares. El titular puede ser la esposa o el esposo, pero en la radio trabaja toda la familia: nuestros hijos, las esposas, o los maridos si las titulares de las licencias son las mujeres.

Generalmente trabajan entre tres y cuatro personas por radio. Pero además, en cada radio hay programas hechos por los vecinos que no son trabajadores de radio sino que generan un contenido y lo hacen con la publicidad que consiguen en la localidad. Por lo tanto, participan en la radio, viven de lo que ganan de la publicidad que venden y en algunos casos pagan el espacio, aunque la gran mayoría no lo paga.

Simplemente se trata de grupos de jóvenes, de mujeres o de gente de la tercera edad que hacen programas en distintas radios de baja potencia y generan contenidos propios -locales- para difundir cultura, bibliotecas, actividades deportivas, pero ninguno de ellos es empleado de la radio y tampoco están agremiados.

Específicamente en la radio trabajamos entre tres y cuatro personas, en algunos casos son cinco o un poco más, según que la familia sea más grande o más chica. Esa es la radio de baja potencia que decimos que está mal; no se trata de una empresa.

Es más, cuando otorgaron 10 millones de pesos para las pymes nos presentamos y nos dijeron que no éramos una pyme porque trabajaba nuestra familia; es decir, no pudimos contar con nada para mejorar nuestra parte técnica.

Ello obedeció a que no teníamos empleados, y realmente no los tenemos. En estas radios trabaja la familia. Hemos trabajado con algunos sectores gremiales; por ejemplo, en Entre Ríos está la Asociación Entrerriana, que tiene un convenio colectivo con el gremio de prensa de Entre Ríos. Y en otros lados trabajamos con ellos para colaborar en algunos gremios con lo que podamos, principalmente en la capacitación.

La Asociación Patagónica de Radiodifusoras de Frecuencia Modulada, con personería jurídica 484, tiene un convenio con la Universidad Nacional de la Patagonia donde se hacen capacitaciones para nuestros medios por si no contamos con otras capacitaciones. Son totalmente gratuitas para los que hacen radio en nuestras radios y para todos los que hacen radio, que por más que tengan una empresa se capacitan con la Universidad Nacional de la Patagonia y con la Asociación Patagónica.

No tenemos empleados, señor diputado.

SR. GULLO Lo hemos escuchado con absoluta atención y vamos a seguir receptando las ponencias, las dudas y obviamente las inquietudes.

La señora presidenta ha manifestado la posibilidad de volver a convocarlos. Muchos no sabíamos muy bien de la presencia y de la manera en que íbamos a manejar esta reunión en esta comisión. Nosotros no podemos hacer preguntas porque sería honestamente cruzar una línea que me parece que no corresponde, porque existe falta información y habría que chequear datos.

Respetuosamente creo que haber escuchado es un primer paso por parte de todos. Obviamente, si trae documentación la podremos trabajar entre todos.

Insisto, hacerle preguntas me parece que nos metería en un terreno que no tenemos que cruzar, además porque creo que es loable, y hay que ir para adelante y defender todas las radios de baja frecuencia. Pero acá se habló de radios de baja frecuencia, dijo que está en desacuerdo con que se critique a los multimedios o que se lleven adelante leyes que pueden afectar a los multimedios y además describió juicios. En fin, hay muchas cosas para tan poco tiempo.

Me permito proponer que si vamos a hacer una convocatoria donde la presencia del señor Héctor Huarte es un hecho, veamos si podemos manejar con equilibrio y seriedad otra convocatoria que nos permita tener un marco general y acceso a otra información y evitar el desgaste de la persona o las personas que vienen y de la comisión en un ping-pong en el que creo que se carece de información.

No llevamos adelante un buen cometido, y quizás existan situaciones que exigen el trabajo muy forzado y serio donde de común acuerdo podamos arrimar propuestas o llegar a planteos que les solucione problemáticas a ustedes, comenzando por algo concreto.

Usted nos habla de 10 mil radios; nos parece un mundo muy significativo como para tratarlo a la ligera. Nos dice lo que significa esta realidad en todo el país y obviamente nos obliga a meternos de lleno en esta temática y problemática. Y más allá de las preguntas serias que ha formulado el colega diputado, usted nos habla de grupos familiares que están hoy afectados a una realidad que no podemos desconocer y no podemos hacernos los tontos frente a situaciones que puedan ser tomadas a la ligera.

