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LIBERTAD DE EXPRESION

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  • LIBERTAD DE EXPRESION

Reunión del día 29/11/2012

- VISITA DE PERIODISTAS AGREDIDOS POR GRUPO

- En Buenos Aires, a los veintinueve días del mes de noviembre de 2012, a la hora 10 y 53:
SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Buenos días a todas y todos los presentes. Agradecemos su presencia en la reunión de la Comisión de Libertad de Expresión y de Comunicaciones.

También agradecemos la presencia a los periodistas invitados y a los representantes del Centro de Estudios Legales y Sociales, el CELS, al presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez y al presidente del Frente para la Victoria, compañero Agustín Rossi.

Voy a mencionar brevemente quiénes son los invitados presentes en esta reunión. Nos acompaña Sandra Russo, periodista del Diario "Página 12" y de la televisión pública en el programa "6, 7, 8" (aplausos); Roberto Caballero, ex director de la revista "Veintitrés" y del diario "Tiempo Argentino", actualmente conductor en radio Nacional (aplausos); Javier Vicente, periodista y relator del programa "Fútbol para Todos" (aplausos); Damián Loreti, secretario de la comisión directiva del CELS, quien es doctor en ciencias de la comunicación, abogado y docente, y Gastón Chilier, director ejecutivo del CELS y abogado.

A su vez quiero excusar a quienes no han podido concurrir a esta reunión, que han enviado su agradecimiento por la invitación, por compromisos laborales. Me refiero a Nora Veiras, periodista del diario "Página 12"; a Edgardo Mocca (aplausos) y al periodista Orlando Barone, del programa "6, 7, 8" de canal 7. (Aplausos.)

Como ustedes sabrán la razón que nos reúne aquí es la denuncia de la que fueran objeto quienes nos acompañan hoy. Por otra parte han sido denunciados un legislador, funcionarios de la Nación y hasta organizaciones políticas.

Esa denuncia penal fue objeto ayer de una contundente declaración del pleno de la Cámara de Diputados que luego vamos a leer para hacer conocer a los periodistas y a los miembros del CELS.

Voy a ceder la palabra al señor presidente de la Honorable Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y luego a nuestro presidente de bloque para después escuchar a los compañeros de la prensa.

SR. DOMÍNGUEZ Quiero darle la bienvenida a los periodistas invitados, a Sandra, a Roberto, a Javier, no lo veo a Orlando, a la gente del CELS que nos acompaña y a los señores diputados.

Es repugnante para la democracia cuando se pretende acallar voces y mucho más cuando las voces que se pretenden acallar son las voces del periodismo. Nos toca a nosotros -después de 30 años de democracia- garantizar lo que es constitutivo de nuestra Constitución Nacional, que es la libertad y la igualdad y ningún grupo, por más poderoso que sea, puede pretender acallar la voz de quienes piensan -piensen como piensen- y la responsabilidad que tenemos los representantes del pueblo es ser fiel a ese mandato de respetar la libertad de expresión como un sagrado principio de la dignidad humana.

El otro concepto que claramente este Parlamento ha expresado es que no existe mayor voluntad que la voluntad del pueblo, no existe principio de organización constitucional democrática de un Estado de derecho más que la voluntad soberana del pueblo argentino y en esa representación plural que tenemos quienes trabajamos en esta casa -que elegimos la política por vocación y por convicción- creemos que hay principios que son irrenunciables y cada vez que se interrumpió la democracia en la Argentina el único Poder que se cerró fue este Poder.

Por eso, la iniciativa de Mónica -y de la comisión- es bien atinada en nombre de los sueños y de la libertad, en nombre del pluralismo y de la independencia, en nombre de los poderosos, pero también de quienes no lo son, y quienes no lo son tiene la responsabilidad -ésa que nos cabe a nosotros- de garantizar un pie de igualdad para que libremente puedan expresar lo que sienten.

Nuestro más enérgico repudio a quienes pretenden acallar la voz de quien sea en la Argentina. Queremos una Argentina de iguales, donde todos estemos sometidos en igualdad de condiciones ante la ley. No queremos una Justicia para pobres y otra Justicia para ricos y poderosos. Eso sería renunciar a la esencia de la democracia y al compromiso sagrado que tenemos nosotros con el pueblo argentino.

Bienvenidos a nuestra casa. Vaya, en la persona de Mónica, mi más sincero reconocimiento al trabajo que ha hecho la comisión y me siento muy a gusto por pertenecer a un espacio político que ha hecho de la defensa de la libertad de expresión una bandera, incluso cuando esa bandera fue instrumento para que nuestra presidenta fuera centro de todos los ataques.

Ningún presidente en la historia constitucional argentina ha sufrido la difamación, la calumnia y el agravio que ha sufrido nuestra presidenta. En ningún momento se nos ocurrió a nosotros afectar la libertad de expresión. Sí se nos ocurrió, como representantes del pueblo, no estar de rodillas frente a los grupos concentrados sino luchar para que la igualdad de oportunidades y de expresión en la Argentina sea un valor. Muchas gracias. Este es nuestro compromiso. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra el señor diputado Rossi.

SR. ROSSI Muy buenos días a todas y a todos. Felicito la iniciativa que han tenido los presidentes de la Comisión de Comunicaciones, Mario Oporto, y de Libertad de Expresión, Mónica Gutiérrez, de organizar esta reunión. Asimismo, agradezco a los compañeros periodistas que están aquí presentes.

Creo que parte de la reflexión la hicimos ayer en el debate que tuvimos en la Cámara de Diputados, en el que, como decía recién Mónica Gutiérrez, se sancionó una declaración por la que se condena fuertemente la denuncia penal que sufrieron periodistas, diputados, legisladores, funcionarios del gobierno y militantes.

Creo que no es un hecho menor en sí mismo por lo que significa la denuncia, pero también porque muestra la cara más real del grupo Clarín. Esa cara expresa realmente lo que piensan los directivos, quiénes son los dueños, quiénes conducen el grupo Clarín, y no la cara que a veces se muestra mediatizada o condimentada con alguna opinión de los tantos periodistas que trabajan en el grupo.

Esa cara se asemeja a la cara de Clarín en la dictadura. Esa denuncia es una denuncia de un grupo económico que se siente más cómodo con las normas de los gobiernos dictatoriales que con las normas de los gobiernos democráticos. Esa denuncia es la cara del mismo grupo que se asoció con la dictadura para quedarse con Papel Prensa, y creo que esto es lo que merece la condena del conjunto de la sociedad argentina.

Esa denuncia es profundamente antidemocrática; es el no reconocimiento del valor de la palabra; es el no reconocimiento del que tiene ideas distintas, del que piensa distinto, del que tiene una mirada distinta. Pero no solamente es el no reconocimiento, no solamente es la estigmatización y la descalificación, no solamente es a veces el agravio a través de algún periodista, si no que en este caso es la ejecución de una denuncia penal por un delito que no encuentra calificación ni justificativo en la democracia: coacción agravada, incitación a la violencia por pensar distinto.

¿Qué es lo que tenemos que hacer? ¿No decir lo que pensamos? ¿Qué es lo que hay que hacer? ¿Esconder lo que sentimos? ¿Qué es lo que le molesta al grupo Clarín? ¿Que digamos que es una empresa monopólica? ¿Qué es lo que le molesta al grupo Clarín? ¿Que pensemos que en realidad ya no es ni siquiera un grupo de medios de comunicación sino que es un poder económico que ha funcionado siempre en los límites de la legalidad?

