Expresar beneplácito por el proyecto liderado por el investigador Gustavo Juárez, del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán consistente en la realización de los primeros drones del mundo con material de bambú.

Señor presidente:

Hace ya unos años que los drones se han convertido en la gran herramienta tecnológica para el control y realización de diversas actividades desde el mismo espacio aéreo. Aunque su desarrollo fue inicialmente con fines bélicos, posteriormente su uso y aplicación se fue extendiendo con fines comerciales, civiles y de entretenimiento.

En nuestro país en los últimos años, empezaron a construirse con diferentes fines y grados de sofisticación en el INVAP, Rio Negro; en Córdoba; en Buenos Aires y también en Tucumán, entre otras provincias. El actual desafío para regiones como el Noroeste Argentino y especialmente Tucumán es ser capaces de programar drones, repararlos, potenciarlos y adaptarlos a los diferentes usos y al contexto de cada región.

Desde el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán se ha iniciado en el año 2012, un proyecto destinado a sustituir los materiales, con los que se construyen estos drones. Para ello, se ha utilizado un material alternativo, la “caña hueca” o “caña tacuara” o bambú para el desarrollo de su estructura, iniciándose distintas pruebas para comprobar su funcionamiento en cuestiones de seguridad hasta aportar un servicio integral para la agricultura de precisión.

La caña de bambú es originaria de la India, y llegó al Noroeste Argentino a finales del siglo XIX, en Tucumán forma parte de nuestro paisaje, nuestra cultura campesina, habiendo sido difundido por los pioneros de la industria azucarera, cuya gran expansión tuvo lugar a principios del siglo XX.

Se lo introdujo básicamente para la protección de riberas, en forma de pequeños bambusales a lo largo del “eje azucarero”, en las llanuras del Sur y del Este de la provincia y en el pedemonte de la Sierra de San Javier y de los nevados del Aconquija.

El bambú es un material que tiene como ventaja que es muy liviano y resistente, además de ser ecológico es fácilmente manejable. Esta caña es muy utilizada en la construcción sustentable ya que por su rigidez y maleabilidad, resulta una excelente opción para reemplazar algunos materiales contaminantes y además la planta crece a gran velocidad.

Mediante el presente proyecto no sólo se propone armar y programar los drones en la facultad y desarrollar su estructura de bambú, sino que se pretende lograr que los drones necesiten de una menor intervención humana que en los sistemas tradicionales

En ese sentido, se ha avanzado mediante la firma de un convenio con la Estación Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) para poder prestar un servicio a los agricultores.

El proyecto que coordina Juárez y del que participan otros investigadores de la Facultad mencionada, docentes y alumnos, denominado Proyecto de Navegación Inteligente de Sistemas Aéreos Autónomos (Pronisaa), obtuvo el año pasado una beca del Consejo Interuniveritario Nacional dentro del programa Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social.

En el caso, la regionalización es la clave de la originalidad del presente proyecto, teniendo en cuenta las ventajas en ese material tan usado en la región de Tucumán y además que en ningún otro lado del mundo se hicieron drones con caña de bambú, lo que hace de esta idea algo verdaderamente original y que merece que esta Honorable Cámara exprese su beneplácito en ese sentido.

Por ello, considero propicio que esta Honorable Cámara exprese su beneplácito por su trabajo, y solicito a mis pares el acompañamiento en la aprobación del presente Proyecto.