Si a la señora presidenta no le parece mal, dada la importancia de las expresiones del señor Huarte podríamos convocarlo para otra ocasión a fin de trabajar con más tranquilidad. No creo que haya que esperar a que se encuentre en Buenos Aires -aunque, por supuesto, si está en Buenos Aires lo vamos a atender- y tampoco citarlo cuando está en un lugar remoto del país; pero sí podríamos preparar una reunión para hablar con mayor tranquilidad y más elementos de juicio sobre la mesa.

Además, creo que de esa manera estaremos dando al tema la importancia que requiere, porque podremos confrontar o chequear muchas de las situaciones planteadas con otros organismos, con otras realidades -que obviamente existen- y con las autoridades competentes.

Agradezco al señor Huarte que el año pasado, como explicó, se haya relacionado con la señora presidenta de esta comisión y con el señor vicepresidente de la Comisión de Comunicaciones e Informática; pero no puede obviar que también el año pasado las comisiones de Comunicaciones e Informática, de Presupuesto y Hacienda y de Libertad de Expresión celebraron múltiples audiencias para tratar esta cuestión.

Entonces, señor Huarte, de ahora en más siéntase a gusto y conforme; los diputados oficialistas nos pondremos en la misma línea de nuestros colegas para que usted no tenga que contar con uno o dos referentes o hacer tabla rasa respecto de algunas cuestiones.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Quiero aclarar que los representantes de FARBAP estuvieron el año pasado en las audiencias públicas; no es que sólo fueron recibidos por un bloque político de esta Cámara. La problemática que nos han planteado venimos tratándola en la comisión desde hace tiempo porque consideramos que merece atención.

Hablamos de un sector que representa no a radios comunitarias o comerciales sino a radios de baja potencia. Hay que entender muy bien cuál es el sector afectado cuando la gente de FARBAP denuncia que en el marco de un nuevo relevamiento la autoridad de aplicación no los tiene en cuenta. No es una situación que haya surgido en este momento, señor diputado. Entonces, más allá de las formulaciones políticas que usted pueda advertir o se insinúen de las expresiones del señor Huarte, pienso que debemos ponernos de acuerdo, ya que según usted ha señalado esa es la vocación del bloque oficialista; hay muchos temas que necesitan respuesta.

Desde hace años este sector viene demandando lo mismo porque no se siente contemplado. Como es sabido, nuestro bloque se opuso a la ley de medios. En cambio, este sector la veía con expectativas, porque pensaba que a partir de su sanción la situación iba a cambiar e iban a poder normalizar sus licencias, sus PPP y las frecuencias que estaban utilizando. Pero no fue así.

Por eso me pareció que en esta primera reunión de trabajo de la comisión teníamos que escuchar la problemática de FARBAP, porque es una situación que además seguramente se reiterará en la Comisión de Comunicaciones e Informática; entonces, no podemos desdeñarla. Los representantes de FARBAP no vienen sólo a estas comisiones; también se reúnen con la autoridad de aplicación y con distintos bloques políticos.

En suma, si bien ahora no podemos resolver nada, me gustaría que avancemos en el tratamiento de los pedidos de informes, porque recordemos que independientemente de lo que acaba de exponer el señor Huarte, diputados de diferentes bloques hemos presentado proyectos sobre la asignación de frecuencias, el censo y las consultorías que está utilizando la autoridad de aplicación, que según algunas denuncias que hoy están siendo investigadas por la propia Oficina Anticorrupción, aparecen como direccionadas.

Como todavía no hemos recibido respuesta de parte del gobierno nacional ni de los organismos pertinentes, postergaremos la discusión. Si bien, como dije antes, ahora no vamos a resolver nada, es importante que en esta primera reunión quede en claro que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cuya aplicación hoy se encuentra suspendida, debe ser abordada por esta comisión.

Tiene la palabra la señora diputada Quiroz.

SRA. QUIROZ Señora presidenta: en primer lugar, quiero agradecer a los representantes de FARBAP por su presencia en esta reunión. No es la primera vez que los escuchamos; lo hicimos durante varios años, sobre todo en las audiencias públicas convocadas para debatir acerca de la ley que hoy se encuentra suspendida.