¿Qué es lo que le molesta al grupo Clarín, que digamos que es una empresa monopólica? ¿Qué es lo que le molesta al grupo Clarín, que pensemos que ya ni siquiera es un grupo de medios de comunicación sino que es un poder económico que ha funcionado siempre en los límites de la legalidad? ¿Qué es lo que le molesta al grupo Clarín, que insistamos en que debe cumplir con la ley, que el único debate que hoy existe en la Argentina no es un debate ni un enfrentamiento entre el gobierno y el grupo, sino que es un debate entre los poderes del Estado que intentan que todos seamos iguales ante la ley? Me parece que se trata de eso.

Nosotros, desde que empezó el debate sobre la ley de medios en la Argentina, sabíamos que podía llegar a ocurrir esto. Sabíamos y supimos cómo actuó el grupo durante todo este tiempo. Esto lo dije ayer y lo voy a volver a repetir porque creo que hay que exponer cómo son las cosas claramente. La denuncia ayuda a clarificar. No hay voluntad en Clarín de defender la libertad de prensa y de expresión; al contrario, a Clarín le preocupa que no exista una prensa adicta a Clarín y le preocupa que existan expresiones que no coinciden con Clarín. Eso es lo que demuestra la denuncia.

La posición de Clarín nunca tuvo como fin la denuncia de un fin noble; siempre defendieron su situación de poder que la obtuvieron a partir de la hegemonía que tienen en el sistema de medios de comunicación audiovisual en la Argentina. Esa hegemonía les dio su posición dominante. Esto es lo que defiende Clarín y no defiende otra cosa.

Además creo que Clarín está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de no perder su poder; está dispuesto a denunciar y a calumniar. Lo que disputa en esto es muchísimo más de lo que nosotros pensamos que está en discusión.

La verdad es que ayer en la Cámara de Diputados nos quedamos con un sabor amargo. También ahora nos quedamos con un sabor amargo; tal vez venga algún diputado de la oposición y desmienta lo que voy a decir. No está bueno que solamente estemos aquí los diputados del oficialismo. Tampoco estuvo bueno que la declaración que presentamos repudiando la denuncia penal del grupo Clarín, ayer la hayamos votado -salvo la honrosa excepción de los señores diputados De Gennaro, Lozano, Iturraspe y Riestra-, los diputados del oficialismo.

La denuncia es una sola, esto hay que decirlo. Los sujetos a los cuales fue dirigida la denuncia son distintos y cada uno habla desde un lugar distinto. Los periodistas hablan desde su lugar y los políticos y legisladores lo hacemos desde nuestro propio lugar. Pero el legislador de la Cámara de Diputados, en este caso, fue denunciado por pensar distinto que Clarín. Fue denunciado por emitir opiniones distintas a las que Clarín cree que se deben emitir.

Me parece que la situación es de muchísima gravedad. La situación de la oposición también es bastante triste. Ayer se animaban a votar el rechazo a la denuncia sobre los periodistas, que fue lo que el grupo permitió. Entonces el grupo le fijó la línea y la raya y les dijo "de acá para allá no hay que pasarse, de acá para acá no podemos". La verdad que la oposición tiene todo su derecho y debe construir su propia propuesta política en la Argentina. No lo van a conseguir si quieren hacer "seguidismo" con el poder corporativo de nuestro país.

Agradezco a Sandra y a todos los periodistas que hoy nos acompañan y están acá. Quiero hacer llegar nuestro respaldo, nuestra solidaridad. Sabemos que este es uno de los tantos debates que tiene que construir esta democracia que queremos que sea absolutamente para todos. Nosotros, más allá de las dificultades y problemáticas que tenemos que abordar, estamos contentos y orgullosos de que nuestra Argentina -por la decisión de la presidenta de la Nación, que en el año 2009 envió el proyecto de ley de medios a este Parlamento- esté dando este debate. (Aplausos)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Vamos a disculpar al presidente de la Honorable Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien debe retirarse dado que tiene programadas con anterioridad una tiene reuniones de trabajo en su despacho. Le agradecemos su presencia.

- El señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Julián Domínguez, se retira de la sala de reunión. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ La idea es que la reunión continúe escuchando a los periodistas que han sido invitados y también los representantes del CELS. Particularmente nos interesa ahondar, en primer lugar, en la mirada que tienen los compañeros de la prensa respecto a esta situación que -como dice el presidente de nuestro bloque- se enmarca en la disputa que arrancó en 2009 por el debate y luego por la aplicación de la ley de medios a la que Clarín se resiste a aceptar y, por otra parte, saber de parte de los representantes del CELS cómo prosigue esta causa.

Resulta interesante saber qué implicancias tiene en el derecho penal. Recordemos que hay dos delitos que el grupo Clarín pidió que se les impute a todos los periodistas, legisladores y funcionarios denunciados, en función de esta "rectificación" que Clarín mismo se ha ocupado de difundir desde el martes pasado.

Le vamos a ceder la palabra a Sandra Russo.

SRA. RUSSO Señora presidenta: ante todo, quiero agradecer a la comisión por este apoyo y a todos los presentes. Son necesarios los apoyos.

Esos apoyos revirtieron, en estos dos días, la sensación de desazón que, al menos a mí, me embargó el domingo cuando me enteré, a través de la tapa de Tiempo Argentino, de lo que había pasado. Me costaba entenderlo porque era bizarro. Era bizarro darme cuenta de lo que estaba leyendo, de que ese grupo -que venía ejerciendo una autodefensa ante la sociedad, haciendo hincapié en la libertad de expresión- tuviera la iniciativa de penalizar la opinión periodística y pretender que se nos impusieran penas que, con la coacción agravada, podían llegar hasta diez años de prisión efectiva. Eso es un disparate.

En primer lugar, fue una sorpresa ver algunos apoyos de algunos colegas con los que no tenemos absolutamente nada en común desde hace años, pero que, sin embargo, tomaron conciencia de que esto iba más allá de cualquier cosa. Quizás el apoyo más bizarro -ya que estamos con la palabra- fue el de la SIP, porque para que la SIP le pida a Clarín que retire la denuncia quiere decir que estamos ante una imputación muy girada a la derecha en el contexto mundial. Debe haber pocos países en el mundo en los que a una corporación se le ocurra algo tan bestial como mandar presos a periodistas por sus opiniones.

Con lo que siguió desde que empecé a escuchar al abogado del grupo haciendo una recorrida mediática, incluso por los medios del propio grupo, sería interesante que los compañeros de Clarín pudieran reconstruir esas 24 o 48 horas para ver cómo es el manejo de la información dentro del propio grupo. Por ejemplo, en el programa de Jorge Lanata pude escuchar a dos colaboradores -Grabia y Geuna-, que hablaban con Wortman Yofre, pero tenían la demanda. Entonces, era muy interesante esa conversación porque la iban rebatiendo. Él ya había salido ese día con la versión de que había sido un error y que se nos llamaba sólo como testigos. La demanda no decía -ni dice- eso. Y quedaba expuesto, si uno era oyente de ese programa, que se trataba de un abogado del propio grupo que les estaba mintiendo al aire a dos periodistas del propio grupo.

