Expresar su rechazo y preocupación por el incremento de manifestaciones discriminatorias, acoso y violencia contra la comunidad judía, que atentan contra la convivencia plural y democrática de nuestro país, respetuosa de los distintos credos.-

Señor presidente:

En el transcurso del año 2006 se registraron en nuestro país un total de 540 hechos antisemitas (1) , cifra sumamente preocupante por dos motivos: por un lado, representan un incremento del 32% a la cantidad que se registró en el periodo 2005, según el Informe sobre Antisemitismo en la Argentina, elaborado por el Centro de Estudios Sociales de la DAIA, y por otro que dicha cifra no representa en modo alguno la totalidad de la problemática, ya que es probable que muchos hechos antijudíos no se conozcan o denuncien.

De esos hechos denunciados, la gran mayoría corresponden a pintadas, inscripciones antisemitas y nazis realizadas en la vía pública o como daño a la propiedad de miembros de la comunidad judía.

Según las denuncias recepcionadas en el Departamento de Asistencia Comunitaria y el de Asuntos Jurídicos de la DAIA y en el Instituto Nacional Contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI), la mayoría de los casos se presentaron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. Asimismo han surgido diversos casos de agresiones verbales y físicas y pintadas en las provincias de Santa Fe, Jujuy y Tucumán.

Como expresa el Informe antes mencionado, “a primera vista las pintadas se limitan a ser mensajes visuales anónimos y de escaso contenido informativo, siempre plasmadas en paredes “ajenas” del espacio urbano, con reiteradas apariciones … sin embargo, si se agudiza la atención, las mismas tienen destinatarios y persiguen determinados objetivos comunicativos”.

El fenómeno del antisemitismo en nuestro país, responde a una de las formas existentes de estigmatización de un grupo, negándolo o bien depositando caracteres supuestamente nocivos al colectivo social. Configura uno de los más severos cuestionamientos a la convivencia humana, exaltando la violencia y cercenando el derecho y la libertad de adoptar y practicar determinadas creencias.

Nuestro país se caracterizó por ser una nación de puertas abiertas, con pluralismo y coexistencia pacifica, dialogo intercultural y respeto hacia las diferentes expresiones de la particularidad. Los hechos ocurridos opacan esas características positivas para toda sociedad y por ello no deben ser admitidos ni tolerados con indiferencia.

Por las consideraciones expuestas, solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.