En verdad me hace muy bien seguir escuchando; no empezar a escuchar, sino seguir escuchando que la problemática del sector continúa, porque eso demuestra cómo marcha aquella ley que venía a resolver la situación de todos los medios, todos los pensamientos, todas las ideas y todas las voces.

Evidentemente, lo que hoy hemos escuchado es una parte. ¿Qué me llevo de esta charla, luego de haber escuchado a representantes de un sector que presenta particularidades muy precisas? No se trata de los PPP; tampoco tienen años de trabajo como titulares de licencias. No son los que han adquirido experiencia en transferencia de licencias y tampoco quienes tienen, como se dice en el barrio, alguna banca política como para seguir subsistiendo.

Esto incrementa nuestra responsabilidad de revisar punto por punto una ley que venía a resolver todo y que ahora nos damos cuenta no es así; por lo menos hay un aspecto que todavía no fue solucionado por las medidas de la supuesta autoridad de aplicación. Y digo "supuesta" porque como hay serios cuestionamientos a partir de dos fallos de la Justicia, no podemos tener a esa autoridad de aplicación -como a otras instancias de la ley de medios sancionada el año pasado- oficializada, legalizada y legitimada. Por eso digo que tenemos que revisar éste y muchísimos otros aspectos.

A continuación, permítaseme hacer algunas sugerencias. Primero, en muchas ocasiones debimos escuchar, presenciar, acompañar y apoyar reclamos de algunos sectores -propietarios de medios, licenciatarios, etcétera- que sufrieron episodios de intimidación, extorsión o persecución que se tradujeron, por ejemplo, en el cierre de sus medios. En esos casos nos vimos obligados a tratar el tema en un marco de necesidad y urgencia, sin demasiada planificación previa.

Creo que ese criterio de escuchar cuando surgen determinados problemas, debe seguir; aunque espero que no se vuelvan a plantear, como en el pasado, esas situaciones de necesidad y urgencia.

Segundo, sugiero que planifiquemos las visitas y las charlas con los diferentes sectores para que, como dijo el señor diputado Gullo, contemos con más información y estemos preparados para realizar una discusión mucho más profunda. De cualquier manera, al menos para mí, el objetivo central de recibir estas visitas en la comisión radica en conocer la marcha de la nueva ley de medios y los planteos que existen en torno de ella.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Se encuentra presente el siguiente invitado, quien está esperando desde hace un rato y por eso no quisiera demorar más su exposición.

El periodista Jorge Rulli se ha comunicado con los asesores de la comisión y refirió problemas en su actividad.

Quisiera aclarar al señor vicepresidente que el año pasado se expuso en esta comisión la situación de conflicto que se vivió a fines de 2009 en Radio Nacional. El señor Jorge Rulli quiso exponer también sobre un tema relacionado con Radio Nacional, para lo cual le damos la palabra.

SR. RULLI En primer lugar, quiero agradecer especialmente a la señora presidenta por invitarme a participar en esta reunión y darme la oportunidad -que me honra- de exponer el problema que venimos arrastrando desde el 31 de enero, que sin duda ha tenido repercusiones como para preocupar a alguno de los señores diputados.

Durante más de cinco años he presidido un espacio de radio que se llama "Horizonte Sur". En este punto me permito corregir a la señora presidenta de la comisión, porque gustamos llamarnos comunicadores sociales; en realidad, en el equipo hay periodistas, pero no siento personalmente que lo sea sino que soy un comunicador social, rol que he encontrado en un momento maduro de mi vida.

El programa ha tenido a lo largo de estos años varios conflictos con las autoridades nombradas en diferentes oportunidades y ha sido la presión de los oyentes la que permitió que nos mantuviéramos al frente del programa y en Radio Nacional.

¿A qué se debió esto? ¿Por qué hemos sido irritantes para muchos? Porque nos opusimos a una uniformización del pensamiento. Hemos tratado de manifestar en todo momento que muchas de las antinomias y de las confrontaciones que se estaban dando en la Argentina en realidad pivoteaban sobre acuerdos fundamentales con los que nosotros no coincidíamos.

Muchas veces, con mucho respeto por las investiduras, fuimos críticos tanto del oficialismo como de la oposición y sí remarcamos que estábamos develando un modelo de dependencia colonial basado en la sojización, en la megaminería y en la producción de agrocombustibles; es decir, la existencia de otra Argentina de la que generalmente no se habla o se lo hace muy poco.