Y en ese caso tuvimos la oportunidad de escuchar cómo esos dos periodistas de Radio Mitre le repreguntaban al abogado. En ese momento, de repente a mí se me encendió como una luz y me acordé de qué era el periodismo y a qué llamábamos periodismo. Digo esto porque está todo en crisis y creo que tenemos que admitir que lo que llamamos periodismo está en crisis porque nos cambió el contexto y hay muchas categorías que tenemos que repensar.

Para empezar, a mí no me gusta la palabra periodismo. Yo soy muy cuidadosa de las palabras y mi especialidad es trabajar sobre las palabras y su especificidad, porque es través de las palabras que nos comunicamos. Estamos en una época en la que hay muchos debates, pero es importante que éstos se den con las palabras justas, porque si no, estamos hablando de cosas distintas. Yo prefiero hablar de los trabajadores de la comunicación o de los trabajadores de prensa, más que de los periodistas, porque periodistas me sugiere a gente que como yo o mis compañeros han incursionado por un lugar del periodismo que da visibilidad a nuestro nombre. Somos gente conocida; yo trabajo hace treinta y tres años en los medios de comunicación y toda mi vida fui una periodista opositora, desde la dictadura militar hasta el 2003. Después dejé de serlo y reafirmo aquí mi derecho a tener una identidad política definida al mismo tiempo que sigo ejerciendo el periodismo. (Aplausos.)

Esta manera de enunciar los trabajadores de la comunicación, los trabajadores de prensa, me parece más acertada porque cuando yo pienso en mi trabajo no pienso en Lanata, ni en María Laura Santillán, ni en Santo Biasatti, es decir, en nombres que desde otro lado del espectro comunicacional o ideológico podrían equipararse al mío. Más bien mi vida como periodista transcurrió siempre en redacciones y pienso en redactores, en productores, en camarógrafos y, sobre todo, en reporteros gráficos, que para mí hacen un trabajo de comunicación absolutamente equiparable al que hacemos nosotros.

Son esos colectivos de prensa los que han reaccionado muy rápidamente, han sido las comunicaciones internas, agrupaciones de periodistas que -me llamó la atención- tuvieron que analizar la demanda para pronunciarse, cuando el solo título de penalizar la actividad periodística a cualquier agrupación de periodistas le indica que la debe repudiar.

Finalmente, ante el repudio de los compañeros, de los colegas -no compañeros- del grupo Clarín, que les ha permitido un poco de aire dentro de esa enorme jaula que es Clarín, igualmente los saludo porque me parece que nuestro trabajo está tan en crisis, que tenemos que empezar a buscar puentes y consensos para que este país sea mejor y no vivamos de aquí en más y a partir de que se empiece a cumplir la ley de medios en un clima de tanta hostilidad como el que hemos vivido.

Aunque sea debemos lograr el mínimo consenso de que todos los trabajadores de prensa, por opinar, no deben ir presos. Estoy segura de que si algún alucinado -aunque creo que no lo habría de este lado de la política- hubiese metido una denuncia penal a Jorge Lanata, todos ustedes hubiesen firmado el repudio. Estoy convencida de eso, y eso es lo que nos hace estar en veredas distintas en lo que respecta a libertad de expresión y a no tener doble discurso.

Agradezco estos apoyos y pido que no nos olvidemos de lo que decía el señor diputado Agustín Rossi en cuanto a que en el fondo nosotros éramos lo más delgado porque no tenemos fueros, porque se nos quiso penalizar por simples opiniones periodísticas, que no lo son porque yo también escuché decir al abogado de Clarín "quiero que vayan a los Tribunales para decir si tienen información u opinan a boca de jarro". No opinamos a boca de jarro sino que lo hacemos en virtud de lo que leemos de la realidad argentina y de nuestra propia comprensión histórica. Ese es el trabajo de un columnista en medios según lo que yo entiendo y no es su labor "hablar a boca de jarro".

Finalmente, creo que hay que recuperar y rescatar todos los consensos posibles. A todos aquellos que hayan repudiado la denuncia, trabajen donde trabajen y piensen como piensen, les doy mi agradecimiento. (Aplausos)

SR. VICENTE Pertenezco al programa "Fútbol para Todos".

Quiero agradecer por supuesto la invitación que me ha formulado la Comisión de Libertad de Expresión, el pronunciamiento de ayer de la Cámara de Diputados, a los compañeros trabajadores de prensa y a las organizaciones sindicales que nos han apoyado en todo momento. También quiero agradecer a la gente común que, ahora que soy famoso, me saluda por la calle y me dice "Bueno, no vas a ir preso; quedate tranquilo que no vas a ir preso". También quiero agradecer al CELS, que es una de esas organizaciones intermedias de la sociedad que nos prestigian con toda su trayectoria de defensa de los derechos humanos a nivel nacional e internacional. El hecho de que se hayan hecho cargo de nuestra defensa por supuesto también nos honra.

Yo no creo que la denuncia haya sido hecha contra mi persona, sino contra "Fútbol para Todos", por lo que significa este programa. Mi caso ciertamente constituye un rara habis dentro del periodismo deportivo en los últimos tiempos, porque lo que yo trato de hacer con mi narración de los partidos de fútbol es rescatar la cultura política, la cultura nacional y popular, algo que tiene antecedentes en la Argentina, antecedentes de enorme prestigio como Luis Elías Sojit, como Osvaldo Ardizzone, Dante Panzeri, que fueron olvidados por la historiografía oficial, sobre todo en el tiempo del periodismo deportivo neoliberal y del monopolio.

Uno lo que trata de hacer es de rescatar esas figuras para aportar lo de uno dentro del marco de pluralidad que hoy en día tiene el plantel periodístico de "Fútbol para Todos". Tengamos en cuenta que hay gente que viene de la experiencia anterior, de la época de fútbol televisado para pocos, hay otros compañeros que provienen de distintas experiencias, de radios comunitarias, de seguir campañas de equipos. En mi caso provengo de trabajar durante muchos años en Radio Nacional.

En ese sentido creo que mi aporte en ese marco de pluralidad tiene como sentido rescatar esa cultura política, esa cultura popular y, al mismo tiempo, a esos grandes olvidados del periodismo deportivo como Luis Elías Sojit, que además fue perseguido, obligado a exiliarse y olvidado por su compromiso político. Creo que más que una denuncia contra mi persona, es una denuncia contra el programa "Fútbol para Todos" por lo que ha significado.

Desde hace tres años y medio hacia esta parte, por una decisión de la presidenta y sobre todo por el impulso de Néstor Kirchner, se ha mostrado lo que eran capaces de hacer los monopolios. El monopolio mostraba a la sociedad lo que era capaz de hacer por un negocio con su cara más descarnada, porque le robaba ese hecho popular que tienen los argentinos cada fin de semana que es el fútbol. También secuestraban los goles de los partidos que se habían jugado los viernes para emitirlos el domingo por la noche para que uno estuviera obligado a ver el programa "Fútbol de Primera". Nos obligaban a pagar el cable, pero como uno no pagaba el codificado, sólo podía ver las tribunas mientras el relator de ocasión nos "gastaba" diciendo "yo veo lo que vos no ves". Había que ir al bar de la esquina y romper el domingo familiar, porque no se podía llevar a los pibes a la confitería que estaba llena, mientras la gente trataba de ver cómo se acomodaba aunque sea con la ñata contra el vidrio para ver el River-Boca. Creo que es el significado de lo que mostró "Fútbol para Todos", la cara descarnada del monopolio.

