PROYECTO DE TP


Expediente 9356-D-2014
Sumario: ESTABLECER UN INCREMENTO SALARIAL DEL 20 % POR ZONA DESFAVORABLE PARA LOS TRABAJADORES RURALES QUE PRESTEN SERVICIOS EN DIVERSAS PROVINCIAS DEL PAIS.
Fecha: 26/11/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 173
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Artículo 1º. Establecer un incremento salarial del 20% por zona desfavorable para los trabajadores rurales que presten servicios en las provincias de La Pampa, Rio Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur y en el Partido de Patagones de la Provincia de Buenos Aires, el cual se aplicará tanto sobre el monto del salario mínimo que fije la Comisión Nacional de Trabajo Agrario para el peón general o se establezca en el Convenio Colectivo de Trabajo respectivo regido por la ley 14.250.
Artículo 2º. Este incremento también se aplicará a la prestación económica por desempleo establecida en el art. 16 de la ley 25.191 y art. 119 inc. a) de la ley 24.013, cuando la última tarea desarrollada que haya generado el derecho a la prestación por desempleo, se encuentre contenida en los regímenes establecidos en el artículo siguiente.
Artículo 3º. A los efectos de esta ley será considerado trabajador rural todo aquel trabajador comprendido en el Régimen de Trabajo Agrario establecido en ley 26.727y la ley 23.808.
Artículo 4º. El incremento salarial dispuesto por la presente ley, solo será susceptible de los descuentos que correspondan al pago de los aportes con destino a los distintos subsistemas de la Seguridad Social, no pudiendo ser gravados con impuesto alguno.
Artículo 5°. El incremento salarial del 20 % será a cuenta del pago del impuesto a las ganancias del empleador del año fiscal próximo.
Artículo 6º. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


La presente iniciativa persigue varios objetivos centrales que abarcan tanto, conceptos geo-políticos, como otros reivindicativos de uno de los sectores más humildes y postergados de nuestra sociedad: los trabajadores rurales.
Antes de entrar de lleno en los argumentos que sostienen este proyecto, vamos a describir brevemente su contenido, teniendo en cuenta que el mismo se explica simplemente a través de su lectura.
Aspiramos en este primer paso, a que la sociedad brinde una modesta compensación a quienes trabajan en un medio ambiente que resulta agresivo para el ser humano, como lo son las zonas más australes del país.
Por otra parte, debemos recordar que el costo de vida en la región patagónica es mucho más alto que en el centro y norte del país. Esta conocida circunstancia, está relacionada con varios factores económicos, entre ellos debemos destacar la incidencia del mayor costo de los fletes, teniendo en cuenta, por ejemplo, que muchos de los alimentos que se venden en el sur de nuestro país, se producen a centenares o miles de kilómetros del lugar de consumo. Ese y otros rubros, se ven afectados por la mayor demanda, muchas veces inestable, del personal afectado a la actividad petrolera y minera que, por las características de su labor, tienen una retribución mayor que el resto de los trabajadores.
Consideramos oportuno referirnos a lo que consideramos una verdadera exigencia de nuestra hora: "Poblar nuestra Patagonia". Los espacios que no se ocupan, tarde o temprano son disputados por otros. Hoy las conquistas territoriales no se realizan a través de las armas, por el contrario la penetración pacífica de distintas corrientes migratorias se imponen en el mundo occidental y hasta los países con suficiente población pueden hacer el esfuerzo de recibirlas y asimilarlas, sin que por ello se produzca un cambio sustantivo en su contexto social.
La Argentina, en la actualidad debe potenciar la ocupación de su territorio y para ello se debe contar con determinadas ventajas relativas que llamen al interés personal por habitar las provincias de la Patagonia, un territorio que tiene marcadas desventajas para la vida del ser humano, si las comparamos con lo que sucede con el centro y norte del territorio nacional.
