Expresar su repudio ante la rescisión del contrato que vinculaba al periodista Nelson Castro con Radio del Plata por presiones del gobierno nacional; tras la difusión en su programa "Puntos de Vista" de un caso de presunto pago de sobreprecios a la empresa Electroingeniería, concesionaria de ese medio.

Señor presidente:

Desde mediados de enero del corriente año trascendió en los medios la posibilidad de que el programa "Puntos de vista" del periodista Nelson Castro fuera eliminado de la programación de Radio del Plata; emisora cuya nueva concesionaria es la empresa Electroingeniería perteneciente a Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreira, ambos con fuertes vinculaciones al kirchnerismo.

Efectivamente, se rescindió el contrato con el periodista y su equipo pese a que hacía menos de un mes le habían confirmado su continuidad para todo 2009.

El episodio que abría desencadenado esta situación sería una noticia difundida por Castro el 5 de enero. En ella daba cuenta de un informe de Auditoria General de la Nación (AGN), en el cual este organismo cuestiona la política energética y solicita se investigue la adjudicación del segundo tramo del tendido eléctrico de alta tensión que va de Río Negro a Santa Cruz, cuyo costo fue un 48% más caro por kilómetro que el primero.

El tendido en cuestión, que implicaría un presunto pago de sobreprecio del orden de los $ 150 millones, fue hecho por Electroingeniería, dueña de Radio del Plata.

Tras la difusión de esta noticia, el entorno presidencial habría comunicado su disgusto a los propietarios de la empresa quienes habrían decidido la rescisión del contrato del conductor de Puntos de vista.

Según a afirmado Nelson Castro, se trataría de una estrategia en la cual Electroingenieria compra emisoras con problemas, se financian con publicidad oficial, y luego reciben las órdenes de la Casa Rosada para quitar a periodistas que "les molestan". (1)

Frente a ello, numerosos organismos hicieron públicos su preocupación y repudio.

La Academia Nacional de Periodismo denunció que éste constituye un "gravísimo y arbitrario ataque contra la libertad de expresión"."La acción combinada de oscuros intereses políticos y empresarios, y de inconfesables grupos de presión han conducido a la supresión de uno de los programas de mayor prestigio en el escenario cotidiano de la vida cultural argentina y han ocasionado un inestimable perjuicio a los requerimientos del interés público".

A través de su presidente, Bartolomé de Vedia, y su secretario general, José Ignacio López, la academia recordó que Castro ejerció "la defensa del interés público durante muchos años, con impecable transparencia ética" y recordó que "La libertad de expresión requiere una vigencia permanente no sólo de los principios que garantizan el respeto irrestricto a la voluntad de las personas en el orden formal de los valores jurídicos, sino también un elemental acatamiento de los postulados éticos y morales que aseguran la transparencia de las relaciones en lo atinente a la continuidad y al desenvolvimiento de la actividad periodística".

Asimismo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó su inquietud por el despido del periodista a través de su presidente Enrique Santos Calderón, quien sostuvo que "dadas las denuncias que se hicieron públicas, no podemos dejar de manifestar nuestra inquietud y preocupación sobre las presiones que los gobiernos suelen hacer con la intención de censurar y limitar el ejercicio del periodismo crítico, libre e independiente".

Santos Calderón recordó que la SIP también recibió con anterioridad denuncias de otros periodistas independientes como Pepe Eliaschev y Víctor Hugo Morales, que se sintieron víctimas de represalias durante el actual gobierno de Cristina Kirchner y de la anterior administración dirigida por su esposo, Néstor Kirchner.

Hacemos propios los conceptos vertidos por estas entidades en la convicción de que es preciso repudiar enérgicamente cualquier presión política que se ejerza para condicionar el trabajo periodístico, coartar su independencia así como toda acción que excluya a voces que difunden información u opiniones diferentes a las del gobierno de turno.

Este repudiable acontecimiento nos remite a lo sucedido en ocasión de desarrollarse en enero el Festival Nacional de Doma y Folclore en la ciudad cordobesa de Jesús María, cuando se censuró en la transmisión televisiva a cargo del medio estatal la participación en el mismo del Vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, distanciado de la titular del gobierno nacional tras su voto negativo al proyecto oficialista de retenciones móviles que desató un conflicto con sectores agropecuarios aún no resuelto.

La libertad de prensa y el pluralismo son pilares fundamentales para la democratización de nuestra sociedad. Las presiones del poder político o económico para acallar el disenso no sólo afectan la labor de los medios de comunicación sino a la ciudadanía en su conjunto.