Al mismo tiempo hoy en día "Fútbol para Todos" se propone participar del debate público en la sociedad, tener el rol que le toca, que es el de transmitir los partidos de nuestra pasión popular de modo abierto, gratuito y para todos. Indudablemente creo que eso es "Fútbol para Todos".

En este momento me toca ser el sujeto particular, pero en definitiva creo que represento al programa. Por eso quiero agradecer el acompañamiento de todos mis compañeros del programa.

En cuanto a la cita textual por la que me han denunciado, tiene que ver justamente con rescatar el significado de "Fútbol para Todos" y al mismo tiempo se relaciona con un deseo personal, un deseo de alguien que es un militante político y de la comunicación de muchos años, que peleó en los claustros universitarios para tener una ley de medios, y que, cuando vemos hoy que esa ley es una realidad, lo que queremos es que se cumpla en su totalidad. Por eso expresé un deseo personal, el deseo de que se cumpla con la ley de medios en su totalidad.

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra el señor Caballero.

SR. CABALLERO Me siento honrado de ser invitado de esta Casa, por lo que les agradezco a las autoridades de la Honorable Cámara.

Creo que lo primero que hay que poner en contexto es que esta denuncia del Grupo Clarín permite que todos recuperemos rápidamente la memoria. Se trata del mismo grupo comunicacional que cuando tuvo la custodia de la libertad de expresión en la Argentina silenció el mayor genocidio que recuerde este país en el siglo XX, a cambio de plata, a cambio de Papel Prensa. Tres décadas y media después este mismo grupo quiere usar el Código Penal como garrote para silenciar a todos aquellos que pensamos distinto de sus accionistas.

En esta democracia las opiniones de todos valen lo mismo. No pueden valer más las opiniones de los accionistas o del Grupo Clarín Sociedad Anónima que las del resto. (Aplausos.)

Dicho esto, me parece que tengo que agradecer la enorme solidaridad colectiva que ha despertado esta situación y que habla de las reservas que tiene nuestra sociedad democrática ante atropellos autoritarios e intolerantes como éste, porque la idea de suprimir al otro como solución final a los conflictos es una idea totalitaria, tan totalitaria como la que animó la dictadura del genocida Videla que apoyó Ernestina Herrera de Noble. Y me parece que ése es el contexto histórico que debe tener esta denuncia, porque si no parece que siempre empezáramos desde cero y aquí hay que recuperar los eslabones de una cadena de memoria que no casualmente han sido cortados una y otra vez por los dueños del poder y del dinero en este país.

Clarín pueden ser para algunos un diario, pero también -y ahora se sabe- es el diario o la empresa comunicacional que está atentando contra la libertad de expresión de aquellos que no opinamos igual y que utiliza prácticas extorsivas para disciplinar al conjunto del sistema institucional, dando prebendas y negocios. Lo han hecho con Raúl Alfonsín, lo han hecho con todos los gobiernos constitucionales, lo han hecho con Hugo Moyano, lo hacen también todos los días y sobre todo con ella, con la presidenta de la Nación de todos los argentinos.

Me parece que no es menor denunciar esto. Clarín usa y tira. Castiga y premia según le hacen ganar dinero. Tengo un enorme dolor de decir que me sorprende que no estén presentes aquí legisladores de la oposición. Yo les quiero pedir, como periodista profesional con más de 20 años de trabajo, pero sobre todo como ciudadano y como un tipo que vive acá, que por favor, que reaccionen, que ayuden a poner un límite democrático a esta voracidad de n grupo empresario que hace y deshace con las instituciones y que solamente en este punto -y quiero agradecerles nuevamente- con la bancada oficialista pelea de igual a igual; el resto se arrodilla.

Me parece que hay que empezar a decir las cosas por su nombre. A nosotros en estos casi tres años, por apoyar la ley de medios de la democracia, que vino a reemplazar la de la dictadura, nos han acusado de ultrakirchneristas, de paraestatales, de cooptados por la billetera, de pautadependientes, nos han querido sacar permanentemente de la cancha del periodismo profesional. Como esos documentales del canal Encuentro, pretendían apartarnos de la manada para después podernos atacar cuando éramos débiles y estábamos solos. Todo esto demuestra que no somos débiles ni estamos solos, que han equivocado el rumbo, la estrategia y que esta vez han perdido. Todo esto gracias a esta enorme solidaridad colectiva.

Si vemos el origen de esta denuncia, nos vamos a dar cuenta de que no creen en la diversidad ni en la pluralidad y que sólo usan la libertad de expresión como sinónimo de libertad de empresa para someter al resto a su voluntad. Creo que es hora de que la democracia argentina definitivamente le gane a esta corporación.

Muchos soñamos con el 7 de diciembre y, en realidad, es una fecha simbólica que simboliza la lucha y la pelea de todos estos años para democratizar la palabra. Todos sabemos que si no se democratiza la palabra, no hay democratización cultural ni de la riqueza de todos los argentinos. La concentración de la palabra en el grupo Clarín es lo que ha impedido todos estos años tener políticas más fuertes en lo que hace a la redistribución de la riqueza. La concentración de la palabra es la concentración del poder y es la concentración de la riqueza.

Pido a esta casa, que ayer nos ha honrado con el repudio, que por favor no desista ni rectifique este rumbo. La sociedad está acompañando el proceso de democratización; la ley de medios de la democracia tiene que cumplirse o cumplirse porque si no, no tenemos destino en este país para nuestros hijos.

Para finalizar, quiero agradecer al CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales, al doctor Damián Loreti, a Gastón Chillier, a Horacio Verbitsky, que ha tenido una reacción muy rápida en relación con la denuncia de Clarín. Asimismo, agradezco a los colegas de FOPEA, Foro de Periodismo Argentino, que es una organización que yo no integro; a COMUNA, que es una organización de comunicadores y periodistas que yo sí integro y que en apenas treinta horas reunió 36.000 adhesiones a una solicitada; a la UTPBA, mi sindicato, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires; a todos ellos, a las universidades, a todos los que se han expresado a favor y en solidaridad con nosotros en esta injusta denuncia.

Creo que va a ser infinita la deuda que tendremos con ellos, pero también entiendo que esta pelea en la que nosotros estamos denunciados penalmente no es una pelea de algunas personas sino que es una traba más a un proceso de cambio, de cambio de época, de cambio de paradigma cultural y quizás una de las peleas fundamentales para empezar a ver todo lo que se relaciona con la comunicación en un paradigma de derechos humanos y ya no en un paradigma de negocios donde las audiencias son solamente mercados, sujetos obligados a comprar o a vender y no sujetos de derechos como todos en la sociedad democrática. Muchas gracias. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra el señor Gastón Chillier.

SR. CHILLIER Muchas gracias a la comisión por esta invitación.

Luego de haber escuchado las palabras de los periodistas denunciados, quienes rápidamente pasaron a ser las víctimas de la denuncia, me gustaría contar un poco cómo se inscribe y cómo se tomó la decisión por parte del CELS de asumir la defensa. Posteriormente, Damián Loreti va a dar una explicación un poco más detallada de la causa.