Si no establecemos políticas que ayuden a lograr este objetivo, habremos desoído la enseñanza que nos dejara el padre de nuestra Constitución Nacional, Juan Bautista Alberdi. Dijo el genial tucumano: "Gobernar es poblar". Hoy, nosotros podríamos sostener: "Si no poblamos nuestro territorio, no gobernamos" o, al menos, lo estamos haciendo de forma incorrecta.
Alberdi, en el Siglo XIX afirmó el criterio que presidió el pensamiento estratégico de las antiguas civilizaciones occidentales, pues tanto griegos como romanos, cuando ocupaban un territorio no lo hacían solo por las fuerza de las armas, sino que trasladaron a distintos puntos del Mediterráneo pobladores que se organizaban en colonias, laboraban la tierra y tomaban las armas si ello era necesario.
Es decir, desde la antigüedad se nos enseña que los territorios se ocupan con quienes trabajan la tierra. Más de una vez, graficando esta circunstancia, se ha dicho que la verdadera infantería de ocupación territorial es la compuesta por los hombres y mujeres que trabajan en el campo.
Como veremos a continuación, la Patagonia Argentina está insuficientemente poblada. Su extensa geografía presenta amplios vacíos que deben ser cubiertos. Es cierto que muchas de esas zonas son lugares inhóspitos donde es difícil vivir, pero también es cierto, que hay otros que podrían contener a muchos más habitantes de los que lo habitan en la actualidad.
Es sabido que la Argentina tiene un verdadero desbalance en su desarrollo, pues el crecimiento de las grandes ciudades no se compadece con el desenvolvimiento de gran parte del interior de nuestro país, que parece sumergido en un estancamiento empobrecedor.
Las ventajas relativas de vivir en una ciudad o en una gran ciudad, como es la Capital Federal, no tiene correlato con lo que sucede en el interior profundo de la Nación Argentina.
Si al menos no se comienza a compensar esas marcadas diferencias, no será posible poblar equilibradamente nuestro territorio. A quienes trabajan en el territorio patagónico es preciso ofrecerles condiciones de vida y de trabajo que impliquen un auténtico trato igualitario respecto de quienes habitan otras zonas con clima más benigno para la vida humana. En el caso, trato igualitario significa, procurar equilibrar con el salario, por ejemplo, las diferencias existentes entre regiones con relación a la calidad y al costo de vida. Esta iniciativa es un primer y muy modesto paso, en ese sentido.
La Patagonia entendida de acuerdo a lo establecido por las leyes 18.883, 23.272 y 25.955, comprende las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Rio Negro, Neuquén, La Pampa y el partido de Patagones de la Provincia de Buenos Aires, que suman 941.267km² de los 2 807.837 km² con los que cuenta nuestra geografía continental.
En la Patagonia habitan poco más del 5 % del total de habitantes de la Argentina y en cambio representa el 33,5 % de la superficie total de la República Argentina.
Habitantes por km2:
La población total de la Patagonia es de 2.214.801 personas y la rural comprende a 257.069 personas. El número de aborígenes es 159.212, alrededor del 7,3 % de la población aborigen del país.
Cabe señalar que comparando el resultado del Censo 2001 con el último efectuado en el 2010, la población de toda la Patagonia solo creció en 149.318 personas, alrededor del 7,23 %; mientras que la población del país entero creció, en el mismo tiempo, un 10,56 %. En otras palabras, el nivel de crecimiento de la región es de alrededor de un 31,5 % inferior que el porcentaje de crecimiento total del país.
Ocurre también, que si comparamos el incremento poblacional de la Patagonia en el periodo 2001 - 2010 con el alcanzado en el lapso corrido entre el censo de 1991 y el 2001, llegamos a la triste conclusión que en este último, el crecimiento fue del 16,73 % frente al escaso 7,23 % del 2001 - 2010. En definitiva, lejos de crecer más, las provincias del despoblado sur, son las que menos crecen en un país cuyo nivel general de incremento poblacional es pequeño.