Este discurso, el hecho de darle voz a los diferentes conflictos ecológicos -que para nosotros constituyen más del 90 por ciento de los conflictos sociales de la Argentina, ya que todos tienen algún tipo de horizonte en problemas ambientales-, esta convicción y el escuchar a estos sectores ha irritado a muchos. Pero estábamos en la radio pública, donde considerábamos que, guardando los límites y respetos debidos, correspondía ese tipo de espacio y de libertades.

Es decir que no sólo estamos defendiendo un programa y un derecho a manifestarnos sino que también, en todo momento, hemos propuesto un tipo de radio del Estado desde que nos nombró Mona Moncalvillo. Quiero aclarar que nunca cobramos, que siempre hemos trabajado como comunicadores sociales como un acto de servicio a lo largo de los años, para sorpresa de muchos, porque el grueso de los que trabajan en Radio Nacional -si no todos- cobran, y últimamente sueldos muy importantes.

En este momento Radio Nacional está viviendo una crisis muy grande. Acaba de renunciar Gabriela Cabus, directora de Radio Nacional Córdoba, y ha hecho pública una carta que dice: "La democratización de las comunicaciones debe plasmarse en los hechos y no sólo en el discurso". Lo dijo en el día de ayer. Y en su carta agrega: "Con el costo mensual de dos contratos artísticos de los que componen la programación de Radio Buenos Aires se podría comprar el generador que permitiría a Radio Nacional Córdoba salir al aire a pesar de los cortes de energía eléctrica.

"Con el costo mensual de tres de esos contratos el auditorio estaría en condiciones para reabrir sus puertas.

"Con menos del monto correspondiente a uno de esos contratos se hubiera podido cumplir con los cuatro contratos artísticos comprometidos para Radio Nacional Córdoba en diciembre pasado.

"Hace mucho..." -añade- "...que nuestra sociedad reclama coherencia de los funcionarios. Es una pena que quienes se autodenominan 'progresistas' actúen igual que aquellos a quienes dicen enfrentarse."

¿A qué se refiere esto? Radio Nacional ha sido entregada a un sector de la vieja izquierda que alguna vez fue muy dura y que en cierto sentido lo sigue siendo.

Después de cinco años y medio de trabajo en Radio Nacional Vicente Muleiro -con un pasado político en el cual en los 70 era subversivo cuando nosotros respaldábamos al gobierno legal- hoy me echó por el teléfono celular, diciéndome: "Tu último programa fue el último programa. No te queremos ver más. Estamos cansados de tus críticas."

A mí me pareció una falta de respeto total por las instituciones. Entonces, el doctor Carlos Negri, abogado -que fuera diputado por la provincia de Buenos Aires en los años 70, una personalidad sumamente reconocida-, y el doctor Soler se presentaron a Radio Nacional a aclarar que nosotros seguíamos en la grilla una semana después de que me habían echado por teléfono, y que yo no sabía si ir o no.

Aparentemente nos habían cambiado el programa de las once a las siete de la mañana, es decir, para que no tuviéramos la misma audiencia, pero no nos habían sacado de la grilla y esto desconcertaba a los oyentes de Radio Nacional.

Prácticamente fueron expulsados, les dijeron que no los iban a atender, ni ahora ni nunca, y que como abogados hicieran lo que quisiesen.

Por eso nosotros hablamos de un poder discrecional, de un manejo del poder desnudo y que en realidad parecía que Radio Nacional había quedado en manos de una banda.

Hace muchos años que hacemos política. Estamos de vuelta de muchas cosas. Pensamos fundamentalmente en el país y nos da pena que aquella enseñanza que alguna vez dejó Timerman de que a la derecha está la economía y a la izquierda, la cultura, alguna gente la sigue implementando.

Justamente ayer en "Caras y Caretas" algunos de los compañeros aquí presentes le recordaron a María Seoane, que pretendía ejercer su rol de intelectual ímproba y presentar un libro, la censura que había cometido. Ella usó términos de videlistas, de que hablan como los servicios y otras lindezas, olvidando que la funcionaria es ella y se supone que los servicios sirven a los que gobiernan y a los que manejan el poder.