La buena noticia que yo puedo dar es que en principio esta fue una de las defensas más rápidas que hemos realizado porque, aparentemente, de acuerdo con la información pública -que es la que tenemos en el expediente-, como informó el diario Clarín en el día de ayer, se retractaron con un escrito y después otro, pero Damián va a contar estos detalles.

Esta no es la primera vez que el CELS interviene en un caso en el que está en juego la libertad de expresión. Para nosotros la libertad de expresión es uno de los pilares fundamentales del sistema democrático y hace más de veinte años que venimos trabajando en distintos contextos, en distintos contextos políticos, en situaciones en las cuales intervenimos a favor de la libertad de expresión y luchando justamente para impedir amenazas y ataques como los que vimos con esta denuncia.

Uno puede retrotraerse a la década del 90, contra el presidente Horacio Verbitsky, cuando todavía existía el desacato, nosotros intervinimos y logramos, a través de una solución amistosa en la Comisión Interamericana, la eliminación del desacato del Código Penal.

La eliminación del desacato del Código Penal fue una primera gran victoria para el ejercicio del periodismo; en aquel momento era la figura que se utilizaba para amenazar y limitar el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión, la libertad de opinión. Era la figura para criminalizar la opinión pública y la libertad de expresión.

Una vez que se eliminó la figura del desacato, se comenzó a utilizar la figura de las calumnias e injurias en los casos en los que estaban en juego cuestiones de debate público y de funcionarios públicos. Ahí fue cuando decidimos asumir varios casos, pero fundamentalmente uno que llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos que es el caso del periodista Eduardo Kimel, quien ya ha fallecido. Él había investigado la masacre de los curas palotinos y paradójicamente había sido el único condenado a causa de la denuncia de un juez por la investigación que había hecho. La causa estaba en absoluta impunidad y el único condenado era el periodista que había investigado la masacre por haber comentado en dos líneas la actuación del juez, que fue quien lo denunció.

En los 90 el CELS decidió asumir en representación de ARGRA, la Asociación de Reporteros Gráficos Argentinos, la querella por el asesinato de José Luis Cabezas, que fue uno de los mojones trágicos en la historia política reciente de amenaza a la libertad de expresión y a toda la sociedad en su conjunto.

El caso de Eduardo Kimel, ustedes saben bien porque fueron protagonistas en esta casa, dio lugar a la reforma que significó la eliminación de los delitos de calumnias e injurias y hasta lo que pensábamos que sería el fin de la utilización del sistema penal o el fin de la criminalización del delito de opinión, como es que se llama.

Nosotros pensábamos que no se podía utilizar el sistema penal para limitar la libertad de expresión, para limitar la opinión pública, para limitar el ejercicio del periodismo. Sin embargo, como vimos en esta denuncia del Grupo Clarín S.A. que tomó estado público, se siguió intentando utilizar el sistema penal, forzando otras figuras como el delito de incitación a la violencia colectiva y de coacción agravada, para seguir limitando el derecho de expresión. Sobre esto se va a expresar Damián Loreti.

Pero no nos limitamos a estos casos de criminalización del delito de opinión. También hemos litigado en la Corte Interamericana por un caso en el que se descarta que se utiliza el sistema de daños civiles para limitar el ejercicio de la libertad de expresión. Por un lado, nosotros decíamos que no se podía utilizar el sistema penal, pero sí se podía utilizar el sistema civil, pero el sistema de daños no puede ser extraordinario y de alguna manera también termina amenazando el ejercicio del periodismo, porque puede ser tanto más grave una denuncia de un millón de pesos a un periodista, como una condena potencial a la pena privativa de la libertad.

En ese sentido, el año pasado luego de muchos años de litigio, también en la Corte Interamericana, obtuvimos una sentencia en un caso en el cual el ex presidente Menem había realizado una demanda contra Jorge Fontevecchia y Héctor D'Amico. Nosotros intentamos y esperamos que esa sentencia sea parte de la reforma del Código Civil que se está discutiendo en esta Cámara, en el sentido de poner límites al sistema de daños.

También hemos intervenido públicamente y formamos parte de una campaña de acceso a la información pública, que es como la contracara del derecho de libertad de expresión. Es un derecho que no sólo le concierne a los periodistas sino a toda la sociedad. Por eso pedimos que el decreto que firmó el ex presidente Néstor Kirchner que sólo compete al Poder Ejecutivo, por el que éste se obliga a brindar información pública ante el pedido de cualquier ciudadano, se transforme en una ley y que incluya a los otros dos poderes del Estado.

Aprovechamos esta oportunidad para pedirles a los miembros de la comisión que impulsen el tratamiento del proyecto de ley que ha sido sancionado parcialmente por el Senado. Nos parece oportuno solicitarlo.

También formamos y somos parte de un trabajo a favor de la regulación de la publicidad oficial. Hemos participado a partir de la presentación de escritos en un caso ante la Corte del diario de Río Negro sobre la publicidad Oficial.

Justamente trata de reglar la publicidad oficial en el sentido de que también la regulación de la publicidad oficial sirva para promover la pluralidad de voces y medios alternativos.

No creemos que la regulación de la publicidad diga que tiene que financiar a cualquiera de cualquier manera, sino que tiene que haber criterios de poder apoyar a medios que tienen menos capacidad de producir voces alternativas y en ese sentido también seguimos trabajando.

Y también, finalmente, apoyamos -y participamos en audiencias en este Congreso- la ley de servicios audiovisuales, justamente en el entendimiento de que no sólo creíamos que no afectaba la liberad de expresión sino que, por el contrario, que promovía un debate plural, promovía un debate democrático, promovía el aumento y la ampliación de las voces en el debate público. En ese sentido, consideramos que la ley que sancionó esta casa es un avance más en la ampliación del derecho a la libertad de expresión, no sólo de los periodistas, sino de toda la población.

Este trabajo del CELS lleva 20 años -Damián también puede contar-, hemos presentado amicus, escritos en donde se ha tratado de criminalizar a distintas personas de la vida pública, aun luego de la derogación de las calumnias e injurias y, en ese sentido, debe ser leída nuestra labor y la asunción de la defensa de los periodistas en este caso que nosotros consideramos extremadamente grave porque no sólo el Estado, o no sólo autoridades de distintas instituciones del Estado, ponen en juego la libertad de expresión, sino que también cuando grandes corporaciones quieren utilizar al sistema penal y a instituciones del Estado -como es la Justicia- para limitar la opinión, el ejercicio del periodismo, es tan grave como que lo haga el Estado .

En ese sentido, nos parece tan grave que luego de conocer la denuncia del grupo Clarín nos contactamos con los periodistas y les ofrecimos la posibilidad de ejercer la defensa -que la seguiremos haciendo-, porque creemos que es importante, más allá de la retractación del grupo -que la haga o que la puede hacer en la causa-, que haya un pronunciamiento judicial categórico de que este tipo de denuncias -utilizando este tipo de figuras para acallar voces críticas, para acallar- opiniones no son tolerables en un sistema democrático que tanto nos costó conseguir a los argentinos en los últimos 30 años.

Yo voy a dejar la palabra a Damián Loreti, que va a contar un poco más en detalle sobre el estado de la causa. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra el señor diputado Raimundi.

SR. RAIMUNDI Muchas gracias a todos los amigos, amigas, compañeros y compañeras aquí presentes. Quiero ser lo más breve posible.