Además hay que considerar que la población rural disminuye tanto en términos reales como relativos. Comparando las cifras de los censos realizados en 1991 y 2001, el número de personas radicadas en zonas rurales del país se redujo en 351.238. Pero, esta cifra es aún mayor si se tiene en cuenta que en el mismo período la población total de la Argentina aumentó en un 11,6 %. Dicho de otra manera, la población rural no solo no creció al ritmo de la población urbana, sino que disminuyó en un 8,68 % respecto del total relevado en el año1991.
Al respecto, debemos agregar que la Argentina incrementa su población de una manera sensiblemente menor que la del resto de América Latina (con la excepción de Uruguay) pero, además, la Patagonia crece un 33 % menos que el resto de la Nación. Consideramos que este solo dato resulta suficiente para indicarnos que debemos trabajar decididamente en un plan integral y sistemático que tenga por objetivo poblar el sur de nuestra patria.
A fin de fundamentar nuestra petición tendiente a otorgar para los trabajadores rurales de nuestra Patagonia, un coeficiente de incremento salarial por zona desfavorable que ayude a compensar las desventajas que sufren tanto los trabajadores como las familias que viven en dicha región del país quiero destacar algunos de sus aspectos característicos que hacen a su vulnerabilidad, como la dispersión geográfica, el aislamiento y la distancia entre el domicilio del trabajador y los centros de salud, de educación y de abastecimiento, la carencia de transporte público, la falta de agua potable o confiable para el consumo humano, la falta de energía eléctrica, la posibilidad de contraer enfermedades y/o problemas de salud como consecuencia de su exposición al frío y al desarrollo del trabajo en un ámbito hostil, etc.
La falta de incentivos para acceder a mejores condiciones de vida, impulsa a muchos compatriotas a trasladarse a las ciudades importantes y aunque allí habiten en los barrios periféricos más humildes, al menos su migración hacia las ciudades genera en ellos una expectativa de un presente mejor. Las circunstancias que rodean al migrante son francamente crueles. La mayoría de ellos, no tienen preparación como para alcanzar empleos calificados en la actividad industrial, administrativa o comercial y muchas veces son víctimas inocentes de las mil y una tropelías que comúnmente ocurren en los grandes centros urbanos. Además, el desarraigo y sus consecuencias sobre el comportamiento y la psiquis de quien lo sufre, potencian los efectos negativos de las circunstancias anotadas. Sin embargo, a pesar de lo adverso del panorama descrito, muchos de nuestros hermanos venidos desde el interior, prefieren el hacinamiento y la promiscuidad de la ciudad a residir en un lugar donde la soledad y el confinamiento los obliga a vivir como en los tiempos de la colonia.
Por otra parte el sector rural muestra el índice más inquietante de analfabetismo y de deserción escolar. En el país, el 38,5 % del total de la población mayor de 15 años no tiene instrucción o no completó la escuela primaria. Este fenómeno se ve agravado dentro de la población rural dispersa, donde el número de personas en esa condición se proyecta por encima del 45% de ese total.
Hay que considerar también que la inmensa mayoría de los habitantes del medio rural no cuentan con una infraestructura de servicios esenciales que les permita disfrutar de una calidad de vida adecuada a los tiempos modernos. Muchos de los trabajadores rurales moran en viviendas precarias e inclusive algunos de ellos viven en idénticas condiciones a las que contaban los pobladores de hace más de un siglo atrás, circunstancia que significa además de una injusta marginación, el riesgo de contraer enfermedades derivadas de esa situación social.
Este incremento salarial permitirá una mejora en la calidad de vida de la población, generando oportunidades de empleo, fomento de las economías regionales y un mayor desarrollo de la región.
Nuestra pretensión no es otra que brindar a uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, un principio de equidad a sus justos reclamos.
Por todo lo expuesto, es que solicito a las Señoras y Señores Diputados que acompañen el presente proyecto de ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
MAC ALLISTER, CARLOS JAVIER LA PAMPA UNION PRO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LEGISLACION DEL TRABAJO (Primera Competencia)
AGRICULTURA Y GANADERIA
PRESUPUESTO Y HACIENDA