Acá hay una esquizofrenia en alguna gente que proviene de la izquierda que está en el gobierno, porque sigue pensándose como si fueran oposición. Quizás porque esta democracia que tenemos no les costó, no pasaron años de cárcel, sangre y muerte de compañeros; por eso no saben valorar lo que están conduciendo. Yo entiendo que mal servicio le hace este sector de amigos entrañables -Muleiro, Seoane y Eduardo Anguita, sobre todo- al gobierno que pretenden defender.

Entiendo que la radio pública es una radio de todos. Por eso tiene la misa católica para aquella gente que está incapacitada de poder participar en la ceremonia del templo.

Y por eso alguna vez tuvimos El vampiro negro y El taller de las palabras, programas con muy poca audiencia pero que seguramente por su exquisitez y funcionalidad solamente tenían cabida en una radio del Estado. Estamos hablando de una pluralidad de nichos que atiende la radio del Estado.

Seguramente muchos diputados del interior del país recordarán que en muchos lugares Radio Nacional sirve hasta para avisar que hay una persona enferma que necesita un helicóptero para ser trasladada. Eso caracteriza lo que debe ser la radio pública.

En algunos debates con las autoridades nos hemos encontrado con otra visión. Nos dijeron que teníamos mucha audiencia pero que estaba compuesta por militantes. Está aquí conmigo un señor diputado mandato cumplido a quien en ese momento le pregunté si había algo malo en eso, es decir, en ser militante. ¿Qué hay de malo en ser militante de la resistencia peronista o del ecologismo? Lo que ellos dicen es que la radio la escucha todo el mundo y que los programas tienen que ser tipo promedio, pero están conduciendo una radio del Estado y pensando como en una radio nacional. Me parece que hay debates que no se terminaron de cerrar y por eso Radio Nacional está como está. Por eso mismo no existe RAE, es decir, Radiodifusión Argentina al Exterior, cuando para otros países es el principal instrumento de su política exterior. Acá no existe porque seguimos actuando con la teoría de las confrontaciones, es decir, pensando que el otro es un enemigo porque piensa distinto a mí o que tengo que homogeneizar el pensamiento tratando de ser muy oficialista no sé para qué.

No solamente nos duele haber quedado sin un espacio en la radio del Estado, que podríamos tenerlo en otras radios, pero no es lo mismo; nunca va a ser lo mismo.

En estos momentos estoy en Radio Cooperativa desempeñándome en el programa No hacemos falta, de Gabriel Levinas, y me doy cuenta de que el respeto que tenía por las investiduras, que no tengo obligación de tenerlo pero no quiero perderlo porque me daba autoridad moral, ahora lo estoy perdiendo por la ofuscación y la indignación ante la injusticia, lo que me quita esa autoridad. Eso es lo que siento. Además, me duele que hagan de Radio Nacional la radio de una banda.

He traído algunos documentos para compartir con ustedes. María Seoane argumentó que ella tiene autoridad para cambiar la grilla de la radio, cosa que nosotros nunca hemos negado. Lo que reclamamos es que me hubiesen citado para agradecerme la tarea cumplida y para explicarme esto y no echarme manifestando que estaban cansados de mí a través de un llamado telefónico. Eso es algo que no podemos olvidar.

Hay algo que ellos no pueden explicar. El telegrama en el que se nos comunica que dejamos de ser parte de la radio menciona que hicimos una presentación. Dice así: "En tal sentido debo rechazar las apreciaciones vertidas en la nota que ha dirigido a mi comitente con fecha 4 de febrero". Esto tiene fecha del 5. O sea que al echarme están reconociendo que tuvimos que quejarnos y recordarles que en el Estado cualquier decisión constituye un acto administrativo que se hace por escrito.

Después de más de veinticinco años de democracia es penoso que haya que recordarle a un funcionario que no puede actuar como en una pequeña empresa o un almacén diciéndole "buscá tu saco y andate". En el Estado cualquier decisión debe constituir un acto administrativo, y aquí lo reconocen.

Esta es nuestra indignación, porque he venido con algunos compañeros que participaban en el equipo. En los últimos años hemos trabajado mucho y no se nos pagó. Algunos de esta gente de izquierda que está al frente de la radio cobran sueldos que ustedes no pueden imaginarse. No hay derecho a que cobren cien veces más que un obrero y además pretendan ser de izquierda. Me parece absolutamente injusto. A la vez no me gusta que impongan un pensamiento único.