Voy a tomar algo que recién escuché decir a Agustín Rossi y que coincide con una sensación que tuve los otros días cuando concurrí a la conferencia de prensa; tengo una sensación de claridad sin restarle gravedad al episodio.

Todos estos son hechos que van aclarando las cosas. La sensación que tenía es que cada uno está en el lugar donde debe estar. Esta denuncia abona esa teoría.

Voy a tratar de explicar esto mejor tomando algo que decía Sandra Russo. Cómo habrá sido la situación que la SIP le tuvo que decir que se habían pasado de vueltas. No es casual, no es imprevisto. Es el efecto cascada, es el pasar los límites que da la sensación de impunidad. Cuando uno está acostumbrado a la impunidad porque allí lo puso su historia, hace lo que quiere. En ese hacer lo que quiere uno se desboca, pierde los límites, se pasa todos lo niveles de inescrupulosidad. Por lo tanto, ellos están en el lugar donde tienen que estar.

Lo bueno en términos casi diría de etapa histórica, es que hoy hay una parte cada vez mayor de la sociedad que se da cuenta de estas cosas. El problema es que esto antes pasaba, pero entre bambalinas. No estaba explicitado. El gran mérito de esta etapa es haber explicitado estas cosas. Por eso nunca van a ser suficientes el debate y las reuniones.

Yo creo que la presidenta, el gobierno, el liderazgo político de esta etapa ha puesto el rumbo y la ley de medios puso el instrumento. La profundidad hasta donde lleguemos la va a poner la capacidad que tenga el debate público, la profundidad, la expansión. Todo lo que podamos hacer para dar ese debate lo tenemos que seguir haciendo.

Por ejemplo, anoche, hubo sectores de la oposición en la sesión que apoyaron el rechazo a la denuncia, la declaración que estaba en juego. ¿Pero cuál era el problema central? Que lo descontextualizaban del desafío a la democracia. O sea condenaban la denuncia como un hecho aislado, como una disputa de hegemonías. ¿Qué hacían entonces? Condenaban la denuncia, pero criticaban la política de debate que había llevado al cuestionamiento de la hegemonía. No sirve prácticamente para nada condenar una denuncia en esas condiciones.

¿Con qué herramientas se contaba? Un diputado dijo que esta es la disputa entre el Grupo Clarín y el Grupo Casa Rosada. Eso sí es grave, porque hay una especie de desprecio por la legitimidad. No es que el Grupo Rosada es un grupo de amigos que se forma y pinta la casa de color rosado, que luego se instala. En la Casa Rosada no está el que quiere, porque hay muchos que deben querer estar ahí, sino que está el que fue capaz de desarrollar una construcción política y social que le da la legitimidad para estar allí. Entonces, cuando se quiere equiparar la legitimidad del Estado con las legitimidades parciales que tienen los grupos privados, se produce el desfase conceptual del debate.

El otro instrumento que usan, es "no me vengan a mí con esta pelea, que es una pelea del gobierno con el Grupo Clarín". Es decir, hacer el planteo de ajenidad. O sea, ¿qué es lo que tratan de construir? La idea de que hay una política de gobierno y de grupo, pero ellos tratan de ponerse en un lugar intermedio donde expresan a la sociedad que no ha tomado partido. Me parece que acá también tenemos que profundizar mucho porque cuando hay una situación histórica de desbalance de poder tan grande entre el poder y la política la neutralidad juega para el poder. No hay neutralidad ni ajenidad posible en esto. Hay momentos en los que la historia no pone cuatro o cinco lugares donde poder estar, sino que pone uno u otro; no hay neutralidad ni indiferencia posible.

Lo otro que nos distancia mucho de los planteos de la oposición es que nosotros miramos las cosas desde un lugar y ellos desde el lugar opuesto. Me refiero a la respuesta a qué hay que independizar de qué. Cuando ellos dicen "acá lo que tenemos que lograr es que la prensa se independice del monopolio oficial" nosotros vemos exactamente lo contrario. Observamos que es la política la que se tiene que independizar del poder económico, y no lo contrario.

Termino con esto, porque hay que seguir dando una batalla muy fuerte para continuar construyendo ese contramensaje. Por ejemplo, el mensaje de que es más grave que un periodista, cuando está transmitiendo un partido de fútbol, diga que "se viene el 7-D" respecto de que lo haga enfocando la tribuna. Con todo lo que eso implica en términos de negocios. Es más grave eso que lo otro. O el tema de la cadena.

¿Desde dónde me preocupa esto? Reitero: desde el desprecio de la legitimidad. Ayer escuché a algunos diputados que decían que en el canal público la oposición debe tener el mismo lugar que el mensaje oficial. Creo que eso no existe, pero podría valer en un sistema institucional puro de toda pureza, donde la oposición tenga el mismo espacio en el lugar público y el oficialismo lo tenga en los grupos privados. Pero como no estamos en un sistema puro de toda pureza, sería como pedir que la política del Ministerio de Agricultura la haga tanto el oficialismo como la oposición.

Entonces, ¿para qué está la legitimidad del oficialismo? En un lugar del Estado, quien ha conseguido la legitimidad para ocupar ese espacio tiene que marcar el rumbo de cuál es la política. Hay que tener mucho cuidado con los abusos. Con esto no estoy justificando ningún abuso o censura. Lo que digo es que la impronta de una política en un medio público la establece el que maneja el Estado en ese momento, como la determina en cualquier otro lugar del Estado. Por eso no se puede descontextualizar. Porque si desde las seis de la mañana y hasta las tres de la tarde recorro todos los canales de noticias y tengo una cadena porque en todos transmiten lo mismo, después no puedo denunciar que el Estado trata de defenderse de eso desde el lugar en que la legitimidad pública lo puso.

Otro ejemplo es el del tema de la pauta o publicidad oficial. Me parece que hay que discutirlo con mucha profundidad y no con simpleza, porque de la manera en que eso se discuta también dependerá el contramensaje que estamos construyendo. El otro día, en la conferencia de prensa que tuvo lugar después del paro -y tengo que reivindicar mucho lo que en ella expresó el diputado Plaini-, escuché a un dirigente decir lo siguiente: "Bueno, de última el monopolio privado con su plata hace lo que quiere; el problema es que son más peligrosos los monopolios del Estado porque es la plata de todos". Quiero discutir muy bien esto. Hay un sistema económico que se nutre de la riqueza que genera el pueblo que trabaja y ese sistema después orienta recursos hacia el Estado y hacia los grupos privados.

Entonces, si soy un grupo privado que tiene publicidad privada tengo una estructura de costos en la que incluyo la publicidad. Eso después lo cargo a los precios y lo deduzco de impuestos.

Por lo tanto, la relación que hay entre el Estado, el sector que genera la riqueza y los grupos privados que ponen la publicidad forma parte de un mismo sistema. Lo que quiero decir es que yo no me como la idea de que la publicidad oficial la pagamos todos y la privada no. La publicidad oficial y la privada las pagamos todos. Se hace con el dinero de todos y hay que discutirlo de manera integral. Y así como se debate el tema de la publicidad oficial que hay que poner en un determinado lugar, también hay que discutir la pauta o publicidad privada. No se puede dar una discusión aislada de una cosa con la otra. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra la señora diputada Nebreda.

SRA. NEBREDA Señora presidenta: por cierto que el bloque en pleno tiene nuestra solidaridad, apoyo y total consideración. Pero quiero decir una sola cosa, siguiendo el planteo del señor diputado: me parece que estamos en un momento político muy grave y hay que afrontarlo en su total dimensión. Creo que Clarín está buscando hacer cómplice a toda la sociedad civil para enfrentarla al Estado. Porque así como fue cómplice del Ejército y de los grupos económicos para hacer sus propios negocios hoy necesita de otros cómplices para mantener sus negocios.

Por eso es tan grave la postura que anoche tuvo la oposición, cuando en la práctica terminó siendo cómplice y apoyando al grupo en este momento. Me parece que esto hay que decirlo con todas las letras. ¿Por qué? Porque no sólo ataca -y esto no significa que no sea grave- a los periodistas, sino también a los políticos, a los funcionarios y a los legisladores. Quiero poner sobre la mesa a un compañero de nuestro bloque, el diputado Depetri, que también fue atacado y denunciado penalmente. Y no es casual que sea el diputado Depetri, porque él no sólo representa a la política aislada, sino también a la política social, a la política piquetera y a la política de una discusión de los sectores marginales de esta sociedad.

Por eso creo que debemos saber con profundidad a quién nos enfrentamos, unirnos y avanzar todos juntos.

Gracias por estar aquí y por este momento. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra la señora diputada Córdoba.

SRA. CÓRDOBA Señora presidenta: creo que nuestra solidaridad con quienes han sido denunciados ya ha sido manifestada ayer en la declaración que hemos aprobado. Pero me parece que hay un aspecto que no debemos dejar pasar. Creo que la denuncia del grupo Clarín contra los periodistas, el compañero Depetri y organizaciones militantes tiene también otro efecto que busca, que es la desautorización de la palabra y la opinión de aquellos a quienes denuncia. Así como en la dictadura nos hacían creer a quienes en ese momento éramos adolescentes, en los comunicados que pasaban a través de los medios de comunicación, que quienes combatían en una organización armada eran delincuentes comunes, también el grupo Clarín, que no cesa y no tiene ningún límite en defender su patrimonio y posición de poder, a través de la denuncia, intenta estigmatizar a todo aquel que defiende el proyecto nacional que lleva adelante la presidenta de la Nación y la vigencia de la ley de medios, tratando de desautorizarlos públicamente a través de sus medios de comunicación. Porque no es lo mismo que conozcamos a Sandra Russo por su libro, por sus escritos o por su participación en el programa 6, 7, 8, que conozcan muchos argentinos o que vean a Sandra Russo -en este caso utilizo el ejemplo por solidaridad de género y porque la admiro mucho- que aparece en los zócalos de TN durante todo el día diciendo que es una periodista denunciada por incitación a la violencia.

Creo que también el efecto que se busca con la denuncia es ése, mostrar a la opinión pública de los argentinos a quienes defienden la aplicación de la ley de medios -que no es otra cosa que defender el derecho de la mayoría de los argentinos a participar del proceso de comunicación- desautorizándolos a través de cada uno de sus medios de comunicación. Y yo creo que nosotros en eso no tenemos que ser ingenuos, porque estamos viendo que no escatiman en ninguna herramienta y en ninguna metodología para defender sus intereses.

A mí me da vergüenza ajena ver que ayer el radicalismo no haya apoyado este repudio. Yo me ponía a pensar -y lo decía en el twitter- qué pensaría Raúl Alfonsín si viera que los diputados que dicen pertenecer a su bloque y defender sus ideas se negaron a acompañarnos con esa excusa de traer un texto alternativo. Es grave lo que está pasando. Es grave pero a la vez es un momento apasionante de la política argentina, porque yo creo que con cada uno de estos ajustes nuestra democracia se va profundizando.

Creo que es el momento para llevar al debate, desde la militancia, en cada lugar y en cada ámbito qué es verdaderamente lo que se discute, pero está esa falsa antinomia que se está planteando de que éste es un problema entre el gobierno y el Grupo Clarín. No es un problema entre el gobierno y el Grupo Clarín. Hay una ley votada por la mayoría de los bloques políticos con representación parlamentaria en el Congreso, que ha sido debatida por toda la sociedad a través de foros públicos y que tiene legitimidad popular para ser aplicada. Contra la legitimidad popular de esa ley de servicios de comunicación audiovisual es contra lo que combate hoy el Grupo Clarín, sin escatimar la herramienta que utiliza.

Lo que ha tratado de hacer es tratar de amedrentar a los periodistas, a los dirigentes políticos, a la militancia en general y así como no tuvo ningún reparo en participar como uno de los protagonistas principales de la dictadura silenciando las voces, quieren hoy también silenciar las voces en democracia y no lo vamos a permitir, pero que no se nos escape, que lo que trata también es de desprestigiar a quienes tienen hoy palabra autorizada en muchos sectores de la sociedad para que no sigamos avanzando y profundizando también este modelo político. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra el señor diputado Plaini.

SR. PLAINI Compañera presidenta, Mónica Gutiérrez, compañero Oporto, compañeros y compañeras: en primer lugar vaya mi solidaridad con todos los periodistas denunciados, con el compañero Edgardo Depetris, con los funcionarios denunciados. No me siento tan solo ahora, porque siento que me están acompañando, porque tengo una causa penal por este grupo -también soy un denunciado penalmente por Clarín- por el solo hecho de que los trabajadores vendedores de diarios reclamemos lo que nos confiscaron unilateral y arbitrariamente en el año 2001, que es el 20 por ciento de nuestros ingresos de nuestro salario.

Por lo tanto, a quienes por razones laborales nos toca convivir de toda la vida con estos patronos, sabemos a quiénes tenemos enfrente. Quiero hacer en este momento una mención a una situación muy especial que se produjo dada la discusión y el debate que hubo anoche aquí en el Parlamento, frente a la actitud que tomaron los sectores o los bloques opositores.

En particular, una de esas integrantes fue la causante de una situación muy especial. El 5 de noviembre de 2000 el gobierno de la Alianza dictó un decreto que fue firmado por el ex presidente De la Rúa; el entonces ministro de Economía, José Luis Machinea, y la diputada que habló ayer, Patricia Bullrich de Pueyrredón. Ese día se firmó ese decreto, por el que se desrregulaba la actividad de comercialización de diarios y revistas. Era un decreto que se hizo en las oficinas del grupo Clarín, en complicidad en ese momento -y lo debo reconocer con dolor- con una conducción entreguista y claudicante de mi sindicato, que no dudó en acompañar esa norma y que los compañeros peleamos desde las bases, realizando luego un paro histórico el 1° de julio de 2001.

Ese decreto daba a Clarín la posibilidad de extorsionar a los vendedores de diarios y revistas. ¿Con qué? Con lo que se denominaba "la doble vía": "Si ustedes no aceptan la imposición de este grupo de rebajarse el 20 por ciento del salario yo voy por la vía comercial". La vía comercial terminaron siendo las estaciones de servicio y los hipermercados, y estuvieron a punto de llegar a los locales de Blockbuster -hoy desaparecidos- y de Farmacity. Obviamente, en 2006, luego de dos elecciones sucesivas, eso le costó a la conducción sindical la llegada de nosotros.