Hemos trabajado durante años tratando de develar la naturaleza de la Argentina profunda convencidos de que ha habido una distribución de roles en el país. A Uruguay le ha tocado la pasta de papel; a Chile, la producción de salmones enjaulados; a Colombia, la de flores o droga, y a nosotros, la de soja y agrocombustibles. El proceso de instalación de un modelo biotecnológico en la Argentina ha recibido el aval de las cámaras de Diputados y Senadores a través de la ley de promoción de la biotecnología. Todo eso fue un escándalo porque no se llegó a discutir en profundidad qué es un transgénico ni cuáles son las consecuencias que tiene esta ingesta constante sobre la población.

Por otra parte, no hay una ley marco en la que la promoción a la biotecnología pueda instalarse explicando qué es un transgénico y cuáles son sus riesgos y características para que una compañía de seguros pueda hacerse cargo de una situación dada de transporte. Eso en la Argentina no se hizo; simplemente se promocionó y además se avanzó desmesuradamente en lo relativo a las tecnologías de punta pensando que todo ello es bueno, al igual que la siembra directa y lo relacionado a la gran escala.

Nos han cambiado el país sin que podamos debatirlo. Esto lo discutimos hace muchos años con Elsa Kelly -funcionaria de la Cancillería durante la presidencia de Menem-, Bielsa y Taiana. Lo hemos discutido a lo largo de las últimas administraciones de la Cancillería y acompañando a la delegación argentina en los eventos internacionales.

Estuvimos con siete u ocho compañeros en Copenhague con un stand explicando las consecuencias del modelo que han instalado en la Argentina y en el hermano pueblo de Paraguay adonde llegaron nuestras semillas a través de la bolsa blanca.

Hemos dicho muchas veces que los sojeros grandes, que no se quejan y ni cortan rutas, casualmente tienen campos de un lado y del otro de Uruguay. Y nos preguntamos cuánto de la soja que sale por Uruguay no está producida en Argentina y por ello no paga retenciones. ¿Por eso no se quejan?

Este tipo de preguntas irritan a mucha gente. Hemos recibido demandas jurídicas de personeros muy altos que temiendo un escándalo al enfrentarse a un pobre comunicador social y a un equipo de voluntarios que no trabajan por dinero sino por amor a la patria, terminaron desistiendo de hacerlo. Estoy hablando de Gustavo Grobocopatel y de algún funcionario del SENASA al que inculpamos por la forma apresurada, rápida y sin investigación con que se aprueban los agrotóxicos y los transgénicos en la Argentina. Esto constituye una irresponsabilidad total.

Estas fueron algunas de las características que incomodaron a muchos en el marco de nuestro programa. Desde que se cerró el programa "Horizonte Sur" este tema no existió más. Me refiero a la ecología y al cambio climático. Si ustedes escuchan la radio verán que el tema de la ecología constituía, para Anguita, una cuestión incorporada a su programa "Carbono 14"; desde que nosotros no estamos, el tema también desapareció. O sea que la cuestión estaba instalada para competir con las áreas que nosotros desarrollábamos. Hoy la ecología no existe más en Radio Nacional. Eso me parece muy penoso, porque la ecología hoy es la política. El mundo está ante una situación de muchas amenazas y estos son los temas que se manejan a nivel internacional y que casi con exclusividad manejábamos nosotros desde el programa "Horizonte Sur".

Éstas constituyen las razones que nos han traído aquí y que consideramos válido exponer. Confiamos en que en algún momento haya una apertura, un cambio, y se discuta qué hacer con la radio pública para que la ecología, la denuncia sobre los transgénicos y la biotecnología puedan volver a tener un espacio.

Muchas gracias por la atención que me brindaron.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Gracias, señor Rulli, por su relato, que hemos escuchado con mucha atención.

Quisiéramos saber en qué piensa que la comisión puede ayudarlo directamente. En general, cuando alguien se acerca a esta comisión, a la que llegan en forma permanente denuncias de todo el país en relación con el contenido de los programas -o lo que puede ser un acto de censura-, en forma inmediata abrimos la comisión para que pueda expresarse y poner la situación en conocimiento de todos los señores diputados que la integran.

Por lo tanto, me gustaría que nos dé alguna precisión para poder consultar a Radio Nacional o tomar alguna medida.

Tiene la palabra el señor Alberto Menón, diputado nacional mandato cumplido.