Pero ese mismo día 5 de noviembre de 2000, que creo que es una fecha que debemos recordar todos los argentinos, el grupo Clarín despidió a 117 periodistas, entre ellos "la Negra", la compañera de Pablo Llonto, que luego falleció como consecuencia de lo que le causó la actitud de este grupo dominante, mal denominado "grupo comunicacional".

Este es un grupo socioeconómico que ha direccionado la vida de los argentinos durante cincuenta años. No solamente le ha fijado la agenda a los gobiernos, sino también a los argentinos. De esto estamos hablando. El 18 por ciento de las acciones son del grupo Goldman Sachs. No estamos hablando de cualquier cosa.

Por eso los militantes sociales tenemos una responsabilidad. Sobre todo, como decía Néstor Kirchner, somos hombres comunes con responsabilidades extraordinarias. Y los que las tenemos, seamos diputados, dirigentes sindicales o sociales, periodistas o trabajadores de la comunicación que con su pluma también dicen mucho, debemos luchar contra esto. Han muerto compañeros y compañeras que han dado su salud por lo que hace este grupo.

Por eso celebro que estemos hoy aquí, y realmente me hubiese gustado que hubiera muchos más diputados. esta sala tendría que estar llena de representantes de este Parlamento defendiendo esto.

Por lo expuesto, les digo que en el caso del movimiento obrero tenemos muy en claro quién es este grupo. Nosotros no vamos a ceder ante nuestros derechos, sino que vamos a seguir reclamando por nuestra dignidad.

Finalmente, como hay compañeros que también desean hacer uso de la palabra, quiero recordar una frase de José Martí: más vale vivir un minuto de pie que estar toda la vida arrodillado. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Tiene la palabra el señor diputado Pietragalla Corti.

SR. PIETRAGALLA CORTI Señora presidenta: en primer término, quiero expresar mi solidaridad con todos los periodistas, compañeros diputados y militantes políticos denunciados.

En segundo lugar, deseo destacar cuatro nombres porque me parece que es importante hacerlo en el día de hoy. Me refiero a los señores diputados Lozano, Riestra, De Gennaro e Iturraspe, que son de la oposición, que ayer votaron en favor de este rechazo y que no les importa, respecto de la campaña que viene, tener o no espacios en Clarín, en TN y en los distintos programas de ese grupo privado a los que los puedan invitar.

Provengo de los organismos de derechos humanos y sé lo importante que es multiplicar las voces. Históricamente nuestras Abuelas y madres, como así también el resto de los organismos de derechos humanos objetaron esa ley de medios, que era de la dictadura. ¿Cómo no vamos a estar felices de poder defender y que este 7 de diciembre se consolide cada vez más la democracia?

Lamentablemente no puedo compartir esto con diputados que provienen del mismo lugar que yo y que me sorprendieron al no votar esto, porque cuidan su figura política personal antes que seguir profundizando esta democracia y que seguir creciendo como sociedad. Creo que hay mucho egoísmo y que se trata de tener mucho protagonismo a futuro. Me parece que esa es la evaluación que hicieron para no apoyar este rechazo. Esto sí es un llamado a la sociedad en el sentido de que tenga esto presente.

Sinceramente, me importa poco y nada lo que diga la derecha. Pero sí me importa lo que digan los sectores progresistas, que nos corren por la izquierda. Me parece que ayer demostraron que les falta mucho para estar a la altura de esta política progresista que se está llevando adelante en la Argentina y en todo nuestro continente latinoamericano. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GUTIÉRREZ Habiéndose agotado la lista de oradores del bloque, quiero leer brevemente una carta que nos mandó el señor diputado Jorge Rivas. Dice así: "Compañeros: por este medio me solidarizado con los y las periodistas Sandra Russo, Roberto Caballero, Javier Vicente, Nora Veiras, Orlando Barone y Edgardo Mocca ante la embestida jurídica contra la verdadera libertad de prensa y expresión.

"Asimismo destaco el compromiso asumido en defensa de los periodistas por parte del Centro de Estudios Legales y Sociales, con especial agradecimiento a su titulares Horacio Verbitsky y Damián Loreti.

"Lamento no poder estar presente en esta oportunidad, pero no quiero dejar de expresar que lo más obvio es que el grupo Clarín demuestra claramente con su actitud que cualquier otra declaración anterior en defensa de la libertad de prensa ante los supuestos atropellos del populismo no era más que falsedad y cinismo.

"Pero lo más grave me parece que es el reflejo autoritario y antidemocrático que los directivos de uno de los mayores grupos de capital del país exhiben sin ningún pudor. Antes Clarín despedía a sus propios trabajadores. Ahora directamente denuncia penalmente a los que trabajan en otros medios.

"Fraternalmente, Jorge Rivas, diputado de la Nación." (Aplausos.)

Vamos a cerrar esta reunión agradeciendo desde ya a los trabajadores de la comunicación que, como dijo Sandra, nos han acompañado, y a los directivos del Centro de Estudios Legales y Sociales. Quiero hacerme eco de la palabra de algunos de mis pares al lamentar las sillas vacías que decidió dejar la oposición. Como ustedes saben las comisiones convocantes están conformadas por miembros del oficialismo y de la oposición que decidieron no estar, como ayer decidieron no acompañar la contundente declaración de toda esta Cámara.

Como dijo nuestro presidente de bloque, ellos han decidido que la agenda se la marquen desde afuera. Se enojan sobreactuadamente cuando en los debates nosotros se lo solemos señalar. Pero lo cierto es que tuvimos la primera muestra cuando hubo un abrupto y ciertamente vergonzoso cambio de postura. Estábamos en la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En la primera reunión habían anticipado el acompañamiento al nombramiento de la defensora del Público. Después, cuando pasaron los diez días para someter esa designación a apoyos e impugnaciones, apareció la impugnación del grupo Clarín. En la reunión en la que pusimos en la que pusimos en consideración el nombramiento definitivo de la periodista Cynthia Ottaviano para ocupar el cargo de defensora del Público, que fue creado por la ley, los diputados de la Unión Cívica Radical, sin avergonzarse de que primero habían explicitado su apoyo, cambiaron totalmente su postura. Ya la periodista tenía objeciones y no acompañaron esa designación.

Por lo tanto, hoy hemos tenido una muestra más de que lamentablemente la agenda, para ellos, está fijada desde afuera, desde otro poder fáctico todavía vigente, sobre todo en el interior del país, en las provincias, donde Clarín tiene colonizados los medios de comunicación. Y hablamos de "colonización" por todo aquello que se obtiene de manera ilegítima e ilegal; no en vano decimos "colonización". Las provincias están colonizadas por los medios del monopolio, y hay mucho trabajo por hacer con la aplicación de la ley de medios.

Nosotros agradecemos el compromiso de los trabajadores de prensa y del CELS en esta tarea. Creemos que nos queda un largo camino por delante; hemos tenido en estos días un fallo y medio de la Corte Suprema de Justicia, porque hubo que hacer un complementario al olvidarse de explicitar sobre la cautelar.

Queda claro que el 7 de diciembre, fecha fijada por la propia Corte, empezará a regir sin lugar a dudas y en igualdad de condiciones la ley votada por este Parlamento en el año 2009.

Muchas gracias una vez más. Seguiremos trabajando todos en conjunto. (Aplausos.)

No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.