SR. MENÓN Creo que no tengo nada que agregar a lo que el compañero Rulli ha dicho. Ha sido muy amplio al explicar este acto terrible e injusto de censura, sobre todo teniendo en cuenta de dónde viene, ya que no se trata de una censura privada sino del Estado. Un funcionario del Estado ha censurado a otra persona por lo que piensa, por lo que dice y porque no está de acuerdo con ello en nombre de la libertad y de su capacidad como funcionario de hacerlo.

El señor Jorge Rulli ha explicado las razones perfectamente. Por lo tanto, lo único que me queda es agradecer la invitación para participar en esta reunión y sugerir la elaboración -si está en el ánimo de la comisión- de un pedido de informes o de resolución condenando este acto que no hay que probar ni investigar, ya que todas las probanzas están sobre la mesa, y que se trata de un hecho concreto que se ha producido.

Por otro lado quisiera solicitar un pedido de informes al Poder Ejecutivo, porque -como se ha dicho- creo que está muy mal representado por quienes han nombrado en la conducción de lo que debería ser el medio más respetado para la comunicación del Estado.

Considero que un pedido de resolución y un pedido de informes cubrirían perfectamente este aspecto, que no es algo para discutir sino un hecho concreto que se ha producido con quienes no lo merecen. Estamos poniendo en este momento toda nuestra voluntad para defender lo que creemos justo.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Tiene la palabra la señora Clara Peña.

SRA. PEÑA Quisiera decir que participé como voluntaria en algunos programas de Horizonte Sur y me gustaría manifestar cómo se fueron dando los acontecimientos, que es desde donde podemos comenzar para decir que hubo un acto de censura.

A principios de diciembre del año pasado Jorge Rulli fue citado por las autoridades de Radio Nacional, quienes le comunicaron que el programa tenía que ser cambiado de horario. En esa entrevista participaron Jorge Rulli y Alberto Menón y les comunicaron que a partir de la primera semana de febrero -que era cuando cambiaba la programación de Radio Nacional- el programa iba a comenzar a transmitirse a las ocho de la mañana, después de la misa. En realidad, a esa hora estaba la misa pero se la iba a correr al horario de siete a ocho de la mañana y de ocho a nueve de la mañana estaría en el aire Horizonte Sur.

Así transcurrieron los programas del mes de enero, desde donde se les comunicaba a los oyentes el cambio de horario, apelando a la buena voluntad, a que había que despertarse temprano y a que el programa se iba a orientar de otra manera y con otros temas.

De esa forma trascurrió el primer domingo de enero, el segundo y el tercero, y cuando faltaban tres o cuatro días para que se transmitiera el último programa, el domingo 31 de enero, llaman a Jorge Rulli al celular para comunicarle que no se podía correr el horario de la misa a las siete de la mañana, motivo por el cual Horizonte Sur iba a tener que funcionar entre las siete y las ocho de la mañana.

Así anunciamos en el programa del 31 de enero que en realidad se había producido un nuevo cambio en el horario, motivo por el cual a partir del domingo siguiente los oyentes de Radio Nacional iban a tener que estar a las siete de la mañana al pie del cañón.

Jorge Rulli comentó esta situación en su editorial. Esta fue una situación bastante irregular y a raíz de lo que se iba hablando en el programa algunos oyentes llamaron y manifestaron que igualmente iban a escuchar el programa, pero hubo algún que otro llamado que aparentemente a las autoridades de Radio Nacional no les gustó. Si no, no se explica que dos días después, el 2 de febrero, a Jorge Rulli lo llame Vicente Muleiro para anunciarle que el programa del domingo había sido su último programa.

Por eso nosotros decimos que ha habido un acto de censura, porque hasta dos días antes el programa tenía un horario en la grilla de Radio Nacional y durante los diez siguientes al comunicado telefónico a Jorge el programa seguía en la grilla con la nueva programación de la radio.

Eso lo quería dar como dato para el pedido de informes, porque María Seoane dice que es derecho de las autoridades... Eso no se pone en discusión; lo que se pone en discusión es el acto de censura, que existió.

SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Les agradezco mucho la presentación, pero lamentablemente -como ustedes verán- hay otras comisiones a las que los diputados deben concurrir.

Nosotros tenemos redactado un pedido de informes y vamos a mantenerlos informados respecto de su trámite.

Queda levantada la reunión.

- Es la hora 13 y 43.